Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 4 «Nueva realidad»

Al entrar por la puerta central casi me caigo de bruces. Las paredes son blancas y las columnas de color marfil. El piso es de mármol blanco y debe medir al menos 50 metros de largo por 10 de ancho. Enormes arañas penden desde lo alto a lo largo de todo el pasillo. Los brocados en el techo son al menos del siglo XVIII.

Lo gracioso del caso es que más asombrada que yo, están nuestras mascotas. Tony y Ginger tienen la boca abierta al igual que Timón y Pumba. El halcón de Lester aletea en el hombro de su dueño, y cuando Brenda pone el conejo en el suelo, este ni se mueve

El oso panda sigue aferrado a la pierna de Tommy y el tucán de Eliza mira de un lado para el otro. El mapache de Javier camina con lentitud al lado de su dueño. Me siento demasiado pequeña aquí. Aunque creo que por la cara de mis amigos, todos nos sentimos así.

—Chicos, les presento a Emma —presenta la directora y la chica tiene sus ojos azules fijos en Chris—. Ella les ayudará con el alojamiento y les dará un plano de este lugar. Si mañana se pierden, no se preocupen. Es normal las primeras dos semanas. —Ríe por lo bajo—. Rebeca, acompáñame a mi oficina. —Golpeo a Chris con el codo por la cintura suavemente.

—Ya tienes una admiradora —susurro y él sonríe sin separar los labios, pero no le llega a los ojos.

—Lo dijiste una vez. Mi reputación me precede —añade en un tono extraño y me atrae hacia él por los hombros.

—Buenas tardes. Mi nombre es Emma Norrington. En estos momentos el horario lo tendrán un poco desfasado. Ahora mismo son la una de la tarde —explica con voz robótica como si fuera algo que dijera siempre—. Les ruego que me acompañen. —Sus ojos recaen finalmente en nuestras mascotas, y evitando la mueca de asco, limpia su garganta con un leve carraspeo—. Los animales no son permitidos en el colegio. —Con esas palabras, Emma deja de gustarme.

—¿Disculpa? —interviene Talia como si le hubieran dañado el ego o la manicura—. Escúchame, bonita...

—Por favor —interrumpo a Talia. Si ella sigue por esa línea, nos devolverían a los Estados Unidos hoy mismo—, habla con la directora Smith. Ella sabe que no podemos separarnos de los Varázsbarát. Ellos deben venir con nosotros.

—Esperen aquí. —Mira a Chris una última vez y se retira.

—¡Qué pesada! —protesta Brenda.

—Esa chica no me gusta —opina Lilith, mirando por donde Emma se había retirado.

—A mí tampoco me gusta —añado con una sensación extraña en mi pecho, pero Chris besa mi cabeza y se me pasa.

—Este lugar es sorprendente —comenta Lester con mejor ánimo—. Es especial para que Bruno vuele.

—Gin, ¿todo bien? —pregunto, al ver que mira por dónde se había ido Emma, con cara de sospechas. Ella asiente sin perder de vista por donde se había ido la rubia estirada.

—Este lugar es inmenso —considera Tommy mirando a su alrededor—, pero voy a extrañar el colegio.

—Yo igual. Me sentía más en casa —añade Eliza en susurros.

—Mary Weathers es un lugar nuevo para todos, con excepción de Chris. —Entrelazo mis dedos con los de mi chico—. A lo mejor él nos da un pequeño tour más tarde.

—Con mucho gusto —secunda él acariciando mi brazo y Pumba toca con su cabeza mi pierna.

—Tranquilo, compañero. No vamos a separarte de Chris —añado con cariño y miro hacia Tony. Está durmiendo de nuevo.

— Es nuestro primer día en Londres. Vamos a tirarnos una foto —propone Brenda.

—¿Foto? —habla Tony de repente despertándose, mientras pasa sus patas por el pelaje y la cola con rapidez—. ¿Quién habló de fotos?

—¿Tú no estabas durmiendo?

—Allie, cuando se trata de este tipo de cosas con glamour, no hay sueño que valga —responde con voz zalamera.

—Todos en posición —insiste Brenda y eleva su teléfono para la selfie. Chris carga a Pumba con la mano libre y las ardillas vuelan hasta mis hombros— ¡Digan queso!

—¡Queso! —contestamos al unísono.

—Envíala por el chat, Brenda —decimos las chicas. Hasta Eliza se sumó al grupo.

Un carraspeo hace que todos levantemos la cabeza. Estábamos tan entretenidos con las mascotas y la fotografía que no notamos la presencia de Emma.

—Hablé con la directora Smith. Ella me dijo que esas... que las mascotas pueden quedarse. Las chicas vayan conmigo. Los varones pueden ir con Christopher Gray. —Le entrega varios juegos de llaves a mi chico en las manos.

—Nos vemos luego, pequeña. —Me atrae por la cintura y me da un beso largo y cálido que me sabe a gloria. Al separarse, sonríe mostrando en su rostro esos hoyuelos que tanto amo—. Espero que hayan traído ropa de gala. Aquí se celebra la noche de los nuevos por todo lo alto. Paso a buscarte para la cena. —Me da un último beso en la nariz y se retira con los chicos.

—Síganme, por favor —interviene Emma y comienza a caminar.

Al final del pasillo atravesamos una puerta y doblamos hacia la izquierda. Enormes ventanales desde el techo hasta llegar casi al suelo se extienden por todo el lado izquierdo. La luz solar alumbra el largo pasillo.

Las ventanas miden unos dos metros de largo y entre cada ventana hay una columna color marfil. A la derecha solo se ven puertas con numeraciones. Entre cada una de ellas, hay dos armaduras metálicas que datan del siglo XVI-XVII separadas por unos tres metros entre cada armadura. Una de ellas tiene la espada y la otra una lanza. Del techo penden largas arañas doradas. En la noche esto debe ser esplendoroso.

Al final del pasillo subimos las escaleras hasta la tercera y última planta. Me recuerda al colegio. Emma se detuvo en la primera puerta a la izquierda

—En cada habitación solo duermen dos chicas. Al ser un número impar, una de ustedes tiene que dormir sola. —Brenda se agarra a mi brazo y Talia se acerca a Lilith al instante—. Muy bien. —Se acerca a Eliza y la mira con el ceño fruncido—. ¿Te conozco?

—Soy la prima de Violet —responde la chica y Emma sonríe. Vaya, la muchacha sabe enseñar los dientes.

—Ya veo. Toma estas llaves. Tu habitación es la 103. Tu prima está en la planta baja en la 75 por si quieres ir a verla. —Eliza asiente y toma las llaves—. Ustedes pueden tomar la 102 —le dice a Talia y a Lilith también sonriendo, y finalmente se acerca a nosotras. La sonrisa desaparece de su rostro y el color azul de su iris se oscurece. Fantástico. No la conozco y ya sé que me odia—. Ustedes tomen la 101. —Tony y Ginger gruñen enseñándole los dientes a Emma y ella da un paso atrás—. Para llegar al comedor, sigan el pasillo por donde entraron al colegio hasta el final. La cena es a las 7 de la tarde. Después le sigue el proceso de los nuevos y por último el baile de Bienvenida. Buenas tardes.

Con una pequeña inclinación de su cabeza, Emma se retira con paso firme y hombros rectos. No salgo de mi asombro por su frialdad hacia nosotras. Después que Eliza entrara en su habitación, le hago señas a Talia y Lilith para que entren a nuestra enorme habitación por ahora.

El suelo es de mármol blanco al igual que el pasillo. Dos camas enormes están frente a nosotras vestidas con sábanas blancas y el borde en dorado. Entre ambas camas hay una mesa del tiempo neocolonial y cerca del balcón un tocador con espejo. Ventanas transparentes selladas al marco se encuentran detrás de las enormes camas.

Brenda y yo corrimos con suerte. A la izquierda nos tocó un balcón. A nuestra derecha se encuentra una puerta doble con picaportes dorados. Encima de las dos camas, caen dos arañas parecidas al pasillo principal pero más pequeñas. A cada lado de la puerta de la habitación hay un armario inmenso de madera oscura empotrado en la pared.

—Karen vive en un castillo —murmura Lilith asombrada.

Gin y Tony comienzan a husmear por la habitación al igual que Balton, el lobo de Lilith. El Hámster de Talia no hab hecho el menor movimiento y el conejo de Brenda está completamente paralizado.

—Les voy a ser sincera —habla la pelirroja sentándose en el borde de la cama—. Me siento extraña aquí.

—Estamos adaptadas al sentimiento sencillo pero hogareño que transmite Elements —hablo, intentando convencerme a mí misma de esta locura, mientras me siento a su lado.

—Este será nuestro colegio durante el año, así que debemos adaptarnos queramos o no —añade Brenda con desgana.

—¿Saben si hay uniformes? —pregunta Lilith—. Emma no lo mencionó.

—¡Allison! ¡Allison! —Vuelan las dos ardillas y se colocan en mis rodillas.

—¿Podemos ir a jugar a los árboles? —pregunta Tony.

—No lo sé. En este colegio hay reglas. —Me miran con sus ojazos negros fijamente—. Pero aquí no entran animales y ustedes andan revoloteando por todo el lugar. No veo por qué no. Pero tengan cuidado y no hagan ninguna travesura. ¿Entendido? —Siguen mirándome fijamente y aprietan levemente sus labios—. ¿Entendido? —vuelvo a repetir. Ambas se miran y asienten—. Vayan con cuidado. —Salen corriendo hasta el balcón para extender sus alas y lanzarse—. Son dos niños pequeños. —El lobo de Lilith se enrosca en los pies de su dueña y a los minutos se queda dormido.

—¿Qué haremos esta noche? —pregunta Brenda—. Hay baile y comida. Eso me recuerda Elements.

—Esperemos que este año no tengamos espejos rotos —añade Talia con ironía y la empujo juguetonamente por el hombro.

—Esperemos que no —admite Lilith—. Pero fue divertido ahora que lo recuerdo.

—Como no sabía nada, no empaqué ropa como para andar rondando en Londres —alega Brenda cuando ve nuestra realidad.

—Rebeca dijo que se había encargado de eso —añade Talia—. Por si acaso —Rebusca en su bolso Vintage y saca una tarjeta—, tenemos esto. Siempre ando con ella y esta vez me sirvió. Mi madre debe haberla recargado. Es domingo y mañana no hay clases por los chicos que entran nuevo. Así que, podemos irnos...

—¡De compras! —gritamos al unísono.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro