Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

🌹CAPÍTULO 32🌹

🌹Hefziba🌹




—Ya era hora—reprocha al momento que llego al estacionamiento. 

Lo ignoro e imito su acción de blanquear los ojos cuando me vio. Si acaso él cree que estoy feliz de verlo, pues lo lamento porque esta muy equivocado.

Paso de largo de él sin contestarle nada e intento meterme a mi lado del auto. Jalo de la manija de la puerta pero cuando trato de abrir, esta no da de si porque tiene seguro.

Resoplo.

De verdad no puede estarme haciendo eso.

Con toda la calma que logro juntar en mi pequeño ser trato de hablar.

—Abre.

Mi tono suena demandante, pero parece pasarselo por el culo porque solo me ignora.

—Damian, abre—lo miro tratando de mantener la calma. Viendo como me ignora mientras da otra calada a su cigarrillo, pierdo la calma—¡Que abras la puta puerta, Damian!

Lo vi explotar.

Lanzo su cigarrillo al suelo con mas fuerza de la que necesitaba utilizar y bufo. Volteo hacia mi marcando su rostro con un profundo enojo y me sentí pequeña al estar encerrada entre el carro, él y sus brazos.

—Damian...—murmure algo asustada. Jamas lo había visto así.

Al ver su rostro gobernado por el enojo, las palabras de Ian volvieron a recorrer por mi cabeza.

«Mantente alejada de él»

En todo este tiempo conviviendo por él nunca había pensado en ello y nunca le había encontrado sentido a sus palabras. Pero ahora... ahora con esto no sabia que pensar. Damian nunca se había comportado de esta forma.

Mi cuerpo se tenso y mi respiración cambio. Me sentí atacada y con el presentimiento de que algo malo iba a pasar. En respuesta a ello me hice mas pequeña, mi cuerpo se encogió estando tensa, aun con el miedo de que algo me fuera a pasar.

Al parecer él lo noto y su semblante cambio. Su cuerpo también se relajo sobre el mio y  comenzó a retroceder. Lo mire alejarse, pero ya no podía volver a estar tranquila.

—Hefziba...

—Ya no quiero que estemos aquí—lo interrumpí al apenas escuchar mi nombre en su voz.

—Hefziba...

—¿Que mierda te pasa?—me abrace a mi misma al mirar su rostro y parecía verdaderamente indignado al ver mi reacción.

—¿¡A mi!?—su voz sonó ofendida.

—¿Porque mierda actúas así? 

—Joder...—se llevó las manos a su cabeza con desesperación—Llevaba horas esperándote, Hefziba, mierda, estaba preocupado.

—¿Preocupado de que?—gesticule en confusión porque no encontraba sentido a sus palabras.

—¡Joder! ¡De que te pasara algo!—se exaspera.

—¡Solo me tenias que esperar!—contesto de igual forma que él, comenzando a desesperarme.

—¡Pues te estuve esperando por casi una hora!—camino unos pasos hacia mi.

—¡Estaba ocupada!—alzo más mi voz molestándome por completo su actitud.

—¡Vaya!—sus labios forman una sonrisa agria y se acerca lo suficiente a mi, mientras mueve su cabeza en negación—Pues si tan ocupada estabas pudiste avisarme—siento como me lleva de nuevo hacia el auto aunque esta vez mantiene un poco más de distancia—. Y no hacer que te encontrara casi desnudándote con alguien.

La sangre se me calentó y sin pensarlo impacte mi mano sobre su mejilla.

Él quedo igual de sorprendido que yo por lo que había hecho y retrocedió de nuevo.

—Damián, yo...

Me corté a mi misma al hablar y solo lo miré sin saber que decir. Él me miró lastimado. De seguro nunca se imagino que fuera a responder de esa manera, ni yo misma lo imaginaba.

Ni siquiera intenté acercarme, no sabía lo que había acabado de hacer. Estaba como en shock.

Damián se enderezó y dejó de acariciar su mejilla. Vi como su lengua daba pequeños toquecitos por dentro de esta y suspiro dejando en claro la molestia que había causado con eso que hice.

No quería estar enojada con él. No planeaba que esto sucediera, solo que también me había sentido herida por como se había comportado.

—Damián...

—Solo sube al auto, Hefziba—saco las llaves de sus bolsillos y fue hasta su lado y azotó la puerta con fuerza.

Suspire sin siquiera querer entrar. Sabia que sería el peor momento a continuación.

Abrí la puerta de mi lado y por fin entre. No estaba equivocada con mi pensamiento de hace un rato. Su enfado y la tensión que había entre nosotros se podría palpar hasta con las pestañas.

Me acomode y abroche mi cinturón, de reojo noté que entre sus manos estaba haciendo bola algo. Como un papel. Decidí no preguntar nada más y lo ignore. Estaba molesta y no quería escucharlo, y sabía que el también lo estaba y no querría ni hablarme.

Arranco el auto y comenzó a conducir. Llegamos a casa en silencio y aparcó el carro frente a mi casa. No sabia si me tenía que despedir, realmente no tenía muchas ganas y con la acitud que se cargaba él, sabía que le valdría poco que lo hiciera.

Baje del auto sin azotar mucho la puerta y subir las escaleras hacia mi balcón. Esperaba que él entrara por la puerta principal, y al ver que no me siguió me alegre. Tire mi mochila a la cama y con la misma actitud cansada me tumbe. Mire al techo, desgastada. Sintiendome absorbida por el cansancio.

En la planta baja podía escuchar a Anna y a Damián intercambiando un par de palabras. No les presté atención. Después de unos minutos la puerta de entrada se cerró. Supuse que Damián se había marchado. Anna lo confirmó cuando subió y tocó a mi puerta para preguntarme que había pasado.

—Damián se veía molesto—sonó precavida. Ya sabia que algo pasaba, solo lo quería confirmar.

—Ya sabes como es, su humor es del culo—expresé sin ánimos de hablar y me enderece en la cama.

—Hefziba—me reprendió por mi vocabulario y me disculpe—. Sabes que si algo pasa me lo puedes confiar. Tu y él se estaban llevando mejor, no pierdan eso.

Asenti sin saber que más contestar. Eso no parecía ser suficiente para Anna, pero al parecer comprendió que no quería hablar más, ya que en silencio se retiró.

Volví a tumbarme en la cama y volví a mirar al techo. Cerre mis ojos y me perdí en mis pensamientos.

De pronto había dejado de estar en mi cama y estaba de vuelta en el salón. La cama no era la que me sostenía, sino los brazos de alguien más. Las sábanas no tocaban mi piel, ya que eran sustituidas por las yemas un poco ásperas de sus dedos. Sonreí como una tonta, mientras un escalofrío me recorrió.

Estaba reviviendo cada momento como si otra vez fuera en carne propia, hasta que la piel blanquecina y el negro azabache de su cabello se colaba en mis pensamientos. Abrí mis ojos. De solo recordar su cara y humor del culo, el enojo se volvió a presentar con más fuerza.

Ahg, es que era realmente frustrante. ¿Porque mierda me había hecho eso a mí? Había interrumpido mi momento con Aiden. Lo había arruinado todo.

Es que era un completo idiota. Era demasiado hartante. No tenia ningún derecho a hacerme eso.

Maldito zángano.





🌹🌹🌹





Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro