Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 01: "Casi Al Descubierto"

Cuando Jungkook era niño, su padre siempre lo llevó a participar en campeonatos de fútbol, le compró muchos autos de juguete para que se divirtiera y lo educó firmemente para crecer como un hombre recto en todo el sentido de la palabra.

Esto al pequeño niño le parecía normal, pues aún era demasiado infantil e inocente para descubrir las verdaderas intenciones de su padre. No fue sino hasta que llegó a la adolescencia que entendió todo, pues el hecho de que su progenitor prácticamente lo obligara a participar en campeonatos, aun contra su voluntad, le hizo sospechar.

Nunca tuvo a su madre consigo, pues ella había muerto durante el parto y la única figura que pudo considerar como su ejemplo a seguir, era ese hombre que todos los días fumaba un cigarrillo mientras veía las noticias en las mañanas. El hombre no volvió a casarse, ni siquiera intentó tener otra relación y todo para que su único hijo no se sintiera mal, pues consideraba que éste podría reaccionar de manera negativa al ver que su progenitor había conseguido un "reemplazo" para su madre.

Tampoco tenía hermanos, toda la vida solamente fueron su padre y él, por eso lo quería tanto a pesar de sus exigencias. Desde pequeño siempre creyó que si hacía todo lo que su padre quería, éste sería feliz y por consecuencia, él también. Y funcionó, pues durante los últimos diecisiete años, siempre estuvo ahí para su padre para complacerlo en cada uno de sus caprichos.

Pero como dicen por ahí, nada dura para siempre.

Al llegar a la adolescencia y entrar a la secundaria, se encontró con muchas personas que tenían conductas que su padre desaprobaría. Un claro ejemplo era su amiga Chaeyoung, quien todos los fines de semana asistía a las fiestas que organizaba Jackson, el más popular de su salón. O su compañero de asiento, Heechul, quien cada vez que el profesor se ausentaba, aprovechaba para mandar textos indecentes a su novia. Jungkook era fiel testigo de las morbosidades que se decían.

En fin, jamás dejó que este tipo de comportamientos tuvieran mayor influencia sobre él. Aunque muchas veces fue invitado a ser parte de las salidas, él siempre se negaba para no desviarse del buen camino. Quería ser el hombre hecho y derecho que su padre quería... O así fue hasta que empezó a sentirse atraído por su nuevo compañero de clase.

¡Dios! El hombre era una divinidad de los pies a la cabeza.

Era alto, castaño y tenía una preciosa sonrisa cuadrada. Por supuesto, se había convertido en el rompecorazones de su escuela, por lo que no era raro que tuviera a cientos de chicos y chicas babeando por él, aunque, a decir verdad, nunca mostró interés por ninguno, ni siquiera por el chico de nariz de botón que no le quitaba la mirada de encima durante las clases.

Sabía que esto estaba mal; si su padre se enterara de que sufría erecciones por otro chico, probablemente lo bañaría en agua bendita y lo obligaría a pedir perdón de rodillas... O al menos eso sugería la descabellada cabeza de Jungkook.

Pero es que la atracción por aquel chico no fue algo momentáneo. Su preocupación fue en aumento cuando después de dos meses, el interés por Taehyung seguía presente. En un principio, creyó que lo suyo era simple curiosidad de un adolescente que apenas estaba conociendo el mundo, pero desistió de la idea cuando los sueños húmedos pasaron de mostrarle al chico castaño empotrándolo contra el colchón, a otros hombres haciéndole lo mismo y una que otra guarrada más; algunos de ellos eran conocidos y a otros no los había visto para nada.

Estuvo durante algunas semanas en la etapa de la negación, pero después de tanto pensarlo, se dio cuenta de que solo estaba retrasando lo inevitable y no tenía caso seguir ignorando lo obvio.

Era homosexual y se moría porque un hombre enterrara su polla muy dentro de él.

Se sentía mucho mejor aceptándolo, al menos ya no sentía aquella inquietud en su corazón. Ahora el verdadero problema era ¿Cómo se lo iba a decir a su padre? Tarde o temprano tendría que enterarse y no estaba preparado para decírselo, no sabía qué medidas tomaría en contra suya, porque si de algo estaba seguro, es que su reacción sería totalmente negativa.

¿Qué iba a hacer?

Jungkook, ahora mismo, se encontraba saliendo de la escuela mientras escuchaba algo de música a través de sus audífonos. En la salida, se encontró con algunos de sus compañeros que, como siempre, lo invitaron a una reunión tranquila esa noche.

Tranquila. Pff, sí claro.

El castaño sabía que de tranquila no tendría nada, pues ya había visto videos sobre las verdaderas fiestas que se armaban cada viernes por la noche y no estaba seguro de querer hacer parte de algo así. Además, no lo decía en voz alta, pero aunque quisiera ir, su padre tampoco lo dejaría.

De esta manera, se halló negando cortésmente la invitación y siguió con su camino.

—Ese chico es raro— comentó uno de ellos cuando Jungkook se hubo marchado —Hemos intentado muchas veces hacer que vaya a una de nuestras fiestas y siempre se niega. No lo entiendo.

—No tienes que entenderlo, simplemente es Jeon Jungkook, el hombre más hecho y derecho de esta escuela— ambos se miraron de manera cómplice para después soltarse a reír.

—No puede ser tan correcto toda la vida. En algún momento va a caer en cualquier tentación y su padre se volverá loco— el contrario lo miró divertido y asintió de acuerdo.

Para nadie en su salón era un secreto la presión paternal que Jungkook tenía sobre su espalda. Una vez lo llegó a comentar en una clase de desahogo emocional y ese fue el día en que todos comprendieron el porqué de su actitud. Algunos sintieron lástima por él y otros hasta se burlaron, pero sea cual fuera su reacción, no cambiaría nada de su vida, así que no le prestó atención a ninguno.

Ese día se sentía inquieto, quería llegar lo más pronto posible a su casa y por eso terminó por caminar dando zancadas rápidas. Alrededor de quince minutos después, se sintió aliviado al hallarse frente a su vivienda. Tocó la puerta tres veces y esperó impacientemente a que su padre le abriera la puerta; aquello sucedió algunos segundos después.

—Hola, Jungkook ¿Cómo te fue hoy?— el hombre le palmeó la espalda a manera de saludo y lo dejó pasar.

—Bien, pero me dejaron mucha tarea— contestó mientras se quitaba los zapatos en la entrada y se colocaba las pantuflas para estar en casa.

El hombre lo miró mientras servía los platos de comida en la mesa —Te han estado dejando mucha tarea últimamente ¿Debería hablar con tus profesores? Te están quitando tiempo para ir a entrenar.

Ante esto, Jungkook palideció —¡No! Digo, no es necesario, papá. Los estudios son lo primero, ya podré entrenar a tiempo completo durante las vacaciones.

Su progenitor hizo un sonido de garganta, indicando molestia por la situación, pero no quiso añadir nada más. Le apartó el asiento para que se sentara y ambos se dispusieron a almorzar en total silencio.

En realidad, el castaño se sentía mal por estarle mintiendo a su progenitor. Si era honesto, últimamente casi no le mandaban tareas de la escuela; esa fue una pequeña mentirita piadosa que se le ocurrió inventar para que, primero, su padre no lo mandara a entrenar y segundo, pudiera tener más tiempo para hacer algo que recién estaba descubriendo.

Al terminar de almorzar, agradeció por la comida y con la excusa de irse a estudiar, subió a su cuarto y le echó seguro a la puerta. Ahora sí podría desestresarse como correspondía después de un horrible día de escuela.

Dejó sus cosas sobre la cama, se sentó en su escritorio y abrió su laptop para buscar la maravillosa página a la que se había atrevido a entrar hace unos días. Al encontrarla, le dio click y colocó en el buscador "Porno gay", segundos después, sus ojos se deleitaron con los videos más recientes subidos tanto por actores como por personas comunes.

Estuvo buscando uno que le llamara la atención y cuando lo encontró, enchufó los audífonos al portátil y se los colocó en las orejas.

🔞

Las imágenes frente a él empezaron algo suaves, pero conforme los minutos fueron transcurriendo, la situación se fue poniendo más caliente y excitante. El chico del video estaba siendo empotrado contra la pared por su novio militar que acababa de llegar a casa. Jungkook sintió su respiración errática y una sensación dolorosa en su entrepierna. Se echó un poco hacia atrás y se bajó los pantalones junto con su ropa interior, del mismo modo, alzó su camisa y la mordió mientras llevaba sus manos a su miembro y comenzaba a acariciarse.

Hace días había descubierto que masturbarse viendo porno era mucho mejor que hacerlo con la mente. La creatividad de follar en cada video sobrepasaba los límites de su propia imaginación y lo aprovechaba para su propio placer.

Algunos minutos después, su mano dominante bombeaba su erección con suma rapidez mientras sus gemidos eran amortiguados por la camisa que mordía. Queriendo llevar las cosas un poco más lejos, liberó la camisa de sus dientes y llevó sus dedos índice y medio a su boca para empezar a lubricarlos con su saliva, cuando ya estuvieron lo suficientemente mojados, los guió a su entrada y se autopenetró con ellos sin dejar de jalársela.

Jungkook juró que en ese momento, pudo ver estrellas en el techo de su cuarto. Al no tener ya la camisa para callar sus gemidos, mordió su labio inferior con fuerza en un intento porque su padre no lo escuchara en la planta baja... Y así funcionó durante los próximos minutos hasta que lo inevitable sucedió. En un movimiento brusco, golpeó su próstata con sus dedos y terminó por correrse a chorros en un estruendoso gemido.

El orgasmo lo dejó desconectado de la realidad por unos cuantos segundos hasta que la puerta de su cuarto fue tocada con gran insistencia, provocándole un micro infarto.

—¿Jungkook? Abre la puerta ahora mismo.

El susodicho palideció como una hoja de papel y su corazón comenzó a palpitar demasiado fuerte contra su caja torácica. Miró hacia su pecho y se preocupó más al ver el desastre de semen que había ocasionado.

—¡Jungkook, te dije que abrieras la puerta!

Rápidamente se limpió con lo primero que encontró (la sabana de su cama) y se acomodó la ropa lo más presentable posible. Cerró el portátil y abrió la puerta, encontrándose a su padre con una expresión terrorífica en su rostro. Antes de que pudiera siquiera hablar, recibió un zape en la cabeza.

—¿Qué mierda estabas haciendo?— como Pedro por su casa, entró al cuarto de su hijo y miró en todas direcciones. Lo primero que miró fue la cama.

—Y-yo... Estaba estudiando y me golpeé contra el escritorio, por eso grité— mintió torpemente, no sabiendo qué decir ante la mirada imponente de su progenitor.

Desafortunadamente para él, éste se cruzó de brazos y tensó su mandíbula —Jungkook, tus libros aún están en el maletín y eso no fue un grito, fue un gemido— sus mejillas se tiñeron de rojo por el bochorno —¿Estabas viendo porno o algo así?

—¡Claro que no! Te lo juro.

Jurar en vano es malo, Jeon Jungkook. Fue el primer pensamiento que lo atacó después de ello, pero ¿Qué podía hacer? Nunca había sido rebelde como para tener que mentirle a su padre, no tenía mucha experiencia mintiendo (a excepción del asunto de las tareas) y por esa misma razón, sus palabras eran poco creíbles para su padre.

Éste se quedó en silencio mientras examinaba el cuarto con la mirada. Ésta recorrió los lugares sospechosos y terminó por posarse en las sábanas de la cama. Apenas vio la mancha de semen, hizo una mueca de desagrado.

—Yo también fui un adolescente, chico— se giró hacia su hijo —Eso que veo ahí es una prueba de que me estás mintiendo— señaló la mancha en las sábanas.

Okay, ahora sí Jungkook quería morirse. O tal vez, que la tierra se lo tragara y lo escupiera muy muy lejos. Latinoamérica estaría bien para él.

El hombre notó la vergüenza de su hijo, por lo que se acercó a él y le dio unas palmaditas en la cabeza, desconcertándolo —No te voy a juzgar por esto, Jungkook ¿Está bien? Aunque no lo creas, entiendo que estás creciendo y esta es la edad en que te pones hormonal y quieres buscar chicas, y esas cosas— se sentó en la cama, lejos de la suciedad —Pero solo te pido algo de discreción ¿Okay? Es un poco incómodo oírte hacer eso.

Las mejillas de Jungkook no rebajaron del modo tomate, pero al menos se sentía más tranquilo por la reacción pacífica de su padre.

—Está bien, papá. Lo siento. No volverá a ocurrir— hizo una venia a modo de disculpa.

El hombre asintió y se levantó para irse. Le recordó hacer las tareas y segundos después, se retiró de la estancia.

Rayos, nunca estuvo tan cerca de ser descubierto.

©AlejaDeMin

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro