Chris

—¿Qué te pasa, Chris? —pregunta Ginger con voz grogui.

—Es Allison.

—¿Qué pasa con ella? —inquiere Tony, pasando las patas por su cara adormilada.

—Sigue insistiendo en la historia con Thiago —contesto con desgana.

—Ella merece saberlo, Chris. Allison es una persona paciente y comprensiva —insiste Tony.

—Esa parte de mi vida quiero olvidarla, pero ella no lo entiende.

—Hasta que no resuelvas el pasado, no podrás hacer tu futuro ni vivir tu presente —comenta Ginger—. ¿Qué fue lo que ocurrió verdaderamente?

Suspiro y me siento en la cama recostando mi espalda al espaldar. Ginger y Tony se subieron a mis piernas. Pumba da varias vueltas en el suelo y se recuesta. El mapache se acomoda a mi lado con la cabeza sobre mi muslo.

—Después de la ruptura con Talia, hice un traslado con Alice para Mary Weathers. Aquí conocí a Thiago, mi primo. En ese tiempo, Emma era su novia. Alice es una persona complicada, pero logró hacer buenas migas con Emma, y por tanto...

—Con Thiago también —Tony termina la frase por mí y asiento.

—Después de eso, Alice y yo comenzamos a discutir por Thiago a tal punto de confesarme que él le gustaba. —Me detengo por un instante y doy un largo suspiro—. Lo hice para salvar a Javier de las garras de Alice y yo fui el que terminó más dañado de todos nosotros porque terminé enamorado de ella o eso es lo que pensaba. Alice y yo rompimos y comencé a acercarme a Emma. Que conste que lo hice a propósito.

—No puedes pagar con la misma moneda —refunfuña Ginger y niega con la cabeza.

—Ese es un juego peligroso —añade su hermano.

—Ya lo sé, y ese fue mi error. Emma rompió con Thiago por mí, pero yo le rechacé diciéndole que solo era una aventura. Pero cuando vi a Talia, entendí que no amaba a Alice como pensaba, y en el momento que Allison se cruzó en mi camino...

—No puedo creer que todo este tiempo hayan discutido por esa estupidez —protesta Lilith desde la puerta.

—¿Escuchaste todo? —pregunto y ella asiente.

—Sé que no debería, pero me preocupó cuando la vi salir del colegio con Javier. No se veía molesta, más bien disgustada. —Ella se acerca y se acomoda a mi lado—. Si se lo hubieras dicho, nada de esto hubiera pasado. Y las discusiones no existieran.

—Lo sé, enana. —La atraigo hacia mí por los hombros—. Es algo que quiero olvidar.

—Tienes que entenderla, Chris —interviene Ginger nuevamente—. Allison es una persona que no desconfía de la gente hasta que le den razones para hacerlo. ¿Sabes cuál fue la versión de Thiago? —Niego con la cabeza.

—Para Thiago, tú te metiste en su relación con Emma y por eso rompieron —contesta su hermano.

—Eso no es verdad —protesto.

—Ella ha intentado hablar contigo por todos los medios pero nunca la dejaste —habla Lilith—. Ella solo quería confirmar tu historia y que llenaras las lagunas. Si te soy sincera, ella siempre pensó que había algo raro en ambas versiones.

—Soy un tonto.

—¿En serio? No me digas —rebate Ginger con ironía.

—Y de los peores —habla Tony—. Creo que deberías llamarla y... —deja de hablar.

Los ojos de ambos Varázs se llenan de miedo y confusión. Ginger pone su pata en el pecho y Tony pasa su pata por la cabeza, ofuscado.

—Allison —murmura Ginger preocupada y ambos hermanos vuelan hasta el suelo.

—¿Qué pasa? —pregunta Lilith.

—Allison está en problemas —contesta Ginger en su camino y mi teléfono comienza a sonar. Es Javier.

—¿Qué ocurre? —pregunto y me levanto de la cama.

