Esta es la duodécima Gleestory, que desarrolla la canción número 30 "What makes you beautiful", original de One Direction y cantada por por Sam, Mike, Rory, Joe y Artie en Glee.

Aquí adjunto la historia escrita por @themeaningoftheend inspirada en esta canción.

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Me encuentro delante de mi peor enemigo, el espejo, el reflejo de mi odiada silueta. Una vez más observo los cortes de mis muñecas, siempre escondidos, ya sea por múltiples pulseras o por las mangas de mi sudadera. Llevo demasiado tiempo queriendo desaparecer, pensando que realmente no valgo nada, que tan solo soy una mierda más, un gasto de espacio. Nada de lo que dicen los demás logra ayudarme, en cambio, todas las críticas son bienvenidas y me hunden aún más de lo que ya estoy.

Como siempre, estoy sola, en medio de la oscuridad del baño, sintiendo un fuerte vacío dentro de mí, un vacío que únicamente es ocupado por grasa.

Vuelvo a mirarme al espejo, pero esta vez no estoy sola, él está conmigo, a mi lado, observándome con los ojos llorosos.

-Dime Cassandra ¿por qué te haces esto? -pregunta con dulzura. Sus preciosos ojos marrón miel buscan los míos y una acogedora sonrisa me hace sentir a salvo. Esta es la primera vez que siento que no me juzgan, él tan sólo está preocupado por mí.

-Porque ya no aguanto más, odio todo de mí, esta es mi única forma de desahogarme, así me siento mejor, así me olvido de todo lo que me rodea y tan sólo me centro en el dolor del momento, lo demás no importa, desaparece -contesto haciendo uso de mi manga para tapar mis cicatrices. Él, Cory, se acerca a mí y sus manos bajan delicadamente el trozo de tela que, hasta ahora, las cubría. Las observa y después me mira directamente a los ojos.

-Mi princesa, mi preciosa princesa, no merece la pena autolesionarse, así no ganas nada, lo único que haces es dificultar que tu luz brille, estás rompiendo tus alas. Hacerse daño no es la solución, por muchos problemas que tengas esto no los hará desaparecer, tan solo los empeorará. No estás mal por fuera, lo estás por dentro, no debes pagarlo con lo que no debes, hay millones de formas para desahogarse que no implican autodestrucción -su voz suena tan dulce que noto como mis párpados se empapan de lágrimas lentamente.

-Todo lo que dices... Sé que es cierto, pero no es tan fácil aplicarlo, no vale la pena, yo no valgo la pena. Toda lucha es en vano, por mucho que me esfuerce siempre habrá algo o alguien que me hunda, que tire a la mierda lo poco que haya conseguido y me empuje al acantilado -

-No puedes dejar que lo que digan o hagan los demás te afecte, tú vales más que todo lo malo que pueda rodearte. Las personas se mueven por la envidia, tienen vidas tan vacías que lo único que saben es intentar jodérsela a los demás. Buscan defectos imaginarios en personas perfectas. La autoestima en las personas es como una montaña rusa, en un momento puede estar por los aires y, pocos segundos después, por los suelos. Las personas siempre ayudan, tanto a bajarla como a subirla. Pero ninguna palabra permanece para siempre. La única cosa que nunca cambia eres tú, porque es tu vida y porque eres tú quien decide si dejar que las personas te mantengan abajo o subir tú sola - -¿Autoestima? Esa palabra desapareció de mi diccionario hace mucho tiempo, si es que alguna vez existió... Todas las personas que me rodeaban, y rodean, se han encargado de ayudar a que esto fuera posible -contesto bajando la mirada. Su mano se posa en mi mentón y lo levanta con delicadeza, obligándome a mirarle directamente a los ojos. Las yemas de sus dedos limpian mis lágrimas.

-No ha desaparecido, tan sólo está ausente, a la espera de que tú le permitas salir. La gente, el tiempo y tú misma la han ido cubriendo, pero sigue ahí, esperando a que la dejes salir, esperando a que permitas que tu luz brille. Despliega tus alas, angelito, y vuela lejos de todo esto. Deja tu pasado atrás, deja todo aquello que te ha llevado hasta este punto, deja de querer hundirte, deja de repetirte cada día lo imperfecta que eres, deja de recordar cada una de las cosas que te hieren al final del día. Para de querer aparentar que todo va bien, no es cierto, estás rota por dentro, te sientes lo peor del mundo y piensas que vivir ya no tiene sentido. Detén esos pensamientos, date cuenta de lo importante que es tu vida, si no lo es para ti, lo es para las personas que te quieren. Yo te quiero ¿me oyes? Te quiero y siempre te querré -dice suavemente -¿Recuerdas todas las sonrisas que te he sacado? ¿Todas las veces que he sido tu única fuerza cuando todo lo demás estaba roto, cuando todos y todo a tu alrededor te fallaba? ¿Te he fallado yo alguna vez? - -Mentir siempre es el camino más fácil, nadie se preocupa, nadie está realmente ahí, todo viene y todo va. Todo y todos a tu alrededor parece que se desmorona y tú lo haces con ellos. Estás mal y alguien está peor. Sonríes por esa persona y ella llora por ti. Intentas salir corriendo pero siempre hay algo que te retiene, que te lo impide. Luchas contra ti mismo diariamente, evitas todo lo que pueda hacerte mal, lo evitas y lo sacas de otra forma. Mi forma es esta y no hay más -contesto -Nunca me has fallado, pero tu ausencia me mata. Sentirte tan cerca pero saber que estás tan lejos... La música es la mejor medicina, pero para mí ya no es suficiente, nada lo es -añado enfrentándome a sus ojos.

-Lo que más me duele de todo esto es que todo lo que dices se refleja en tus ojos, no mientes, no bromeas... Por primera vez dices lo que sientes, explotas en el peor momento. Callarse las cosas no es bueno, nunca lo ha sido ni lo será. Te lo guardas todo por miedo a que las personas lo usen en tu contra. Sonríes por fuera mientras sigues rota por dentro. Te pasas todo el día con los auriculares. Te duermes escuchando música y te levantas escuchando esa canción que dejaste en modo repetición, esa canción con la que te sientes tan identificada, que te ha hecho llorar tantas veces, pero que también te ha hecho sonreír -me mira con precaución -Puede que no esté de cuerpo presente, pero estoy en un lugar mucho más importante. Ahí -señala mi corazón -El mejor lugar en el que podría estar -

-Vivimos en un mundo lleno de mentiras, nuestras esperanzas y sueños se basan en mentiras, una tras otra. Las mentiras a veces consiguen hacernos felices -replico. Cory baja sus manos hasta mis muñecas y las coge delicadamente.

-¿Lo ves? ¿Ves esto? Las mentiras tienen las patas cortas y tú misma las desvelas. Te hieres, te odias, te desprecias, te criticas, te machacas... Usas tus muñecas como el lienzo para expresar tu dolor y las cuchillas como el bolígrafo, cuya tinta no desaparece fácilmente. Puedo repetirte mil y una vez que esta no es la solución, pero no lo voy a hacer. Tan sólo quiero que mires ese espejo y permitas que tus ojos vean la realidad. Límpiate las lágrimas y descubre todo aquello que escondes bajo la tela de la ropa, la cual usas como escudo. Fíjate bien, mira más allá de esos defectos que tú crees tener y pregúntate si esa persona que ves ahí es tu autentico tú, si esa persona que se refleja está bien, si a esa persona no le pasa "nada". Deja de engañarte a ti misma y no te hieras más, porque con eso tan sólo consigues herir a aquellas personas a las que de verdad les importas y te quieren. No estás sola, nunca lo estarás -sonríe con dulzura -Recuerda que te amo princesa, te amaré aunque tú puedas llegar a pensar lo contrario. No permitas que nunca nada te vuelva a hundir ¿de acuerdo princesa? Prométeme que nunca volverás a hacerlo, promete que no joderás tu vida nunca más. Yo siempre estaré ahí para evitar tu caída y para hacer tu regreso más fácil -susurra en mi oído.

-Te lo prometo Cory, prometo no volver a hacer nada de esto -susurro. Cory sonríe y besa mi mejilla con dulzura. Mi vista se dirige al espejo y me sorprendo al no encontrar a nadie. ¿Todo esto era un sueño? ¿Él no ha estado aquí conmigo?

Recorro toda la casa con desesperación, pero no encuentre a nadie. Cory ya no está conmigo y realmente no sé si alguna vez lo estuvo.

Pero esta misma noche, al mirar las estrellas, puedo percibir como una de ellas brilla por encima de las demás. Algo dentro de mí me dice que ahí se encuentra mi ángel de la guarda, Cory, en el sitio donde merece estar, en el cielo, un mundo lleno de paz, bondad y pureza... Todo aquello que él representa.