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Capitulo 2

—¿Cómo reclamas a un león? —Preguntó Minnie, mientras se deslizaba del sillón a mi regazo. Lo miré por un momento, nunca había tenido un amante que fuera tan atrevido y que simplemente demandara un tiempo para acurrucarse, después del sexo,
—¿Yoongi? ¿Sigues conmigo?

—Umm, sí, es una cosa de dominación —, respondí, sacudiendo mi cabeza para aclarar mis pensamientos. Es que Minnie era tan diferente a todos los otros con quienes había tenido
sexo. ¿Y por qué querría sentarse en mi regazo? —¿Alguna vez has leído o visto a los leones salvajes? Los machos olfatean y luego escogen con cual quieren acostarse y sólo se ofrecen a sí mismos. Tengo que morder tu oreja, para el cual le conseguiremos un arete después y eso es todo.

—Está bien —, susurró, luciendo tan nervioso por estar cerca de un león.

Le di un beso rápido, antes de quitarlo de mi regazo y dejar que la
transformación se apoderara de mí.

Sus ojos se ampliaron, y me di cuenta que si nunca antes había visto uno, cuán impactante sería para él. Como hombre era grande, un metro noventa y ocho y casi ciento treinta kilos
de sólido musculo. ¡Hey, puede que trabajara en un computador todo el día, pero esa no era razón para mantenerme en forma en el gimnasio de mi casa!
Mi cabello rubio creció más allá de mis orejas, para convertirse en mi melena, mientras surgía el pelaje. Y mis ojos, los cuales eran de un marrón claro casi ámbar, se convirtieron en ojos de gato.

—Santa mierda, eres hermoso —, jadeó Minnie, pasando sus dedos sobre mí. Dejé salir un sonoro ronroneo, amando la atención antes de apartarme de ella. Le di un suave gruñido, pareció que recordaba qué estábamos haciendo aquí.

—Lo siento, cierto, vas a dominarme. Pero la próxima vez, quiero ver y explorar.

Se quedó quieto, mientras me movía a su alrededor y olfateaba. A mi león le gustaba. No era lo bastante Alfa como para tratar de desafiarnos por autoridad o poder. Emití un fuerte rugido, señalando que me complacía como potencial pareja. ¡Maldición! Había olvidado advertirle a Minnie sobre eso, y se puso tan pálido, que pensé que iba a desmayarse.

Rápidamente me moví para empujar contra su mano, dejándole saber que todo estaba bien.

—Sí, hubiese sido lindo que me avisaras, antes de destrozarme los tímpanos —, masculló, mientras se dejaba caer sobre sus rodillas. Si pudiera haber reído en mi forma de
león, lo habría hecho ante sus payasadas, pero este era un ritual importante para mi gente.

Moví una zarpa para empujarlo gentilmente sobre sus manos y rodillas, posicionándome sobre él. Lamí su cuello, cuando sentí que se estremecía. No estaba seguro de por qué estaba tan asustado.

Quiero decir, sé que era un león de doscientos setenta kilos, pero era un cambiaforma. Debería saber, que yo sabía, lo que estaba haciendo y era completamente sensible. Y luego
una idea me golpeó. Olía como una presa. ¿Qué tipo de cambiaforma era el hombre que iba a convertirse en mi pareja? Me incliné hacia adelante y le di una rápida mordida en la
oreja. Dejó salir un lindo chillido, mientas nuestros corazones y almas se sincronizaban.

—Tienes que lamer mis bigotes —, dijo Minnie con nerviosismo un momento después, mientras le acariciaba su cuello. Ese era un ritual de apareamiento bastante extraño. ¿Sin morder ni follar? ¿Sin marcar? ¿Sólo lamer bigotes? Empecé a cambiar de nuevo, y él emitió un chillido y se transformó rápidamente.

—¿Minnie? ¿Minnie, donde estás? —Pregunté, entrando en pánico, después de volver a mi forma humana. No podía ver a mi pareja por ningún lado. Luego oí un sonoro chillido. —¡Tienes que estar bromeando! ¿Eres un ratón?

Chillido, un chillido fue todo lo que recibí como respuesta. Abrí mis grandes manos en piso, y Minnie se movió hacia ellas, con precaución, olfateándome. Cuando finalmente trepó a mis manos, lo levanté hasta mi rostro y lamí sus bigotes de la derecha.

—¿Has oído la vieja historia del león y el ratón, Minnie? —Pegunté suavemente, mientas lamía el otro lado. —El ratón es devorado al final, ¿sabes?

Él comenzó a temblar, mientras el cambió vibraba a través suyo.
Repentinamente, tenía a un hombre sentado en mis manos. Apuntale su peso y lo sujete, antes de dejarlo caer, sentándolo sobre mi regazo.

—Puedes comerme cuando quieras,
chico grande.

—No me sorprende que chilles, pequeño coqueto. —Me reí entre dientes, pero luego me puse serio y tomé su rostro entre mis manos. —¿Por qué no me dijiste que eras un ratón?

—Porque habrías rechazado inmediatamente la idea de aparearte conmigo, si es que sabías qué era —, susurró. —Pero iba a decírtelo después de tener sexo, y me asusté. Y
luego cambiaste, también, umm, sí, las cosas como que pasaron rápido después de eso y mi cerebro se paralizó.

—Ya no me escondas cosas, Minnie. No voy a tener una pareja escurridiza, en la que no pueda confiar —, dije con firmeza. Estaba dispuesto a dejarlo pasar esta vez, debido a la forma en la que iba la noche. Pero no lo haría de nuevo.

—Lo prometo, Yoongi. —Asintió y luego me besó. —Ahora de verdad estamos apareados. Puedo sentirlo, ¿y tú?

—Sí, puedo —, respondí, mientras nos ponía de pie. Le entregué su ropa, antes de ponerme la mía rápidamente. —Vamos a registrarnos con el Consejo y larguémonos de
aquí. Puedo oír el caos alrededor de este lugar, y me está volviendo loco.

—¿Aun así, alguien puede tratar de morderme y reclamarme, antes de que consigamos los sellos de apareamiento? —Minnie se congeló ante la idea, mientras yo empezaba a
caminar hacia la puerta. —No quiero que alguien más me muerda, Yoongi.

¡Mierda! Estaba completamente en lo cierto. Con la mierda que se avecinaba en el castillo, ¿cómo iba a llevarlo al Concilio sin que alguien me lo quitara? ¡Genial! Sólo un obstáculo más, que los jodidos ancianos nos habían lanzado encima. ¡No iba a volver a enviarles las postales de Navidad, por esta mierda!

—¿Confías en mí, Minnie? —Pregunté, mientras tomaba su mano.

—Por supuesto, eres mi pareja.

—Quiero que saltes sobre mí y te envuelvas a mi alrededor, tan fuerte como puedas —, respondí, mientras él hacía lo que le había pedido. Me tomó un segundo recuperar el control
de mi cuerpo, con su culo en la posición perfecta para que volviera a joderlo. Los leones eran uno de los animales más calientes del reino animal. además de eso, los
paranormales eran también conocidos por tener un fuerte libido. —Sujetate y vuélvete un objetivo tan
pequeño como puedas. Vamos a salir corriendo.

—¿Qué pasa si alguien te muerde, mientras estás preocupado por mí? —Chilló.

—A pesar de que es muy triste decirlo, la mayoría de los chicos grandes no la tienen tan jodido como ustedes —, respondí con un suspiro. Odiaba ese tipo de mierda en el mundo. —Estaré bien y te mantendré a salvo, sólo aguanta.

Minnie metió su cabeza en mi cuello, mientras envolvía mi brazo a su alrededor. Salí por la puerta de la biblioteca, hacia un tranquilo pasillo. ¿Tal vez estábamos actuando como tontos y esto no es una gran cosa?
¡Sí, no tanto! Llegué a la verdadera acción, cuando pasé al siguiente pasillo, el cual guiaba al salón de baile. Unas cuantas personas dejaron de hacer lo que estaban haciendo
y miraron a mi pareja como si fuera el almuerzo. ¡Oh, ya basta de esta
mierda! ¡Minnie era mío!

Salí a toda velocidad, contento por correr tres millas al día. Un tipo de cabello oscuro, casi de mi tamaño, vino hacia nosotros, y le di un puñetazo en la cara antes de empujarlo con mi hombro para quitarlo del camino. Luego, alguien más nos empujó desde atrás, y me
costó mantenerme de pie. Era aún peor que cuando entramos en el salón de baile. Ni siquiera puedo recordar las caras de todas las personas a las que empujé, derribé, y golpeé
para pasar por ahí.

Era como un terrible juego de fútbol, en donde no había reglas, y el touchdown era llevar a mi pareja a salvo con los Ancianos. Una vez que salté al escenario, en donde estaban
sentados todos los Ancianos con un gigantesco libro frente a ellos, había ganado.

—Min Yoongi y Park Jimin se han apareado —, grité en medio del ruido.

El Anciano asintió y escribió nuestros nombres en el Libro de Apareamiento. Me quité a Minnie de encima, antes de que ambos
gritáramos cuando el sello de apareamiento se tatuó mágicamente en nosotros.

—¿Te apareaste con un hombre? —Rugió mi padre. Instintivamente tiré de Minnie detrás de mí.

—¿Acaso es un problema, padre? —Sonreí con satisfacción, nunca le había dicho que era gay. —¿Tu pequeño plan no salió como querías? Oh, y voy a dejar la manada para irme a vivir con mi pareja. Así que, buena suerte al tratar de conseguir los mismos ingresos que aportaba a la manada.

—Eres el siguiente líder de la manada —, gritó, sus dientes y sus garras se extendieron.

—¡No quiero! —Gruñí, mientas Minnie se estremecía detrás de mí, sus manos agarraron mis caderas. —Nunca quise, pero eso no te importa. Querías que me apareara. Me forzaste a hacerlo. ¡Ahora lidia con las jodidas consecuencias, porque me importa una mierda lo que quieras!

No le di tiempo para responder, alce a Minnie rápidamente en mis brazos y salté del escenario.

—¡Espera, Yoongi! —Gritó uno de los Ancianos, mientras saltaba del escenario tras de mí. Me entregó un sobre con un sello de la UPAC. —Ahí están las reglas para este apareamiento. Necesitas leerlas, después de tener sexo con tu pareja. —Como si no hubiera comprobado si éramos sexualmente compatibles, antes de atarnos por toda la eternidad. —Miré al tipo, como si estuviera loco. —Lo leeré en el avión. Mi pareja y yo nos largamos de este agujero del infierno.

Salí a toda velocidad, con un tembloroso Minnie entre mis brazos. ¿Por qué estaba molesto? Yo era el que acababa de iniciar una III Guerra Mundial con mi padre y mi manada. No dijo nada, hasta que llegamos a la felina del castillo. Era una división entre las comunidades, cuando veníamos a esta convención cada año bisiesto.

Cuando volvimos a mi habitación, puse a Minnie sobre sus pies y comencé a empacar. Derepente, sentí la vibración en el aire como cuando un cambiaformas atravesaba su transformación. Bastante seguro, miré y la ropa de Minnie estaba apilada en el piso.

—Minnie, ¿dónde estás? No tenemos tiempo para esta mierda —, dije con un suspiro.

Decidí ignorarlo. Fuera cual fuera su problema, me lo diría eventualmente. Y entonces sentí diminutas garras arrastrándose dentro de la pierna de mi pantalón.

—¡Joder! ¡Eso duele, Minnie! —Oí una serie de chillidos y me congelé. Los comprendía como si estuviera hablando ingles humano. Oh, esta nueva novedad era divertida. —¿Por qué puedo entender tus chillidos de ratón?

—Porque te apareaste con uno, eres un león grande y tonto —, respondió en su forma de ratón y mordió mi rodilla.

—¡Corta esta mierda! Voy a empacarte en mi maleta si no te comportas, Minnie. ¿Por qué estás molesto conmigo?

—¿Te apareaste conmigo para fastidiar a tu padre? ¿No crees que merecía saber que iba a estar molesto y que trataría de lastimarme por aparearme contigo?

—No, ese no es el por qué me apareé contigo —, suspiré y me senté en la cama. Parte de mí estaba molesto por su comportamiento infantil. Pero por supuesto, si fuera un ratón luchando contra un león, también querría ser un objetivo pequeño. La otra parte de mí, se dio cuenta de que tenía razón. Debí haberle dicho. —Mira, No me apareé contigo para fastidiarlo. Sí, me imaginé que lo estaría, porque no
sabía que fuera gay. Pero hablamos de tomárnoslo con calma, dadas las circunstancias. No te mordí cuando no me dijiste que eras un cambiaformas ratón, ¿cierto?

—No —, chilló calmadamente y volvió a salir de mis pantalones. Observé cuando se trasladó sobre mi zapato y trepó a mi regazo, esta vez por sobre mis jeans. Volvió a cambiar, desnudo sobre mi regazo, y metió su cabello detrás de su oído antes de mirarme.

—Lo siento, Yoongi.

—Está bien, todos tenemos nuestras pequeñas peculiaridades —, respondí, preguntándome de donde había venido esta repentina paciencia. Realmente debía gustarme Minnie, como para no estar molesto con él. —Puedo oírte cuando chillas, y me
muerdes, cuando estás molesto. Sólo prométeme que no importa cuán molesto estés, no vas a morder mis tesoros.

—Claro que no. —Minnie soltó una risita y se salió de mi regazo. —No puedo arriesgarme a hacerle daño, a lo que me trae tanto placer.

—Muy bien, entonces larguémonos inmediatamente —, dije dando un asentimiento.

Volvía empacar, lo cual me tomó unos minutos, ya que no había traído mucho. Minnie  volvió a vestirse, y a pesar de que me decepcionara que se cubriera su sexy cuerpo, no podíamos cruzar el castillo si estaba desnudo. Colgué mi bolso sobre mi hombro, junto con el estuche de mi laptop, y lo seguí hacia su habitación.
Mientras Minnie empacaba, llamé y cambié nuestros vuelos a la primera hora disponible.

Había guardias y empleados de la UPAC que podían conducirnos hasta el aeropuerto, ya que así fue como llegamos al castillo. Cuando estuvo listo, fuimos hacia la cocina.

Supusimos que podríamos encontrar a alguien que nos llevara allí, y el caos en el castillo no se extendía hasta ese lugar.

—¿Y están apareados? —Preguntó el guardia, probablemente le hayan dado instrucciones de no dejar que saliera nadie que no estuviese reclamado. Rodé mis ojos y tiré de mi manga, mostrándole mi sello de apareamiento en mi bíceps derecho.

Mientras él lo comprobaba, me pregunté dónde estaba el de mi pareja. Sabía que era diferente para
cada raza, pero no sabía con respecto a los ratones.

Desde que imaginé que sería una discusión privada, no pregunté, mientras el tipo con sacaba por la parte trasera hacia uno de los vehículos de la UPAC. Y debí haberme dormido durante el viaje, porque unos suaves labios me despertaron con un beso.

—Ya estamos aquí, Yoongi —, susurró Minnie y volvió a besarme. Tal vez me gustaba besar. ¿Es posible que me haya perdido todos esos años de besar, porque pensaba que los besos no eran cosa de leones? ¿O tal vez sólo era debido a quien había tenido en mi cama con anterioridad?

No lo sabía, pero seguí pensando en ello, mientras caminaba hacia el escritorio en donde se compraban los boletos. Mientras esperaba en la fila, noté que había perdido a Minnie.
Mirando alrededor, lo vi en las puertas de entrada luchando con su maleta de ruedas y la de mano. ¡Whoops! Qué gran pareja era… ni siquiera noté cuando se alejó de mi lado. Me salí de la fila y troté hacia él.

—Lo siento, estaba perdido en mis pensamientos —, dije tímidamente, mientras tomaba su maleta con ruedas y la de mano. En su lugar, le entregué mi portátil. —¿Mejor?

—Sí, um, gracias —, respondió, mientras sus mejillas se tornaban rosadas. Minnie fue a tomar mi mano, pero la alejé.

—¿Necesitas que te lleve como a un niño? —Pregunté, mirándolo con confusión. Juro que no quise que sonara tan rudo. Es sólo que no comprendía por qué necesitaba sostener mi mano.

—Olvídalo —, susurró, bajando su cabeza y caminando hacia la fila en la zona de venta de boletos en donde me encontraba antes. Sacudí mi cabeza, mientras lo seguía, preguntándome si esto había sido un error. Estuvo callado durante toda la espera. Y después de que conseguimos nuestros boletos y entregamos su maleta. Y aun cuando fuimos conseguir un desayuno, en una pequeña tienda antes del vuelo. Continuó sin decir nada cuando abordamos el avión y nos acomodamos en primera clase.

—Lo siento —, estallé, no podía soportar el que se rehusara a hablar conmigo. —No quise llamarte niño o comportarme como un idiota. Es que no comprendo por qué quieres
sostener mi mano  ¿Puedes explicármelo, o al menos dejar de estar enojado conmigo?

—¿Nunca has caminado de la mano con tu novio o tu amante? —Preguntó, después de unos cuantos segundos, buscando mis ojos.

—No. Pero bueno, en realidad nunca he tenido un novio o un amante, sólo personas con las que he tenido sexo. He estado en unas cuantas citas, pero ese tipo de cosas también me fastidiaban.

—Pues bien —, dijo y agarró su maleta de mano para sacar su Kindle

—Espera, ¿entonces vas a seguir sin hablarme o a explicármelo?

—Es un signo de afecto, Yoongi. —Minnie suspiró y se volteó hacia mí. —Olvidé que dijiste que no eras afectuoso y tener problemas con mi equipaje fue vergonzoso y busqué tu mano. Quería confort y demostrarte que apreciaba tu ayuda.

—Oh, pensé que tenías miedo de perderte en el aeropuerto —, respondí, no estaba seguro de cómo es que algo tan simple, como sostener la mano de alguien, pudiera decirme
todo lo que Minnie dijo que transmitiría.

—¿No funcionaría mejor tener sexo y dar las gracias?

—Mierda, hablas en serio, ¿no? —Preguntó después de un minuto, sus ojos se ampliaron.

—Um, sí. —Me encogí de hombros.

—Está bien, entonces supongo que es mejor que me deshaga del hábito de tomarle la mano a mi compañero —, masculló Minnie por lo bajo. Fuimos interrumpidos por la señal para
atar el cinturón de seguridad, antes de despegar. Pero una vez que estuviéramos en el aire, quería hablar con él una vez más. Supuse que, ya que no estaba emocionado con mi
respuesta, tan pronto como pudiera, encendería su Kindle y comenzaría a leer.

Sin saber qué más hacer, agarré mi portátil y comencé a trabajar. No iba a quedarme ahí sentado, esperando a que me perdonara. Dije que lamentaba que estuviera molesto, no
que sentía que había hecho algo malo, además de ser rudo. No iba a disculparme por no querer sostener su mano. Trabajé por una hora o algo así, mientras reflexionaba sobre eso.

Pero entonces, pensé en algo, mientras trabajaba codificando mi último programa. ¿Qué tal si me gustaba sostener su mano, pero no lo sabía porque nunca lo había hecho?

Lógicamente, no estaba seguro de cómo hacer ese avance. Pero mientras guardaba mi trabajo y cerraba mi laptop, me di cuenta de que quería intentarlo. Alcanzándolo con mi
mano izquierda, ya que Minnie estaba en el asiento de la ventana, deslicé mi mano sobre la suya, sobre el reposabrazos. Él entrelazó sus dedos, más pequeños, con los míos, mientras yo miraba nuestras manos. Por el contorno de mi visión, noté que me estaba observando.

—Me gusta esto —, admití en voz alta, incluso si era más para mí mismo.

—Me alegra —, dijo, mientras se inclinaba, acercándose. —¿Realmente presionaría mi suerte si también te beso?

—No, ya descubrí que realmente me gusta besarte. Y eso también es nuevo para mí —, respondí, mientras posaba mi boca en la suya. Al principio fue un beso suave que se volvió más apasionado debido a que ahora sabía que tenía el tiempo para explorar su dulce boca. Retrocedí, repentinamente, cuando oí una risita. Mirando a mi alrededor, vi a una jovencita sonriéndonos, mientras nos observaba.

—Hemos sido interrumpidos. —Minnie rió y apartó su Kindle. Bueno, supongo que eso logró que quisiera volver a hablar abiertamente conmigo. —Bueno, supongo que tenemos que hacer que empaques, para cuando te vayas a mudar conmigo.

—Bueno, con la diferencia horaria y la hora del vuelo, considerando que tenemos una escala en Nueva York, —empecé a decir, mientras hacía los cálculos en mi cabeza. Escocia
estaba a seis horas de Indiana, un vuelo de trece horas, —… estaremos llegando a la medianoche del sábado, según nuestro horario. Y para entonces, mi asistente personal,
Marv, debería haber empacado mis pertenencias. Lo que quedé o no necesite ya debe haberlo hecho, y lo debe haber trasladado a tu casa. Ya le envié un e-mail.

—Me he estado debatiendo si debería conseguir un PA—, respondió, frunciendo sus cejas. —Había pautado algunas entrevistas, y algunos de esos chicos, me dieron un vistazo y pensaron que se harían cargo de todo.

—¿Puedo preguntar por qué necesitas un PA?

—Tengo más peticiones por mis servicios, que el tiempo que tengo en el día—, respondió, mientras frotaba su pulgar sobre mi mano. —Y no puedo externalizar ese trabajo.
Pero supongo que puedo conseguir a alguien que limpie la casa, pague las cuentas, haga recados, envíe contratos, escriba las notas que grabo. Ese tipo de cosas. Y amo cocinar y
hornear. Realmente adoro hacerlo, cuando estoy atascado en un juego. Pero cada vez que quiero hacer alguna de las dos, todo lo que tengo en mi refrigerador ha expirado o está vacío.

Tenía un punto valido y después de unos cuantos minutos, idee un plan.

—Bien, ¿tienes una hipoteca?

—No, lo compré de una vez —, respondió con un guiño. —Puede que parezca que estoy en mis veinte, pero tengo trecientos años, Yoongi.

—Wow, eres un viejo chiflado —, me reí. —Sólo tengo ciento cincuenta.

—Bieeen, soy un verdadero asalta cunas.—Se rió entre dientes. —Así que, ¿entonces cuál es tu plan? Puedo ver las ruedas girando en tu cabeza.

—Bueno, supongo que, ya que vamos a vivir juntos y tú compraste la casa, yo debería encargarme de que las cuentas estén al día —, expliqué, mientras volvía a abrir mi portátil. —Marv es mi asistente personal, él se encarga de todo eso por mí, así que podemos quitarlo de tu lista. Además, empleo un servicio de limpieza, y simplemente podemos añadirle
habitaciones extra y lavandería.

—Y para escribir tus notas grabadas puedo preguntarle a mi asistente de negocios al respecto o ver si ella quiere ganar un poco de dinero extra. Tal vez un poco extra para Marv,
ya que nunca he hecho que haga las compras, porque casi siempre salgo a comer. Lo cual se vuelve aburrido. Así que, si tú cocinas, yo me encargo de las compras y el servicio de limpieza para el aseo. ¿Te parece justo?

—Más que justo. —Minnie asintió, luciendo impresionado. —Realmente no te andas por las ramas, ¿cierto?

—No, no tengo tiempo para eso, cuando se trata de organizar —, me reí. Envié algunos e-mails en cuanto a los cambios y las preguntas.

—Y deberíamos conseguir un servicio de jardinería.

—Ya tengo eso —, dijo Minnie con un bostezo, mientras apoyaba su cabeza en mi hombro y observaba qué estaba haciendo.

Estaba tocándome, pero esta vez mis instintos no gritaban que lo alejara. Era un poco agradable, en realidad. Quizá podría acostumbrarme a esto, pensé con una sonrisa, antes de cerrar mi laptop y acomodarme para tomar una siesta.










Si hay algún error con el nombre de los personajes avísenme!

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