Después de leer la carta los mellizos pasaron a parecer niños de 3 años.
–Esto parece más fácil que cuidar a dos bebes–dijo Draco sin saber lo que se esperaba.
–Hambe–comenzó a gritar Scorpius por toda la habitación mientras su hermana solo se reía–Hambe, hambe , hambe.
–Bueno ya está bien–dijo Draco cogiendo a Scorpius, de golpe Altais comenzó a gritar y Scorpius a llorar.
–Bueno...yo tengo clase ahora así que me tengo que ir–dijo Hermione abrazando a sus dos pequeñines.
–¡No me dejes, llévame contigo!
–Pageti–dijo Altais tirándole del pelo a su hermano.
–Pageti–contestó Scorpius, y así se embarcaron en una lucha para ver quien decía pageti más veces seguidas.

Después de un largo día de perseguir a dos rubios, darles de comer, tratar que no quemasen Hogwarts...ese tipo de cosas. Cuando Hermione volvió a su habitación esbozó una sonrisa de oreja a oreja al  ver a sus mellizos dormidos encima de un Draco pintado entero de la cabeza a los pies, cogió a los mellizos intentando no despertarlos y los acostó en su cuna-parqué que ya les venía un poco pequeña, al girarse vio que Draco ya se había despertado y se estiraba como un gatito, lo cual le pareció adorable.
–Creo que deberías de darte un baño–dijo Hermione señalándole la cara llena de rotulador.
–¿Me acompañas?–le preguntó Draco bromeando.
–Anda tira y lávate la cara–dijo Hermione entre risas.

–¡Hermione–gritó Draco desde el baño, Hermione se dirigió hacia allá y se paró en la puerta–pásame la toalla por favor.
Hermione entró en el baño sin pensar y vio que Draco estaba totalmente desnudo.
–¡Tápate!–le gritó tirándole la toalla mirando hacia otro lado totalmente sonrojada.
–¿Tan mal me veo Granger?–preguntó Draco atándose la toalla a la cintura divertido.
Cuando Draco salió del baño ya vestido se rió al ver la cara de Hermione que estaba totalmente avergonzada y se tumbó al lado de ella en la cama.
–Oye, tranquila ¿Vale?–dijo Draco, no quería que volvieran a los momentos incómodos del principio.
–Vale, no pasa nada, voy a irme ya a dormir.
–Yo también.

A mitad de la noche Draco se despertó con los gritos de uno de los mellizos, se levantó y vio que Altais era la que estaba llorando, se dirigió a la cocina con ella en brazos y la sentó en una mesa mientras hacía un biberón para ella. Cuando notó un tirón en su pantalón de pijama, al mirar vio a Altais tirándole del pantalón como pidiéndole que se diera prisa, Draco miró la alta mesa y volvió a mirar hacia donde estaba su bebé, la cogió en brazos y le dio el biberón algo confundido.
–¿No te había dejado en la mesa?–Altais río y se encogió de hombros divertida–Ugh estoy demasiado cansado ¿Vamos a dormir?
–Papi, no–dijo la rubia haciendo un puchero.
–Anda vamos–dijo Draco llevándola a su cuarto.

Draco miró a Altais y a Scorpius sonriendo, pese a todo lo que dijera Hermione se parecían mucho a ella, miró a Hermione y se tumbó junto a ella en la cama y lentamente pasó un brazo alrededor de ella y se durmió junto a ella.

Scorpius

Altais