10 Septiembre 2008 (3 días desaparecida)

Era rutina para Eric Henderson hacerse un café a temprana hora de la mañana, le gustaba cargado y con un pedazo de pan con mantequilla de maní, platano y canela  recién hecho a un lado suyo, también una taza de crema  para irle sirviendo poco a poco a su café como también varios cubitos de azúcar para ir poniéndolo a su gusto. Era lunes y esta rutina era todos los días, aunque fuese sábado o domingo lo realizaba de igual manera, sin faltar lo más importante, el periódico matutino que siempre se aseguraba en recoger de la acera todas las mañanas, creo que lo que más le molestaba y lo ponía de mal humor era no tener su café y su periódico frente a él, lo mejor era no andar cerca si aquellas dos cosas no estaban en casa.

Trató de no hacer mucho ruido cuando puso otro pan en el tostador y regresó a su asiento, leyendo la sección local que era la que más le gustaba, estar enterado de todo lo que pasaba en la ciudad de Londres, por supuesto a cada segundo había algo loco que contar, un asalto, un accidente, peleas, en fin, lo único que siempre buscaba en esa sección eran las desapariciones porque ese era su trabajo, era su pasión, no por nada se había convertido en detective y su unidad especializada era en secuestros y desapariciones; siempre llamó su atención los casos sobre personas que dejan este mundo sin dejar rastro alguno, desde adolescente supo que ayudar a la gente era lo que deseaba hacer, buscar una explicación, un origen del porqué y para qué.

—Hasta la habitación huelo a pan quemado —murmuró Vivian dando un gran bostezo y cerrando su bata de seda de color azul, el cabello café de Vivian estaba esponjado porque era muy ondulado, estaba hecho una maraña, un nido completo de pelo desaliñado.

Eric saltó de su silla y sacó el pan del tostador, olvidó sacarlo cuando leía la sección del periódico pero más en especifico la nota de la desaparición de una joven de veinte años; lo que Eric causó al sacar el pan fue verter la taza de café sobre el periódico por su sobresalto y Vivian se contuvo unas risas cuando vio todo el desastre

—¡Oh vaya mira lo que has hecho! —exclamó con un gesto en los labios cuando vio escurrirse el café por la mesa.

Eric volvió a correr y rápido tomó una franela para limpiarlo, Vivian a su lado a un se contenía las risas, por supuesto Eric no lo soportó y se dedicó a ignorarla.

—Gracias por tu ayuda, te lo agradezco —le dijo con tono mordaz y lleno de sarcasmo, estaba tan irritado que el periódico se hubiera empapado que ya era imposible leerlo, se rompía de tan solo moverlo —¡Carajo! No podré leer nada, que jodido desastre.

—Ya calma, déjame terminar de limpiarlo —le sugirió Vivian con más seriedad, estaba consciente de que en verdad Eric estaba molesto por lo que había pasado.

—Está bien, ya lo he limpiado yo.

Vivian sonrió al saber que no iba a levantarse y mejor le dio el último sorbo del café que estaba aun en la taza de Eric.

—Creí que sería yo la que debía amanecer de mal humor, no tú.

Eric la observó con la misma expresión mordaz pero luego recordó que lo que decía Vivian era cierto y soltó una sonrisa. Vivian era su novia de hace tres años y hace una semana acababa de dar a luz a su primer hijo juntos; Eric aun no entendía como había pasado porque normalmente ambos se cuidaban, ella usaba píldora y el condón pero por supuesto hubo una ocasión donde los dos cometieron el error de ir a la fiesta del mejor amigo de Eric, al llegar a casa ambos estaban tan ebrios que todo salió sobrando, no hubo control y sucedió, sexo sin protección era lo que habían hecho.

La noticia había causado una decepción para ambos aunque tuvieran la edad suficiente para sentar cabeza, Vivian tenía veintiocho y Eric treinta y tres, al principio Vivian comenzó a dejar la depresión a un lado y aceptó que era una noticia agradable y hasta lo disfrutó pero Eric jamás cambió de idea hasta la fecha. Él no quería hijos, sabía que su vida quedaría arruinada en cuanto pensara en bebés, amaba su trabajo, no quería dejarlo, era su vida y aunque solo llevara trabajando como detective en la unidad de secuestros y desaparición por cinco años se había ganado una reputación excelente, todos le daban su lugar y lo respetaban, pero en todo esto ¿Cómo podría arruinar un bebé la carrera de Eric Henderson? Era fácil de explicar, el sueldo de Eric era lo suficiente para solo mantenerlo a él y no a Vivian y al bebé; lo que suponía tener que dejar el trabajo y aceptar el que Vivian le ofrecía en el negocio de fabricación de relojes de su padre.

—Ese olor a quemado me está mareando demasiado. Abre la ventana —Vivian tenía la expresión todavía angustiosa en el rostro, la misma a cuando vio el café derramado. —¿Qué estabas leyendo que era tan importante?

Eric dejó escapar un suspiro cuando vio la mesa sin el periódico frente a él ya que lo tiró todo en el contenedor de basura, también se sintió decepcionado de que Vivian se hubiera acabado el café y su pan tostado.

—Una desaparición.

—¿De quién? —preguntó Vivian todavía masticando el pan de Eric con arrogancia, sabía que era de él y aun así lo comió.

—No lo sé, una chica pero no pude leer el nombre.

—Oh que lastima, tal vez camino al trabajo puedas comprar el periódico y leerlo, ¿No crees?

Eric sonrió pero sabía que no era sincero, las palabras de Vivian no lo confortaban.

—Sí, quizá lo compre de ida al trabajo.

Vivan contempló el mal genio de Eric por un par de segundos, todavía con los últimos pedazos de pan tostado en su boca, al terminar de tragar todo se levantó de su silla, rodeando la mesa y acercándose a su novio, le rodeó el cuello por detrás con las manos y pegó su cabeza en la de él, descendiendo poco a poco, acariciando el pecho de Eric.

—¿Sabes que te haría falta en estas mañanas donde estás de mal humor?—le preguntó con un tono suave, susurrando cerca de la oreja de Eric, se escuchaba tan risueña pero sobre todo pícara. —Un poco de diversión antes de ir al trabajo, ahora que podemos hacerlo...¿Por qué no?

Eric escuchó las risas de Vivian en su oído, sonrió pero no de una forma que se suponía debía ser; Vivian le parecía atractiva, de hecho, fue la segunda novia que había tenido en su vida, se conocieron en la universidad, eran amigos, realmente buenos amigos, no fue hasta después que se perdieron el rastro y volvieron a encontrarse que de un momento a otro se sintieron atraídos uno por el otro. Vivian era realmente sensual, lucía guapa con cualquier cosa que tuviera puesto, incluso esta mañana y a como lucía con ese cabello desarreglado a él le parecía lindo, pero esta mañana no le apetecía sexo.

—¿Ahora que puedes? —repitió Eric con sorpresa, sí, ahora que no estaba embarazada podían hacerlo, Eric creía que el único antojo que tendría Vivian después del parto sería sexo, la idea era difícil de procesar. Vivian asintió y Eric se sentía cómodo con las caricias de su novia pero en verdad no estaba de humor —No es mala idea pero hoy no estoy de humor, quizá mañana.

—¿Mañana? —inquirió ella con evidente decepción, sus caricias se volvieron más lentas, dejando ver su desacuerdo poco a poco.

Eric se dio cuenta del cambio radical en Vivian, metió la pata, quería ser sincero con ella, decirle que en verdad no quería sexo por unos días porque la incomodidad de ser padre aun estaba muy vigente y el sexo le hacía recordar que por ello mismo había arruinado su vida, temía que si volvían a hacerlo, quedaría embarazada, era ridículo pero el pánico lo ponía a pensar así.

—De acuerdo —Eric recapacitó, tomó los brazos de Vivian para hacerla regresar y la sentó sobre la mesa, justo frente a él, le acarició las mejillas, disculpándose con la mirada —Solo respóndeme una cosa, ¿Volviste con las pastillas?

Vivian se mordió los labios ahora en disculpa también, soltó unas risas nerviosas y fingió que hace un momento no había hecho berrinche por sexo.

—No puedo tomarlas, estoy lactando, pero iré hoy al médico, sé que existen una clase de píldoras que si puedo tomar estando con la lactancia, estamos de suerte que hoy tenga la cita. ¿No?

—Primero consíguelas, no queremos que suceda lo de la última vez.

Vivian arrugó el ceño.

—No fue nuestra culpa, fue el alcohol, ¿Recuerdas?

Eric levantó ambas cejas, recordarlo le revolvía el estómago, no quiso volver a vivirlo pero ahí estaba en su cabeza ese recordatorio de siempre.

—Por eso mismo no tenemos alcohol aquí —le respondió con una sonrisa torcida.

Vivian se rió de él y le propinó unos golpes en el costado, a ella siempre le daba tanta gracia que Eric se tomará tan literal lo la culpa por el alcohol, incluso él había dejado de beber cerveza y remplazó el vicio por cigarrillos, lo cual era peor porque ahora lo obligaba a fumar afuera. Luego de un rato de risas, se quedaron callados y el silencio hizo lo suyo, Vivian se inclinó para besar a Eric, ella creía que si lo incitaba con sus encantos caería para hacerlo en la mesa solo por esta vez. No lo logró.

Eric si le regresó el beso, incluso lo bastante entregado y fogoso que le hizo creer a Vivian que iba por buen camino pero él jugaba con sus ilusiones, se alejó de Vivian con una sonrisa mientras que ella mantenía la concentración y el aliento de nuevo en su lugar.

—Consíguelas, Vivian, sabes lo precavido que soy —le advirtió con ojos serios pero expresión divertida —Si no las tienes, entonces es mejor que nos acostumbremos a la abstinencia.

Eric se fue justo a tiempo antes de que Vivian le hubiera arrojado la cuchara que tenía cerca, él rompió a reír mientras Vivian gruñía desesperada.

—¡Ya lárgate al trabajo! —le gritó entre risas, pretendiendo el enojo que apenas se asomaba en su voz. —¡Me has puesto de mal humor!

¿Que les pareció este primer capítulo? No tienen idea de las sorpresas que les tengo, esta novela será de infarto, habrá un montón de cosas, tendrá de todo así que espero que pueda contar con su apoyo, espero que sea de su agrado lectores, saben que los amo mucho. 

Las actualizaciones serán dos x semana así que el siguiente capítulo será el martes. No se olviden de seguirme en mi cuenta de Instagram para poder mantenerse actualizado con las nuevas noticias de esta novela y de sorpresas que les tengo. (El link esta en mi perfil)

Los amo muchooooooooooooooo y nos seguimos leyendo, no se olviden de comentar y de darle estrellita.