(Capítulo 2)

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3 años habían transcurrido desde su último día en la Universidad, hoy contaba con unos excelente 27 años de edad,se había convertido en toda una hermosa mujer
La Azabache era el motivo de llamar la atención de todas las miradas por dónde ella pasaba.
Hermosa, rasgos delicados en su rostro, nariz repingada, unos labios carnosamente naturales y los ojos más bellos que alguien se podría imaginar.

Kagome Higurashi dueña de una belleza admirable se había convertido en una mujer muy exitosa, era la mano derecha de un hombre muy importante, El prestigioso Sr. Myoga.
Un hombre, mayor, quien fue el primero en abrir las puertas de su empresa para con ella y con su amiga Sango.
Los años habían pasado y todo había transcurrido para mejor.

El señor Myoga nunca había tenido hijos, el y su esposa jamás habían podido, y tampoco por sus mente había pasado la idea de la adopción, cosa que la azabache no sabía ya que eran temas muy personales de su adorado jefe, quien hoy en día era su figura paterna.

__ Debo contarte algo, Kagome __
Su jefe vio como asentía y prosiguió.

Bien.. como sabrás he vendido la empresa hace alrededor de un mes a una mucho más importante, pues deseo retirarme ya, de todo esto, para pasar el resto de lo que me quede de vida, junto con mí amada esposa..

__ En fin, como ya te lo he mencionado alguna vez, nunca he tenido hijos.
Y lo más cercano que he llegado a conocer la paternidad, ha sido contigo__

__ Señor Myoga..__ dijo, la azabache conmovida por las tiernas palabras de su jefe.

__ Déjeme continuar jovencita, con mí mujer, quien te adora de más esta decir, hemos decidido que las acciones de la empresa sean tuyas.
Tengo todo los papeles en órden, ya está todo chequeado con mí abogado solo falta que tu lo leas lo medites y firmes__ terminó por decir el hombre de cara alegre.

__ Oh por dios! Sr. Myoga.. __ gritó, a punto de las lágrimas y la felicidad __

Kagome abrazó a su querido jefe con lágrimas en sus bellos ojos.
Era demasiado para aceptar, pero sabía bien como era de obstinado el Sr. Myoga cuando algo se metía en su cabeza, no había forma de sacárselo, el hombre era cabezón, pero de buen corazón.

__ No es nada pequeña, se que tienes una mente brillante para las finanzas y sea cual sea tu puesto cuando las empresas se fusionen todo el dinero será para ti, lo comprendes, no es así?__

__ Lo Comprendo Sr. Myoga, pero de esta empresa nadie se quedará sin trabajo, no es cierto?__ preguntó, verdaderamente preocupada la azabache.

__ No, calma pequeña Kagome.
Todos tendrán el mismo puesto menos tú, que serás la mano derecha del jefe, serás como lo que solias hacer para mí, pero quizás debas salir de viaje con él y cosas semejantes lo que implica ser su asistente, aunque tendrás acciones directas a la empresa, el hombre te va a respetar como tal__

__ Lo entiendo __

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( Aeropuerto New York 7:00)

Sesshomaru recién se econtraba en suelo americano, tomaría las riendas de sus empresas desde los Estados Unidos, se había cansado de la monotonía de Tokio.
Sabía que durante este tiempo se había construido la mayor sede Taisho, en New York, asíque le ayudaría a refrescar muchas cosas de su mente, alejarse de aquel continente que traía algún que otro recuerdo que prefería olvidar.

Mientras iba caminando, hasta dar con su chófer quien lo esperaba fuera.
Recordó aquella conversación con Miroku.

( Flashback)

__Y ahora que es lo que te sucede? __ pregunto, Sesshomaru notando cómo su característico alegre amigo, se econtraba raramente de bajos ánimos.

__ Sango__ respondió, el joven de cabellos oscuros , apoyando su frente contra la mesa.

__ La joven ruda?__ preguntó está vez el ojidorado mientras llevaba una copa de vino a su boca.

__ Me he enamorado como un idiota de ella, y nunca se lo dije, y ahora... Ella se ha ido __ dijo, apretando fuertemente su puño.

__ Ve a su casa hazle un regalo, algo costoso ya sabes, seguro eso funcionará, nunca he suplicado por nada pero..
No pierdes nada con intentar__

__ No hemos terminado Idiota! Ella se fue tras sus sueños y bueno también a aventurarse con su amiga en otro continente.
Esas niñas.. __ dijo, dándose una palmada en la frente.

__ Niñas? De qué hablas Miroku? __ Preguntó, curioso el hombre.

__ De Sango y su Amiga,
Higurashi, la joven de ojos azules, la recuerdas? __ Preguntó, Miroku.

Claro que la recordaba estaba justo aquí almorzando con él, por ella.
Asique decidió solo asentir y escuchar.

__ Ya tenían todo planeado y yo lo sabía bien, no es algo que me haya tomado por sorpresa pero nunca pensé enamorarme ya sabes, como era.
En fin Sango y su amiga tuvieron una propuesta laboral importante, seguramente por sus altas calificaciones y se fueron a vivir a los Estados Unidos, hace Tres horas y media, exactamente__ termino por decir Miroku.

Sesshomaru agradecía ser una persona que difícilmente expresaba sus emociones, asíque simplemente dejo el tenedor al costado del plato y miro dentro de la copa de vino.
Kagome se había marchado, no solo había marcado la diferencia en que el, haya sido quien la buscó.
Ella había hecho, lo que el tantas veces hizo con cientos de mujeres.
Satisfacer sus necesidades y marcharse como si no fueran nada y ahora aquí estaba el, siendo el nada de Higurashi.
La Azabache lo había tratado como un objeto, uno con un pedazo de carne entre las piernas.
Por primera vez el peliplata sentía empatía con las miles de damas que habían pasado por él.
Una furia desconocida, comenzó a carcomerlo..

Porqué se supone que sentía así? Higurashi había sido una más del montón, no le importaba, no tenía porque hacerlo, jamás.
Sería lo mejor no volver a verla nunca más.. pensó, el peliplata mientras se servía más vino...

( Fin del Flashback)

__ En que rayos estoy pensando?__ se cuestionaba el peliplata mientras, observaba por la ventana de su costoso auto.

Tenía prohibido a su mente, pensar en aquella mujer que alguna vez pasó una noche junto con él.
Pero el saber que ella, al menos hasta lo que el tenía entendido residía en el mismo país donde ahora se econtraba, le hacía surgir un extraño sentimiento en su estómago.

El peliplata se masajeó la cien frunciendo el seño, por recordar cosas que no debía hacer.
Debía estar pensando en que haría con los empleados de la empresa, como los reubicaría.
Debería mandar su contrato a cada uno de ellos, porque todos debían saber, cuales era las reglas a seguir mientras se encuentren a su mando.

Eso haría en ese preciso instante, mandaría el contrato a todos los mails..

El hombre saco su nootbook y se dispuso a trabajar para despejar su mente.

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__Has recibido el contrato del nuevo jefe?__ Preguntó, Sango casi al borde de la risa.

__ No, lo sé... no he chequeado mí mail, aún __ dijo, la azabache un tanto extrañada.

__ Porfavor, debes mirar cual es el punto 10 __

Kagome mientras llevaba el fuego al mínimo en las hornallas de la cocina, se dirigió hasta la mesa y tomó su tablet, para poder ver qué es lo que tanto causaba gracia a su amiga.

La bella joven comenzó a leer el contrato, inmediatamente noto lo bien redactado y comenzó a memorizar las reglas, las cuales ya le daba el pie, para sacar conclusión de que su jefe era bastante cabrón.
Hasta que llegó, al dichoso punto "10",

--Esta prohibido enamorarse de su jefe--

La azabache al terminar de leer el punto, busco la mirada de la castaña y ambas estallaron en unas sonoras carcajadas, que seguramente se habrían de escuchar en los otros pisos, por lo bulliciosas de estas.

__ Definitivamente quiero el autoestima de este tipo __ dijo, kagome señalando la pantalla de su tablet, mientras no dejaba de reír.

__ Vaya que es un maldito narcisista __ terminó, por decir la castaña.

__ A caso dice si está prohibido mirarle el trasero?__ preguntó, la castaña.

__ Sango!__ reprendío la azabache sonriendo.

__ Ni siquiera sabes cuantos años tiene o si estás casado..__ volvió a decir Kagome.

__ Se que es joven y sexy y sin compromiso, lo he escuchado, Sara ha vuelto como loca desde que lo ha visto, la escuché decir que era el hombre más hermoso que había visto, y que desde ya se iba preparar para tirarsele ensima.__

__ Primero dudo que sea el hombre más hermoso del mundo, a ese puesto lo tiene bien ganado alguien que prefiero no nombrar y segundo le deseo suerte a Sara, si cree que algo bueno saldrá de lo que pretende hacer __ termino por decir la azabache, dejando atrás la tablet para ir a mezclar su comida.

__ Tienes razón amiga, igual miraré el trasero de nuestro sexy jefe __ dijo, la castaña riendo y vio como Kagome negaba.

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La azabache aunque no lo demostraba se econtraba realmente nerviosa, a ella no le importaba como lucía su nuevo jefe, Kagome solo tenía algo en mente y era causar una buena impresión y cumplir al pie de la letra con su trabajo.
Era una mujer muy responsable, con el tiempo solo para dedicarse
a su trabajo.

La azabache había elegido su atuendo como de costumbre fiel a sus buenos gustos en la moda, sabía que la nueva empresa adónde iría era muy prestigiosa.
No sabía exactamente porque tanto misterio por parte del Sr. Myoga, pero en fin .
Quería verse bien, pese a que sus estado de ánimos habían estado últimamente decaídos y ni siquiera ella sabía bien el porque.

Kagome había elegido una pollera tiro alto suelta estilo escocés, con una linda remera mangas largas en color negro a juego con unas hermosas bucaneras, la hermosa joven era adicta a la moda.

Su cabello lo llevaba suelto lo había recortado hasta la altura de su cintura y su flequillo lucía totalmente recto, dándole un look más sofisticado y adulto.
Era una mujer hermosa, aunque su rostro seguía mostrando esa dulzura tan carácteristica en ella.

Las 7:00 a.m marcaban y ella debía preparase para salir, ya que su amiga había optado por salir un rato antes ya que prescinda pasar por una farmacia antes.

Kagome bajaba por el ascensor, dónde se encontraba una parejita muy acaramelada y lo único que la azabache podía hacer
era perderse en su celular..

-- Porqué jamás lo había buscado?-- Se preguntaba la ojiazul mirando la pantalla de su celular que decía Facebook con un fondo azul característico de la app, luego sacudió su cabeza, despejando su mente de aquellos pensamientos que no venían al caso, pero de vez en cuando se calaban en ella, haciéndola preguntar; que habría sido de la vida de su peliplata, aquel hombre que había logrado volverla loca con tan solo una noche.

Kagome había tenido un terrible flechazo con Taisho Sesshomaru desde el primer momento en que lo había visto, cuando ingreso a su salón de clases en aquel último año donde había elegido otra universidad para terminar sus estudios.
El último día dónde solo se dedicaban a festejar, ella todavía recordaba lo bien que lo había celebrado con el ojidorado, el joven que era el sueño húmedo de toda mujer.
Nada más que había sido eso, una simple noche despidiéndose de aquel continente y de aquel amor que jamás pudo ser.

-- Como si fuera que ese dios del sexo, poseía sentimientos -- Se dijo, para si misma, la azabache cogiendo un taxi para dirigirse a la nueva empresa.

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Eran las 8:30 y el sofisticado platinado estaba observando junto con su arquitecto de confianza, como la infraestructura de su inmensa empresa.
Estaba todo cual lo había pedido.
De repente un aroma familiar llegó a sus fosas nasales, sacudió su cabeza.
Porqué no había ido con un psicólogo? Quizás aquella mujer había hecho algún daño a su sistema neurológico y no se había percatado de ello.

__ Se ecuentra bien Señor Taisho? __ preguntó, amablemente el atractivo arquitecto.

__ Hmph__

Sesshomaru solo asintió, y disimuladamente aspiro un poco más.
Realmente estaba sintiendo esa delicada fragancia a vainilla? O eras una de esas extrañas malas jugadas de su cabeza?, se preguntaba el hombre.

__ Creo que luego seguirás explicándome, se de tu exquisito trabajo, debo arreglar algunos papeleos __ respondió, el peliplata clavando sus dorados en los violacios de su amigo, viendo cómo este asentía.

Se dirigió al elevador, con una migraña increíble.
Maldecia tener que estar aquí, se replanteaba las cosas.
No había dejado de pensar en ella, desde que había pisado el suelo de este continente ruidoso.

__ Tsk, bonita empresa tenemos__

Y hablando de ruidosos, la frutilla del postre, su hermano menor al mando de la empresa junto con el.
Realmente iba a ser todo un revuelo y si llegaban vivos a fin de año, iba a ser con una gran suerte.
Sabía bien las artimañas de su padre, quería demostrarle a él que que podría trabajar junto con su hermano.
Ya se las pagaría, solo por eso no le daría nietos, pensaba el hombre.

__ Trata de no follarte a nadie de la empresa, no quiero a mujeres creando espectáculos , por tus amoríos __ respondió, secamente Sesshomaru aún sin levantar la vista.

__ Vamos hermano! La vida es para vivirla y si mal no recuerdo tú eres el menos indicado para darme tal consejo __

__ Tú no sabes nada de mí, Inuyasha __

__ Está bien, solo me follaré a una y si me gusta como lo hace, la haré mí esposa __

Sesshomaru levanto la vista mirando a su hermano que parecía jugar con sus manos, arqueo una ceja ante la extraña actitud, ya que lo que había dicho le había parecido una broma, pero de un juego pasó a ser una especie de verdad afirmada por su boca.

__ Trata de alejarte de mis empleadas __ dijo, saliendo del elevador..

__ No puedo prometer nada hermano, después de todo estoy seguro que ella te dará el título de tío__

El ojidorado sonrió cuando le dio la espalda a Inuyasha. " Tío" no se oía mal, al menos sonaba mejor que papá pensó, siguiendo su camino ya que su oficina estaba un piso arriba de la de el.

__ Dile a tu asistente que se ha robado mí corazón__ gritó, Inuyasha, haciendo un gesto sujetandose el pecho y sesshomaru alzó su dedo corazón, mostrándoselo.

Subió las escaleras tratando de quitarse la risa burlona de su hermano de su mente, se quería tirar a su asistente? El primer día?
Debía ser una broma!..
Si le molestaba las relaciones laborales, ni que hablar que cortaría los testículos a su hermano si se metía con ella, aún no la conocía pero la necesitaba al 100%, ella conocería lo que es estar trabajando a su mando, sus exigencia y su totalidad a tiempo completo.
No había espacio para Inuyasha, al menos no aquí.
Lo que ellos hagan a futuro fuera de la empresa, no era problema de él.
Pero sería muy felíz, si su nueva asistente es demasiado inteligente como para darse cuenta que Inuyasha solo le traería problema.
Con eso en mente quedó de pie tras una gran puerta dorada con las iniciales S.T, sonrió ante el detalle.

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Marcaban las 7:30 y ella ya se econtraba en la empresa, las ansias, los nervios de conocer el nuevo espacio donde se desempeñaría laboralmente, la gente nueva, sus viejos amigos del trabajo, sus nuevos jefes porque tenía entendido que había un vicepresidente también.
Iba tan perdida en sus pensamientos y sus manos tan llenas de carpetas ,que chocó con una fornida espalda cayendo al suelo.

La bella joven junto rápidamente las cosas del suelo, cuando sus dedos rozaron otros y levanto su vista.
Dorados y azules chocaron.
Kagome abrió levemente su boca por la impresión que le causaron aquellos ojos..

Ella tartamudeo, era bello casi tan perfecto como él, pensó..
Sería de el quien estaba hablando Sara?
El era su jefe? Y porque sus ojos eran tan dorados como lo de él?..
Aunque había una gran diferencia, su cabello era negro tan oscuro como el de ella.
Sus rasgos eran hermosos pero no era perfectos, no como los de él.

__ Y.. yo lo siento señor__ se disculpó rápidamente.

__ Tsk, señor? __

La ojiazul, vio como el hermoso hombre de traje y saco gris, carcajeaba, llevaba sus cabellos negros peinado hacía un lado dándole un aspecto muy varonil.

La tomo de la mano y depósito un beso delicadamente en ella, enviando una corriente eléctrica inmediatamente por todo el cuerpo de la azabache.
Sus mejillas se tiñeron en un rosa intenso.
Comprendía ahora perfectamente a Sara, el hombre sabía lo que era.
Aparentemente un cretino de rostro bonito y vaya que la experiencia le decía que ese hombre llevaba un cartel de neon en su frente dónde decía "Soy tu jefe, aléjate de mí".
Asique inmediatamente como si fuera de algún tipo de insecto, kagome alejo su mano y se puso en pie rápidamente.

__Inuyasha__ dijo el, notando cómo ella se alejaba un tanto de él.

El Taisho menor no salía de su asombro era la primera vez que una mujer lo cautivaba solo con la mirada y ni hablar que había sido inmune a su claro coqueteo.
Noto su nerviosismo y se preguntó..

-- adónde has estado angelito?--

Ella parpadeo varias veces ante la intensa mirada del moreno de ojos dorados.

__ Kagome Higurashi, su asistente, Señor Inuyasha__ dijo, la azabache haciendo una reverencia.

Inuyasha entrecerro los ojos sin decir palabra, era obvio que la joven estaba confundida.
El si tenía un asistente y ese era Shippo, lo había traído incluso cruzando el continente porque nadie sería como él.
Entonces porque esta hermosa joven, decía ser su asistente? Con quien lo confundía?..

A caso ella...

Agradecía de que no fuera su asistente, porque se la pasaría follandosela sobre el escritorio, pero maldecia porque se imaginaba de quién sería, y eso implicaría que duraría como mucho esta semana en la empresa.
Nadie había logrado lidiar con el mal carácter de su engreído hermano, bufo por lo bajo.

__ Muy bien Kagome, puedes dirigirte a la última oficina, ordene esas carpetas y de allí te designaré a tu oficina__ dijo, el ojidorado sonriendo, vio como ella asentía y se alejaba hacía los elevadores.

Veía el contonear de sus caderas y ese enorme y formado trasero que con sus diminuta cintura la hacían lucir como lo más apetecible que había visto, se mordió la boca, sonriendo por la pequeña mentira que había dicho.
Y porque eso sería motivo para volver a hablar con ese angelito y nego al sentirse como un adolescente nuevamente.

__ Creo que por primera vez, te envidio hermano__ pensaba el atractivo joven mientras le guiñaba un ojo antes que la puerta del elevador se cerraran.

Kagome recostó su espalda contra la pared del elevador y llevo las carpetas que había estado armando durante toda la noche, hacía su pecho.
El Sr. Myoga había dado todo lo solicitado por el nuevo jefe, quien era sumamente demandante, realmente se había sorprendido

Cómo un hombre tan carismático, había escrito el reglamento...y cómo había castigado con tanto trabajo aún sin haberla visto, sin conocerla?
Pues ahora el ya sabía quién era ella y quizás solo por eso se había comportado amable, por saber lo atrajeado que había sido resolver todo lo que había mandado a hacer.

__ Vaya que Inuyasha, parecía dos personas en una__ susurró, mirando sus manos llenas y recordando aquella risa coqueta.

-- Quizás Sara tenga suerte, después de todo--

Y con ese pensamiento que surco la mente de la joven, provocando una risa en ella.
Se abrieron las puertas del elevador y salió al último piso dirigiéndose hacia la enorme puerta.

-- S.T--

A la azabache le parecía raro, se habría confundido? Miró hacía todos lados y vio una oficina un tanto apartada, pero eran las únicas dos que se econtraban en ese piso ...
A caso esa sería su oficina?.. Se preguntó la azabache emocionada, quería dar lo mejor de si, -- Moondust-- , ella había escuchado antes el nombte de la empresa pero no recordaba y tampoco quiso googlear nada acerca de ella, quería conocer a su jefe personalmente y no por lo que podía llegar a leer en un foro de internet.

Así es, estaba dispuesta a conocer a Inuyasha y tratar de poder llevarse bien y con ese pensamiento abrió las puertas, no había nadie claro estaba.

__ Vaya __ susurró la azabache admirando lo enorme que era.

En un cubículo alejado de la enorme mesa había un lujoso escritorio de mármol negro con dos computadoras y al lado un armario muy bien ordenado con muchas carpetas parecidas a las que llevaba ella.
La azabache miro las que tenía en la mano y camino directamente hacía el mueble con la intención de ordenarlas tal y como lo había dicho su jefe Inuyasha..

Kagome se percató que ni por esas casualidades llegaría a colocar esas carpetas sin ayuda de unas escaleras o pararse sobre algo, miró hacía todos lados y arrastró el escritorio para poder pararse sobre este, así podría ordenar tranquilamente, había llegado media hora antes le bastaba y le sobraba, antes d ingreso de su jefe a la oficina, pensó.

Se sacó las bucaneras y con cuidado subió sobre el escritorio para hacer su trabajo..
Y en ello se concentro.

Sesshomaru abrió las puertas viendo todo en perfecto orden y se preguntaba porque aquel perfume a vainilla había parecido invadirlo todo el momento desde que ingresó a la empresa y aquí en su oficina parecía intensificarse cada ves más.
El peliplata escuchó ruidos proveniente de dónde se supone que sería su área de oficina y camino hacia allí.

Se paró en el marco de la puerta totalmente asombrado, había una joven descalza sobre su costoso escritorio de mármol negro, el mismo que habia mandado a traer de Egipto .
Igual debía admitir que quizás la perdonaría solo por la espléndida visión que le estaba dando.
Se quedó como tonto admirandola, mientras la joven ordenaba las carpetas.

-- Porqué se me hace tan familiar?-- se preguntó, el peliplata sin comprender porque sentía que conocía a la joven a la cual aún no le había visto el rostro.

-- En que rayos estoy pensando?-- Se preguntó, para si mismo el hombre que fastidiado sacudió la cabeza, cuando se había quedado observando a una mujer?..
Aparte porque sus pies estaban sobre su costoso mármol?..

___ Quién eres? ___

Kagome al escuchar ese timbre de voz quedó petrificada en su lugar, cortando su trabajo de acomodar las carpeta.
Sería su cabeza, otra vez?..
Respiro profundo y exhaló.

__ Me ignoras? Sabes quién soy?__ Preguntó, el hombre conteniendo su enojo.

La azabache giro lentamente creyendo que su mente le estaba jugando una mala pasada y que había confundido aquella erótica voz, que alguna vez la hizo temblar con solo oirla, con la que estaba oyendo ahora mismo.

Solamente se sintieron suspiros provenientes de ambos, cuando dorados con azules chocaron.
Y la joven de la impresión de ver en persona, a quién había imaginado por tanto tiempo, trastabillo y casi cayó al suelo pero unos fuertes brazos la sostuvieron.

-- Oh por dios esa Colonia!-- pensaba, la azabache mientras el varonil aroma de el peliplata inundaba todo su ser.

__ Higurashi?__ preguntó el Hombre, que no podía creer que tenía en brazos a la mujer que había detestado por tres largos años.
Era ella no había duda lucía igual que cuando la conoció, que hacía aquí?

__ T..Taisho.. __

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Holis gente linda 🤗 había dicho que antes traería el capítulo de El Sicario, pero bueno estoy en conflicto con ese capítulo y eso que está muy avanzado pero.. no, lo sé, quizás por querer implementar el voyeurismo y no haber escrito nunca uno, me tiene como ahhh!! 😱 jajajja

Y de plus mí niño que últimamente anda muy hiperactivo y se duerme tarde por las noches y ando todo el tiempo mal dormida 😢, me quita el ánimo de concentrarme al momento de escribir.
Prometo traerles pronto el próximo capítulo 🙏🙌❤️

Y cambiando un poco de tema, que les pareció el capítulo?
A mí me gusto escribirlo es tan cliché que duele 😂.
Bueno che.. yo también quiero mí fic de jefe, secretaria pero prometo saber darle el giro siempre al fic prometido 🙌🥰

Que piensan, como reaccionará Sessh?..🤔🙈

Si les gustó háganmelo saber con sus ⭐ y sus comentarios ❤️

Los leo 🙌