(Capítulo 3)

** Espero que te guste esposa mía jeje 🤭 Iviidark***

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Taisho la observada hipnotizado se econtraba en una especie de trance y no lograba dejar de admirar a la Azabache, aún no podía creer que luego de tres largos años,  prácticamente el segundo día que se econtraba en continente americano, diera con ella.

Un silencio nada incómodo, inundó aquella oficina en donde
ambos quedaron perdidos en la mirada del otro reflejando muchos sentimientos encontrados, cosas no dichas, asombro, incluso un deseo intenso que recorrió ambos cuerpos al sentir la calidez que emanaba el uno con el otro.

kagome tembló contra el fornido cuerpo del platinado y pidió a este amablemente, que la bajara.

Sesshomaru absorto en sus pensamientos, contemplaba su rostro, sus ojos tan azules como siempre los había recordado, aquellos que con su toque de inocencia lo habían cautivado, siempre habían sido un mar lleno de incertidumbre para él.
La había detestado durante años y ahora parecía adorarla.
No quería soltarla, el la había visto en su oficina ahora le pertenecía, o a caso ella no podía ser un obsequio de bienvenida? Se preguntó, debía admitir que era malditamente perfecta.

_Sesshomaru, puedes bajarme?_ pidió, amablemente con sus mejillas al punto del colapso.

__ Hmph__

El peliplata había salido de su ensoñación y ahora era más conciente de la situación..
La bajo lentamente, notando sus pies descalzos
-Que hacía ella aquí, en su oficina?-, Se Preguntó.

-- Creo que ese hombre de nombre Inuyasha, no es mí jefe -- pensó, la joven acomodando su ropa y colocándose sus bucaneras..

__ A caso.. Tú eres mí asistente?__ Preguntó, el hombre arqueando una ceja y tomando asiento tras su escritorio rápidamente, para poder disimular lo que producía esta pequeña pero hermosa mujer en él, además había querido corroborar que no estaba soñando, que la joven que que no había podido olvidar con tan solo haber compartido una noche con ella, estába aquí frente suyo .

Kagome parpadeó rápidamente y vio como Sesshomaru sacó unos lentes de un fino estuche se los colocó, y miró atento el monitor de su nootbook .
Fue allí  cuando la Azabache comprendió el punto "10".
La ojiazul quizo quitar esos pensamientos de su cabeza.
Ellos nunca habían tenido absolutamente nada, había sido solo -- eso-- y nada más.

__ Bien, por lo que veo es cierto,  eres mí asistente, vaya casualidad de la vida__ dijo, en un tono serio y se puso de pie nuevamente, mientras se apoyaba contra su escritorio.

Las piernas de la Azabache no le respondían para caminar, aún no lograba salir del impacto de que Taisho fuese su jefe.
Se preguntaba una y otra vez Que había hecho para merecer esto?..
Quería enterrarse en un pozo y no salir nunca más .

__ Por qué  has ingresado a mi oficina, sin mí consentimiento?__

Kagome había esperado cualquier pregunta, excepto la que el peliplata acababa de hacer.
Le estaba hablando como un jefe bastante cabrón.

__ Hay un joven, dice llamarse Inuyasha...
Aunque a estás alturas, dudo de que ese sea su verdadero nombre, además también ha dicho ser mí jefe y me ha enviado hasta aquí, para ordenar las carpetas. __ explicó tranquilamente, la azabache señalando el impecable trabajo que había realizado con los  últimos estantes del armario.

Sesshomaru recién comprendía la estúpida charla, que había tenido con su hermano, momentos atrás, antes del ingreso a su oficina.

-- Ella te dará el título de "Tío"--

El ojidorado sonrió, recordando  las tontas palabras y en lo ingenuo que debía ser Inuyasha para pensar que una mujer como Higurashi, podría llegar a fijarse en él.

__ Es mí hermano __

__ Ah __

Solo respondío la joven se sentía una idiota por haber creído a aquel hombre llamado Inuyasha, ya luego hablaría con él, pensó.

Pero en estos momentos la Azabache, solo tenía pensamiento para darse de ánimos a ella misma, para así tratar de no no caer, porque sentía como sus piernas le temblaban, simulando ser gelatina ante la imponente presencia de Sesshomaru Taisho, la joven recordó la manera en que se habían entregado aquella noche y sacudió su cabeza.

Era encerio? Tres años sin tener una sola cita, para desestabilizar sus hormonas con su sola presencia?..

__ Seré directo, no seré benévolo contigo por conocerte con anterioridad, quiero que lo sepas__ dijo, para apoyar uno de los pies de su lente en su boca.

__ Nunca pedí que lo fuera___ respondió, la azabache cortante, Si Sesshomaru era su jefe, no había dudas de ello, en su mente se oía tal cual, estaba redactado aquel contrato que había leído en el día de ayer.

__ Serás mí sombra Higurashi, necesito disponibilidad horaria y que hagas todo lo que te diga, comprendes, lo que será trabajar para mí y lo que esto conlleva?__

__ Me lo ha explicado el Sr. Myoga ___

__ No debes meditarlo con tu esposo? Habrá semanas en donde ni siquiera te encuentres en el país __ dijo, el platinado, esperando con ansias una respuesta de ella.

-- Porqué diablos he preguntado eso?--.. se cuestionaba el hombre, quería darse de patadas mentales.
Definitivamente actuaba por impulso frente a ella.

__ No debo meditar absolutamente nada, se lo que conlleva todo esto y no tengo incoveniente, Sr. Taisho ___

Sesshomaru se mordía la lengua para no preguntar lo obvio.
Y se maldecia mentalmente, porque a él no debería importarle la vida personal de sus empleados.
Ella era eso, su simple empleada.
Eso sí, una hermosa y la única mujer que permanecía grabada en su ser, ella estaba arraigada a él y tenerla aquí en frente, era una odisea para su mente.

__ Desinfecta mí escritorio, no quiero volver a ver tus pies en mí mármol, no vuelvas a entrar a mí oficina sin autorización, aprende el contrato y respeta cada una de las condiciones y términos y sobre todas las cosas se puntual__ dijo, está vez el hombre sin quitar su penetrante mirada de los azules intensos.

__ Lo haré, Sr. Taisho __ respondió, haciendo una leve reverencia.

La azabache se giró, para retirarse con su mente hecha un caos.
Aunque no sabía exactamente  adonde se dirigiría, solo buscaría el desinfectante y vendría y dejaría brillante aquel estúpido mármol.
Minutos y ya le había bastado para saber que tendría que tomar alguna pastilla para el dolor de cabeza, que le había producido la arrogancia de su  ex-compañero universitario, aquel bello joven con el que nunca había tenido contacto ni ningún tipo de relación hasta el último día de su graduación.

Pero ahora luego de tres años recordando su rostro y lo bien que se había sentido estar en sus brazos, el descubrir el verdadero Sesshomaru y peor aún la versión Jefe.
Le había dejado un trago amargo
Como el se había fijado en ella, años atrás? Era hasta imposible de creer.

-- Quizás el ni lo recuerda, quizás solo fue el efecto de tanto alcohol --
Pensaba la joven, mientras se alejaba.

__ Adónde crees que vas? __ preguntó, el platinado observando como ella se estaba retirando.

__ A buscar desinfectante __

Sesshomaru arqueo una ceja, era cierto le había dicho lo del mármol, recordó.

__ A caso usted tiene? __ preguntó la joven, posando su vista en diferente direcciones de la oficina.

__ Luego irás ___

Sesshomaru haciendo un escaneo rápido nuevamente se percató que la azabache llevaba un anillo de matrimonio en su dedo.
No supo darle explicación a lo que estaba sintiendo, su estómago se contrajo, y algo realmente desagradable sintió en su pecho.

__ Aléjate de Inuyasha__ ordenó.

No quería problemas, ella debía alejarse de su hermano.

--Cuándo había contraído matrimonio?
Y como demonios se supone que el lo iba a saber?..-- pensaba el ojidorado.
Ansiaba saber quién era el maldito y deseaba saber como lucia.
Que tenía aquel hombre para cumplir las espectativas de la azabache, que el no tuvo? Se preguntó y luego quiso abofetearse a si mismo por tan estúpidos pensamientos.

Kagome lo miró algo extrañada por la advertencia.
--Inuyasha.,--- Que con él?-, Se preguntó, la joven.
Ya se había percatado que quizás, el vicepresidente era un tanto bromista y que el Taisho mayor solo a eso se estaba refiriendo , asíque solo asintió sin comprender del todo la advertencia hecha por su jefe.

__ Puedo saber dónde se ecuentra mi oficina?__ preguntó, la azabache.

Sesshomaru pensaba, en que era cierto, ella disponía de su propia oficina y se econtraba al final de ese mismo piso.
Pero el necesitaba averiguar de su vida con urgencias, debía saciar sus inquietudes.
Con quien diablos se había casado?..

-- Mierda!!! En qué rayos pienso? Está casada!--

__ Si tu oficina está ubicada al final del pasillo __

__ Me lo imaginé, vi una oficina vacía cuando salí del elevador__ respondió, la bella ojiazul y regaló una hermosa sonrisa que al platinado encantó, quería volver a verla sonreír y morder sus mejillas sonrojadas.

__ Hmph, puedes modificarla y pedirme lo que quieras para acomodarla a tu gusto __ termino, por decir.

--Porqué quería complacerla?..
Algo que tampoco entendería, al menos agradecía no tener la boca abierta como un estúpido.

La azabache abrió su boca en forma de O por la sorpresa.  Primero su actitud había sido muy diferente a la que estaba teniendo ahora con ella.
Asique solo asintió y volvió a sonreír.

__ Gracias, Sr. Taisho __ respondió.

Al actractivo empresario se le erizaba cada bello de su cuerpo, cuando sentía salir de sus labios

-Sr. Taisho-.

Sonaba tan erótico cuando provenía de su boca, esa misma boca con la que lo había hecho alucinar.
Por inercia acortó la distancia entre los dos y ella quedó totalmente confundida por el extraño actuar de su ex-compañero, hasta que el aroma de su deliciosa colonia le nubló la visión.

Sesshomaru llevó su mano y acarició el rostro de la joven con mucha delicadeza, perdiéndose un momento en la suavidad de su piel.
La joven no dejaba de parpadear sorprendida, ya que Sesshomaru  no dejaba de mirar sus labios.
Ella entre-abrió su boca por la falta de aire que le provocaba la cercanía de él.
La joven sentía que su corazón saldría de su interior de tanto palpitar.

-- Qué hace?-- no podía parar de preguntarse la Azabache que parecía que su pies se habían adherido al suelo.

El atractivo hombre se percató de la reacción de la ojiazul..

-- Que se supone que estaba haciendo? Porqué ella no lo alejaba? A caso no llevaba un anillo de matrimonio?--

Sonrió, al pensar que él podría robarsela a aquel desconocido hombre que tenía por esposo la azabache.
La llevaría lejos para poder tenerla una vez más desnuda sobre él, como lo había hecho aquella última noche de universidad.
Haría lo que se prometió así mismo, la enamoraría y jugaría con ella hasta cansarse.
Nadie absolutamente nadie se burlaba de él.
Y el destino le había dado una segunda oportunidad, haría que se olvide del maldito que tenía como esposo y luego de robar su corazón, la dejaría.

Acarició los labios de la joven, con la yema de su dedo.
Ella parecía hipnotizada, su hombría inmediatamente pálpito, imaginando que la azabache de ahora en adelante pasaría entre sus piernas haciendo maravillas con su boca.
Se acercó a su oído y susurró seductoramente..

-- Ve por el desinfectante, mujer--

La ojiazul se puso de muchos colores no solo por lo delicioso que se había sentido ese caliente susurro, sino más bien, por lo que le había dicho y se sentía una pervertida, ella imaginando a que sabían sus labios, esto no andaba bien pensó, la azabache y camino sin mirar hacia atrás para ir en busca de ese desinfectante.

Sesshomaru notó el gran sonrojo, como ella actuaba torpemente y salía prácticamente corriendo despavorida de su oficina, se quedó con una sonrisa plasmada en su rostro y moviendo su cabeza negando.
Extrañamente ver como la azabache reaccionaba a su cercanía lo había hecho sentir feliz luego de tanto tiempo , la bella joven sería su conejito, o al menos eso era lo que él pensaba.

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Kagome echaba su cabeza hacia atrás y tenía aferrada sus manos en su pecho.

-- Que había sido todo eso?--  se preguntó, acariciando sus labios.
Cerró sus ojos y sintió lo a prisa que marchaba su corazón.
Su cara ardía.

-- Porqué él?, Basta Kagome! El es tu jefe! Tu jefe!--

La chica no podía dejar de hablar y responderse sola, necesitaba con urgencia buscar a Sango. Pero adónde se encontraría? También necesitaba un Desinfectante para limpiar el mármol.

__ Mierda!__ Exclamó y las puertas del ascensor se abrieron mostrando unos dorados que había visto con anterioridad.

__ También es un gusto volver a verla --Kagome--__

__ Tú! __ Dijo,  saliendo del elevador para ponerse de pie en frente de él y golpeando su pecho con su dedo índice.

El pelinegro no podía parar de sonreír, nadie lo había tratado de esa manera en años, todos guardaban un sumo respeto hacia él y hacia el estúpido de su hermano.
Sentía como ella golpeaba con su dedo reiteradas veces en su pecho y escuchaba su dulce voz llena de reclamos.
Le parecía una mujer hermosa, fascinante, no podía creer que habia tenido un flechazo de tan solo verla, nunca habría creído en tal estupidez, no él, pero allí estaba el menor de los Taisho admirandola.

__ Yo? __ preguntó, en un tono de falsa ingenuidad y tomo su dedo para depositar un beso en él.

Kagome se sonrojo y lo alejó rápidamente.

__ Cómo se atreve a bromear conmigo? Usted no me conoce y Sesshomaru casi me demanda por pisar su -- Sofisticado marmol-- __ dijo, mientras hacía muecas y haciendo una muy buena imitación de su jefe.

Inuyasha carcajeo por la imitación. Era raro escuchar a alguien que no sea parte de su familia referirse a su hermano, con su nombre tan a ligera.

__ Tsk, de todas formas sigo siendo tu jefe__ respondió, burlándose de ella para tocar la punta de su nariz..

__ Oye! Que sucede contigo?__ reprendío, y no había dudas que era su hermano, porque solo ellos podían generan tanto en una mujer, con solo sonreír.

__ Lo siento, está bien___ respondió, levantando sus manos en forma de rendición.

__ Puedo ayudarte en algo?
Sería en modo de recompensación por bromear contigo, y quedar bajo el mandato de mí temido hermano __ dijo, sinceramente y vio como ella mordía sus labios y sacudía su cabeza en forma de aceptación.

__ Sabes.. dónde podría conseguir desinfectante?__

El pelinegro quedó confundido ante la extraña pregunta de la bella azabache.
A decir verdad, el siempre tenía uno cerca, ya que Taisho menor acostumbraba a comer demasiado y trabajar todo al mismo tiempo, aunque siempre los trabajadores que se encargaban del aseo en la empresa eran eficientes.
Inuyasha siempre ordenaba un poco su oficina antes de retirarse, ya que solía terminar en un desastre de envolturas de comida chatarra por todo el suelo.
Y para ser sincero con el mismo, lo avergonzaba un poco su desprolijidad comparada con la de su hermano.
El ojidorado sonrió y un plan se proyectó en su mente.

__ Tengo uno en mí oficina, que se ecuentra a unos metros de aquí, creo que podría servir __ dijo, señalando una puerta igual que la de su hermano pero con las iniciales T. I..

__ Okey __ respondió, ella caminando junto con él hasta allí, pero antes de abrir la puerta se detuvo y la miró.

__ Te prestaré mí desinfectante, para limpiar el -- Costoso Marmol-- De mí egocéntrico hermano, con una condición __

Kagome entre-cerró sus ojos y lo vio, si ella no tenía dudas Inuyasha era sumamente diferente a Sesshomaru quizás tenían características físicas similares como compartir el mismo color de ojos y que ambos tenían un porte impresionante, pero el menor de los Taisho era bastante carismático, incluso en su actuar había un toque de inocencia.

__ Cuál, es su condición?__  preguntó, colocando sus brazos en forma de jarra.

El pelinegro curvo su boca en un sonrisa, horas de conocerla y ya había dos cosas que le gustaban, que lo tratase de usted y su manera repentina de enojarse.

__ He llegado aquí hace dos días, y me han dicho que a unas cuantas calles de la empresa, hay un muy buen lugar para comer__

Kagome arqueo un ceja.

__ Almuerza conmigo__ terminó por pedir, Inuyasha.

La Azabache sonrió, pensando que él quizás le pediría limpiar también su oficina.
La manera de invitarla a almorzar le había parecido un tanto infantil pero debía admitir que apesar de la broma, el joven comenzaba agradarle..
Quizás con el tiempo serían buenos amigos, pensó la ojiazul.

__ También tengo mí condición __

El hombre se cruzó de brazos y la observo..

__ Bien, soy todo oídos -- Kagome--__

__ No le digas a tu hermano que lo he imitado __ Puso su mano en forma de súplica y largo una risita que al joven, fascinó.

__ Es un trato, entonces?__ preguntó, extendiendo su mano.

La azabache miró la mano y sin dudarlo la estrecho.

__ Es un trato Sr. Inuyasha __

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Sesshomaru se econtraba de pie frente al gran ventanal de su oficina, que le regalaba una vista increíble de la atrajeada ciudad.
Deseaba increíblemente tener un vaso de whisky en su mano, para poder estar más relajado.
No lograba asimilar estar en la constante presencia de la mujer que alteraba todo su sistema y lo había comprobado minutos atrás, con tan solo verla.

Tres años atormentando su mente, que le pasaba la imagen de ella, que le trasmitía sus dulces gemidos, la calidez de su cuerpo junto a la de él.
El hombre apoyo su frente y sus manos contra el frío vidrio y cerró fuertemente sus ojos.
Estaba más que seguro que este era su karma.

__ Es una simple mujer __ susurró y luego tenso su mandíbula, al recordar que en su pequeña mano llevaba un anillo.

__Había algo raro en todo ello, porqué llevaba el apellido de soltera?..
O a caso era divorciada y simplemente optó por llevar el anillo, porque era más que obvio que estaba hecho de oro y como a todas las mujeres le agradan las joyas y ya?. __ Se preguntó, el platinado, creando muchas hipótesis.

-- Porqué todo de ti me es un enigma, mujer.. --

Ese pensamiento no lo dejó en paz, hasta que sintió como abrían las puertas de su oficina.

__ Aquí está el desinfectante! __ dijo, la joven sonriendo y mostrando una franela de color naranja..

__ Bien__ dijo, señalando el gran escritorio que tenía

La joven bufó por lo bajo, vaya manera de empezar el día, con un jefe explotista, denigrador y súper sensual, pensaba la azabache mientras, con el spray roceaba el desinfectante por todo el mármol, estaba impecable simplemente era obvio que Sesshomaru quería humillarla, sabía que en su pasado había sido un idiota, pero luego ellos habían.. bueno --Eso--, pensó la joven.
Pasando la franela en forma circular mientras hacía desaparecer, no sabía bien que, porque no había absolutamente  nada, pero debía admitir que la fragancia de ese líquido le había agradado demasiado, era bastante dulce.

Sesshomaru sentía que su nariz sangraría en cualquier momento. Estaba más que seguro que su presión arterial se habría disparado a mil, con la imagen de la azabache totalmente inclinada, notaba como esa pollera suelta escocesa que vestía, se subía ante la inclinación de la azabache contra el escritorio.
El platinado podía ver con lujo de detalles sus torneadas piernas.

-- Mierda nena! No llevas medias--.

Sesshomaru admiraba lo suave y perfecta que se veía su piel, no podía comprender, cómo es que una mujer tan perfecta, pudiese existir en este mundo.
Ansiaba sentir esa cálida piel y deseaba saber de qué color era la braga que llevaba bajo su falda, pensaba, el hombre tratando de no inclinarse para quitar su inquietud y quedar como un pervertido frente a la azabache.

-- Pobre maldito--

Sesshomaru pensó, y a la vez se preguntó, en como era que el esposo de ella lograba soportar que todos los hombres piensen obscenidades tales como las que él, estaba pensando hacer con ella.
Vaya.. pensó.
Aunque muy a su pesar, debía admitir que el cretino es quien seguramente le brinda placer y toca ese hermoso y suculento trasero que porta la bella mujer.

-- Maldito hijo de put@!--

Sesshomaru se dio vuelta y acomodo su paquete rápidamente, para que la azabache no se diera cuenta de como es que ponía al hombre sin intentar absolutamente nada, ella era ajena a la batalla interna que tenía su jefe.
El platinado comenzaba a odiarse.
Incluso su cuerpo estaba en desobediencia con el mismo.

-- Se supone que debo odiarla! Odiarla! No desearla hasta que me duela mí hombría!--

Pero así se reprendiera un millón de veces mentalmente no podía.

__ Listo como nuevo!__ Exclamó felíz la joven.

Kagome no logró reaccionar cuando el fornido cuerpo de Sesshomaru la acorraló contra el escritorio, ambos brazos crearon una prisión, otra vez su cuerpo comenzó a temblar.
El platinado no emitía palabra solo se dedicaba a observarla, la tenía acorralada, mientras la analizaba y de dejaba deleitar
con su tan delicado aroma a vainilla.

__ S.. Sessho.. Sr. T..taisho__ decía la pobre ojiazul que los nervios la estaban llevando a la locura misma, por no decir que moría de ganas por saltar ensima de él y besar esa hermosa boca que de antemano conocía, pero ella sabía bien que eso la llevaría a estar sin trabajo, aunque ahora era dueña de varias acciones gracias a su adorado ex-jefe, eso no le daba la inmunidad de ser despedida por su actual altera hormonas que tenía por nuevo jefe.

__ Buen trabajo Higurashi __ susurró en su oído, mientras que con unas de sus manos acariciaba su muslo.

__ Q.. que hace? __ preguntó roja  y caliente como una brasa, la realidad es que no quería que se detenga, tres años de puro trabajo y él había sido la imagen clara de su mente, cada vez que se daba amor propio en alguna que otra noche de soledad.

__ Dime que recuerdas el punto 10, Higurashi__ dijo, el platinado mientras lamía el lóbulo de la oreja de la joven.

Kagome mordió tan fuerte su labio que lo rompió, no podía ser cierto, sentía como Taisho acariciaba bajo su falda sus muslos de una manera tan suave que la estaba haciendo enloquecer.
A qué estaba jugando? Se preguntó, tratando de no gemir como una descarada, al sentir la nariz de su jefe en su cuello.

-- Punto 10, punto 10 -- trataba de concentrase pero las manos del platinado muy pero muy lentamente estaban subiendo.

"Punto 10 "

* Está prohibido enamorarse del jefe de la empresa*.

__ Y Higurashi? O a caso eres una empleada incompetente? __ volvió a preguntar, pero está vez levanto con sus dedos su mentón para ver percatarse que estaba con los ojos cerrados y sonrió al ver cómo ella negaba.

__ Está prohibido enamorarse de tí, ese es el punto 10__ respondió, rápidamente mientras abría sus ojos.

El hombre sonrió, y ladeo su cabeza para luego dejar a centímetros su boca con la de ella.

__ Puedes retirarte __ soltó en sus labios, alejandose un poco.

Kagome no comprendía absolutamente nada de nada, pero de algo si estaba segura y es que necesitaría un cambio de ropa interior, porque creía haber tenido un orgasmo con tan solo la candencia de su voz, al hablarle tan seductoramente en su oído y ni que hablar de esas suaves caricias y toda la extraña situación.
A caso era una manera de probarla? Se preguntaba la joven.
Solo esperaba que no haya más pruebas de este tipo, porque pronto se vería buscando empleo.

El platinado no permitió que se alejara más y de un jalón la hecho otra vez contra su cuerpo.
La giró y se permitió rodearla por la cintura.

-- Si te enamoras pierdes--

Fue lo último que la azabache escuchó, luego que la boca de su jefe se estampara contra la de ella...

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Holis mí gente linda 🤗 cómo se encuentran? Espero que super ❤️.
Me he estado tardando en todo porque sigo sin mis lentes y se me hace difícil leer y corregir así.

El capítulo lo tenía terminado hace unos días, pero no tenía tiempo para corregirlo 🥺.
Pero aquí está y espero que lo disfruten 🤗

Bueno este fic que tendrá unos cuantos capítulos más, será así, mucho histériqueo un Sesshomaru bastante patán y una kagome con sus polleras bien puesta pero que también le juega en contra la gran debilidad por su jefe.
Veremos que sale de esta dupla dinamita.

Ah.. Ya verán que significa el anillo que lleva nuestra bella azabache en su dedo, será el lado triste del fic, asíque no creo que se lo explique en el siguiente capítulo.
Pero está claro que ella no está casada, es algo que nuestro amo bonito se imagina nomás 🤭.

En fin, que opinan? Les ha gustado el rumbo que tiene el fic?

Haganmelo saber con sus ⭐ y sus comentarios ❤️.

Los leo 🙌