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Capítulo 1. Parte 1

Varios minutos han pasado desde que el avión despegó desde Japón. Los que estaban sentados pudieron levantarse un momento para ir a la cocineta, recorrer lo poco que tiene el avión fabricado de Ringo o al baño, Conejoso salía con un carrito de snacks y bebidas para los presentes. - Atención, damas y caballeros, voy pasando con el carrito para proveerles snacks y bebidas para todos. - dijo el asistente virtual que estaba en forma de holograma.

Conejoso pasa primero donde Takumi. Él estaba escuchando música y tarareaba en voz baja un tema de Billy Joel titulado "Piano Man",  pero se vio interrumpido al ver que la pantalla holográfica del robot virtual se habia puesto de frente. - Es usted Takumi Saldaña-san, ¿verdad? - preguntaba Conejoso.

- ¡Ah! Eres el robot sirviente de Ringo Ohoshi. Si, soy Takumi. ¿Deseas algo? - hablaba el joven guardaespaldas.

- Aquí le traigo unas bebidas y unos snacks para elegir. También en la cocina hay para preparar comida durante la ida y venida de esta gira. - respondía Conejoso.

- Yo coloqué hace unos momentos unas latas de matcha soda en la nevera. Las traes en el carrito? - preguntaba Takumi

Conejoso revisa el compartimiento de las bebidas usando un brazo mecánico, y en una esquina estaban las latas mencionadas por Takumi. - Aja, en efecto. Están frías por ahora. Se las doy ya o esperarán a que estén más frías? - decía el animal hibrido de Ringo.

- Démelos, por favor, y deseo ver los snacks que tienes disponibles. - dijo el joven guardaespaldas. 

Luego de pasar las bebidas enlatadas a Takumi, Conejoso le mostro diferentes variedades de snacks que se consumen en el país nipón, como el Consomé Panchi (ya verán la reacción de nuestro OC en ciertos productos conocidos), Kewpie Tarako Spaghetti como su acompañante, caramelos, una goma de mascar muy conocida por el tamaño extenso (long long man), jagariko, pochys, chips, entre otros. Takumi elige ciertos productos conocidos. - Esto es broma, ¿verdad? - preguntaba Takumi con mirada seria chibi.

- No, no lo es, Takumi-san. Son los mismos que ha visto en los diferentes mini mercados de todo Japón. - reafirmaba Conejoso de forma chibi.

- De acuerdo, tomaré esto que me llamó la atención, unos pockys de matcha y estos chips picantes. - dijo Takumi que suspiraba mientras Conejoso le pasaba los snacks que pidió.

- Muchas gracias y buen provecho, Takumi-san. A ver, amigos, ya vine. - decía el asistente virtual que siguió su camino ofreciendo los snacks y las bebidas.

Cuando el chico guardaespaldas se preparaba para comer, se le acerca alguien, y era el Shushou Mikogami. - Takumi-kun, por qué no vienes un momento? - preguntaba el primer ministro japonés.

- Es para algo, Mikotsuka? - preguntaba Takumi.

- Si. Ibas a encargarte de terminar tu presentación. No lo recuerdas? - respondía el joven mandatario.

- Ya me di cuenta. Ya le sigo. - dijo Takumi que desabrochaba su cinturón de seguridad para seguir a Tsukasa.

Ambas personas se pusieron de frente a los demás estudiantes prodigios para seguir la presentación del joven guardaespaldas. - Muy bien, ahora que estamos en el aire, procedamos a preguntarle lo que sea a nuestro nuevo amigo, bajo el marco de respeto. ¿De acuerdo, Shinobu-chan? - hablaba Tsukasa de manera cordial y haciendo énfasis a la ninja kunoichi por ser una reportera prodigio.

- ¿Eh? Y por qué me señalas, Tsubasa-kun? - preguntaba Shinobu de manera sorprendida a su amigo mandatario.

- Sólo lo digo como una advertencia, para que no quedes como los demás reporteros amarillistas. Eres un diamante en bruto en el periodismo y además eres descendiente de Sasuke Sarutobi. Sería muy triste que termináramos una buena amistad. ¿No es así, Shinobu-chan? - respondía con sinceridad el mandatario peliplata.

Eso provocó que la kunoichi se levantará de su asiento. - Un momento, chicos, no se pongan a discutir entre ustedes. No rompan la armonía que hay. - hablaba Ringo que intercedía entre ellos.

Aoi le toca el hombro a Ringo. - Descuida, Ringo-chan, tanto ellos como nosotros somos seres pensantes.  Si tienen algo que los incomoda, es momento de aclararlo hasta llegar a un feliz término. - decía Aoi que al final le guiñaba el ojo a la inventora prodigio. Ringo se sienta confiando en lo que dijo Aoi.

- No dudes de mi capacidad y habilidades, Tsukasa-Shushou. Además, tus acciones que has hecho en pro de la ciudadanía en tu primer período de gobierno valen más que mil palabras. Cuando había un problema a lo interno o externo de tu equipo de gobierno, dabas la cara en el lugar de los hechos. Pero a cambio ganaste enemigos entre ambos flancos, como el intento de magnicidio que tuviste. (gira su rostro a Takumi) Te agradezco en nombre mío y de los demás por proteger con tu vida a la de Tsukasa, Takumi-san. - dijo Shinobu haciendo un saludo de respeto al inclinar su cuerpo a 90° hacia adelante.

- No se preocupe, señorita. Yo solo cumplía mi deber como su guardaespaldas. Pero hay una persona en la cual quiero agradecer de todo corazón, (eso hace reaccionar a Keine con sonrojo en su rostro) porque de no se por ella, no estaría aqui con ustedes preguntando lo que necesitan saber. Le debo mucho a ella. Te lo agradezco mucho - decía Takumi rascándose la cabeza para luego señalar a Keine.

Keine se levanta. - Ejem, no me debes nada, Takumi. Mi deber como doctora es salvar vidas de cualquier tipo. Nunca, desde que convertí en la prodigio de la medicina, he dejado que muera un paciente. Considerenme como su seguro de vida, chicos, jejeje. (dirige su mirada hacia el joven guardaespaldas) Takumi, confío en que harás un buen trabajo como guardaespaldas en este viaje. - dijo Keine de manera orgullosa.

- No se por qué presiento una sensación oscura alrededor de Keine-senpai cuando se rie. - hablaba Prince de forma asustada. Takumi escuchó lo que dijo Prince y de pronto cambió su semblante por uno sombrío.

Keine continua hablando. - O de lo contrario, (pone mirada yandere oscura y saca una especie de serrucho para cirugía) usaré esta belleza para extraer... - Keine no pudo terminar al ser interrumpido con desgano el guardaespaldas castaño. - CREO... (eso llamó la atención de los demás, incluso de la rubia galena) que iré al baño un momento. - dijo Takumi disimulando su enfado para ir velozmente al baño.

Ringo habla. - Takumi-san, es el segundo cuarto de la derecha el baño de caballeros. -  

- Gracias. - dijo Takumi agradeciendo a la joven inventora.

Takumi entró al baño de caballeros y se puso a lavar la cara para olvidar lo que pasó. Despues de unos segundos, se mira en el espejo. - Por qué? Por qué de pronto me entró esos recuerdos tristes? Papá. Mamá. El rostro de ese asesino. (se derrumba al suelo para llorar) Por qué? - decía el joven guardaespaldas que estaba llorando y golpeando la pared del baño.

Mientras tanto, los jovenes prodigios hablaban de lo que ocurrió en la presentación. - Alguien me puede explicar lo que pasó? Esto va más allá de ir al baño. - reclamaba Shinobu ante sus amigos.

- Será por lo que dije hace un momento respecto a Keine-senpai? De seguro él me escuchó y se puso de esa forma. - dijo Prince haciendo la suposición de lo que acababa de decir momentos atrás.

Keine estaba confusa. - Yo, yo sólo quería hacerle saber a ese tonto lo que pasaría si sufrieramos un atentado en Londres. Solo me preocupaba por eso. No quería lastimarlo... - dijo Keine confusa y preocupada  

- Keine, no será que te pasaste un poco? Está bien el susto, pero algo lo incomodó. - decía Tsukasa preocupado con el comportamiento de su amiga doctora.

- En pocas palabras, parece que pisaste una mina sin darte cuenta, sensei. - hablaba Masato en un tono serio.

Keine baja la cabeza. - Chicos, ustedes me conocen bien cada vez que me emociono tanto acerca de curar a los pacientes sin dejarlos morir. Pero no han llegado a conocer bien como es Takumi. - trataba de argumentar la rubia doctora.

