PROLOGO
"...."
— Deberías rendirte _Dice el doctor sin empatía dejando a una madre y a su hijo en shock_ Sin una singularidad no puedes convertirte en héroe, mejor ríndete niño
— Pe-pero doctor ¿Qué está diciendo? _Cuestiona la madre_
— Lo que digo es que su hijo es un Particular, nunca heredará un don _Dijo de manera contundente_ ...Jamás
— ...No _La madre apretó el puño contra su pecho, sintiendo una gran culpa por dentro_ Lo siento Izuku... Lo siento
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Todo el mundo pasa por algo
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— Hisashi ¿Qué haces en casa tan temprano? _Dijo una preocupada peliverde mirando a su abatido marido_
— ...Pues... Me despidieron _Dice decaído enseñándole a su esposa un papel medico_
— *Querido...* Esto es—
— ¡Se equivocan! ¡No tengo nada! _Gritó agresivamente_
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Puede ser una ruptura... Una muerte... Un accidente
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— Cariño, ya llegué _Decía una agotada Inko llegando de su trabajo_ Hisashi ¿Cómo te fue buscando emple—
— ...Igual que siempre, terrible _Responde muy desalineado y casi borracho Hisashi_
— *Hola cariño* _Saluda Inko a su hijo_ Descuida cielo _Dijo tratando de animarlo_ Ese empleo era muy poca cosa para ti
— ¡NO DIGAS ESTUPIDECES! ¡¿TU CREES QUE ME GUSTA ESTAR AQUÍ SIENDO UN MANTENIDO?! _Gritó esporádicamente. La madre dejó a su hijo en su cuarto y cerró la puerta para que ella calmara a su marido, pero dentro del cuarto él no para de oír los gritos_
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Sea lo que sea, antes eras de una manera... Y ahora eres de otra
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— Mamá... _Llamó un herido Izuku de 9 años, por culpa de ser un particular recibía abusos en la escuela_ ¿Mamá?
— ¡AH! _Gritó la cada vez más desalineada Inko_ Ufff... Me asustaste Izuku _Dijo la mayor sin voltear a verlo_
— ...Lo siento _Dijo triste de que hoy tampoco lo llamara cariñosamente_ Ma, hoy en la escuela... te hice esto
— ... _Temblando como gelatina toma el papel y voltea con una temblorosa sonrisa_ E-es bellísimo
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Todos tenemos nuestros problemas...
— *Ya no aguanto... ya no aguanto, yanoaguantoyanoaguanto* ¡YA NO AGUANTO! _Gritaba al teléfono_
— *¿Mamá?*
— ¡Aléjate de mí, monstruo! _Grita apuntándolo con un cuchillo soltando el teléfono_
— *Mamá ¿Por qué me miras así?* _Dice llorando_
...Nuestros asuntos...
— ¡¿Qué hiciste pedazo de sabandija?!
— ¡Yo-yo no quería ha-hacerle daño a ma-mami! Snifff papá por fa—
— ¡Cállate *maldita* BASURA! _Gritó tras haberlo golpeado_
...Nuestros...
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"..."
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Demonios
...
...
...
Es un día soleado allá afuera, las aves cantan, las flores florecen. Un día normal en un mundo donde el 80% de la población tiene poderes, donde vemos a una hermosa chica de cabello castaño y mejillas llenitas adornadas con un sonrojo permanente saliendo de la recepción de un edificio junto a una delgada mujer, rubia y con dos coletas.
— No tengo forma de agradecerles lo que hicieron por mí, en serio, estoy muy agradecida Ditkovich-San _Decía la peli castaña bastante agradecida_
— Ay, Ochako, te pedí que solo me dijeras Ursula, pensé que ya éramos amigas _Replicó la blonda con un puchero_
— Y lo somos, Ursula-Chan. E-es que tu papá *es quien cobra* -¡Digo! Cobraba la renta y... _Juga con sus dedos avergonzada_ ...Ya sabes... No quiero que todos en el edificio y tú piensen que usé nuestra amistad para...
— Ay mi querida Ochakito, has estado 4 meses con la renta al día sin fallar. Diablos chica, deja de pensar tanto _Dice en tono amistoso, a lo que ambas rieron a carcajadas_ Sabes, aunque te mudes a los dormitorios de tu academia, ven a visitarnos seguido _Invitó en tono suplicante_ Además, como ya no eres inquilina ya no habrá rumores, jeje
— Jeje, claro que te visitaré Ursula-Chan
— ¡Yei! _Gritó alegre_ Podemos comer nueces y beber leche mientras vemos películas _Decía toda ilusionada_ ¿Solo llevas una maleta? _Preguntó algo sorprendida_
— Es que no traía muchas cosas de casa jeje _Dijo rascando avergonzadamente su nuca_ La mayoría de mis pertenencias ya están en la academia, solo volví por lo que me faltaba y de paso cancelar mi contrato
— Descuida, mi papá lo canceló por ti y ya ofreció el piso de nuevo _Dijo de pronto dejando a la castaña en shock_
— ¡¿QUÉ?! ¿TAN PRONTO? _Gritó sorprendida_
— SII. Además, dice que un muchacho viene hoy a mirar el piso _Comenta llamando la atención de la castaña_
— Wow... *Qué rápido* _Dice incrédula_
— Je, así lo hacemos en la madre rusia _Decía inflando el pecho con orgullo_
Mientras ambas amigas hablaban tranquilamente de temas triviales, un joven de 16 años venía hacia ellas por la acera con notable preocupación.
Se trataba de un chico de cabellera verde y alborotada, con pecas en sus mejillas y unos ojos de su mismo color. Su piel era bastante pálida la cual contrastaba con su buzo verde oscuro, llevaba unos pantalones holgados, unos tenis rojos y una mochila amarilla la cual iba abrazando todo el camino.
— (No puede ser cierto ¿Tan barato? ¡TIENE QUE SER MÍO!) _Eran los pensamientos que merodeaban en su cabeza_
El cabeza de arbusto iba corriendo sobre la acera sin cuidado, e iba tan deprisa que al llegar a la puerta no pudo frenar a tiempo cuando se cruzó con cierta chica de pelo castaño que justo iba saliendo.
*PAM*
Resonó en toda la recepción cuando ambos jóvenes estrellaron sus cabezas y cayeron al suelo de trasero.
— Owww... *Oh mierd4* _Se quejó el joven_
— Ahggg _Gimoteó la chica manteniendo su mano en la frente en la zona de impacto_
— ¡Ochako ¿Estás herida?! _Gritó Ursula preocupada_
— *¿Eh?* ¡Como lo siento! _Se disculpó el joven tratando de acercarse a ayudarla, pero la cara en la recepcionista rusa decía que eso era mala idea_
— ¡Aléjate de ella! _Interponiéndose de forma protectora_ *casi la...* MATAS ¿Qué no tienes cuidado? _El chico comenzó a hacer múltiples reverencias apenado_
— ¡Losientolosientolosiento!
— Ya, Ursula, no es para tanto _Tranquilizó Ochako a su amiga_ Además, yo tampoco veía por donde iba
— *Ochako... ¡Deja de ser tan buena persona!* _Le susurró a la peli castaña, recibiendo un pequeño codazo en respuesta_
— Y descuida, no tiene que disculparte, fue solo un accidente _Dijo Ochako, aliviando al muchacho_
— ....S-sí _Asintió el chico sonrojado_ (Es muy linda, parece un ángel)
— ... _Ursula, quien sabía de la ceguera de su amiga para leer emociones ajenas, al notar el sonrojo en las mejillas de ambos decidió actuar_ Aunque ella lo acepte yo no lo acepto _Dijo cruzada de brazos_ ¿A qué has venido?
— Vi-vino por el piso libre
— Mi papá es dueño de este edificio, si yo le dijera que aquí hay un chico sospechoso rechazaría cualquier oferta que le hicieras _Amenazó_
— ¡No por favor no! _Rápido, junta sus palmas en forma de ruego_ *Tengapiedadporfavoryperdonemeporhabernacido*
— Ursula, deja en paz al chico _Ochako intervino usando su arma secreta, su cara de perrito_ Hmmm _Musitó mirándola con ojos tiernos_
— .......
— Hmmm _Le volvió a musitar_
— ......Grrrr... está bien _Dijo derrotada_ ¡Pero te estaré vigilando! _Haciéndole gestos al peliverde que tenía los ojos puestos en él_
— S-si señora -SEÑORITA _Dijo y corrigió de inmediato aterrado por su mirada_
Ochako rio por el actuar de su amiga y procedió a alejarse llevándosela consigo quien sino no tardaría en matar al pobre inquilino. Mientras se iban voltea a ver al chico y se despide con un amistoso ademán.
— Mucha suerte, y nos vemos _Se despidió_
— Si... Nos vemos _Dijo con sus mejillas ardiendo_ ................................¡EL PISO!
...
...
— Ditkovich-San _Una aburrida Ursula salió de su ensoñación en recepción al oír una voz conocida_
— Oh, eres tú Koichi _Nombró la blonda a un joven de más de 23 años, alto y delgado con una cara bastante amigable y tranquila_ ¿Qué tienes ahí? Huele delicioso _Señalando una bolsa de papel que el azabache traía consigo_
— ¿Eh?, Oh ¿Esto? _Alzando la bolsa_ Pasé por una panadería y traje muchas cosas dulces _Dijo completamente amistoso enseñando una bolsa repleta de galletas, facturas y bollos dulces_ ¿Viste al señor ? Quería que el eligiera primero
— Oh, está con un nuevo inquilino _Comenta llamando la atención del azabache_ ¿Adivina en dónde?
— Hmmm *A ver* _Llevando la mano a su mentón y poniéndose a pensar_ *Este edificio cuenta con cinco pisos, si se supone que hay 4 cuartos por cada—
— 3-N _Cortó de inmediato con una cara de aburrimiento_
— Ups ¿Era retorica la pregunta?
— ...
— ... _Mira sus galletas_ ¿Qué crees que le guste al nuevo vecino? _Preguntó nervioso_
— ...
...
Tres pisos arriba de la recepción, un hombre canoso guía por los pacillos al nuevo inquilino hacia el cuarto. En todo el camino venían hablando amenamente.
— El piso antes perteneció a una estudiante del curso de héroes en UA ¿Puedes creerlo? _Mencionó llamando la atención del pecoso_
— ¡¿De UA?! _Preguntó incrédulo_
— Si, así es. La hubieras visto, esa muchacha es un bombón, pero cuidado que también tiene un carácter fuerte jeje _Dijo recordando las hazañas que hizo en el festival deportivo_ Justo hoy acababa de irse, tal parece que la academia abrió dormitorios dentro de sus instalaciones, por tal motivo ella vino hoy a cancelar su contrato
— (¿Será la chica de antes?) _Recordando de nuevo su encuentro con la peli castaña en recepción_ Un segundo ¿UA abrió dormitorios dentro de la academia?
— Si, fue a petición de los padres por seguridad, últimamente la atacaban mucho _Comentó recibiendo un asentimiento del peliverde_ ¿Qué hay de ti?
— ¿Yo? Bueno, a mí no me interesa ser un héroe, pero me impresiona todo lo relacionado a ellos, aunque... esté fuera de mi alcance _Dijo lo último desviando la mirada y en tono un poco triste_
— ¿Hm? _Voltea a verlo con una ceja levantada_ Je ¿Particular?
— ¿Eh? ¿Co-cómo lo sup—
— Se nota en tu mirada, como bajas los ojos y ves a todos a tu alrededor como con miedo _Describía de forma analítica_ Además, uno tiene cierta relación tácita con sus semejantes _Dijo de manera sonriente_
— ¡Oh! ¿Eso quiere decir que usted señor es—
— Así es _Asintió el hombre_ Dejé la escuela cuando era joven, no encajaba, en ningún lado me abrían las puertas, todo por ser un particular _Izuku bajaba la cabeza con impotencia y no podía evitar sentirse identificado_ Pero... Me las arreglé y abrí mi propio negocio _Dijo dándole un pequeño alivio al pecoso_ Me alegró eso que dijiste, que comprendieras que está fuera de tu alcance... Cuando conocemos nuestro lugar, dejamos de sufrir por perseguir mariposas
Izuku no respondió, y se quedó callado y pensativo. No tenía idea de cómo reaccionar a eso ¿Estaba bien rendirse sin más? Incluso un hombre con años de experiencia se lo dijo, debería sentirse aliviado de haber tomado la decisión correcta, pero no lo sentía.
— Este es el piso _Dijo el señor Ditkovich sacando al peliverde de su ensoñación_ Bienvenido a Paradys, departamentos con lujo y encanto _Decía mientras ambos se adentraban por el pacillo del departamento_
Tras quitarse los zapatos y llegar al final del pacillo, pudieron deslumbrar un monobloc que contaba con: una cama sin funda junto a la ventana en una esquina, cocina y refrigerador en la esquina opuesta, una pequeña mesita en el centro y un pequeño baño en el espacio que había entre el pasillo y las paredes.
— La anterior inquilina se aseguró de dejar todo limpio y en perfecto orden, las paredes son algo delgadas así que sé discreto con lo que hagas, el cable no funciona en día de lluvias y no contamos con servicios de wifi _Explicaba rascándose la nuca_ De hecho, ninguna empresa telefónica se atreve a hacer una instalación por los múltiples robos, las duchas están en la recepción y el agua caliente es limitada por día... ¿Seguro que esto es lo que buscas? _Preguntaba preocupado que el chico se arrepintiera_
No obstante, cuando volteó, el chico tenía los ojos bien abiertos y cristalinos, se veía contento, como alguien que cumple un sueño.
— ...Si, es perfeto _Respondió el peliverde_ (Aquí... iniciaré mi nuevo hogar) _Decía internamente esbozando una deslumbrante sonrisa_
— Hm _El propietario hizo una sonrisa de lado. Ambos salieron del departamento y entonces sacó de su bolsillo algo_ Pequeños detalles, cuando llueve el balcón suelen ser resbaloso así que ten cuidado al bajar, hacemos fumigaciones una vez cada 6 meses y ten, cuida tu llave _Decía entregándole al sonriente peliverde la llave de su nuevo piso_
El señor Ditkovich se extrañó que el peliverde no tomara las llaves deprisa, en su lugar lo vio tomando lenta y dramáticamente las llaves de su mano y haciendo un gran esfuerzo por no llorar. Tal escena le fue sumamente incómoda a la par de vergonzosa de ver para el propietario ruso.
— ...Gracias...
— No te atrases con la renta _Finalmente Ditkovich cortó con la emotividad amenazando al pecoso. Se alejó de ahí, caminando tan solo unas tres puertas más a la izquierda y se adentró en una puerta con su nombre escrito en ella_
— ...*Estamos viviendo en el mismo piso* _Se dijo a sí mismo. Luego miró las llaves en su mano y sonrió_ Finalmente... es mío _Y entonces, escuchó pasos, se alarmó, alzó la vista encontrándose con dos personas acercándose_
Se trataba de dos hombres idénticos con apariencia de antílopes, vestidos de forma casual y cargando dos bolsas de papel con mercadería cada uno. Estos pasaron de él y se dirigieron a su cuarto el cual estaba justo alado de Izuku.
— ...(Esta será mi nueva vida, no puedo vivir con miedo por siempre) _Pensó armándose de valor_ Ho-hola _Saludó tímidamente_ So-soy Mi-Mi-Midoriya Izuku, su nuevo vecino... E-es un gu-gusto _Decía reverente intentando no tartamudear_
— ¿Ah sí? Pues somos ruidosos
— Y no esperes una disculpa por ello _Dijeron ambos cerrando de un portazo la puerta y dejando al peliverde en completo silencio_
— ....................................*Les hablé...* ¡Y sin tartamudear! Bu-bueno, casi _Celebró sumamente contento_
El pecoso ingresaba a lo que pronto se convertiría su nuevo hogar, miraba el interior de su piso con mucha ilusión pensando en todos los buenos recuerdos que haría en ese lugar. Justo entonces, alguien llama a su puerta.
*Toc Toc*
— ¿Eh? ¿Quién me llama tan pronto?... ¡¿No será...?! _Por su cabeza se imaginaba que sería la chica rubia que lo amenazó en recepción. Tragó saliva antes de abrir la puerta como un hombre_
— ¡Hola! Me presento, soy Koichi Haimawari. Un gusto _Saludó un amigable azabache cuya sonrisa dejaba cegado al pecoso_
— (Demasiado brillo) _Pensaba cubriendo sus ojos_ Ho-hola, soy Izuku Midoriya, un placer _Saludó cordialmente_
— Okey, Midoriya, espero que seamos buenos vecinos. Mira, te traje algo que compré en la panadería, espero que sea de tu agrado
El simpático chico le hace entrega de una bolsa de papel de la cual emanaba un dulce aroma, tan cálido que conmovió al pecoso. Hacía mucho que no recibía un gesto tan amable de otra persona que simplemente... Se puso a llorar.
— ¡Ahhh! ¿Por qué lloras? ¿Hice algo malo? _Comenzó a disculparse Koichi_
— Sniff n-no es nada jeje _Tranquilizaba Izuku cubriendo sus ojos con una manga y mostrando una sonrisa_ Es solo que hace tiempo que no olía algo tan delicioso que... Que me emocioné, jeje
— Oh, claro _Dijo algo extrañado por esa respuesta_ Si necesitas algo, toca a la puerta M, siempre serás recibido _Y dicho eso se retiró con una pequeña cosa molestando en su cabeza_ ("Hace tiempo que no olía algo tan delicioso"... Era solo una galleta ordinaria. Además, ese chico es como de 16 ¿Dónde están sus padres?... Debe ser difícil valerse por uno mismo) _Pensaba apenado, compadeciéndose del chico_ (¿Cómo podría ayudarlo sin parecer invasivo?) _Se preguntaba entrando a su departamento_
...
...
*bip* *bip*
La notificación en el celular del pecoso sonó, era hora de trabajar. Salió de su saco de dormir, la cual era su única pertenencia, y se destapó revelando una mochila amarilla que nunca soltaba. Se puso un buso verde oscuro para tolerar el frío de la noche, y además enrolló una bufanda alrededor de su cuello y salió del depa sin hacer ruido.
— (10:45, la estación de servicio está a 10 minutos, si voy caminando llegaré a tiempo para mi cambio de turno) _Pensó revisando su celular mientras bajaba las escaleras_
El trabajo era muy duro, pero de algo tenía que vivir, y dado su condición como Particular le era muy difícil encontrar empleo. A pesar de lo deplorable y miserable que se encontraba, aun así, el peliverde sentía estar agradecido con todo lo que tenía. Justo mientras reflexionaba sobre su vida, un sonido proveniente de un callejón llamó su atención.
— Oww... un perrito _Decía enternecido por el canino_ ¿Te perdiste amigo?
El pecoso acariciaba al animal con cuidado y cariño, de niño siempre había querido tener una mascota, pero no tuvo una infancia muy feliz que digamos, y llevar un animal a casa solo hubiera traído problemas.
— Lo lamento, no puedo llevarte conmigo _Dijo apenado, Izuku estaba por quitar su mano pero el perro presionaba su cabeza contra ella para mantener el contacto_ Jaja ¿Eres muy mimoso? ¿Cierto? ¿Cierto? _Preguntaba apachurrándolo_ ¿Cierto? ¿Cier -¡AH!
Sin previo aviso, el perro atacó a Izuku y le mordió la mano, clavando sus dientes en ella. Completamente en pánico, Izuku agitaba su mano tratando de zafarse del perro, sin notar como una baba negra escurría de entre los dientes del canino y se filtraban por los orificios de su herida.
De pronto, el perro soltó su agarre y salió corriendo espantado. Izuku se quedó ahí quieto, sujetando su mano con fuerza, muy confundido y adolorido.
— ...¿Qué? AGH _Se quejó del dolor en la herida_ ...Diablos, supongo que tengo mala suerte
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Nueva historia. No se hagan ilusiones, lo escribí hace mucho pero no tenía valor de publicarlo, así que si llego a actualizarlo notarán un declibe de calidad.
Espero que sea de su agrado y que hayan tenido una buena lectura.
Comenten, que me anima muchisimo. Hasta luego.
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