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Capítulo 24 «¿What are you waiting for?»

Chris

—¿No estás emocionado?

—La competencia y la acción emocionaría a cualquiera, Emma —contesto con desgana—. ¿Qué me dices de ti?

—Estoy más emocionada por la boda que por unos tontos juegos. ¿Qué más da si hacemos exámenes finales o no?

—La posibilidad de no tener que estar pegado a un libro para pasar el año es bastante atractiva. —Por el rabillo del ojo veo a Karen saludando a algunos estudiantes—. Dame un momento.

—Señor Gray, muchas felicidades —saluda ella, a penas llego a su lado.

—¿No se supone que este año la copa elige estudiantes que no tengan hermanos menores?

—No necesariamente. —Nos acercamos al ventanal más cercano y ella toma una copa—. Nosotros podemos poner nuestras reglas, pero la copa es la que decide. No importa si todos son de un año o de un mismo elemento, selecciona a los más capacitados. Y al parecer, los estudiantes seleccionados esta noche son los mejores. La única que me preocupa es Allison.

—¿Por qué? —pregunto con curiosidad y hace gestos con la mano para restarle importancia al asunto.

—No te preocupes. Disfruta de la fiesta, Christopher.

Se retira en dirección al profesor Carlton y yo me apoyo en el muro de la ventana un poco confundido.

«¿Por qué le preocupa Allison?», me pregunto a mí mismo y un leve dolor de cabeza se abre paso hasta golpear con fuerza mi sien.

—¿Estás bien?

—Solo una migraña, Thiago. Voy a estar bien —contesto, masajeando ambos lados de mi cabeza.

—Nosotros no podemos enfermarnos, Chris —reclama, cruzándose de brazos.

—Ya se me pasará. No debe ser nada grave. Seguramente solo son preocupaciones por la boda.

—Chris, ¿te sientes bien? —pregunta Emma y niego con la cabeza.

Va hacia un mesero por las copas de champán. Thiago detiene mi mano antes de tomar la copa que mi prometida me está brindando.

—Si tienes migraña, no deberías tomar alcohol, Chris —aclara mi primo, mirándome fijamente.

—Eso es una bobería —insiste Emma y tomo la copa de champán.

El dolor de cabeza va mitigando con cautela, pero da paso a que una bruma extraña se adentre en mi cabeza y Thiago suspira derrotado.

—Vamos a bailar. —Mi prometida entrelaza su brazo con el mío y me saca de allí hacia el centro del comedor para bailar una melodía que se me hace conocida—. Esta canción me encanta. Nos refleja en ellas, ¿sabías?

—¿En serio?

—Todo de mí, ama todo de ti. Eres mi principio y mi final, Chris.

—¿Hasta mis imperfecciones?

—¿Cómo puedes decir semejante barbaridad cuando eres perfecto?

—Nadie en este mundo es perfecto, Ema. ¿Qué hay de la parte aventurera? ¿Lo arriesgarías todo?

—No soy una chica de experiencias nuevas ni de misterios a resolver. Eso mejor te lo dejo a ti que eres el hombre y mi futuro marido.

—Sabes que no tengo mucho tiempo, ¿verdad?

—Me entristece que hables de esas cosas, Chris. Vivamos el tiempo que te queda.

—¿Nunca te ha pasado por la cabeza romper esa ley tan ridícula? —pregunto, pero niega con la cabeza—. Bueno, eso si existe una forma de romperla.

—Hay muchas leyendas, según el profesor Carlton, pero ninguna es cierta. No hablemos más de cosas tan horribles.

Toma mi rostro en mitad de nuestro baile y me besa con pasión. Sentimientos se arremolinan en mi interior y una lluvia de estrellas fugaces pasan delante de mis ojos cuando los tengo cerrados. Una voz se adentra en mi cabeza diciendo una sola frase: "Recuérdame". Me separo de Emma abruptamente y masajeo mi pecho por la opresión en él.

—¿Todo está bien? —parpadeo confundido—. ¿Chris, te duele la cabeza de nuevo?

—Parece que la copa de champán y el baile me provocaron un leve mareo. Voy a tomar aire. —Sin dejarle reclamar, salgo del salón muy aturdido—. ¿Recuérdame? ¿Qué clase de broma es esta? Me estoy volviendo loco.

Al llegar a la puerta principal me detengo y miro a través del cristal. Javier y Allison bailan bajo la nieve. Ella sonríe a carcajadas por algo que él le dijo. Alza el cuerpo de ella y le da varias vueltas en el aire. Caen en la nieve, aumentando sus carcajadas cada vez más alegres. Tanto así, que Javier seca las lágrimas de alegría de Allison.

«¿Por qué no tengo eso con Emma? Un momento. ¿Estoy celoso de la amistad y alegría de esos dos? Para mi desgracia, creo que sí lo estoy. Ellos se entienden muy bien, y según me contó Thiago, se complementan perfectamente en cuanto a lucha se refiere», pienso, mientras gruño al ver la buena sintonía entre ambos. Estaba tan enfrascados en ellos, que doy un leve salto cuando una voz dice:

—¿No sabes que es de mala educación espiar a los demás?

—¡Ginger, qué susto me has dado! —murmuro, con el corazón en la garganta.

—¿No me digas? —habla con cierta ironía—. ¿Qué haces espiando a mi niña y a Javier?

—No los estaba espiando.

—Christopher, mentir es malo. Es posible que yo y mi hermano tengamos los sentidos más agudos que el resto de los Varázs gracias a Allison. Sí los estabas espiando.

—¿Qué hay de ti? ¿También los estabas espiando?

—Una pregunta por respuesta. No has perdido la costumbre. Allison sabe cuidarse sola, pero eso no quita que no me preocupe por ella. —Vuela hasta mi hombro derecho y apoya sus patas en el cristal transparente—. Mi niña ha sufrido mucho en estos días. Merece momentos de felicidad como este.

—¿Qué crees de Javier como pareja de Allison?

—No me hagas reír, Gray —comenta entre risas—. Una vez dijeron "Cuando te toca, aunque te quites. Cuando no te toca, aunque te pongas". Javier entendió eso. Es un chico inteligente. Sabe que el corazón de Allison está ocupado por otro.

—Dicen que el tiempo cura las heridas.

—Ese es un error de ustedes los humanos —insiste negando con la cabeza—. El tiempo no cura a las personas. El hombre se cura él mismo con el paso del tiempo gracias a los momentos gratos como este, las buenas amistades, el sonido de las risas, con la familia. Allison es tan suertuda que tiene todo lo necesario para seguir con su vida como las amistades, familia, recuerdos.

—¿Por qué me decía entrenador?

Sus ojos negros recaen sobre mí al mencionar el apodo. Sostiene sus ojitos saltones en mí unos segundos y luego devuelve la mirada hacia ellos. Esos dos ahora están haciendo un muñeco de nieve.

—El profesor Brad decidió que los usuarios debían luchar en algún momento cuerpo a cuerpo en caso de acabarse el poder en mitad de una batalla. En ese tiempo, Javier le buscaba las cosquillas a Allison solo para molestarla, así que fueron pareja hasta que ustedes llegaron al colegio y Alice lo arruinó todo.

—¿Problema de celos por León?

—No todo se trata de celos y contiendas, Christopher. A veces, las heridas por la falta de palabra o cambio de valores duelen mucho más que los propios problemas donde el corazón manda. Javier había roto la promesa que había hecho. Dijo que la historia con Alice estaba en el pasado y Allison los encontró en las escaleras de los dormitorios besándose el mismo día que llegaron al colegio.

—Auch.

—Créeme cuando te digo que a Javier le dolió más que a ti. Para Allison, la palabra de una persona es ley. Por esa razón, ella decidió cambiar de pareja y te eligió a ti. Después de eso, ustedes entrenaban a altas horas de la noche. Al principio te decía entrenador por respeto. Después se tornó un apodo cariñoso entre ustedes. ¿Por qué la pregunta?

—Simple curiosidad. —La dejo en el suelo.

Antes de dar dos pasos para regresar a la fiesta, sus palabras me detienen.

—Recuerda, Christopher: "Cuando te toca, aunque te quites. Cuando no te toca, aunque te pongas". Si vas a hacer sufrir a Allison, aléjate. Es mejor tu indiferencia hacia ella, que la antigua calidez sin sentimientos verdaderos. Esa tortura sentimental puede romper a cualquiera por dentro al punto de hacerla colapsar. Por más que Allison lo niegue, y por más fuerte que ella quiera aparentar, tiene sentimientos como un humano común. No pienso permitir que le robes la alegría de nuevo.

Asiento hacia ella y regreso al baile más confundido que antes.

