Capitulo 7
Terminaron siendo los entrevistados para la posición de PA. Los escolté a la sala de juego, preguntándoles si me daban unos cuantos minutos antes de volver a la cocina.
Cuando llegué allí, sonreí al ver a mi vieja amiga inclinando su cabeza en la de Minnie, mientras le susurraba en un tono conspirador.
—¿Debería irme? —Pregunté con una ceja levantada, mientras me apoyaba contra el refrigerador.
—Minnie sólo estaba poniéndome al tanto sobre Marv. Nunca me gustó ese chico. Estaba totalmente loco por ti —respondió Suran, sacudiendo su
cabeza.
—Gracias por decirme, mocosa. —Sonreí, despeinándole el cabello, mientras pasaba junto a ella para, prepararnos un café. —Entonces, dime, ¿qué pasó con mi papá? ¿Cómo
terminaste con él, en la entrada de Minnie?
—Me llamó ayer y me pidió que nos reuniéramos —, suspiró, jugando con la taza que le entregué. —Fui allá, y me dijo que, a luz de los
apareamientos forzados por la UPAC,
estabas devastado porque no serías capaz de tener un heredero, ya que decidiste ser gay.
—¡Sabías que soy gay, Suran!
—Lo sé. —Se rió disimuladamente y rodó sus ojos. —Me imaginé que querías hijos y que él sólo estaba diciéndolo a su manera. De todas formas, dijo que podría mantener la
pareja que conseguí en Escocia, pero seríamos como el presidente y la vicepresidenta de la manada. Básicamente, sería tu sustituta para que pudieras tener hijos y herederos, y sería la leona de la manada. No tenía idea de que no había hablado contigo al respecto. Dijo que tú se lo habías pedido.
—Por supuesto eso fue lo que hizo —, gruñí, cerrando mis ojos, mientras me estiraba para tomar la mano de Minnie —Nunca he querido liderar la manada, Suran. Pensé que lo sabías.
—Las cosas cambian, Yoongi. —Se encogió de hombros. —Me imaginé que ahora que habías encontrado a una pareja tan sexy, querrías asentarte y abrazar tu herencia. Ser el líder de la manada es tu legado, Yoongi. ¿Cómo puedes huir de eso?
—La mayoría de la gente, ni siquiera me agrada —, mascullé, la culpa estaba comenzando a pesar en mí, ante la forma en la que lo planteaba.
—Hay otros que pueden gobernar.
—Por favorrrr. —Suran arrastró las palabras y rodó sus ojos. —Sin un heredero, habría un caos total, cuando se terminara el gobierno de tu padre, desde ahora estará abierto ante quien desee ser el próximo líder. Tenemos a algunos hambrientos de poder, leones despiadados, Yoongi, y lo sabes. La persona correcta no es la que acabará con el trabajo, y
estaremos en grandes problemas, porque su gobierno será de tres siglos.
Abrí mi boca para responder, pero la cerré de inmediato. ¿Tendría razón? ¿Había estado tan envuelto en mi propia mierda y obstinación, que había pasado por alto completamente lo que era mejor para la manada?
—Tiene razón, ¿cierto? —Preguntó Minnie con suavidad, mientras frotaba el pulgar de su mano sobre la mía.
—Sí —admití después de un momento, mis hombros se desplomaron en señal de derrota.
Miré de Minnie a Suran, como si estuviera buscando respuestas. —Realmente voy a tener que
tomar el liderazgo, ¿cierto?
—Hey, no puede ser tan malo —dijo gentilmente y tomó mi otra mano. —Puedo ser tu leona en la manada sin los bebés, sin puñaladas por la espalda, trampas de tu papá, o sexo.
Los lobos tienen Betas en sus manadas. Podría ser eso para ti. No te abandonaría.
—Sé que no lo harías. —Asentí medio entumecido, mientras procesaba todo. Todo contra lo que había luchado desde ese día, comprendí que ahora se estaba convirtiendo en
realidad. ¡Esto apesta! Miré a Minnie, temiendo ver su reacción. —¿Cómo te sientes con ser la pareja del líder de una manada? —Él mordisqueó su labio inferior, mientras su nariz se
arrugaba al pensar.
—Estoy totalmente bien con ello y con qué Suran sea tu leona siempre y cuando no haya sexo, sigues siendo mi pareja y eres fiel a mí, y averiguaremos una forma de quitarnos a tu padre de encima.
—Podemos hacer eso —dijo Suran radiantemente, y le dio un sonoro beso a Minnie en la mejilla, que no tenía lastimada. —Él es bueno para ti, Yoongi. ¡Buena elección de pareja,
hombre!
—De hecho, él me encontró —respondí, mientras me estiraba para ahuecar la mejilla de Minnie. ¿Cómo podía ser tan jodidamente afortunado? La mayoría de las personas, se hubiesen dado la vuelta y hubieran salido corriendo ante este nuevo desarrollo, pero Minnie seguía a mi lado. —Nunca, jamás voy a engañarte, Minnie,
—Me alegra que hayamos aclarado eso —chilló y besó mi palma.
—Hablaré con mi pareja, acerca de acercarse al consejo a través de su anciano —dijo Suran, mientras se ponía de pie. Sonrió perversamente y tiró de su camisa, para mostrar su
clavícula. —Es un vampiro. ¿Quién diría que morder podría ser tan divertido?
—TMI7, mujer —me reí entre dientes y me incliné para golpearle el trasero. —Has eso, y luego averiguaremos a quien querremos como segundo al mando.
—James. Nos agrada a ambos, es el único que es más grande que tú, y tiene una lengua verdaderamente afilada.
—Me parece bien. —Le sonreí. Debería haberme dado cuenta de que ya tendría a alguien en mente. Así es como era Suran… inteligente, hermosa, divertida, brillante. Incluso
si tenía un nombre de stripper, con el que todos la molestábamos hasta el cansancio. Pero era la mejor opción para ser la leona de la manada, todos la amaban.
Las leonas eran conocidas por ser las ejecutoras de una manada. Incluso en el mundo salvaje, eran las únicas que cazaban, atendían a los cachorros, y mantenían a la manada en línea. Los lobos tenías a sus Betas y podían quedárselos. Por nada en el mundo
cambiaría el papel de Suran como leona de la manada. Ella no era a alguien en quien quisieras caer en su lado malo, además de que siempre mantenía su palabra.
—Ahora, a las entrevistas —gruñó Minnie y miró a su regazo. —Pero primero: pantalones.
—Cierto, unos pantalones serían geniales. —Ella se rió y besó su mejilla. Luego hizo lo mismo conmigo y se fue agitando su mano.
Terminé trotando hasta el segundo piso, para recogerle una camisa que realmente le quedara a Minnie, también un par de pantalones. Después de que se los llevé, nos cambiamos de ropa y nos vestimos. Luego recordé un viejo cabestrillo que tenía en mi caja de ejercicio y volví por él. Nos tomó otros diez minutos finalmente terminar de arreglarnos e ir a hablar con nuestro candidato a PA.
Por supuesto, terminó siendo innecesario. El imbécil, le dio una mirada a Minnie que gritaba el desprecio que sentía por mi pareja. Volví a mirar a Minnie, quien no se reunió con los ojos del tipo, y supe todo lo que necesitaba saber. Lo dejé marcharse sin siquiera tomarme la
molestia de preguntar su nombre.
Cuando preguntó cuál era mi problema, le dije que no contrataría a nadie que mirara así a mi pareja, lo empujé por la puerta.
No le pregunté a Minnie de qué se trató todo eso, imaginándome que me diría cuando estuviera listo, o que podría preguntar después de las entrevistas. El siguiente, fue un león
que le estaba mandando miradas a mi pareja por razones completamente diferentes. Sí, también se fue de inmediato.
—Naw, no eres del tipo celoso. —Minnie se rió entre dientes ,después de que eché al tipo a patadas.
—Lo soy —, gruñí juguetonamente y me arrodillé entre sus piernas. Me alzó una ceja, mientras metía mi nariz en su ingle y comenzaba a olfatearlo. —¡Mío!
—Sí, pero a menos que quieras que la siguiente persona aparezca, mientras estoy montándote, sugiero que te enfríes hasta después de las entrevistas.
—Joderrrrrr —gruñí, mientras retrocedía lentamente. —Me encanta la idea de que me montes. Me comportaré bien, con una condición.
—Bien, ¿qué?
—Quiero ver esos juguetes, antes de que se vayan los de la mudanza —respondí con un guiño. El timbré sonó, cuando Minnie soltó una carcajada, y fui a responder.
El siguiente candidato, fue mejor. Brad era un ratón del nido de Minnie, y parecían llevarse bastante bien. Su currículo y sus credenciales estaban impecables… Lo cual me dejó con
una pregunta.
—¿Por qué calificar para la posición de PA, para la cual estás claramente más que cualificado?
— Bueno —eludió y luego tomó una profunda respiración. —Realmente espero que esto me lleve a algo más grande y ponga mi pie en la puerta, para la carrera a la que aspiro.
—Oh—respondió, reaccionando tardíamente. —¿Quieres desarrollar software en la compañía de Yoongi?
—No—dijo Brad, negando con su cabeza. —Quiero hacer lo que haces tú, Minnie. Esperaba que me dieras algo de tu tiempo para aprender los entresijos, y que si decides expandirte, me tomes como tu junior asociado.
—Esa no es una mala idea —respondí lentamente, mientras miraba a Minnie. Él tenía esa cara de estoy pensando con la nariz fruncida, y mordisqueaba su labio. —Qué tal esto —dijo, después de un momento. —Si te contratamos, lo haríamos por seis
meses, mientras te iré enseñando algunas cosas en tu tiempo libre. Después de que haya pasado ese tiempo, podemos trabajar contigo como mi interno, mientras entrenas a tu remplazo, si sientes que hiciste un buen trabajo como mi asociado. Una vez que tu reemplazo agarre vuelo y esté por su cuenta, podemos negociar tu contrato. ¿Te parece justo?
—¡Sí, sí! —Brad jadeó, mientras asentía furiosamente.
—¿Yoongi? —Me preguntó Minnie, y le guiñé un ojo. Era una gran idea y una fabulosa manera de que se expandiera. Ya había dicho que tenía más cliente que tiempo. Si entrenaba y moldeaba a alguien a su estilo, podrían incrementar sus ingresos y Brad tendría su trabajo soñado.
—Nos pondremos en contacto, mañana —le dije a Brad y me puse de pie. Él estrechó nuestras manos y chilló cuando se fue. Lo quedé mirando, en estado de shock.
—¿Qué pasa? Pensé que te gustaba —Susurró Minnie, mientras tocaba mi brazo.
—Chilló, y no me excitó —solté, mientras lo miraba a los ojos. —No es que no encuentre que los chillidos son sexis. Lo son cuando tú lo haces.
—Eso es algo bueno, ¿cierto?
—Totalmente—ronroneé, mientras lo levantaba gentilmente entre mis brazos. —Tenemos algo de tiempo, antes de que lleguen los de la mudanza y ya no hay más
entrevistas el día de hoy. Creo que deberíamos cancelar las de mañana y contratar a Brad. Él va a funcionar bien.
—Estoy de acuerdo —jadeó, mientras sus ojos se llenaban de lujuria. Nos saqué de la sala de juego y subí las escaleras. —¿Cómo planeas pasar, el rato antes de que lleguen los de la mudanza?
—Estaba pensando, que era hora de que dé mi primera mamada y luego veamos cuánto puedo hacerte chillar.
—Bien —chilló Minnie y luego me sonrió ampliamente. Solté una carcajada, cuando entré a su dormitorio y lo acosté en la cama. Luego nos desvestí a ambos rápidamente, quitando sus manos cuando trató de ayudar.
—Aun vas a montarme, después de que se vayan los de la mudanza, ¿no?
—Oh, sí, bebé —gimió, mientras yo ahuecaba sus bolas y alcanzaba el lubricante.
—Me gusta cuando me llamas así, Minnie. En serio.
—Qué bueno —, jadeó, mientras tiraba ligeramente de su saco. —Me alegra que no seas de esos chicos súper macho, que no pueden soportar un término de cariño sin quejarse de
que los castra.
—¡Nop! —Destapé el lubricante y aceité mi mano, antes de cerrarlo y arrojarlo junto a las almohadas. Froté un poco en mi polla, dolorosamente dura, antes de antes de estirarme
y colocar un dedo en su agujero. —¿A quién le perteneces, Minnie?
—A ti, Yoongi. Sólo a ti —susurró, mientras arqueaba su espalda ante mi intrusión. —Uso tu arete de apareamiento y sólo tú podrás volver a tomarme.
—Buena respuesta —alabé a medida que deslizaba un segundo dedo y me inclinaba tragando su polla, hasta la mitad.
—Santa mierda, Yoongi. —Me reí alrededor de su polla, gimiendo cuando carne y aroma almizclado llenaron mis sentidos. ¡Esto era divertido! Sin importar cuánto lamentara haberme perdido esto antes, estaba feliz de que mi primera vez fuera con Minnie. Se retorció
cuando chupé con más fuerza, meciendo mi cabeza lentamente.
Después de unos cuantos minutos, comenzó a chillar sonoramente, supuse que eso significaba que estaba cerca. Empujé un tercer dedo y lo estiré más rápido, y usé mi lengua
a lo largo de su polla, mientras me enfocaba en él.
Estaba tan jodidamente excitado, mientas miraba su cuerpo y vería la dicha pura en su rostro. En ese entonces lo necesitaba más que el aire.
—¡Me vengo! Yoongi, me vengo —, gritó, segundos antes de que su polla explotara en mi boca. Casi me ahogué, ya que su pene estaba casi hasta el fondo de mi garganta, pero entonces retrocedí un poco y fui capaz de tragar su semilla muy fácilmente. ¡Y el sabor! Había probado el semen con anterioridad, y fue salado y amargo, no como el de Minnie. Era dulce y salado, dulce como cuando lo besaba. Era como mezclar tus palomitas de maíz con chocolate, y me volví completamente adicto.
Cuando la última corriente de su semilla fue disparada en mi boca, comencé a lamerlo hasta dejarlo limpio, mientras él quedaba flácido en la cama jadeando en busca de aire.
Todo el cuerpo de Minnie se estremeció, cuando seguí pasando mi lengua mucho después de que haber limpiado el semen.
—Tómame, Yoongi—se quejó, mientras levantaba su cabeza. —Necesito sentirte.
—Sí, tendrás que persuadirme —me burlé y me puse en posición. Levanté sus piernas y sus tobillos sobre mis hombros, sus ojos se agrandaron. —No dijiste que podía follarte en
la cama, sólo tomarte.
—Bien —, jadeó con una sonrisa. —Fóllame en la cama, bebé. Montame con todo lo que tienes.
—Con gusto —gruñí, antes de golpear su interior con una rápida embestida.
Ambos gritamos, mientras su apretado culo tenía espasmos
alrededor de mi polla y él comenzaba a disparar cuerdas de semen. Supongo que mi pareja podía tener orgasmos consecutivos.
¡Increíble!
Estaba demasiado listo y preparado para chuparlo y tomarme las cosas con calma. Él siguió viniéndose, mientras martillaba mi polla en su culo y lo doblaba a la mitad.
—Eso es Minnie. Disfruta el placer que te doy —, gruñí, mientras lo tomaba más rápido.
Cada vez que empujaba mis caderas hacia adelante, él dejaba escapar un sexy chillido o gritaba de gozo. Eso me estimulaba como nada más lo haría.
Me vine tan fuerte, que la parte superior de mi cabeza podía explotar. Rugiendo su nombre, acabé y dejé que mi polla cubriera sus lugares más privados, con mi semilla.
—Una jodida vez más —, gimió, mientras bajaba sus piernas antes de que colapsara junto al hombro, que no estaba lastimado. —Juego de palabras
—¿Quieres hacerlo de nuevo, en cinco minutos? —Jadeé, una sonrisa perversa se esparció por mi rostro, ante su elogio.
—Me encantaría, pero sabes que los de la mudanza llegarán pronto.
—Me recupero rápido —, señalé. —Es una cosa de leones.
—Tendré que mantener eso en mente. —Se rió y tomó mi mano en la suya. Nos quedamos quietos unos cuantos minutos, en un cómodo silencio, antes de romperlo. —¿Entonces, te gustó?
—Definitivamente —, respondí, sabiendo que se refería a dar mi primera mamada. —Tu sabor es mucho mejor de lo que esperaba, y me puso tan duro, saber que te estaba dando tanto placer. Pero no creo que me hubiese gustado con nadie más, que contigo.
—Ahora, definitivamente, te mereces ver la caja de juguetes —, ronroneó Minnie y se apoyó en mí. El timbre volvió a sonar y ambos estallamos en risas. Cuando nos calmamos lo
suficiente, como para poder respirar, agarré mis jeans y me los puse. Cogí mi camisa del piso y me la puse, mientras me dirigía hacia la puerta.
Efectivamente eran los de la mudanza. Estaba feliz de que hubiésemos planificado por
adelantado y ya habíamos movido el auto de Minnie a la calle, para que el garaje estuviera abierto. Él salió y me ayudó a dirigir el tráfico, cuando dije que algo podrían llevármelo directo a mi oficina. Luego hice que sacaran la cama de Minnie y metieran la mía en nuestro dormitorio, ya que era la más grande.
Honestamente, fue bastante rápido, ya que era una mudanza local y ellos tenían un equipo de tres. Además, ahora más de la mayoría iba al garaje.
Cuando Cheryl llegó, estaba
listo para otra cara conocida, después del estrés del día. Ella y Minnie encajaron tan bien como él y Suran. Pero por supuesto, mi pareja era un chico realmente dulce y muy agradable.
Entraron y discutieron sobre Brad y el que nosotros lo contratáramos, mientras terminaba con los de la mudanza, firmé más papeleo del que había hecho para mi viejo apartamento, y les di una buena propina. Me uní a ellos y entré al final de la conversación sobre los
próximos pasos, el contrato que ella ya había preparado, y una carta de oferta.
—Me gustaría hacer una sugerencia, que se desvía de la idea original del loco —, dijo ella, cuando hubieron terminado. —Creo que deberías hacer una fiesta con la manada y el
nido de Minnie, cuando sepan qué cosas no van a conservar. Sería una forma, de que los grupos interactuaran, ya que te apareaste con él, pero vas a dirigir la manada. También, podemos preparar un evento de caridad, vendiendo los objetos por diez dólares o lo que
sea, de esta forma, seguirás teniendo la deducción de impuestos.
—Oh, ella me gusta. —Minnie se rió entre dientes y envolvió un brazo alrededor de mi cintura.
—Obtienes lo que pagas —respondí, dándole un guiño a Cheryl.
—¿Qué significa eso?
—Él me paga un salario exorbitante, que ningún asistente ejecutivo podría conseguir y me trata como uno de sus vicepresidentes —respondió, con una carcajada.
—Hey, eres más que valiosa —bromeé y me acerqué a la nevera, para conseguir una botella de agua.
Nos reímos un poco, antes de terminar, y luego Cheryl se fue, prometiendo que arrendaría unas mesas y prepararía la fiesta para el sábado. Pensé que era rápido, pero
por supuesto, no queríamos que todos esos valiosos objetos se quedaran en el garaje, solo para que alguien tratara de robárselos.
Minnie y yo almorzamos un rato y luego volvimos al garaje.
Trabajábamos bien juntos, me
di cuenta de ello, después de una hora. Ninguno de nosotros era muy apegado a sus cosas… eran sólo cosas, después de todo. Aunque había unas cuantas cosas que, honestamente, no quería perder. Por ejemplo, el armario para la vajilla, era una reliquia familiar, y allí era donde estaba la vajilla de porcelana, de la boda de mis abuelos.
Él dijo que era demasiado hermoso como para separarnos de él, y que, de todas formas, no era muy fan del aparador que tenía en el comedor.
También decidimos mantener el set
de cuero para la sala de estar, ya que el otro quedó bastante destrozado después de la pelea con Marv.
Y a pesar de que cambiamos la cama, sus cómodas y mesitas de noche quedaban mejor que los míos.
Conservé los muebles de mi oficina, por supuesto, debido a que el tercer
dormitorio estaba vacío, y él no tuvo problemas con que trasladaran el equipo de ejercicio a su sótano.
Nos quedamos ahí sentados en el garaje, sobre mi sofá y discutimos de varios detalles más, creando una estrategia para desempacar mis cosas y colocarla en mi nueva oficina.
Lo miré a los ojos y me di cuenta, lo amaba. Minnie era todo lo que podría haber llegado a soñar jamás para un compañero y pareja, y un poco más. Era el hombre perfecto para mí,
y lo amaba.
Ahora, ¿cómo diablos iba a decírselo? Y ¿era demasiado pronto?
Fue a la mañana siguiente, cuando sonó el timbre. Estábamos acomodando las cosas, en mi oficina durante nuestro descanso del trabajo, y troté escaleras abajo. Rodé mis ojos
cuando olfateé quien era y abrí la puerta.
—Estás despedido, Marv, supéralo—dije e iba a cerrar la puerta de nuevo. Metió su mano para detenerla, y sin importar cuanto quería forzarla y romperle la mano, me contuve.
—¿Por qué? —Gritó y se acercó un paso. No era un hombre pequeño, pero no era tan alto y mucho menos tan ancho como yo. Así que, si pensaba que iba a apoyarlo, estaba
muy equivocado.
—Por tratar de atacar a mi marido —arrastré las palabras, mientras hacía crujir mis dedos, con actitud. —Mentirme; por tener tendencia dementes y obsesivas hacia mí; cuando balbuceaste que me amabas y que cuidarías mejor de mí en el hospital. No somos una pareja, Marv. Nunca lo fuimos. Eras mi empleado, pero te despedí, y sólo agradece que no vayamos a presentar cargos.
—¿Dije qué? —Jadeó, sus ojos se ampliaron.
—Oh, ¿no recuerdas lo que admitiste, cuando estaban dopado con medicamentos para el dolor, en el hospital? —Me burlé y entrecerré mis ojos. —Me dijiste que me amabas, que cuidarías mejor de mí de lo que él jamás podría, y que necesitaba deshacerme de él. Me imaginé que podía sonsacarte mucho más, pero quería romper los lazos, antes de que te dieras cuenta de que te había atrapado.
—Y-Yo… —Marv tartamudeó, pero lo corté.
—Estás despedido. Vete ahora y no vuelvas, o presentaremos cargos. Y si llegas a acercarte a Jimin o a contactarte con él, te destriparé como a un pez. Que tengas una linda vida.
Cerré la puerta en su sorprendido rostro, antes de que pudiera responder, y regresé con mi pareja.
—¿Destriparlo como a un pez, huh? —Se burló Minnie mientras me sentaba en el piso junto a él. Me encogí de hombros y abrí la siguiente caja.
—Me vino de repente. ¿Qué puedo decir? Soy un chico creativo. —Me reí, mientras sacaba algunos de mis archivos personales y los colgaba en el archivador.
—También yo —ronroneó y besó mi mejilla. —Deberías ver cuán creativo tengo que ser, sólo para quedarme aquí sentado y no venirme. Es difícil con el enorme plug que tengo en
mi culo.
—Déjame ver —gruñí y lo agarré. Él chilló y saltó lejos del alcance de mi brazo.
—¿Tienes una fantasía kinky con el escritorio? —Minnie comenzó a levantar lentamente su camisa, para que pudiera ver su estómago plano.
—Naw, el escritorio está sobre valorado —dije. —Pero tengo uno con el archivador, si es que es lo tuyo.
—Adelante, bebé —desafió, y se quitó su camisa. Nos quitamos la ropa en tiempo récord, y luego le mostré exactamente lo que podía hacer. Y finalmente se cumplía mi fantasía de
él sobre el archivador de dos cajones, con sus piernas extendidas, mientras sujetaba sus tobillos y embestía su dulce culo. Era mucho más divertido trabajar desde la casa ahora, que estaba apareado, de lo que llegó a ser cuando estaba soltero.
Solo quedan dos capítulos para que termine :(
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