—Allison desapareció —contesta él en tono alarmado y mi mundo se desmorona.

Mi corazón comienza a latir con fuerza. El sudor baja por mi espalda y el aire no llega a mis pulmones. Un sentimiento me invadió al instante: miedo.

—¿Probaste con llamarla? —digo caminando a la puerta.

—Tengo su teléfono en la mano —contesta con voz desesperada.

—¡Maldición! —grito, desgarrando mi garganta.

—¿Qué ocurre? —pregunta Lilith.

—Allison desapareció. Avisa al equipo y a la directora. En 5 minutos nos vemos en la entrada.

Lilith y yo salimos de la habitación dejando a las ardillas y a Pumba dentro.

—¡Corre, Lilith! —insisto. Ella sale corriendo hacia su habitación y yo bajo los escalones—. ¿Cómo pudiste perderla, Javier? Se suponía que debías cuidarla.

—Fuimos por los regalos y ella regresó por su cartera. Luego me llamó que había comenzado a seguir a Thiago.

—¿Qué? ¿Pero para qué?

—¿En serio, Gray? Estamos hablando de Allison McKenzie. No necesita un por qué.

—Mándame la dirección. Maldita sea. Justamente discutí con ella el día que desaparece.

—¿Qué ocurre? —pregunta Tommy—. Po no deja de dar vueltas en la habitación y llora desconsolado.

—Allison desapareció —respondo y un mensaje entra en mi teléfono.

—¿Cómo pasó? —pregunta mi hermano preocupado.

—Siguió a Thiago por la ciudad.

Al pasar las puertas principales del colegio está Lilith con Brenda y Talia. Todas con cara de desesperación.

—¿Javier la encontró? —pregunta Brenda con los ojos inundados en lágrimas y deja escapar un sollozo cuando niego con la cabeza.

—Javier mandó la dirección —contesto mientras camino hacia la verja del colegio—. ¿Por dónde bajaron?

—Eso no es importante. ¿Sabes la dirección? —Asiento hacia la pregunta de Lilith. No puedo hablar por el nudo formado en mi garganta—. Perfecto.

Lilith levanta sus manos y bajo nuestros pies se forman nubes oscuras que nos elevan del suelo.

—No se preocupen. Nadie puede vernos —aclara nuestra enana al ver nuestras caras de confusión.

—¿Cómo hiciste esto? —pregunta Tommy.

—¿Nos podemos caer? —añade Talia, temerosa.

—Mientras no choquemos con avión, pues no —contesta Lilith con cierta ironía—. Chris, indícame el camino.

Unos minutos después nos encontramos con Javier. Las ganas de golpearlo por dejarla sola no me faltaran, pero al ver su rostro enfurecido ver su mirada verde desesperada, aleja un poco mi furia.

—¿Has tenido suerte? —insiste Austin.

—He recorrido la manzana entera tres veces. Conozco cada ladrillo de este maldito lugar —contesta con rabia y en sus manos se agitan dos bolsas.

—¿Qué es eso? —pregunta Talia y Javier guardó las bolsas detrás de su espalda.

—Nada —habla rápidamente—. Concentrémonos en encontrar a Allison.

—¿Dónde encontraste su móvil? —pregunto.

—Justamente donde estás parado.

—¿Qué hacía aquí? —preguntó Austin.

—Siguió a Thiago hasta la tienda —contesta señalando la tienda—. Le pregunté al dependiente por Thiago y le enseñé una fotografía suya, pero no lo reconoció. Hasta le ofrecí 50 libras esterlinas, pero ni así pude sacarle información.

Rechino los dientes y maldigo por lo bajo.

—Allison puede estar en cualquier parte —habla Lilith con desesperación—. Aquí no hay cámaras de seguridad.

—Pero en la calle principal si —añade Tommy sacando su teléfono y tecleó con rapidez—. Isaac tenemos un problema.

—Ponle para que podamos escucharlo —ordena mi hermano.

—¿Qué pasa, Tommy?

—Allison desapareció —contesta Javier.

—Espera. ¿Qué?

—Joder, Isaac. Mi novia desapareció —contesto entre la desesperación y la impotencia por no hacer nada.

—Tienen que calmarse. ¿Dónde están?

—Te mando la dirección ahora mismo —hablo tomando el teléfono con manos temblorosas.

—Necesito que revises las cámaras de seguridad de la dirección que te vamos a enviar —añade Tommy—. Cualquier cosa sospechosa que veas, nos avisas.

—La dirección ya me llegó. Estoy al tanto. Busquen bien en los alrededores. —Cuelga la llamada y nos miramos entre todos.

—Si algo le pasa, no me lo perdonaré nunca —digo con el pecho apretado.

—Vamos a encontrarla —insiste Javier, tranquilizándome, pero está tan preocupado como yo.

—Cameron, Tommy y Chris, regresen a la tiendan y pregunten nuevamente por Allison o por Thiago —ordena Lilith—. Austin y Brenda, sondeen esa área de allá —dice señalando hacia nuestras espaldas—. Talia y yo buscaremos por este lado.

—Chris, no es tiempo de culpa o pena. —Brenda coloca sus manos en mis hombros y me zarandea levemente—. Encontremos a Allison.

Asiento con pesar y nos dividimos como Lilith había ordenado. Yo y los chicos entramos a la tienda y preguntamos por Allison y Thiago, pero el joven no sabe nada. Unos minutos después nos encontramos en el mismo lugar.

—Encontré esto cerca de los botes de basura —explica Talia extendiendo una cazadora muy conocida para mí.

—Es la de Allison —digo tomándola instantáneamente entre mis manos temblorosas. Se la regalé el año pasado por Navidad, ya que le había arruinado la anterior.

—También estaba este pendiente —habla Lilith abriendo su mano mostrando un pendiente de diamantes en forma de flor y frunzo el ceño. Lo conozco, pero no sé de dónde—. No creo que sea de Allison. Ella es de pocas joyas.

—Tenemos que avisarle a la directora y a sus padres —insiste Austin preocupado.

—Isaac ya debe habérselo dicho a Karen. Es mejor que no le digamos nada a Nanneth o a Steve. Se preocuparían demasiado. Si para mañana no aparece, yo mismo hablo con ellos.

El móvil de Tommy suena nuevamente.

—Es Isaac. —Lo pone en manos libres—. Dime que encontraste algo. Estamos muy preocupados.

—Lo siento, chicos, pero no he encontrado nada fuera de lo usual en la última hora. Es mejor que regresen. Tengo que decirles algo.

—Me está preocupando, profesor.

—Más lo estoy yo, Brenda. Regresen ¡ya! —Termina la llamada y abrazo la cazadora a mi pecho.

—Su voz no me gustó para nada —habla mi hermano.

—No puede ser peor que esta situación, ¿verdad? —secunda Tommy.

—Regresemos —digo con un hilo de voz—. Esto me huele a algo mucho peor que la desaparición de Allison.

Unos minutos después atravesamos la verja del colegio con paso apresurado. Mi corazón late a millón y siento que la cabeza me explotará en cualquier momento.

—¿Qué ocurre? —pregunta Alice.

—Ahora no —digo al pasar por su lado y bajamos al sótano del colegio.

Al abrir la puerta del laboratorio de Isaac, junto a él está la directora.

—¿Encontraron algo? —pregunta Karen y negamos con la cabeza—. ¿Están seguros que Allison desapareció?

Le entrego la cazadora rasgada por un lado. Lilith pone en sus manos el pendiente encontrado.

—Esto es un desastre. Isaac, llama a la policía.

—¿Es necesario? —pregunta Lilith con miedo.

—El usuario vida de este siglo está desaparecido, además que es un estudiante de intercambio de otro país. Claro que es necesario. Voy a perder mi trabajo por esto. Y si Rebeca o los McKenzie no me matan, el ministerio Elements lo hará.

—¡Pero no es su culpa! —protesta Brenda

—Pero estaba bajo mi cuidado —añade Karen abrumada.

—De eso nos encargamos después. Tengo noticias alarmantes —habla Isaac y lanza hacia la mesa unos papeles.

—¿Qué es esto? —pregunto y veo en sus ojos el miedo que trae consigo la respuesta.

—Son los análisis de sangre de Allison. Ella estaba un poco preocupada de sus dolores de cabeza y la debilidad de su poder como usuario vida. Además, que esto también le afecta a Ginger y a Tony, sus Varázs.

—¿Cuál fue el resultado? —pregunto con voz temblorosa. Sabía que la respuesta no me gustaría.

—Allison está muriendo —contesta Isaac en susurros. Brenda se desmaya y Austin la toma en sus brazos a tiempo.

—¡Oh, Dios mío! —dice Lilith.

—Dime que estás de broma. —Lo agarro por el cuello de la camisa—. ¡Dime que estás bromeando, Isaac!

La histeria me embarga y él niega con la cabeza. Lo suelto y me agarro de la mesa. Las piernas se me han debilitado. El nudo en mi garganta aumenta y las lágrimas se acumulan en el borde de mis ojos. Inhalo y exhalo con velocidad porque al aire no llega a mis pulmones. La opresión en mi pecho no me deja pensar con claridad. La mera idea de perder a Allison hace que mi corazón se detenga.

—No puede ser. No puede ser —repito con voz quebrada—. Esos análisis tienen que estar mal.

—Debe haber un error, Isaac —insiste Talia—. ¿Estás seguro?

—El nivel de verbena y jengibre en la sangre de Allison es extremadamente alto. Aún no sé cómo ha sobrevivido todo este tiempo. uno daña como usuario vida y el otro como usuario de agua.

Esas palabras apuñalan mi corazón y miles de agujas se clavan en mi piel. Mis piernas se debilitan por completo y termino sentado en el suelo. Las lágrimas caen por mi rostro de forma incontrolable y los sollozos de las chicas retumban en mis oídos con violencia.

—Esto no puede estar pasándole a ella —digo aterrorizado—. Esto no puede estar pasando.

—Si no encontramos a Allison en 4 días... —La directora deja las palabras en el aire para no decir su mayor temor.

—El descenso en sus defensas baja de forma muy estrepitosa. Esa es la causa de su fatiga y cansancio extremo. Lo siento mucho, chicos.

—Esto es muy grave —habla mi hermano—. No solo es secuestro sino también asesinato, profesor.

—Hay que encontrarla —dice Lilith entre lágrimas—. Tommy, haz algo, por favor —ruega con voz quebrada.

—Ella no puede morir —murmuro apretando mi cabeza. No me creo todo lo que está pasando—. Ella no puede morir. No puede ser cierto.

—Chris —murmura Brenda agachada frente a mí—, levántate. Tenemos que encontrar a nuestra amiga.

Sus ojos están enrojecidos y sorbe su nariz. A través de mi vista nublada miro a mis amigos. Todos están afligidos. La tristeza que hay en ellos se refleja en sus ojos hinchados y las lágrimas que recorren sus rostros contritos.

—No podemos darnos por vencidos. No ahora —insiste y me levanta al tomar su mano.

—Tenemos que encontrar a una bravucona McKenzie—añade Javier más recompuesto—. Dudo que ella no haya mostrado resistencia, por lo que deben haberla golpeado de imprevisto o sedado.

—Si eso ocurrió, pobre de la persona cuando ella se levanté. Va a estar muy enojada —añado de mejor ánimo. Una sonrisa amarga se posa en mis labios cuando digo las próximas palabras—, y querrá quemar todo a su paso.