Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

🌹CAPÍTULO 24🌹

🌹🌹🌹

A veces a la vida le encantaba burlarse de nosotros en nuestra propia cara.

Pareciera que es su especialidad, como si tuviera una maestría en hacerlo. Como si fuera el típico bully de escuela, solo con la pequeña diferencia de que este te acompañara hasta el último día de tu existencia.

A veces te ponía escenarios que jamás en tu vida llegaste a creer o imaginar. Cosas que a veces pensamos que están demasiado lejos de la realidad o que nunca podrían ocurrir, solo que para que cuando mires atrás y recuerdes todo lo que paso, te preguntes: ¿como rayos es que sucedió todo esto?

Y no lo sabrás, porque simplemente fue un imprevisto y no tiene explicación. Porque no estaba en tus planes de vida, o son una de esas pequeñas cosas a la que te privas por miedo a lo que dirán y a lo que puede suceder.

Por eso, si en un futuro me preguntaban: ¿que como es que termine besando a Aiden Hale, el chico por el que me moría desde mi infancia y con el cual, hace tan solo unos segundos estaba discutiendo? Mi única respuesta concreta sería; que no tengo ni la menor idea.

No importaba cuantas veces volvía a replantearlo, seguía sin terminar de entender como era que eso estaba pasando.

Al sentirlo, mi cuerpo se ha pegado a él como por instinto, como por necesidad, como si fuera todo el maldito aire que respiro. Su beso no es suave ni tierno, no es romántico ni lleno de emociones lindas como siempre me lo imagine. Mi yo de trece años no vio flores, ni rayos ni luces de colores de fondo como las que siempre imagino cada que pensaba en los labios del chico de ojos azules sobre los suyos. No era lo que imaginaba con él, en referencia a los libros. Él no era el típico protagonista que luchaba por la chica y le decía todos sus sentimientos con un beso. Esto no había sido una muestra de amor ni nada de eso, ¿cierto?

Me mordió mi labio inferior como una respuesta a eso. Y ¡Dios! No sabia que significaba todo esto, pero me estaba gustando.

Ni siquiera podía describir como era que esto se sentía en este momento. Todo mi cuerpo estaba en un completo shock en donde por alguna razón que agradezco mis labios eran los únicos que se movían contra los de él, de una manera que me dejaba sin aliento. 

Mientras su mano me tomaba mas fuerte de la nuca y la raíz de mi cabello, yo no pude de dejar de hacer un puño con mi mano en su camiseta. No lo quería lejos, no después de años por fin tenerlo así de cerca. Lo necesitaba, lo quería cerca, y mis manos al rededor de su cuello atrayendo lo más hacia mi lo demostraba en todo momento. 

Si antes sentía pequeños toques de corriente eléctrica mientras lo veía o estaba cerca de mi, podría asegurar que ahora me sentía completamente electrocutada. 

Se recargo todo, completo sobre mi, apretando me contra la mesa de ensayos y llevando su mano a mi cintura como si su cuerpo conociera el camino hacia el mío de una manera casi perfecta. 

La mezcla extraña de sus labios suaves con la intensidad y dureza con la que besaba los míos era completamente placentera. Esto estaba superando todas mi expectativas de maneras descomunales, en donde volvíamos al inicio en donde ni siquiera había llegado a entender que todo esto estuviera pasando.

Siento como da un ligero apretón en mi cintura mientras me presiona más contra la mesa. Dejando de pensar demasiado y desconectando un poco mi mente, llevo mis manos a su cabello para enroscar mis dedos en él, besándolo con desesperación, tiro de su cabello con un poco de fuerza, robando le un jadeo ronco que desaparece en mis labios. Como mayor respuesta, junta mis caderas con las suyas para poder sentirlo y...

 ¡Dios! Jamas pensé que llegaría a sentir eso.

No podía creer lo que estaba pasando, estaba besando al chico que me gustaba desde que tenía 13, y justo en estos momento estaba sintiendo algo más recargado sobre mi, aparte de sus labios.

«"¿¡Esto que rayos significa!?"» Me dice mi subconsciente «¿Acaso le gustas?»

Mierda...yo...

Cállate subconsciente, dije que no iba a pensar.

Un mordisco en mi labio inferior hace que ignore todo lo que estoy pensando y devuelva toda mi atención hacia los deliciosos labios de este chico problemático que hace tan solo cinco minutos no me soportaba.

Alarmandome un poco por todo lo que ha sucedido en tan poco tiempo, siento como toma mis piernas  por la parte trasera de mis muslos y me impulsa subiéndome a la mesa. Nos separamos ligeramente, mirándonos directamente a los ojos, azul a azul, ambos jadeando, la intensidad de querer seguir, con el miedo de saber que es lo que llegara a pasar. 

«Se separara, ¿cierto?» Me pregunto alarmada al no querer que esto se termine.

No dice nada, solo me mira.

¿Ya se termino? ¿Ya deje de soñar?

No se ni siquiera que sigue, solo me esta mirando, no se si tenga que decir algo o acercarme yo a besarlo esta vez, ¿quiere que lo bese? Porque yo quiero que lo haga pero no se si deba pedirlo.

Pude sentir como sus ojos me miraban con intensidad, como últimamente hacia y solo expresando todo lo que sentía hacia mi: enojo.

Lo que siento que dura una eternidad dura escasos segundos en donde le estoy rogando con mi mirada que suceda algo.

Solo un beso por favor, algo que ya no me haga sentir el dolor que estoy sintiendo.

Estaba hecha un lió y que sus labios no estuvieran sobre los míos, me estaba complicando todo.

Algo se oscurece en su mirada, como si algo le molestara al verme, suspira fuerte mientras aprieta mi cintura. Suelto un suspiro pesado al sentir el calor de sus manos dentro de mi sudadera y por estar tan perdida en sus labios y en sus ojos ni siquiera había notado que las había metido. Veo como se relame los labios soltando algo parecido a un gruñido y da una ultima vista a mis ojos antes de volver a unir nuestros labios en un beso.

Suspiro pesadamente el sentirlo entre mi piernas y sentir su mano darle un apretón a mi muslo. No sabia como era que un beso se podía sentir tan bien, como sus labios encajaban tan bien con los míos y como era que todas estas ganas incrementaban y no me saciaba por tenerlo sobre mi. 

 Apreté mis piernas a su alrededor para no que no se alejara y ahora yo pude sentir como es que dejaba otra mordida entre mis labios. Algo cambio en su ritmo a la hora de besarme, y si bien, no había sido el beso mas romántico de la historia, la necesidad que había sentido en sus labios al principio, había sido remplazado por coraje desde el momento en el que nos separamos y miro mis ojos.

Me  estaba besando enojado, con fuerza y con desesperación. Como si de alguna manera me estuviera haciendo pagar por todas las discusiones y diferencias que tuvimos desde que nos topamos y comenzamos a hablar. Sentí como apretaba mis piernas a su alrededor y como su lengua se abría paso dentro de mi boca con descaro. Esta tanteaba la mía y me dejaba sentir todo el sabor de sus palabras y sentimientos fríos cada que la recibía en mi boca.

Mi mente había comenzado a hacer lo suyo y aunque por primera vez en mi vida me había decidido a disfrutar algo que me pasaba, mi mente no se pudo quedar quieta y comenzó a maquilar mil ideas en mi cerebro.

¿Como pasamos de una pelea a esto? ¿Porque sigue subiendo las manos por mi torso? Y ¿porque no lo quiero detener? 

¿De verdad esto esta pasando? Porque si esto es parte solo de mi imaginación o un sueño, juro que me tirare desde mi balcón. Siento como toma mis mejillas para profundizar el beso al mismo tiempo que siento que su cuerpo se pega mas al mío. Si no me detengo ahora ya no podre hacerlo después y no se donde acabara esto. Nadie ha dicho nada y ahora que estoy al 50% consciente no logro entender los motivos por los que él pueda estarme besando o no se haya alejado después de subirme a la mesa. ¿Yo? Pues porque es algo que en mi interior siempre he deseado y no lo quiero arruinar separándome y abriendo mi bocota.

—Mjum...—escucho como carraspea alguien que ha entrado al salón—Aiden...— la chica que reconozco de la fiesta y la cual me dijo que no molestara a Ludo y a Damián, Jade, esta aquí. Aiden y yo la vemos y como si fuéramos imanes que se repelen nos separamos inmediatamente con la respiración totalmente alterada.

—Joder...

Lo escucho quejándose mientras se pasa las manos desesperdamente por el cabello, dejándolo hecho un desastre. 

Siento que las mejillas me arden al recobrar toda la razón en mi sistema y ver en donde estoy y con las piernas abiertas ante quien. 

Inmediatamente me bajo de la mesa y comienzo a ordenar el desastre andante de persona que soy a causa de las manos curiosas de cierto chico. Acomodo mi maraña de cabello y disimuladamente paso el dorso de mi mano y las yemas de mis dedos por mis labios para limpiarlos. Puedo sentir la ligera capa de residuos que han sido depositados en ellos a causa de los besos, al igual que noto la diferencia de tamaño por lo hinchado que están.

Miro a Aiden de reojo el cual hace lo mismo que yo de una manera más apresurada y como si estuviera... ¿nervioso?

—¿Que quieres Jade?—habla ronco causando estragos en mi cuerpo y haciendo que las rodillas se me pongan a temblar. En ningún momento me mira, solo se pasa las manos por el cabello y su cuerpo se tensa al dirigirse a su amiga.

Se me queda viendo por un largo rato mientras su amigo espera su respuesta. Su mirada no es para nada amigable y en todo momento siento que me juzga. No comprendo porque me da esas miradas y recelosa, voltea lentamente hacia su amigo y su gesto cambia totalmente a uno mas suave pero para nada sincero.

 —¿Ya nos vamos?—pone sus brazos en su cadera como jarra y comienza a ignorarme— Los demás nos están esperando, Samuel tiene prisa y se esta cansando de esperarte. Ademas, prometiste llevarme a casa, y ya me tengo que ir—Aiden no le contesta nada, solo sigue respirando agitado mientras supongo, piensa que decir.

Lo miro por un momento mientras intento tomar aire. Estaba acostumbrada a quedarme sin aire por mis constantes ataques de asma y ansiedad. Estaba acostumbrada a que se me dificultara respirar cada que recorría grandes distancias y me cansaba, pero nunca en mi vida había experimentado literalmente que alguien me quitara el aire y menos con un beso.

—Jade—es lo único que dice él en un tono demandante. Como si fuera algún tipo de llamado o lenguaje secreto, la chica suspira y se da media vuelta para salir.

—Apresúrate, ya sabes que no me gusta esperar—es lo ultimo que dice antes de salir del salón.

Volvemos a quedarnos solos y el ambiente de incomodidad nos llena al instante.

El recuerdo de sus labios sobre los míos vuelven a mi mente y el rubor a mis mejillas hacen que estas ardan.

Miro de reojo la mesa que esta a mi lado, recreando la escena de lo que estaba pasando y de lo que posiblemente pudo pasar si ninguno de los dos se detenía o Jade no nos interrumpía.

¿De verdad iba a dejar que todo eso pasara con solo un beso? Porque a como lo recuerdo, no quería detenerme y solo quería más. 

¿De verdad había derrumbado todas mis paredes con una simple caricia? ¿Le iba a otorgar ese poder?

No.

Ese poder él ya lo tiene, solo que no se debía de enterar.

Al voltear a vero, lo aprecio de espaldas hacia mi, con sus brazos apoyados en la mesa a nuestras espaldas, respirando pesado y moviendo su cabeza de un lado a otro en negación. 

Se ve tenso, no ha dicho nada. Ninguno de los dos lo ha hecho y la verdad, yo no quiero ser la primera en hacerlo. Veo como se lleva la mano hacia su cabello y pasa sus dedos por él, dejándolo mas despeinado de lo que yo lo he hecho.

¿Que esta esperando para decir algo? ¿Estará pensando en que gritarme? ¿Me dirá algo ofensivo o se burlara de mi de nuevo como cuando me hizo el masaje?

Sea lo que sea, yo no quiero estar aquí cuando hable. No soportaría que se burlara de mi después de lo que acababa de pasar.

—Es mejor que me vaya—no se porque digo eso pero lo hago al momento de recoger todos mis libros de la mesa.

Me voltea a ver de nuevo pero no tengo el valor suficiente para mirarlo a la cara.

—¿Que? ¿Que haces?—me mira confundido al ponerse de nuevo frente de mi, bloqueando me el camino hacia la puerta en cuanto me toma del brazo.

Al verlo así frente de mi, tomando mi mano, con su mirada tan clara y linda, con su ceño ligeramente fruncido en confusión, no puedo evitar sentir las mariposas que revolotean en mi interior. Siento de nuevo esa punzada de electricidad en mi cuerpo y mis deseos carnales solo piden que me vuelta a tocar como hace un rato y que me vuelva a besar.

«Es Aiden Hale, la persona que toda tu vida te ha gustado» escucho como me regaña mi subconsciente. 

«Dile lo que sientes. Es tu momento. El momento que has deseado llegar desde que te enamoraste de él. Díselo, díselo después de esto y no te arrepentirás. Solo díselo»

 —Yo...

Mi voz falla al intentar mirarlo a la cara. ¿De verdad se lo diré? ¿Que tal si se burla?

«Solo díselo Hefz, tu puedes hacerlo»

—Yo... ya tengo que irme—es lo primero que digo—... la señorita Evans me regreso a la tutoria, para eso te buscaba, ¿te parece si mantenemos el mismo horario de antes? ¿Si? De acuerdo... ya me voy.

Contradiciendo a todos mis deseos, salgo corriendo de ese salón por el bien de mi dignidad y porque se que es lo correcto.

Camino deprisa, buscando lo antes posible salir de la escuela y que no pueda seguirme.

Claro, como si Aiden fuera a seguirme.

Volteo de reojo por el pasillo que acabo de recorrer y ni siquiera se ve rastro de él.

¿De verdad no me seguirá?

Me pregunto desilusionada mientras sigo caminando.

No, no lo hará. No se porque siquiera me imagino algo diferente cuando eso ni siquiera va a pasar.

Siento como un cuerpo impacta contra mi que hace que me detenga abruptamente.

—Mierda Hefziba—escucho la voz de Malika—¿Que te paso? Estas muy pálida.

—¿Que? Nada, nada pasó, ¿qué podría pasarme?—los nervios no me dejan sonar convincente.

—¿Estas segura? Estas demasiado pálida, ¿te sientes bien o quieres que vayamos al hospital—dice examinando mi rostro con atención.

Mierda, el hospital.

Mis resultados.

Joder...—me llevo la mano a la cabeza mientras en mis pantalones busco mi celular.

—¿Que pasa, que pasa?—me mira alarmada cuando de pronto se calla y mira detrás de mi.

Preocupada, llevo mi mirada hacia donde están sus ojos y lo veo a él. La respiración se me vuelve a detener al verlo acercarse más a nosotras. Verlo tan serio e imponente me hace tragar grueso y hace que cada terminación nerviosa se ponga en alerta cuando cada vez más se acerca.

Quedo como tarada al querer formular palabra y ver que en realidad él solo pasa de largo. Sin verme, sin dirigirme la palabra. Como si fingiera que no existo, como si lo que acababa de suceder hace unos minutos no hubiera sido lo mejor que haya pasado en mi vida, de esa manera solo me ignora.

Cierro mi boca sintiéndome una completa tonta ilusionada y me vuelvo a enfocar en buscar mi celular.

—Hefz...—escucho la voz acusatoria de Malika—¿que fue lo que sucedió?

—¿De que hablas Malika? No sucedió nada—finjo demencia y me llevó mi teléfono a la oreja.

Siento como su mano me detiene y me quita mi teléfono para guardarlo en el bolsillo de su pantalón.

—Hefziba, estas ocultando algo—como si tuviera rayos X me examina de pies a cabeza intentando saber la verdad—. Estas pálida, tu respiración cambió y vienes alterada de un salón de donde justamente salió Hale.

Me quedo en blanco al escuchar sus palabras y sin ninguna mentira buena que dar, solo la miro perpleja.

—¿El idiota te hizo algo? ¿Te molesto de nuevo o te dijo algo? Dímelo para así poder hacer algo y ayudarte.

Niego inmediatamente pero el que ponga sus manos sobre mis hombros y me repita la pregunta dos veces más, me asegura que no me cree.

—Mali, de verdad, él no me hizo nada—le aseguró.

Por lo menos no algo que no te gustó.

Mi conciencia vuelve a farfullar, haciéndome estresarme más por la situación.

—Hefziba, no trates de defenderlo, ¿si? Puedes confiar en mí y decirme lo que pasó, créeme que lo de Evan no volverá a suceder, te lo aseguro.

La escucho y me quedo perpleja.

—Aiden no es como Evan.

Aseguro pero ella amenaza con volver a hablar.

—¿Como estas tan segura? Solo mira como vienes después de estar con él, ¿te lastimo?

—¡Me beso, Malika! ¡Eso fue lo que pasó!—levantó mi voz sintiendo como las palabras se me escapan.

Me quedo sin aire de nuevo, la miro con sus ojos queriendo se salir de sus órbitas y yo caigo en cuanta de la bomba que acabo de soltar.

—Malika...

Parpadea sorprendida y de pronto, sorprendiéndome, suelta un grito de emoción que se escucha por todo el pasillo.

—¡Aiden Hale te beso!

—Malika, Malika...—intento callarla poniendo mis manos sobre su boca pero con agilidad me evita y sigue hablando.

— Oh por dios, Aiden te beso, ¿te beso? ¿De verdad? ¡No puedo creer que te beso!—cierro mis ojos por sus gritos y al abrirlos veo su cara de emoción—¿De verdad te beso? ¿Así beso beso o solo beso?

Siento el rubor subir por mis mejillas y niego con mi cabeza por su pregunta.

—No fue gran cosa—miento. Ha sido la cosa más grandiosa de mi vida.

—¿Entonces porque te sonrojas? Siempre que mientes se te pone la nariz roja—señala y cubro mi nariz con mis manos solo delatandome, ¡rayos! Me delate— ¿Lo ves? Mentirosa.

—Malika...

—Dimeeee—insiste.

—De verdad, no fue gran cosa.

—Es Aiden Hale, claro que fue gran cosa—me abraza de lado y sonríe—¿porque no me lo quieres contar? ¿Te da pena?—insinúa—¿Hicieron cositas malas que no me quieres decir?

Estalla en risas mientras yo me siento enrojecer más.

—¡Dios! No seas cochina—la empujo suavemente en un tono burlón.

—Cochina—replica con burla—lo dice la que tiene libros +18 en su librero—la miro indignada y no se que responder. Comenzamos a caminar hacia la salida de la escuela y me vuelve a ver—¿te perdiste recordando alguna escena?

Vuelvo a ser consciente de su voz y niego con mi cabeza.

—Esos libros son educativos—me hago la digna y defiendo mi lectura—. No tiene nada de malo leer esos libros.

—Si claro, ya se en donde te resulta educativos—opina perversa y trago grueso al saber a que se refiere—. No tiene nada de malo leerlos, pero sería mucho mejor recrearnos —propone en el mismo tono, siento que las mejillas me arden hasta más no poder y una nueva fantasía se desbloquea en mi cerebro...

Una escena de esas narrada por la voz de Aiden...

Dios...que alguien me eche un balde de agua fría...

—Ese de los soldados calenturientos esta muy bueno—su voz coincide con mis pensamientos—. Ese coronel termino gustandome más que el empresario con fetiches de cuerdas—me río por lo que dice y coincido con ella—, además su apellido es más caliente, imagina gemir "Oh si... coronel Morgan". Dios, eso debe de ser un privilegio.

—Estas loca—miro al piso aún riendome de sus ocurrencias.

—Tu me prestaste el libro, me diste más material para hacer mis comentarios—se defiende y cuando creo que dejara el tema, vuelve a decir—¿me contarás lo que pasó con Hale?

Me quedo en silencio pensando la respuesta. Confío en Malika y es una gran amiga, hay confianza en todo sentido, solo que a mi me da un poco de vergüenza contarle esta nueva experiencia.

—Si no quieres esta bien...

—No, si esta bien—la interrumpo y comienzo a contarle todo lo que sucedió y como en aquel salón de química.

No deja de hacer exclamaciones o de sorprenderse cada cuanto suelto un detalle nuevo. Se lleva sus manos a la boca y hace exclamaciones hacia el cielo como si le estuviera dando algo. Me río por su reacción y mientras voy narrando cada detalle, lo vuelvo a sentir más en mi piel, recobrando esa fuerza con la que sucedió aquel momento.

—Joder Hefziba, esto es increíble, ¡tu le gustas!—chilla emocionada.

—Si...—murmuró todavía perdida por las sensaciones, hasta que escucho bien lo que dice y regresó en si—¿Que? Claro que no.

Veo como blanquea sus ojos y me sacude ligeramente.

—¡Reacciona, reacciona!—me sigue sacudiendo de los hombros causando que me ría—. Señor, has que reaccione por favor, que yo no la puedo golpear—implora al cielo y me río más fuerza al verla actuar de esa manera—. Joder Hefziba, tienes que darte cuenta.

Repito.

—Estas loca Malika—continuo mi caminata por los pasillos en busca de la salida.

—No, la que está loca y ciega eres tu—me acusa volviéndose a poner a mi lado—. Tu le gustas, eso es obvio. Y la chica esa que los interrumpió, por lo que me comentaste esta celosa, no me da buena espina.

—Si claro, súper obvio—la tiro a loca con ambas cosas que dice e insiste—si le gustará no se hubiera follado a esa rubia el sábado—murmuro entre dientes recordando todo.

—¿Tu como sabes eso?—inquiere con su ceja levantada.

—¿Saber que?

—Que follo y con una rubia.

Alguien golpeeme por favor.

Ruego al cielo después de ver que es lo que dije.

—Ahhh... pues yo.... eh... ¿cómo decirlo?—me mira esperando una respuesta y la suelto demasiado rápido para que no la escuche—lo vi follando con una chica en sábado—. Se lleva las manos a la cabeza sin poder creerlo y lo suelto todo—y eso no fue todo lo que sucedió— la veo y siento que esta a punto de desmayarse por tanta información hasta que termino de contarle todo—... y eso fue todo lo que sucedió.

Me vuelve a mirar perpleja y sonrio como una niña pequeña después de hacer una travesura y busca no ser descubierta.

—Joder Hefz, y luego dices que tu vida no es emocionante—es lo único que dice al volver en si—. ¿Lo quieres así o más claro? Es obvio que se muere por ti, te pidio que lo hicieran— la miro sin comprender muy bien a lo que se refiere—eso en lenguaje neandertal, significa que se muere por ti.

Suelto una carcajada.

—Pues desde mi lenguaje neandertal que me han enseñado libros, eso solo significa que se quiere aprovechar de ti—me encojo de hombros y veo en su rostro como es que sabe que en parte tengo razón.

—Bueno, en parte tienes razón —sonrío victoriosa—. ¿Pero quién entiende a los hombres?—llegamos hasta el estacionamiento y a lo lejos veo al neandertal de mi vecino fumando. Blanqueo mis ojos al verlo y me vuelvo a enfocar en Malika—. No lo sé, tal vez deberías dejar que las cosas fluyeran, intentarlo y ver que pasa.

La miro sin creer que sea ella la que me diga eso.

—No me mal entiendas, no te estoy diciendo que te vayas a acostar con él, solo digo que podrías aprovechar tus tutorías y ver si él siente algo por ti—defiende su punto y en parte la comprendo.

—No lo se Malika...

—Intentalo—insiste—¿acaso no dijiste que querías una historia como en los libros?—me recuerda—Pues es tu momento de ser la protagonista que enamora al popular de la escuela. Tienes que aprovecharlo, sino no te dejaré de molestar—me anima y me advierte al mismo tiempo y ambas nos reímos—¿Quieres que te lleve?—ofrece después de ver la mirada que le doy a mi vecino.

Me lo pienso por un momento pero recuerdo que tengo que ir al hospital.

—Gracias, pero tengo que ir al hospital y no quiero que Ana arme un escándalo por dejar al zángano e irme contigo—le explicó y vuelvo a ver a Damián—por cierto, ¿me devuelves mi teléfono?—pregunto al recordar que aún lo tiene.

—Ouh, claro, lo siento—me lo regresa y sonrio—. Me avisas de todo cuando salgas del hospital, ¿de acuerdo?

—De acuerdo.

—Te quiero—me lanza un beso de despedida y yo hago lo mismo mientras me alejo de ella y me acerco al zángano.

—Hola—lo saludo y veo como tira tu cigarro al suelo—contaminas al ambiente, idiota.

—Si, hola para ti también, yo estoy bien, gracias por preguntar, y no, no te llevo esperando aquí hace dos horas— responde con fastidio al verme con los ojos entre cerrados por el sol—. Mandar un mensaje diciendo que llegaras tarde no es una mala opción, ¿sabes?—me pregunta con ironía y yo solo blanqueo los ojos.

—Lo siento, tuve cosas que hacer—es lo único que digo antes de meternos al coche.

—¿Que cosas?

—Unas que no te interesan—respondo con una sonrisa falsa mientras me abrocho el cinturón.

—Exacto—me sonríe con descaro y muy emocionado.

Blanqueo mis ojos esperando que arranque pero no lo hace. Lo miro de nuevo y al ver que me mira con atención me quedo seria.

—¿Ahora que?—le digo al ver que no ha dejado de verme.

—¿Que te paso?—frunzo mi ceño sin comprender.

—¿Que me paso de que?

—Luces... no se... diferente, creo—me mira con su ceño fruncido como si me estuviera examinando completa—. Hay algo nuevo en ti, no sé.

Sacude su cabeza como despejando sus ideas y dirige su mirada hacia enfrente.

Eso es raro.

Ahora soy yo quien lo mira a él.

—¿Que?—pregunta.

—¿Acaso eso fue un cumplido?—lo molesto burlona.

—No, es solo una forma de decir que hoy te ves menos insoportable que siempre, Luna—murmura con una sonrisa falsa en sus labios y me vuelve a ver.

Bufo blanqueando los ojos y niego volviendo a ver hacia enfrente.

—Claro, era muy bueno para ser verdad—escucho como se ríe y el sonido que antes era desconocido para mi, me resulta agradable ahora que lo escucho por primera vez.

Volteo a verlo de reojo y sonrio mientras me recargo en el asiento, intentando disfrutar el viaje al hospital, en donde inconscientemente vuelvo a recordar sus labios.






___________________
N/a: Holi holiiii. Ya volví, no me maten😭

Lamento haberlos dejado así sin mis bebés por un rato, a veces hasta yo me caigo mal, pero pasaron tantas cosas que luego hasta me costaba escribir.

Pero bueno, aquí por fin tienen a mis bebés y este capitulo que yo siento que esta...ufff👀🔥. Perdón por darles esta interrupción pero recuerden que apenas vamos iniciando (lo dice la que lleva 24 capítulos) y falta muuuchoooo que ver.

Por lo mientras díganme, ¿qué les pareció? ¿Les gusto? ¿Como andamos con los teams?

Yo eso si debo decir que la escena con Damián me saco una sonrisa, ups👀. Y Hefz, ¿cómo te atreves a irte así amiga? Todo mal, todo mal, a ver que más pasa luego.

Sorpresita: el próximo cap lo narara un chico al principio, no se si ya decirles, pero su nombre empieza por D...👀

Bueno, me voy antes de que me linchen🏃🏻‍♀️🏃🏻‍♀️🏃🏻‍♀️. Nos vemos en la próxima actualización (que espero que sea pronto)

Chaiwis.❤

-A. R.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro