Esta es la vigesimocuarta Gleestory, que desarrolla la canción número 18, "Applause", original de Lady Gaga y cantada por Marley, Artie, Ryder, Sam y Blaine en Glee.

Aquí adjunto la historia escrita por @OlguitaPD inspirada en esta canción.

*       *       *

¡Miren! ¡Miren! ¡Es único, es inigualable, es extraordinario! ¡Nunca se ha visto en años! ¡Admiren a la mujer que puede cargar el peso de un elefante!

Caminaba viendo los pequeños espectáculos que los artistas dejaban admirar.

¡Pasen, pasen! ¡El circo Artpop ha comenzado!

La gente corría para amontonarse en la entrada. Niños y niñas se sorprendían al ver los espectáculos que iban y venían. Sustos, gritos, y risas a se apreciaban en sus rostros.

¡Ladies and gentlemen, boys and girls, démosle la bienvenida en este momento a la exótica y única bailarina de aquí!

¡Anne Belle!

La música corría como nunca. Bailarines comenzaban a salir al ritmo de la melodía. Suspiré pesadamente; con los ojos cerrados, y, salí detrás de las cortinas. Todos miraban expectantes.

Las luces resplandecían todo el escenario, no. Las luces resplandecían donde yo me encontraba. Yo era el centro de atención ésta noche, pero, ésta noche no era normal, sino, ésta era una noche especial.

Tener aquellas miradas en mí; mirando mi cuerpo, hacía que sintiera su deseo. Aquel anhelo de bailar, se había ido. La ansiedad se estaba apoderando de mí, pero, no por aquellas miradas y tampoco por estar en el escenario, no. Sino, por él.

Evans.

Había llegado, después de no verlo por meses, él estaba ahí. Ahora, solo éramos él y yo. Solo nosotros dos.

— ¡Con ustedes, Anne Belle! —volvieron a decir, a causa que me encontraba petrificada.

Aquellos ojos azules grisáceos caían con dulzura sobre mis primeros movimientos.

La gente comenzaba a aplaudir, haciendo que, el sonido de las manos al chocar, inundara mis oídos al igual que la melodía inundaba mis oídos, inundaba el escenario, inundaba todo mi ser.

Mis movimientos aumentaban al compás de la melodía. Sentía como la adrenalina bajaba por todo mi cuerpo, y provocaba que mi piel se erizara. Mi respiración se aceleraba con cada movimiento que daba. La adrenalina se apoderaba de mí, cada vez, más y más.

Ya no podía más. Necesitaba estar cerca. Cerca de él, por primera vez después de tantos meses.

Mis piernas empezaron a temblar. Mis manos empezaron a ponerse húmedas. La palpitación de mi corazón aceleraba cada vez más, iba más rápido de lo normal.

*FLASHBACK*

Todo en la vida puede cambiar en un giro inesperado, y, fue así como mi vida cambio.

Bailar en el precipicio de las casas que daban a la calle, y, que se encontraban a una altura, hacían que mis ganas de volar fueran cada vez más grandes, pero, para mi bailar, era volar.

Cada paso era más largo. Cada paso era una oportunidad para volar. Y así hubiera sido, pero, aquellas manos suaves y largas detuvieron aquella caída no deseada.

— ¿¡Éstas loca!? —gritaron.

Mi mirada se encontraba desorbitada.

— ¡Hey!

Reaccioné.

—N-no… —tartamudeé.

—Demonios… casi caes —su voz ahora era suave y con un todo de preocupación.

—Y-yo… —me interrumpió.

—No lo hagas de nuevo, linda.

Me miraba detenidamente con aquellos ojos azules grisáceos.

—Solo intentaba bailar.

Esbozó una sonrisa.

— ¿Intentabas bailar? —Me tomó la mano—. Conmigo aprenderás a volarás.

Sentí como mi rostro se iba poniendo caliente, y, eso significaba solo una cosa: Me había ruborizado. Un extraño había provocado que yo me ruborizara.

—Evans —dijo mientras sostenía mi mano, todavía.

—Anne… —tragué saliva—. Anne Belle.

Evans sonrió dulcemente ante aquellas dos palabras.

—Anne Belle —dijo Evans.

—Deja de repetir mi nombre, Evans —refunfuñe.

—Oh, linda, nunca lo haré.

—Deberías.

— ¿Por qué? —besó mi mano, detenidamente.

—Porque no conoces el significado.

— ¿Anna Bella? —dijo divertido.

Negué.

*

Las semanas pasaban. Evans cada vez trataba de conocerme, pero, yo no quería que lo hiciese.

Todos los días, volvía a aquel precipicio. Intentaba dar vueltas en él, una y otra vez, para mejorar el aterrizaje y no caer.

No permitirá que mi espectáculo fuera nefasto, no de nuevo. No después de aquel incidente.

Más de una vez, Evans me salvó de que yo cayera en aquel vació. Cada día, gritos y furia lo apoderaban, y yo, continuaba sin hacer caso.

— ¡Déjame de una buena vez! —gritaba con odio.

— ¡No! ¡No permitiré que caigas!

— ¡¡Ahh!! —gritaba.

Los días se volvieron frecuentes. Veía como Evans me miraba detenidamente cuando practicaba el aterrizaje en aquel precipicio. Cada día estaba lista, lista para no volver a caer en mi espectáculo, pero, de repente todo se volvió oscuro.

Volví a caer en el espectáculo.

— ¿¡Qué no entiendes!? ¡Nunca podré volver a ser la estrella! —gritaba, mientras que las lágrimas se acumulaban en mis ojos.

—Claro que sí podrás, Anne Belle.

— ¡No! ¡No soy perfecta como mi padre hubiera querido!

—Así que es eso… —me miró serio—, es por tu padre.

Mi padre había sido mi mejor tesoro, pero, él se había ido. Un día en pleno espectáculo recibí un telegrama. Él había muerto. Esa había sido la razón por la que caí en pleno espectáculo por primera vez. Su recuerdo hacia que yo, volviera a caer, una y otra vez, en cada espectáculo…

Era por eso que necesitaba ser perfecta.

—Nunca lo entenderás Evans.

—Entonces tú si entenderás esto.

Comenzó a caminar cerca del precipicio. Yo, lo miraba como si nada, pero, los nervios me carcomían.

— ¿Sabes? Anne Belle, tú eres más que un significado —dijo mientras caminaba lentamente en el precipicio.

— ¿De qué hablas?

—Eres arte Anne Belle —se detuvo—. Eres applause.

— ¿Applause?

Esbozó una sonrisa.

—Sí. Eres applause, pero, en sí applause no significa “aplausos” —sonrió—, sino, significa ver alegría e inspiración, y tú, transmites eso, alegría e inspiración a los demás.

—No te entiendo —me interrumpió.

—No necesitas ser perfecta, Anne Belle —me tomó de la mano—. Tú ya lo eres desde que comenzaste a transmitir eso.

Después de eso Evans se fue, pero, no como mi padre, sino lejos de la ciudad.

*FIN DEL FLASHBACK*

—Por favor, Ladies and Gentlemen, denle espacio a nuestra hermosa y perfecta Anne Belle —vociferaron.

Sin haberme dado cuenta mientras hacía un movimiento rápido, caí. La caída fue provocada por que mis piernas ya no respondían. Caí, de nuevo, después de haber sido perfecta por tantos meses.

Sentir aquellas manos suaves y largas hizo que recordara a alguien, a Evans. Pero… Él ya no estaba. Se había ido al extranjero para siempre. Entonces…

¿Aquella silueta que había añorado por tantos meses había vuelto? ¿O no?

****

Parecía algo inexistente, algo único, pero, había magia. Ella provocaba magia con esos movimientos, pero, su magia se había ido después de que yo me fui de aquí, pero, estaba seguro que volvería.

—Eres arte Anne Belle —se detuvo—. Eres applause —susurré dulcemente, mientras que ella se encontraba acostada en recuperación.

—Has vuelto —sollozó—, después de todos estos meses.

Asentí.

—No permitiré de nuevo que caigas, no si yo te salvo.