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Capítulo 17. Encuentro


7 de octubre (30 días desaparecida)

Eric y Vivian habían ido a la boda solo a la fiesta de recepción, no pudieron ir a la iglesia ya que necesitaban a alguien que pudiera cuidar de Charlie, por desgracia los padres de Vivian no podían porque se habían ido de viaje o más bien a unas merecidas vacaciones aunque solo fueran por unos cuantos días, Vivian tuvo que encontrar una niñera que cuidara del bebé mientras ellos estaban en la fiesta. La celebración se hizo en una residencia con un gran jardín, toda la fiesta fue al aire libre, pusieron luces cálidas para iluminar todo el jardín enredados en postes y otros en los árboles, hubo arreglos de mesa con piedras artificiales e imitaciones de diamantes, las mesas tenían manteles de seda en color purpura, pusieron una pista de baile donde a unos cuatro metros tocaba un grupo de jazz suave; también habían puesto dos grandes pantallas donde se lograba ver a los demás invitados que iban llegando y que daban sus felicitaciones a los recién casados.

Vivian llevaba puesto un vestido negro no tan entallado (ella creía que todavía no recuperaba su figura después de dar a luz al bebé) con la espalda descubierta y las mangas a 3/4, el cabello recogido con pasadores que tenían perlas incrustadas y un maquillaje más cargado de lo que ella usaría a diario; por su parte Eric solo se rentó un traje de etiqueta a último momento, creyó que el que tenia todavía podía servir pero no fue así, estaba roto de los pantalones y el saco estaba despintado, al menos lucía bastante apuesto al igual que Vivian que casi nunca podía presumir de lo guapa que podía hacerla resaltar el maquillaje, ambos se veían increíbles.

—Es una bella boda, ¿No lo crees? Daphne tiene buen gusto —Vivian examinó el centro de mesa en lo que tomaban asiento —El color está muy de moda en esta temporada, se ven tan felices.

Ambos contemplaron a la maravillosa pareja de novios que estaban riéndose en lo que se sentaban en su mesa reservada, Eric sonrió al ver a su mejor amigo sosteniendo a Daphne entre sus brazos y darle un beso, ella le susurró algo al oído y rieron disfrutando de su chiste privado.

—Me gusta que salgamos los dos juntos —Vivian le tomó la mano a Eric por encima de la mesa, Eric percibió lo gentil y relajada que lucía Vivian, pensó que este tipo de cosas le hacían bien a los dos —Hace tanto que no disfrutábamos de todo esto, dime que te agrada tanto como a mí.

Eric soltó una risita y le sonrió abiertamente a Vivian.

—Claro que me agrada, pasar tiempo contigo solos como una pareja normal siempre es de lo que más disfruto —le dio un apretón a la mano de Vivian.

Ella sonrió también y recargó su cabeza sobre el hombro de Eric, los dos esperaron a que el espectáculo de la boda empezara, faltaba ese video clip donde se muestran fotos de los novios siendo bebés, niños, adolescentes y ya por último adultos, contando su historia de amor para sus invitados. Después de cinco minutos de haber comenzado el video, el bolsillo de Eric vibró, Vivian no lo sintió porque el celular estaba del otro lado; Eric sacó el móvil con discreción y vio el número, era Derek, era un mensaje que necesitaba leer.

—Vivian, necesito ir al baño —se disculpó, susurrándole al oído para que los que estaban compartiendo mesa con ellos no escucharan nada —Ya regreso.

Vivian lo dejó ir con cierta especulación, Eric le prometió que nada del trabajo los molestaría hoy y eso esperaba la mujer que lo vio alejarse hacia la casa de la residencia donde se hallaban los baños, Eric realmente subió a la planta alta para entrar al baño y cerró la puerta con seguro y leyó el mensaje de Derek.

Necesito que puedas llamarme si tienes la oportunidad de hacerlo. Es urgente

Eric abrió el grifo del lavamanos y dejó que el agua corriera produciendo así un poco de ruido, llamó a Derek Fisher y este respondió a los dos timbrazos.

La voz de Derek era temblorosa, impaciente y escurridiza.

—No vas a creer esto pero...alguien difundió los videos de Irina Steinberg y no sabemos quién pudo haber hecho esto.

—¿Qué? —escupió Eric con perplejidad, su frente se pobló de arrugas y sus facciones se crisparon en angustia —¿Se difundieron los videos sexuales? ¿Solo los de ella?

—Sí. Algunos medios de comunicación los pudieron conseguir porque alguien los subió a la red.

—Dios, no puede ser —maldijo para sus adentros, caminando de un lado a otro, Eric estaba seguro de que no había sido culpa de ellos, estaba convencido que uno de esos miembros de la red sexual que tenia Vladimir había sido el culpable. —¿No se han detenido a todos los miembros o sí?

—Vladimir dio los nombres pero al parecer dio unos falsos, no quiso involucrar a los verdaderos, ni siquiera dio el nombre real del hombre ruso.

—¿Todos son falsos?

—En su mayoría, lo son, dos son verídicos, los otro cinco son falsos.

—De acuerdo, escucha, manda solicitar una orden para que pueda hablar con los únicos miembros que han sido detenidos, estoy seguro de que uno de los miembros que está todavía en incognito ha sido el que reveló el video a internet.

—Muy bien, mañana mismo lo tendrás.

—Por cierto, ¿No sabemos todavía nada de la identidad del hombre que estuvo escondido la noche en que Irina desapareció?

—No, los vecinos no tienen idea, parece que esa noche nadie salió. Hable con la mayoría y todos dicen que nadie vio nada sospechoso, lo siento.

—De acuerdo, creo que ese asunto será algo difícil, seguiré buscando.

Eric colgó y cerró la llave para salir de ahí, tuvo suerte de que nadie estuviera ocupando el baño en ese momento, también esperaba que Vivian no se hubiera impacientado por la ausencia de Eric, por lo que salió de la residencia y vio que el video ya había acabado, los invitados se acercaron a la pista de baile porque el grupo estaba tocando, Eric quiso acordarse de la mesa que les había tocado cuando paso casi lado delas personas que no eran demasiado sociables y estaba más alejados de todos en la fiesta, alcanzó a ver a un grupo de cuatro amigos que al parecer estaban pasándola mejor solo ellos cuatro, bebiendo de los shots de mojito que estaban dando y a un hombre que hablaba por teléfono y que a lo que Eric escuchó, estaba discutiendo con un socio.

No prestó atención a ellos hasta que vio a una mujer de vestido rojo cereza con mangas largas de encaje y cabello café claro cayéndole sobre los hombros en un ondulado ligero, veía la escena de la boda con aire ausente, bebiendo quizá soda o vino, Eric la reconoció de perfil, era Astrid Welsh. Tenía la sospecha de que no lo hubiera visto pero cuando iba a acercarse para estar seguro, ella se volvió, sintió la presencia de Eric acercándose y ella en acto reflejo retrocedió pero ahí Eric confirmó que lo era.

—¿Astrid? ¿Qué haces aquí? —le preguntó un poco sobrecogido de verla, no podía creer que era ella, la contempló durante largos minutos, estaba asombrado sobre todo porque no la reconocía con el peinado y el maquillaje, lucía diferente, bastante atractiva que enmudeció a Eric.

Astrid vio de pies a cabeza a Eric y de igual forma lo estudió de pies a cabeza, al parecer tampoco creyó que podría tratarse de Eric Henderson, pensó que los dedos se le desbaratarían alrededor del vaso que sostenía.

—Estoy invitada a la boda —respondió ella, aclarándose la garganta, dio un trago largo a lo que estuviera bebiendo y dirigió una mirada a la gente en la fiesta —Necesitaba tiempo a solas. 

Eric vio a la gente divertirse desde lejos, comprendió a que se refería con un tiempo a solas.

—¿Las personas te reconocieron?

—Algunos, de inmediato fui motivo de susurros.

—¿Conoces a los novios, entonces? —Eric quiso cambiar de tema, no quiso que ella se sintiera incomoda hablando de eso.

—Solo a Daphne —le explicó, viéndolo de vez en cuando —Ella trabaja conmigo en el banco, no en el mismo piso que el mío pero nos topamos muchas veces, ella me invitó a la boda una semana antes de la desaparición de Irina.

—¿Y viniste sola?

Astrid se volvió hacia Eric con una sonrisa leve, a la chica se le vio una mirada intensa, resplandeciente, era evidente que a Astrid le agradó que Eric se interesara por saber con quien había venido.

—No, vengo con una compañera, allá esta —señaló a una chica que estaba cerca de donde servían el champan, una mujer de cabello café, corto hasta los hombros, llevaba puesto un vestido gris muy sencillo —Ella y yo quedamos en venir juntas cuando Daphne nos invitó, ella creyó que no iba a querer venir después de lo de Irina pero necesitaba una razón para salir de mi casa.

—¿Todo sigue estando mal entre tú y Patricia? —preguntó Eric, desanimado, quiso saber de una buena vez cuando acabaría esa rivalidad

—La respuesta es obvia —Astrid resopló. Eric pudo imaginarse los momentos tormentosos de ambas viviendo en la casa, no quiso ni pensar como podía soportarlo. —No quise estar en la casa, es horrible estar ahí, creí que esto sería una buena idea para distraerme pero resultó una idiotez.

Eric se quedó inmóvil, estudió de pies a cabeza otra vez a Astrid, con toda sinceridad quiso decirle que no pudo comprender como la gente la había reconocido, no lucía igual a la mujer que salía en la televisión o se presentaba en las reuniones de la campaña, para él, Astrid lucía como otra persona.

—Yo jamás me hubiera dado cuenta que eras tú, tal vez poniendo más atención es evidente pero para cualquiera hubieras sido un invitado más —le soltó la verdad sin rodeos, fue un impulso que dejó correr, ya no se preocupó si era lo correcto o no decírselo —Para mí luces diferente, te vez bien.

Astrid esbozó una sonrisa muy animada, la chica claramente ruborizó y bajó la mirada directo hacia el suelo, para Eric sin duda le parecía agradable ver que al menos sus palabras le hacían bien a Astrid, además, no era mentira, por supuesto que a Eric le pareció que Astrid iba muy bien para la ocasión.

—Gracias —le agradeció Astrid con un susurro, todavía no tenía suficiente valor para verlo a la cara —También te ves bien.

—Es el traje —se apresuró a decirle con un tono de broma —Es lo que hace la diferencia porque no es mío, es rentado.

—No es el traje, es quien lo usa —enfatizó Astrid, posando sus ojos en Eric.

—Entonces, gracias por el cumplido —Eric se apretó los labios, formando una línea. No sabía si debía decirle lo que había hablado con Derek, eran noticias muy serias y no quiso arruinarle la noche a Astrid, pensó seriamente en mejor decírselo mañana a primer hora pero Eric tenía la intuición de que era mejor decírselo a ella primero que a Patricia o Dimitri, no quiso esperar a que después se enteraran por la televisión.

Estuvo a punto de confesárselo cuando una voz femenina se iba acercando hacia ellos, Eric se alteró cuando la reconoció.

—¡¿Eric?!

Astrid y Eric vieron como Vivian se les acercaba con prisa, se le notaba a la mujer que estaba asustada de ver a su novio hablando con otra mujer que lucía atractiva; acusó a Eric con los ojos cuando se acercó lo suficiente para encararlos.

—¿Dónde has estado? Creí que te habías ido —Vivian vio a Astrid, prácticamente la estudió y en seguida el mal agüero se presentó entre los tres, Vivian tuvo un mal presentimiento y su impulso fue llevarse a Eric de ahí.

—Lo siento, por cierto Vivian, ella es Astrid Welsh —Eric se giró hacia Astrid —Y Astrid ella es Vivian.

—¿Astrid Welsh? —repitió Vivian con tono enigmático —Espera...¿Tu eres la prima de Irina Steinberg? ¿Eres la que sale en televisión?

—Salía —la corrigió Astrid.

—Eric me contó hace poco que está trabajando en el caso de tu prima, de hecho, no entiendo porque ya no sales con la madre y el hermano de Irina, ¿Te retiraste?

—Am...podrías decirse que algo así. Solo me tomé un tiempo. —Astrid lucía evasiva, se notaba que no quería tocar el tema, por lo que ella tuvo que cambiar el giro de la conversación —Tú eres la novia de Eric, me contó de ti y de su hijo, mucho gusto.

A Vivian se le iluminó la expresión mientras tomaba la mano de Astrid, le encantó que Eric hubiera hablado de ella y Charlie con una desconocida, fue la primera vez que ella se dio cuenta que al fin los tomaba en cuenta.

—¿¡En serio!? ¿Te habló de Charlie? —Vivian no daba crédito a lo que escuchaba, soltó unas risas incrédulas —¿Qué fue lo que te dijo?

Astrid y Eric se vieron uno al otro, la verdad es que ni siquiera había tocado el tema a profundidad, solo lo mencionó esa vez que ambos cenaron en el restaurante, Astrid no iba a decirle a Vivian que de hecho Eric le confesó que Charlie era un hijo no deseado y reconsideró una y otra vez si debía mentirle.

—Pues...—Astrid titubeó y la forma de excusarse era reírse sin sentido —Solo que se parecía a ti.

A Vivian se le desencajó la mandíbula de lo impresionada que estaba, empezó a preguntarle a Eric si creía que Charlie se parecía a ella y Eric solo lo aceptó con risas tímidas.

—Por dios, no es tan cierto —refutó Vivian, haciendo un ademán con la mano, restándole importancia —Él luce igual a su padre, ¿o no?

La mujer prácticamente obligó a Eric decir "si" frente a Astrid, le dio un leve codazo en el costado, esperando con ojos divertidos que al mismo tiempo eran demandantes y Eric no pudo huir de eso.

—Sí —aseguró Eric con poca convicción —Aunque cada quien tiene su forma de pensar.

—Deberías conocerlo, ya sabes, venir a casa —le dijo Vivian, entusiasmada —Estás invitada, por cierto, no quiero ser inoportuna pero ¿Conoces a Isaac y Daphne?

Astrid rió entre dientes, conocía que es lo que estaba haciendo Vivian y le pareció gracioso que la novia de Eric la estuviera prácticamente interrogando, lo grave es que quien estaba pasándola mal con esto era Eric que estaba con una expresión incomoda, se notaba que estaba agobiado.

—Soy compañera de Daphne, me invitó a la boda después de lo sucedido con mi prima, decidí venir porque pensé que sería buena idea despejarme y salir de mi casa pero no funcionó como esperé.

—Estoy segura de que te sientes vigilada. La gente seguro te reconoció

Astrid hizo una ligera mueca.

—¿No te quedarás más tiempo? —le preguntó Vivian, se le notaba que guardaba esperanzas, ella esperaba que Astrid dijera que no.

—Creo que no, lo mejor es que me vaya a casa.

—Te sentirías mejor si te juntas con nosotros —comentó Eric por primera vez en toda la conversación, de inmediato los ojos indignados de Vivian se clavaron en Eric pero él los ignoró. —¿No te gustaría invitar a tu amiga también?

Vivian apretó el brazo de Eric cada vez más fuerte, estaba histérica pero claro que no iba a portarse grosera frente a Astrid, ella le sonrió de oreja a oreja para que se animara a irse con ellos a su mesa pero Astrid se negó sin dudarlo.

—No gracias, es muy amable de su parte pero debo irme.

—¿Segura? No es problema para nosotros—la cuestionó Eric una vez más, Vivian se daba cuenta que él no quería dejarla ir.

—Segura —asintió. —Será mejor que me despida de Evelyn, creerá que ya me he ido. Fue un gusto conocerte Vivian.

Astrid volvió a levantar la mano para despedirse, Vivian le dio un apretón amigable, ambas se vieron una a la otra con sonrisas inocentes.

—Deberías venir a casa, Astrid, te encantará conocer a Charlie —le recordó Vivian casi con suplica, eso le pareció raro a Eric —En unos días, Eric cumplirá años, haremos una pequeña fiesta, quizá invite a Daphne e Isaac, será agradable estar todos ahí.

—Me agradaría —dio una leve sonrisa, no sin antes ver a Eric para despedirse de él también —Adiós, Eric, infórmame de todo lo que puedas conseguir.

—Claro, es un hecho. Adiós. —se despidió, siguiéndola con los ojos cuando ella se alejó.

Había algo detrás de las miradas de Astrid Welsh y Eric Henderson, no se podía saber que era pero existía una clase de enigma entre esa pequeña conexión, una sensación estaba agudizándose en el pecho de Eric, no supo que era pero le molestaba mucho, de la nada aquello lo puso inquieto, ignorando lo que Vivian decía a su lado.

—¿Eric? ¿Me oyes?

—¿Qué cosa? —parpadeó él, saliendo del trance lo más rápido que pudo.

—¿Sabías que ella estaría aquí?

—Por supuesto que no —consiguió responderle aun pensando en otras cosas. —¿Creíste que nos habíamos puesto de acuerdo?

Vivian lo veía impaciente, el escepticismo en los ojos de la mujer se comía vivo a Eric pero él estaba bastante confiado porque aunque su novia pensara mal, a él le constataba que nada de lo que ella se estaba formando en esa pequeña cabeza era cierto.

—¿Por qué insististe en que se quedara?

—¿Por qué insististe en que fuera a nuestro departamento? ¿Por qué la invitaste a la fiesta de cumpleaños?

—Solo fui amable, si quieres desinvitala, no me importa.

Eric meneó la cabeza, puso los ojos en blanco y la tomó de la mano para volver a su mesa, quería que estuvieran rodeados de gente para que ella no pudiera reprocharle nada de esto.

—Ella es extraña —le confesó, segundos más tarde antes de poder llegar a la mesa con amigos y conocidos.

—¿De qué hablas? ¿Extraña en qué sentido? —inquirió, frenando a medio camino casi con violencia, quiso entender lo que trataba de decirle, si es que lo iba a hacer.

—Su mano estaba áspera cuando me saludó, tenía una banda adhesiva en la palma —le contó, haciendo un gesto raro con la boca —¿Viste su muñeca? Tenía cicatrices ¿No lo notaste?

Eric ni siquiera se había percatado de las cicatrices, como mujer era más fácil para Vivian que se diera cuenta de esos detalles, las mujeres siempre están buscando un defecto a la competencia, se examinan con desprecio en ocasiones, eso explicaba esos detalles que para Eric eran inexistentes.

—No vi nada de eso. —respondió Eric con ausencia, quiso ver si recordaba algo, fue en vano.

—Deberías ser más observador, querido, no solo eran cicatrices, eran heridas recientes.

Eric se paralizó por un par de segundos, procesó lo que Vivian le había dicho, si tan solo Eric se hubiera dado cuenta de eso hubiera enfrentado a Astrid ahí mismo, no delante de Vivian pero hubiera conseguido un tiempo a solas para pedirle una explicación. 

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