—¿Estás mejor? —inquiere mi hermano—. Thiago nos dijo que no te sentías bien.

—Sí. Solo estaba un poco mareado.

—¿Buscamos a la enfermera? —comenta Talia, preocupada, pero niego con la cabeza.

—Ya me siento mejor. —Emma entrelaza su brazo al mío con rapidez, provocando que Cameron y mi cuñada pongan los ojos en blanco—. Voy por un trago.

Con cortesía, pero al mismo tiempo irritado, saco el brazo de Emma y me alejo un poco, pero me quedo lo suficientemente cerca de ellos. La tensión entre mi hermano y mi prometida se puede sentir cuando estás junto a ellos.

—Te juro que no sé cómo mi cuñado te soporta —insiste la pelirroja molesta.

—¿Ya estamos de nuevo? —rebate mi prometida con ironía—. Sprouse, que la mosquita muerta de Allison no supiera mantener a su lado a un hombre como Christopher no es mi culpa.

Cameron agarra a una furiosa Talia por el brazo antes de formar un espectáculo en mitad de la fiesta y Emma sonríe triunfante.

—Ten cuidado como hablas de Allison, Norrington —intercede Thiago—. Ella podría haberte dejado en ese zoológico, pero prefirió sacarte.

—No me hables de ese momento. Dejaste que Alice me tortura.

—No es necesario tanto espectáculo falso, Emma. Estamos asqueados de tanta hipocresía —interviene mi hermano. Entre la poca paciencia que le queda y controlar a su novia, él está actuando de maravilla—. Sabemos que estás detrás de todo lo referente al zoológico y los ataques al colegio.

—¿Yo? Pero si fui una víctima atroz de toda aquella catástrofe.

—Oh, por Dios, deja de hacerte la víctima. No sabemos cómo lo hiciste, pero juro que lo averiguaremos —insiste Talia, furiosa—. Y si por alguna casualidad, estás relacionada con la amnesia de Christopher, vas a tener que desaparecer, Emma Norrington. —A medida que la pelirroja habla, se acerca con mucha cautela a mi prometida, pero mi hermano no la deja ir—. No pienso permitir que te cases con Christopher si solo lo haces por el placer de ver a mi amiga humillada, a mi suegra contenta y por tu afán de tener todo lo que deseas.

—No tienes prueba de nada de eso —rebate mi prometida, lanzando dardos venenosos con la mirada hacia la pelirroja.

—Oh, pero pienso encontrarlas. Y si tengo que alejar a Christopher hasta que... —Se detiene abruptamente y mira a Cameron—, hasta que resuelva esta situación, lo hago.

—Tu cuñado me ama, Talia, y ninguno de ustedes puede soportarlo. Christopher es mío, por más quieran negarlo. Nada ni nadie me quita lo que es mío.

—Nadie te puede quitar algo que nunca fue tuyo —Esa es la voz de Allison.

Saco un poco la cabeza para verla. Su brazo está entrelazado con el del Javier.

—Lo dice la chica despechada, y en menos de un mes te lanzaste a los brazos de otro —añade Emma y el aire se violenta en el comedor, pero este se detiene de momento. Allison está sonriendo de soslayo.

—¿Sabes cuál es la diferencia entre tú y Allison, Emma?

—Ilumíname, Javier.

—Allison es transparente, sincera, directa y no le tiene miedo a nada. Ni siquiera a la muerte. No es rencorosa y tiene el corazón tan grande que después de lo ocurrido con Thiago y Alice, los defendió en el juicio cuando ella fue tan torturada o más que tú. —Los ojos azules de Emma se tornan fríos al ver las palabras tajantes de León—. En cambio, eres un mujer despechada, arrogante, orgullosa, caza fortunas, usurpadora, cínica y con cara de chica débil como si lograra algo al soltar una lágrima cargada de veneno. La única persona que te soporta es Alexa porque es tan víbora como tú. Sin ánimos de ofenderte, Cameron. Todos sabemos que Christopher está contigo de manera forzada e inconsciente.

—Si el día que Chris abra los ojos, no quiere regresar a mi lado, lo entenderé —comenta Allison, con naturalidad—. Pero si se aleja de tus garras, estaré completamente feliz. Nos vemos en los juegos, Emma. Mucha suerte. Vas a necesitarla.

Mi prometida se retira con paso apresurado y pisando fuerte.

—Creo que fuimos demasiado duros con ella.

—Aquí vamos otra vez. Esa mujer arruinó tu vida, Allie.

—Ya lo sé, Javier. Ya lo sé. Pero eso no significa que deba soltar toda mi rabia con ella o tratarla mal,

—No, querida. Eso significa echarla en una olla de cocción lenta con queso caliente y que ruegue por su vida para sacarla de esa agonía, y, aun así, eso no sería realmente doloroso para el nivel de maldad que corre por las venas de esa mujer. Tienes un corazón demasiado grande, Allison. Todos merecen otra oportunidad, pero hay personas que son malas por naturaleza, y Emma, es una de ellas.

—Thiago tiene razón. Eres demasiado buena —habla Talia, abrazándola por los hombros.

—Chicos, vinimos a bailar y divertirnos —insiste mi hermano—. La discusión con Emma me dejó agotado.

—¿Hora de mover el esqueleto? —pregunta Allison, en tono juguetón y todos sonríen al igual que yo.

—Hora de mover el esqueleto —murmuro por lo bajo.

Llega la medianoche y la fiesta no aminora. Después de su discusión con mi hermano y el resto, Emma ha estado con tal humor de perros, que ni siquiera yo he podido quitárselo.

—¿Qué te pasa? —le pregunto con supuesta curiosidad.

—Nada. Solo tuve una pequeña discusión con Violet.

—¿Manicuras y vestidos? —digo en broma para quitarle hierro al asunto, pero me molesta un poco que no me diga la verdad.

—¡Allison! ¡Allison! ¡Allison! —vitorean todos los chicos del colegio y abucheaban hacia el final del comedor.

La luz en el escenario es un poco más brillante, iluminando a la aludida. Su sonrisa aumenta cuando toma el micrófono en las manos.

—Buenas noches —habla con dulzura y todos gritan de emoción. Miro a Emma y sus ojos fríos están fijos en la chica del escenario—. Sé que esta es una fiesta, pero varias personas me han pedido que cantara para ustedes. ¿Qué creen? —Por los gritos y silbidos de los allí reunidos, se nota que es muy querida—. Ya veo, ya veo. Me llegaron varias peticiones, y entre ellas, hubo una muy cotizada. Espero que les guste. Maestro.

La melodía comienza a sonar por los altavoces y todos gritan emocionados más fuerte que antes.

—Siempre atrayendo la atención —murmura Emma, con voz dura—. Ni que cantara tan bien.

La chica del escenario cierras los ojos cuando comienza a cantar y abro mis ojos con asombro. Emma puede estar irritada todo lo que quiera, pero no se puede negar que Allison canta muy bien. Es una chica que no solo entrega con pasión a su familia y amigos, si no que pone su corazón en lo que sea. Es una chica de carácter y principios sólidos. Para mí, es una persona interesante y nadie puede decirme lo contrario.

Algunas parejas bailan entre sí, muchos se mueven al escuchar la canción "Love like you do" de Ellie Goulding, y hay otros, como yo, se quedaron atontados con su voz.

El sentimiento con el que canta me transmite algo diferente. No solo lo está haciendo para agradar al público o por mera diversión, lo está haciendo con el alma, como si cada letra tuviera un significado especial para ella.

Al abrir los ojos, su mirada choca con la mía. Navego en esos ojos verdes tan impresionantes y misteriosos. No puedo desviar la mirada, aunque quisiera. Me atraen como si fuera un imán. Mi mundo se paraliza y el tiempo a mí alrededor se detiene. Solo somos ella y yo.

Miles de sentimientos luchan dentro de mí. Intento controlar la catarsis confusa en mi interior, pero es mucho más fuerte de lo que pensé. Algo me impulsa a acercarme a Allison, a tocar su rostro, y por extraño que me parezca, me tienta a besarla con mimo y cariño. Una aurora extraña me rodea, pero esta se rompe cuando mi prometida toma mi rostro y me besa en el justo momento donde la voz de Allison se eleva y truena mis oídos con la frase "¿What are you waiting for? Love like you do. Love, love, love me like you do"

Mis labios se mueven, pero mi mente está en la chica que canta con pasión desde el escenario. La confusión inunda mi mente y las palabras de Ginger taladran mi cabeza, aumentando mi desconcierto: "Cuando te toca, aunque te quites. Cuando no te toca, aunque te pongas".

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