Narra Kuro

Estaba aquí, no había vuelta atrás. Mis padres y yo nos quedamos mirándonos en silencio por lo que parecía una eternidad, cuando no pude aguantar más e iba a hablar Kuhai se adelantó.

-No sabe los felices que estamos de verte Kuro.

-No puedo decir lo mismo.

-¿Sigues enojado con nosotros?-.Pregunto Kasui observándome serio-.

-Digamos que un poco.

-Kuro lo sentimos, sé que en ese instante estabas pasando por un mal momento, y nos necesitabas, pero no estabas solo, tu madre y hermano estaban contigo.

-Tenía cinco jodidos años, había perdido a mi verdadera madre y ustedes me dejaron con un motón de extraños que no hacían más que aborrecerme. Además ese idiota no es mi hermano-. Gruñí molesto-.

Ellos se miraron entre si y vi como la exasperación los embargaba, quizás no habían creído del todo cierta mi actitud hacia ellos. Pues sorpresa, aquí estaba y no iba a cambiar tan simplemente.

-Si sabemos que fue muy duro todo eso Kuro, pero no te podíamos llevar, estábamos tratando con gente peligrosa y el tenerte allí solo ponía tu vida en peligro.

-Da igual -. Susurre entrelazando mis manos-. Solo veo excusas y más excusas, si no se creían lo suficientemente fuertes para cuidar a sus hijos, es su problema. Ahora si me disculpan, tengo cosas más importantes que hacer.

-¡Espera un momento Kuro!-. Pidió Kuhai-. Hay otra cosa de la cual queremos hablarte, por favor.

Fue mi turno de suspirara exasperado, esto era insólito.

-Soy todo oídos, pero por favor que sea rápido.

-Kumi nos ha dicho que tienes novio ¿es eso cierto?-. Preguntó Kasui-.

-Sí, se llama Shiro.

Se dedicaron una mirada extraña.

-Bueno...-. Kuhai carraspeo-. ¿Ha venido el contigo-.

-Sí, y deberían agradecerle, de no ser por el yo no estaría hoy aquí.

Kasui murmuró algo por lo bajo y alce una ceja por su extraño comportamiento.

¿Qué está pasando?-. Pregunte hartándome de sus comportamientos tan raros-.

-Nada-. Negó apresuradamente Kuhai-.Nos gustaría conocer a tu novio, ¿te parece si esta noche salimos a cenar los cuatro?

-No, pero ya da igual.

-Bien entonces nos vemos más tarde.

-Como quieran-. Dije saliendo de aquel lugar-

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Narra Shiro

La señorita Kumi me había dado un tour por toda la casa. La vivienda era realmente hermosa y grande. Ahora nos encontrábamos paseando por el jardín.

Kumi me iba contando de su trabajo, decía que ser modelo no era nada fácil, pero a pesar de todo amaba su carrera, al igual que amaba a su familia y a sus hijos.

-¿Quién es?-.Pregunte fijando mi vista en un joven que se encontraba acariciando a un pequeño gatito que se encontraba en su regazo, lo que más me causo impresión fue que aquel chico se encontraba en silla de ruedas-.

-Es Momotaru, él y su hermano han venido de Estados Unidos con los padres de Kuro.

El chico era rubio, de unos ojos color miel, su piel era blanca como al nieve y se veía muy delicado, parecía un niño.

-¿Cuántos años tiene?

-Diecisiete años.

-Parece que tuviera menos.

-Lo sé-. Dijo Kumi sonriendo-. Ven vamos para que lo conozcas.

Nos dirigimos hacia el chico que al vernos nos sonrió.

-Buenos Días Momotaru-kun -. Habló Kumi mostrándole una tierna sonrisa al chico-.

-Buenos días para ti también Kumi-. El chico poso su mirada curiosa en mí-.

-Él es Asajina Shiro, es novio de Kuro-kun, el segundo de nuestros hijos.

-Ya veo, mucho gusto soy Momotaru, bueno la verdad me llamo Ion pero me gusta que me llamen por mi apellido.

-Mucho gusto Ion, como ya sabes soy Shiro.

-Chicos mandare a preparar alunas galletas y bebidas así que no se muevan de aquí-. Avisó Kumi sonriendo-.

-Está bien-. Respondió sentándome en el pasto a un lado de Momotaru-.

-Es muy bonito el lugar ¿cierto?-.Preguntó el pequeño acariciando al gato-.

-Si en cierta forma me recuerdo un poco a mi hogar, digo por toda la naturaleza que rodea la casa, es simplemente hermoso.

-¿Dónde vives Shiro?

-Vivo en un pequeño pueblo costero. Un poco lejos de aquí.

-Debe ser lindo vivir en un lugar así.

-Si es hermoso, la gente es muy unida y amable, siempre sonríen y también se ayudan entre sí, somos como una gran familia.

-Mi familia somos solo mi hermano y yo.

-La mía solo somos papá y yo, aunque tengo un hermano gemelo, pero tengo problemas con el así que es una larga historia.

-¿Y tu mamá?

-No sé, supongo que bien, nunca la eh conocido, según papá es una mujer muy atractiva físicamente, pero en cuanto a su actitud no era muy bonita que digamos.

-¿Y no te gustaría conocerla?

-No estoy muy seguro. Por ahora estoy bien así.

-¡Shiro!-. Me voltee y sonreí-.

-¡Kuro!-. Exclame alegre-.

-Siento haber tardado tanto.

-No te preocupes.

-¿Y tú quién eres?-.Preguntó este observando a Momotaru-.

-Soy Momotaru, junto a mi hermano vinimos de Estados Unidos con tus padres.

-Ya veo-. Susurró Kuro-. Shiro te importaría venir conmigo, tengo que hablarte de algo.

-¡Claro!-. Me levante y sacudí mis pantalones-. Nos vemos Luego Momotaru.

-Claro, Shiro.

Comencé a seguir s Kuro que iba unos pasos más adelantados que yo. Nos adentramos en la casa y luego de recorrer varios pasillos nos detuvimos frente a una enorme puerta de madera con un dragón tallado en el medio. Kuro abrió la puerta dejándome pasar primero, Observe la habitación sorprendido, era grande con paredes blancas y una cama tamaño King en el medio, un cobertor negro y muchas almohadas encima. La cama daba frente a un enorme ventanal, había un estante lleno de libros de cocinas y manda, al lado de un escritorio. Todo estaba muy ordenado y limpio.

-Muy bonita tu habitación Kuro-kun.

-Gracias-. Susurró este cerrando la puerta-. Tus cosas ya están acomodadas en el armario.

-¿Dormiré contigo?-. Pregunte asombrado-.

-Si no quieres puedo mandar a preparar una habitación-.Dijo un poco sonrojado-.

-¡Claro que quiero! ¿Pero qué crees que pensarían tus padres?

-No importa, mientras a Kumi no le importe todo está bien.

Kuro se encamino hacia su cama y se dejó caer, lo imite y me coloque a su lado, nos encontrábamos observando el techo, sin decir palabra alguna hasta que Kuro hablo.

-Mis padres quieren que vayamos a cenar con ellos.

-¿Tú crees que les agrade?-.Pregunte un tanto nervioso-.

-Shiro eres perfecto, y me da igual si no te aceptan, aquí el único al que le tienes que agradar es a mí-. Kuro se acercó a mí y beso mi mejilla-. Y eso ya lo haces desde un buen tiempo.

-Eres tan tierno...

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Narra Kuro

Me encontraba acariciando el cabello de Shiro, el idiota se había dormido minutos después de que tuvimos aquella plática, le había quitado sus lentes con cuidado y lo abrace haciendo que su cabeza quedara recostada en mi pecho, su rostro se veía tan sereno y tranquilo, que me transmitía paz, cosa que no había sentido desde que llegue, y menos después de lo que me dijo Kumi.

Media hora antes...

-¿Por qué tanta urgencia en verme Kumi?-.Pregunte entrando en la habitación de la nombrada-.

-Es importante lo que te tengo que decir, así que toma asiento.

La mire un tanto confundido pero asentí sentándome en uno de los sillones que se encontraban en su habitación.

-¿Qué sucede?-.Pregunte un tanto serio-.

-Yamato vuelve...

En cuanto dijo eso, sentí palidecer, comencé a respirar entrecortadamente haciendo que Kumi se acercara preocupada.

-Kuro cariño tranquilízate.

-¿P-porque?

-Tus padres quieren verlo, además según ellos ya es tiempo de que vuelva.

Aprete mis puños hasta el punto en que mis nudillos se comenzaron a poner blancos.

-Kuro cálmate, esto no te hace bien-.Kumi me abrazo fuertemente haciéndome sentir un poco aliviado-. Quizás haya cambiado.

-Personas como el no cambian nunca-. Susurre con rencor-.

-De todas maneras, no dejare que te haga daño Kuro, confía en mí no lo permitiré.

-Kumi no quiero que Shiro se entere.

-Tendrá que hacerlo Kuro, ahora él es tu pareja y así como él no te oculta nada porque confía en ti, tú tienes que confiar en él-. Kumis suspiro-. Sé que eso no es fácil de contar, tomate tú tiempo, solo te pido confíes en él.

-¿Y si me odia?

-No lo hará Kuro ese chico te quiere y sé que no te dejara por eso-. Ella sonrió-. Te ama, yo lo sé.

-Y es por eso que tengo miedo, lo estoy comenzando amar con todas mis fuerzas y si se aleja de mí no sé qué hare.

-El estará a tu lado Kuro. Además eres fuerte, nada te pasara.

-Gracias Kumi, en verdad gracias.

-De nada cariño sabes que puedes contar conmigo para lo que sea.

-Lamento portarme tan mal contigo, es solo que...

-No digas nada cariño, yo lo entiendo.

-Gracias...

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-Kuro, Kuro...

Abrí los ojos lentamente encontrándome con Shiro, que me observaba con una hermosa sonrisa.

No sabía en qué momento me había quedado dormido pero por lo oscuro que estaba la habitación, deduje que era más de las seis de la tarde.

-¿Qué sucede?

-Una de las empleadas ha venido y ha dicho que tus padres nos quieren listos en media hora, también trajo unos trajes, dijo que fueron enviado por Kumi.

-Ya veo -. Susurre-. Porque no te vas a bañar primero.

-Está bien-. Susurro dándome un pequeño beso en los labios-.

Shiro se levantó y se encamino hacia el baño.

-¿Kuro-kun podrías decirme donde encender la luz?

-Cierto, espera un momento.

De una de mis mesitas de noche saque lo que parecía ser un una pequeña Tablet, la encendí, ya cuando estuvo lista pulse uno de los iconos logrando que todas las luces se encendieran y una suave voz de mujer resonara por toda la habitación.

-Sistema Ayuzawa encendido.

-¡Listo!-.Exclamó Shiro desde el baño-.

Deje la Tablet donde estaba y me volví a recostar en la cama. Abrace mi almohada y me puse a divagar en mis pensamientos, el perfume de Shiro persistía en ella, y en estos momentos era como un bálsamo para la inseguridades que carcomían mi cabeza.

-Ya puedes ir a bañarte Kuro.

-Está bien.

Tome mi ropa interior y me dirige al baño, me di una ducha rápida pero relajante, debía dejar de pensar en todo lo que me afectaba el regreso de Yamato y centrarme en Shiro, y en la cena que tendríamos hoy.

Cuando salí me encontré a Shiro terminando de arreglarse, Kumi le había mandado un traje formal, completamente negro, que le quedaba hermoso.

-Te ves bien-. Susurre sonrojado-.

-Gracias-. Dijo sonriendo, sus mejillas teñidas de un hermoso color rojo-. Apuesto a que tú también te verás bien en ese traje que ha elegido Kumi.

-¿Es un yukata, verdad?

Shiro asintió y tomo la prenda que hasta ahora no había notado se encontraba tendida en cama. Me mostro aquel yukata de un color azul metalizado.

-Ten, se verá hermoso en ti.

Lo tome con cuidado y me aleje un poco de Shiro y le di la espalda, comencé a colocarme el kimono con cuidado. Ya listo me gire hacia Shiro quien me miraba con una hermosa sonrisa.

-Sin duda te ves hermoso.

Me sonroje ante su comentario a lo que él sonrió, se acercó a mí y acaricio mi cabello.

-Ven.

Tomó mi mano y me guio hasta la cama. Me sentó y se colocó detrás y acaricio mi cabello, lo comenzó a peinar. Shiro se entretenía mucho con mi cabello y a veces le gustaba peinarme, me decía que donde vivía trabaja en una guardería y que siempre peinaba a las niñas.

-Está listo.

Toque mi cabello sintiendo una trenza de medio lado, esta no estaba tan ajustada lo que hacía que algunos mechones de cabello se escaparan, pero igual estaba seguro de que me vería bien.

-Es hora-. Dije tomando su mano-.

-Bien-. Susurró-. Estoy listo.

Salimos del cuarto tomado de manos, podía sentir lo nervioso que se encontraba Shiro, ya que su mano estaba sudada.

-Todo estará bien-. Dije tratando de calmarlo.

-Lo sé-. Pero no sonaba seguro-.

-Entonces ¿Por qué tu mano esta fría y sudada?

Sus mejillas se pusieron rojas.

-Ves, estás nervioso.

-B-bueno solo un poco-.Admitió al fin-.

Me detuve un momento, haciendo que el también detuviera su caminar.

-¿Q-que sucede?

-Te quiero -. Susurre antes de besarlo-.

Shiro correspondió mi beso de inmediato, coloco sus manos en mi cintura, y yo pase las mías alrededor de su cuello, acariciando su nuca. Nuestros besos siempre eran lindos y era lo que más me encantaba, podían ser apasionados pero nunca perdía ese toque, que los hacia especial.

-Yo también, Kuro-. Me aseguró frotando nuestras narices en un beso esquimal-.

Sonreí al mismo tiempo que me separe y tome su mano, caminos hacia fuera de la casa donde se encontraban Kuhai y Kasui esperándonos.

Shiro se quedó quieto, mirando sorprendido a los hombres frente a él. Ellos no eran jóvenes, pero a su edad se mantenían en buena forma. Kasui era él más alto y con una estructura muscular muy sorprendente. Tenía el cabello castaño oscuro y corto, unos sorprendentes ojos color verde y su tez era un de hermosos color caramelo, de los dos era el más jovial. Kuhai por el contrario era más pequeño y era esbelto, con el cabello negro hasta la cintura y unos pálidos ojos azules, fríos y calculadores. De los dos era el más serio, y suponía que era por la forma en que fue criado.

Eran una pareja con muy poco en común en cuanto a personalidades se trataba, pero se amaban.

-¿Están listos?-.Preguntó-.

-Si-. Respondimos Shiro y yo al mismo tiempo-.

-Entonces vamos...

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Media hora después los cuatro nos encontrábamos en uno de los restaurantes más lujosos que podía haber. La incomodidad la podíamos sentir, y no solo nosotros también el camarero que esperaba tomar nuestras órdenes.

-Por ahora solo una botella de merlot-. Dijo Kuhai captando la atención del camarero-.

-Con gusto señor.

Aquel hombre se alejó dejándonos solos nuevamente. Kuhai y Kasui observaban a Shiro como esperando que este cometiera un error, logrando que si nerviosismo aumentara.

-Bueno podrían dejar de observar a mi novio de esa manera ¿por favor? Solo están logrando que se incomode más-. Suspire-. Si van a decir algo solo díganlo, antes de que me moleste más y decida mandarlos a la mierda.

-Bueno lo sentimos pero nos sorprende muchísimo el que tengas novio Kuro-.Dijo Kuhai-.

-Pues lo tengo así que ya no se sorprendan.

-No es tan fácil Kuro-. Dijo esta vez Kasui-.

-¿Y cómo porque?

-Después de todo habíamos buscado un prometido para ti.

-¿¡¡QUE!!?-. Gritamos Shiro y yo-.

-Lo sentimos pero como te dijimos no sabíamos que tenías novio.

-Ustedes están realmente mal-. Dije furioso-.

Observe a Shiro el que parecía estar en un estado de Shock.

-Escuchen-. Suspire-. Me da igual si me consiguieron un prometido, tengo a Shiro y no necesito a nadie más. Así que devuélvanlo.

-Kuro no es tan fácil -. Hablo Kuhai apenado-.

-Me importa un jodido pepino es la mierda más difícil del mundo. E su problema, así que van y lo solucionan. Yo ya estoy con Kuro.

-¡No es tan en tu derecho para tomar esa decisión Kuro!-. Espeto Kasui realmente serio-.

-¿Y ustedes si están en su derecho para joderme la vida?-. Pregunte sintiéndome a punto de estallar-. ¿Todavía creen que tienen algún derecho sobre mí? ¡No, mejor aún! ¿Creen que de esa forma lograran algo conmigo?

-Kuro-. Kasui me llamo calmadamente-. Como parte de la familia Ayuzawa, hay ciertas cosas que debes cumplir.

-Antes de ser un Ayuzawa era un Gushiken.

-Kuro-. Dijo Kuhai sorprendido-.

-Y si tengo que volver a ser un Gushiken lo seré-. Dije serio-. Por fin después de tantos años puedo ser feliz y no dejare que nadie lo arruine-. Me levante de la mesa y comencé a caminar hacia la salida, quería estar solo-.

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Narra Shiro

Estaba completamente aislado, había quedado realmente en shock cuando los padres de Kuro nombraron lo de prometido, no podía decir nada, las palabras se quedaban atoradas en mi garganta. Escuche todo lo demás pero solo pude reaccionar cuando Kuro se levantó de la mesa, quería ir tras el pero primero tenía algo que hacer.

-¿Por qué lo hacen?-.Pregunte ganándome la atención de los padres de Kuro-.

-No es de tu incumbencia-. Respondió Kasui-. Es un problema familiar, no tiene nada que ver contigo.

-Saben nunca eh sido egoísta, me alejo cuando sé qué debo hacerlo, y estos momentos es uno de esos, pero sé que el irme implica el alejarme de Kuro y si por primera vez tengo que ser egoísta lo seré. Kuro y yo somos personas totalmente opuestas, pero eso nos significó que nos comenzáramos a querer. El me dio la fuerza para resolver algunos de mis problemas, y yo quiero estar para el como él estuvo para mí. No soy una persona rencorosa, mi padre me ha criado de una manera en la que se me hace difícil odiar a las personas; desde que llegue a Tokio y comencé a estudiar sufrí abusos contantes por parte de mi hermano gemelo y sus amigos, y a pesar de que los abusos han cesado, cualquier otra persona en mi lugar solo estaría llena de odio hacia esas personas. Pero yo no puedo, yo lo amo, es mi familia, mi sangre. Lo que quiero darles a entender con todo lo que digo es que quiero lograr que Kuro los perdone y que ustedes tengan la dicha de volver hacer llamado por su hijo padres-. Me levante de la mesa y les sonreí-. Por favor no hagan que Kuro les guarde más rencor del que su corazón tiene. Si logran que los vuelva a querer, descubrirán en el a una persona de personalidad realmente hermosa, ténganlo por seguro.

Con pasos lentos me dirige hacia la salida, debía buscar a Kuro, siempre hacia lo mismo, siempre huía pero si de algo estabas seguro era que aunque huyera mil veces, esas mil veces lo encontraría, porque nunca lo dejaría solo, donde el fuera yo lo seguiría.

Continuara.