Gleestory 8: Fly / I believe I can fly
Canción: Fly / I Believe I Can Fly (Original Glee Mash-Up)
Esta canción es interpretada por los chicos de New Directions en las Regionales, en el capítulo catorce de la tercera temporada, titulado On My Way
Los artistas originales son: Nicki Minaj & Rihanna (Fly), y R.Kelly (I Believe I Can Fly).
@AlexNii y @lukxhemmingz
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Hasta hace unos días siempre había tenido el presentimiento de que era diferente a los demás chicos y chicas, pero claro... Ahora lo sé.
Soy Lucy White, y la semana pasada, al cumplir la mayoría de edad, mis "padres" me confesaron que no eran mis padres biológicos; me encontraron gracias a una agencia de adopción, a la cual me dirijo para saber cualquier dato disponible sobre mis verdaderos padres.
Sí, soy muy curiosa, pero es que desde que era pequeña siempre me habían fascinado las historias fantásticas sobre sirenas, espíritus y otros seres, pero las que más me gustaban eran sobre los ángeles.
Mi cuarto está repleto de libros, artículos y archivos sobre historias de ángeles y sucesos relacionados con ellos.
Estoy segura que soy la hija perdida de los ángeles, aunque no tenga unas preciosas y enormes alas blancas.
Así pues, me dirijo a la oficina de la agencia de adopción para verificar que hay algo extraño sobre mis datos y los de mis padres, ya que sería extraño que unos ángeles diesen a su hija en adopción.
Estoy muy emocionada porque desde pequeña afirmaba que yo era un ángel, y que algún día volvería al cielo al que pertenezco.
Aunque tiene su parte negativa, y es que he pasado mucho tiempo con psicólogos y especialistas por esas ideas que se apoderan de mi mente.
Todos tienen sus metas, y la mía es descubrir mi verdadera identidad como ángel que soy.
Es cierto que no poseo unas bellas e inmensas alas blancas con las que surcar el amplio cielo y tocar las nubes con mis dedos, pero estoy segura que me las concederán cuando revele mi verdadera identidad.
Por fin llego a la agencia de adopción y...
-¡No puede ser! ¿¡Cómo es esto posible!?- Grité en medio de la calle como si estuviese sola.
No parece un traslado, sino un cierre indefinido.
Me acerco a una ventana que no está del todo cerrada por la que puedo ver que no se han llevado los informes y otras cosas que se encuentran en el mostrador de recepción.
No sé si los ángeles verán como un acto criminal el hecho de colarme en la agencia para mirar mis datos, pero si no lo hago quedaré en un punto muerto...
-¡Decidido!- Grité en un tono alto de nuevo.
Aún es temprano, así que puedo estudiar por donde entrar cuando el sol se ponga.
Parece que está todo cerrado. Miraré si hay una puerta trasera o salida de incendios, quizás la hayan dejado abierta.
-Veamos...- Susurraba examinando la planta baja del edificio desde el exterior.
No, las ventanas estás cerradas, y por desgracia no hay ninguna puerta trasera ni nada parecido.
-¡No lograreis detenerme!- Dije gritando al cielo dirigiéndome a los ángeles.
Tras ese inciso, decidí volver a casa para regresar a la agencia abandonada cuando hubiera anochecido.
Unas horas más tarde, empecé a prepararme para el asalto en la agencia; para ser exactos, me vestí de negro para camuflarme en la oscuridad, cogí una linterna, y les dije a mis padres humanos que estudiaría en casa de una amiga hasta tarde.
Gracias a Dios se creyeron la falacia.
Volví a la parte trasera de la agencia con la idea de romper una de las ventanas con una piedra, así que allá voy.
Después de romper la ventana, no de forma muy ruidosa, aunque lo justo, pude entrar.
-Maldito antro que solo me daba problemas...- Quejé mientras encendía mi linterna.
Menos mal que al fin estaba dentro.
Me acerqué al mostrador y, efectivamente ahí estaban los datos de todas las adopciones.
Traté de encontrar la mía, y para mi desgracia no estaba en buen estado; estaba desgarrada, pero se podía leer mi nombre y la fecha de adopción; Lucy Anne *White*, 6 de Enero de 1997.
Según me dijeron mis padres adoptivos hace unos días, nací el 24 de Diciembre de 1995.
Miré otras fichas de adopción y todas eran anteriores a la mía. ¿Fui la... Última?
Oí un estruendo en el piso de arriba y pegué un pequeño saltito por el susto.
Aún así, cargada de coraje y junto a mi linterna, subí las escaleras lentamente hasta llegar al segundo piso. En este solo había dos habitaciones, una grande y con pocos muebles y otra cerrada con llave.
Ante esas opciones me veía obligada a investigar en la habitación abierta.
Miré en los pocos muebles y vitrinas que se hallaban ahí, pero no había ni una llave ni nada interesante, sólo una pluma blanca, un bote de tinta derramado y un calendario con algunos días tachados.
Cojí la pluma suavemente para ver si era una pluma normal o pertenecía a un ángel. Tenía un tacto agradable, pero parecía una pluma corriente. Aún así la guardé en uno de los bolsillos de mis pantalones.
La tinta seguramente se derramó por culpa del autor del estruendo, pues aún seguía extendiéndose.
-Que mancha va a quedar...- Dije para calmarme un poco.
A continuación, me dirigí a ver ese calendario.
Tenía tachados los seis primeros días del mes de Enero del año 1997.
Qué extraño... Precisamente el día en el que me adoptaron...
Algo confusa, me dirigí hacia el tercer y último piso, lugar donde se podía esconder el autor del anterior ruido.
¿Será el ángel que me vigila o un mero gato revoltoso?
Al llegar al tercer piso me quedé asombrada, puesto que solo había una puerta abierta en las que se podía ver unas escaleras que, seguramente, llevaban a la azotea del edificio. Pero también había otra habitación similar a la de la segunda planta; pocos muebles en una habitación enorme.
Empecé a inspeccionar la habitación, y nuevamente encontré solo tres objetos; unas partituras, una calculadora con el número 7.182 y unos planos del edificio.
La partitura es de una melodía llamada "Ascensión del caído", y parece que no tiene letra; tras leerla, pude imaginar, aproximadamente, como sería interpretada por un piano; pero era solo una pérdida de tiempo.
Igualmente ocurre con la calculadora, no iba a ser de ayuda en estos momentos.
Pero el plano mostraba algo del primer piso que no había visto. Una caja fuerte.
Al final no había nada ni nade en el tercer piso. Seguramente sería un gato que escapó por la azotea.
Bajé rápidamente las escaleras y llegué hasta la caja fuerte, ocultada tras un cuadro del arcángel Uriel. Otra evidencia más para afirmar mi origen angelical.
La caja tenía un código, el cual desconocía. Intenté poner números al azar, el día en que cerraron la agencia, incluso mi fecha de nacimiento, pero nada funcionaba...
-¿Y si...?- Dije suavemente pensando en el número que poseía la calculadora. -Quizás el número de la calculadora sea el correcto... Era...- Vamos Lucy piensa.- ¡7.182...!- Grité eufórica.
Madre mía, era el correcto. Si me lo cuentan... ¿Coincidencia? No lo creo.
Bueno, ¿qué se escondía en la caja fuerte?
¿Una...? ¿¡Una llave!?
¿¡En la caja fuerte solo había una llave!?
Quizás este era el fin de mi investigación. Pero... Espera.
¡Es verdad! En el segundo piso hay una sala cerrada con llave.
Velozmente subí las escaleras que conducían al segundo piso para depositar la llave en la cerradura.
-¡Aleluya! ¡La llave abre la puerta!- Grité fuertemente.
Este caso estaba llegando a su fin, y mi verdadero origen estaba muy cerca de salir a la luz.
Abrí la puerta y solo era una despacho.
Había grandes muebles llenos de libros, una silla y un escritorio.
Vaya decepción...
Aún así no podía perder la esperanza.
Miré en los cajones del escritorio; nada.
Decepcionada, me senté sobre la silla que se ubicaba tras la el escritorio. Seguidamente, me puse a mirar los libros que estaban a mi alrededor.
No podía leer el título de muchos libros porque estaban estropeados o eran muy viejos.
De los pocos que podían leerse el título eran novelas románticas o libros de poesía.
-Mi gozo en un pozo...- Suspiré decepcionada.
¿Tanto que había hecho esta noche y no ha servido para nada?
-¿Pero qué...?- Dije algo asombrada.
Para mi sorpresa, había un libro titulado "Ascensión del caído", como la partitura que encontré hace un rato.
Que extraña coincidencia...
Justo cuando comencé a leer el libro, oí una sirena de policía lejana y empecé a ponerme algo nerviosa.
Asustada, salí corriendo para la venta que destrocé antes de colarme en este edificio, pero la policía se detuvo en la puerta de la agencia.
¿Cómo se han enterado que estoy aquí?
En la cárcel no voy a poder encontrar a mis verdaderos padres.
Me asusté aún más y corrí hacia la azotea como hizo ese gato.
Al llegar allí vi que estaba en una situación peor, pues no tenía por donde escapar.
Notaba como una suave y fresca brisa acariciaba todo mi cuerpo, lo que me hacía sentir bastante incómoda.
-¡ÁNGELES POR FAVOR, AYUDADME!- Oré una plegaria.
La policía llegó a la azotea donde me encontraba y me obligaron a ir con ellos.
Yo seguí con mis manos entrelazadas rezando para salvarme.
Pero... En ese momento...
Una luz cálida invadió la oscura noche.
-¡Los ángeles han venido a rescatarme!- Grité alegremente.
Los policías parecían algo confundidos, pero seguían en su misma postura; me querían llevar detenida por allanamiento.
No me importaba, sabía que habían llegado mis padres para salvarme.
-¡Mamá! ¡Papá! ¡Voy a volar con vosotros hasta llegar al reino del cielo!- Dije antes de saltar hacia ellos.
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-"¡Mamá! ¡Papá! ¡Voy a volar con vosotros hasta llegar al reino del cielo!"...
Esas fueron las últimas palabras que Lucy Anne White dijo antes de caer al vacío desde la azotea del antiguo edificio de adopción la pasada noche.
Lucy Anne padecía un trastorno psicótico que le hacía creer que era hija de unos ángeles, así pues, intentó reunirse con ellos de la peor de las formas tras ser acorralada por un grupo de policías...
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