-¿Porque has venido a clases?

Pregunte mientras observaba como Shiro sonaba su nariz contra aquel pañuelo por sexta vez en los 10 minutos que iban de clase.

-Sa-sabes que no me gusta faltar a clases.

-Pero en momentos como este hay que hacer excepciones-. Dije regañándolo-.

-¡Ayuzawa y Asajina!-. No llamo la atención la profesora en un tono visiblemente molesto-¿Me pregunto para que asisten a mi clase si no prestaran atención?

-Lo si-siento...

-Lo siento profesora pero para mí en estos momentos es más importante la salud de este idiota-. Señale a Shiro-. Que su clase.

Puede ver como la profesora contenía las ganas de gritarme, así que suspiro para luego mirarme y decir:

-Por favor retírese de mi clase joven Ayuzawa.

-¡Con gusto profesora! -. Respondí tomando mi mochila mientras que Shiro hacia lo mismo-.

-Dije ¡solo! Ayuzawa-. Dijo la amargada de la profesora mientras observaba a Shiro-.

-L-lo siento pero y-yo también me iré con él, después de todo los dos interrumpimos su clase.

-Como gusten -. Dijo esta en un tono agrio-.

-Deberíamos ir a la enfermería-. Dije una vez nos encontramos fuera del salón-.

-N-no es ne-necesario-. Respondió Shiro un poco nervioso-. E-estoy bien.

-No me vengas con eso de estoy bien-. Dije pellizcando su nariz que tenía un color rojizo-.

-Y-ya te dije que estoy bien -. Repitió tomando mi mano para depositar un beso en esta-. S-solo es un pequeño resfriado.

-Qué sino se trata pronto se pondrá peor-. Dije insistiendo-.

-Está bien -. Suspiro -. Iremos a la enfermería.

Sonreí victorioso mientras tomaba de la mano a Shiro y nos guiaba hasta a la enfermería. El lugar era simple, blanco y con camillas por ambos lados, un estante con utensilios y un escritorio.

-Mejor volvemos más tarde cuando la doctora este Kuro-kun.

-Mejor esperemos -. Dije llevándolo a una camilla y obligándole a recostarte-.¿Me pregunto si es que le tienes miedo a este tipos de lugares?

-¡Cla-claro que no!-. Negó rápidamente-. B-bueno s-s-solo un p-poco-. Admitió sonrojado-.

-¿Porque?-. Pregunte interesado-.

-Larga historia que no contare ahora-. Dijo desviando la mirada-.

-¿Mm, que puede ser?-. Pensé en voz alta-.

-No trates de averiguarlo.

-¿Eh? ¿Porque?

-Es algo vergonzoso que no contare ahora.

-Bien, bien como quieras pero algún día tendrás que decírmelo ¿Vale?.

-Si -. Dijo Shiro sonriendo-.

Nos quedamos un buen rato conversando hasta que una mujer de alrededor unos treinta años, en buena forma, con un cabello rubio y ojos verdes entró vistiendo un uniforme de enfermera.

-¿Puedo ayudarlos en algo?

-¿Eres la enfermera?-. Pregunte observándola de pies a cabeza-.

-Soy la doctora cariño-. Respondió coquetamente-.

-Pues en vez de doctora pareces zorr...

Shiro coloco su mano en mi boca para callar mis palabras.

- L-lo q-que m-mi a-amigo quería d-d-ecir es q-que usted es muy hermosa.

Mordí la mano de Shiro haciendo que este la quitara rápidamente y lo fulmine con la mirada.

-Bueno dejando eso de lado, hemos venido para que le recete algo, Doctora-.Dije haciendo énfasis en la última palabra-. Tiene un resfriado pero supongo yo es mejor tratarlo antes de que empeore, y como no sé qué cosas se le puede dar a alguien que enferme no se me ocurrió nada mejor que traerlo aquí.

-Kuro-kun si eso era lo que sucedió me hubieras dicho-. Shiro me abrazo por detrás-. Yo sé que medicamentos necesito

-¿P-e-pero no está de mal el querer saber cómo tengo q-que cuidar a m-mi novio?

-¿Son gais?-. Preguntó la mujer con notable decepción-.

-Si-. Digo sonriendo fingidamente-.

-Bueno...-. Se queda pensativa-. Si alguna vez queréis hacer un trio -. Se acercó y acaricio mi cuello haciendo que una mueca de sorpresa adornara mi rostro-. Ya sabéis donde encontrarme.

-¡Pero si será zorra!-. Dijo Shiro haciendo que tanto la doctora como yo lo miráramos sorprendido-.

Este al darse cuenta de lo que decía se sonrojo rápidamente pero así como su sonrojo llego se esfumo, suspiro y puso una mirada seria que nunca había visto en él.

-En primer ni soñando haríamos un trio contigo-. Se excusó sin darle importancia-. Y segundo: Mantén tus manos alejadas de mi Kuro-kun... Doctora -. Saco su lengua en gesto infantil mientras decía lo último-.

No pude evitar lanzar unas cuantas carcajadas por la manera tan tierna e infantil en la que actuaba Shiro. Sin duda esas acciones hacían que cada vez mi amor por ese idiota aumentara y que no pudiera imaginar que sería el no estar a su lado.

¿Era esto a lo que las personas llaman amor?

-Kuro-kun creo que deberíamos irnos-. Susurro Shiro en mi oído-.

-S-si tienes razón -.Respondí mientras tomaba su mano y juntos nos dirigíamos hacia la salida-.

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-Nunca había visto a una mujer tan atrevida-. Comentó Shiro mientras salía recién bañado y se sentaba en su cama-.

- Ja, eso no es nada, yo conozco personas más atrevidas que esa mujer.

-Yo espero no conocer más personas así como esa mujer.

-Yo espero lo mismo-. Dije al momento de entregarle una pastilla y vaso de agua-.

-Gracias por cuidarme Kuro-kun-. Dijo cuando ya se había tomado la pastilla-.

-E-estoy seguro que tú harías lo mismo por mí.

-¡Claro que sí!-. Respondió acercándose y repartiendo varios besos en mi cara-.

-¿Porque no me besas en la boca?-. Pregunte un poco sonrojado notando que este evitaba mis labios-.

-No quiero que te enfermes-. Susurró observando mis labios-.

-No importa-. Susurre-. Además sin me enfermo sé que tú me cuidaras, y si yo enfermo y tú todavía no te has sanado buscaremos la manera de sobrevivir-. Dije sonriendo antes de besarlo-.

Me gustaban tanto los besos de Shiro, eran una mezcla de ternura, cariño, amor y todo tipo de sentimientos que Shiro transmitía al momento de besarme.

-Me gusta besarte Kuro-. Dijo observándome mientras sonreía-. Se siente realmente bien.

-N-no digas cosas tan vergonzosas a la ligera-. Sentía mis mejillas arder-.

-Te ves lindo sonrojado-. Susurró dándome un casto beso-.

-¡Cá-cállate!

Dije antes de que el volviera a besarme...

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-¿Crees que le agradé a tus papas?-. Preguntó Shiro una vez nos encontrábamos llegando a mi casa-.

-No te preocupes, sabes que no me importa lo que digan. Además después de todo solo nos quedaremos por hoy y luego no volveremos más.

-¿Cómo puedes decir eso Kuro?-. Preguntó un poco serio-. Debes perdonar a tus padres.

-Como si eso fuera posible-. Murmure-.

Cuando llegamos note la expresión de asombro de Shiro. Mi casa era grande, y se encontraba ubicada en uno de los barrios más rico. La mezcla tradicional de Kuhai junto a la moderna de Kasui se notaba en todas partes.

-Tu ca-casa es muy bonita-. Comentó Shiro embobado-.

-Ya lo creo-. Dije restándole importancia-.

Comenzamos a caminar hacia la segunda entrada donde tuve que esperar a que los guardias de seguridad revisaran a Shiro. Ya dentro de esta sentí deseos de largarme, no me gustaba este lugar, podía ver como los sirvientes iban de un lado a otro arreglando y perfeccionando todo para el cumpleaños de los gemelos.

-Odio todo esto -. Murmure mordiéndome el labio inferior-.

-¿Dijiste algo Kuro-kun?-. Preguntó Shiro observándome-.

-N-no nada.-. Respondí rápidamente-. Ven vamos a organizar nuestras cos.....

-¡¡KURO, SHIRO!!-. Gritó Kumi mientras corría hacia nosotros-.

-Hola-. Dije sin interés en esa mujer-.

-¡Hola!-. En cambio Shiro sonreía amablemente. Típico de el-.

-Qué bueno que hayan venido, estoy tan feliz.

-Como si hubiéramos tenido opción-. Murmure-.

-Por favor quita esa cara-. Dije Kumi con una expresión de tranquilidad que luego cambio a una de seriedad-. Sabes que tus padres están aquí ¿cierto?

-Lamentablemente si -. Si dije adoptando la misma expresión que ella-.

-Los de seguridad les han avisado tu llegada así que los dos están esperando por ti en el despacho.

-¿Tengo que ir?

-Sabes que sí.

-Está bien, pero Shiro...

-Yo m encargare de Shiro-. Sonrió-. Le mostrare los alrededores.

-Bien-. Dije sin ánimos-. En seguida vuelo-. Le dije a Shiro el cual me sonrió-.

-Escúchalos-. Me dijo mirándome tiernamente-.

-No prometo nada-. Dije antes de comenzar caminar hacia el despacho-.

Desde pequeño siempre me veía atosigado por la cantidad de pasillos que tenía que cruzar para llegar algún lado. Con fastidió toque dos veces la puerta recibiendo luego de uno minutos permiso para entrar.

-Aquí estoy-. Dije mirado aquellos dos hombres que eran mis padres-.

-Kuro-. Hablo Kuhai un tanto sorprendido-. Me alegra tanto verte...

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Narra Shiro

-¿Estas preocupado cierto?

Cuando Kuro se fue hablar con sus padres, la señorita Kumi ordenó que guardaran mis cosas a una de las empleadas, luego me dijo que la siguiera y me pidió que primero la acompañara a tomar té. No pude negarme.

Ahora mismo nos encontrábamos en lo que parecía ser uno de los muchos jardines que esta hermosa casa tenia, ella sostenía una taza de ten en sus manos y me observaba esperando una respuesta.

-Es imposible el no estarlo-. Respondí tratando de sonar calmado-. No había pensado el que Kuro fuera de familia tan importante-. Suspire-. Tengo miedo de no ser lo suficiente apto para él.

-No pienses así cariño -. Kumi sonrió -. Sé que quizás a ellos les cueste aceptarte pero eso no importa, quien estuvo a cargo de Kuro durante todo esos años fui yo y aunque él no me acepte ni me vea como su mama, yo lo quiero, es más, lo amo y quiero que mi hijo sea feliz y sé que la felicidad de Kuro está a tu lado.

En ese momento llegue a sentir tristeza por Kumi, ella parecía una buena mujer y note sinceridad en sus palabras. A veces me llegaba a preguntar el ¿por qué ?tanta hostilidad de Kuro hacia su familia. O mejor dicho, porque tanto hostilidad de ellos hacia Kuro, seguro que había algo que hacía que ambas partes se llevaran mal.

Pero indiferentemente de todo eso, el amor de Kumi hacia su hijo era palpable.

-Hare mi mayor esfuerzo-. Dije ganándome una mirada de sorpresa de su parte-. Hare que Kuro se dé cuenta de lo maravillosa que es su usted Kumi y del cariño tan inmenso que le tiene-. Dije sonriendo-.

-S-shiro-. Pronunció con algunas lágrimas asomándose por sus ojos-. Muchas gracias cariño, muchas gracias....

-No tiene que agradecerme en cambio soy yo el que debería dar las gracias, después de todo usted está confiando en mi Kumi.

Continuara.