- DIces conocerlo bien, pero tanto a ti como a nosotros no lo conocemos más a fondo. - hablaba Aoi

- Pero, si le forzamos a preguntar lo que pasó de seguro no nos lo dirá porque apenas lo estamos conociendo. No es así? - dijo Shinobu.

Keine se levanta de su asiento. Tsukasa ve las intenciones de ella. - Vas a ir a buscarlo? Si es así, espero que te disculpes con él. - hablaba el joven mandatario peliplata.

- Descuiden, de igual manera pienso conocerlo un poco más a fondo por ciertos días, no solo bastaría con una disculpa. Ya regreso. - dijo Keine que se puso en camino al baño de caballeros a esperarlo a que saliera. 

- Ojalá no terminen en una pelea. Cuando se trata de Keine-chan, saca a relucir ese lado que no queremos hablarlo. - decía Aoi preocupada por su amiga.

Mientras tanto en el baño, Takumi estaba algo calmado luego de pasar por mala experiencia. - Tranquilo, Takumi. Se trata de Keine, es todo. Desde que se convirtió en mi amiga, se ha preocupado mucho de mi salud física. Pero la mirada que hizo (recordó al del asesino de sus padres, y en otra imagen a un Takumi con menos edad empuñando el cuchillo una y otra vez a dicho asesino), ya no sé como mirarla a ella. - Takumi sale de sus pensamientos, porque estaban tocando la puerta del baño, y se limpia las lagrimas de sus ojos.

La que tocaba la puerta era Keine. - Takumi, estás ahí? Quiero hablar contigo. - preguntaba ella.

- ¿Eh? Eres tu, Keine? - preguntaba el castaño.

- Voy a entrar. - dijo ella mientras abría la puerta. Al entrar estaba parado de frente con mirada de pocos amigos.

- Qué quieres, Keine? Vienes a regañarme de algo o... -  decía Takumi pero fue sorprendido por un abrazo dado por la rubia doctora.

- Tonto, no vine a regañarte, sino para que me perdonaras. - dijo Keine que tenía oculta su cabeza en el pecho de Takumi.

Takumi se quedaba en silencio. - Takumi, cuanto tiempo llevamos de conocernos? Puedes contestar con seguridad. - continuaba hablando Keine con un tono tranquilo mientras le acariciaba la espalda del guardaespaldas con el abrazo para tranquilizarlo.

Takumi piensa en la pregunta de Keine y decide hablar. - Hace como 3 o 4 años, desde que te convertiste en mi doctora de cabecera, más que tratar con mis heridas físicas, hemos tenido una buena amistad. De eso no hay duda. - dijo el guardaespaldas castaño con tono calmado al momento que empezó a acariciar el cabello, haciendo sonrojar a Keine.

El corazón de Keine le hizo resonar su pecho. Ella pregunta. - Tu has... llegado a odiarme alguna vez? (el castaño se asombra un poco ante la pregunta de la galena) Si no quieres contestarlo, te comprendo. - decía la rubia doctora que seguía abrazandolo.

Takumi responde. - Nunca he tenido odio en ti, a pesar de soportar ciertas tonterías mias y los regaños tuyos que recibo. - lo expresado por el joven guardaespaldas fue un aliciente para Keine.

- Takumi, puedo hacerte otra pregunta? - pedía la rubia a su amigo castaño.

- Si te refieres a lo que pasó hace un momento, yo... - Takumi no pudo terminar su frase respecto a lo que iba a decir.

- Es algún recuerdo triste, verdad? - preguntaba Keine que hacía una suposición y le seguía acariciando la espalda.

Takumi vuelve a recordar las imágenes tristes. - Si. Fue por una mirada que pusiste hace momentos atrás en mi presentación. - decía Takumi haciendo que Keine levantara su mirada hacia él.

Se miran por unos segundos. - Dejame mimarte ahora. Por favor. - dijo la doctora prodigio que le tomaba la cara con sus manos delicadas.

Ella se pone de regazo cerca de la puerta. - Ven, pon tu cabeza en mi regazo. - decía Keine invitándolo a acostarse en su regazo y tratando de sonreirle a Takumi.

Él accede. - Acaso me he ganado algún premio por estar así contigo? - preguntaba el guardaespaldas castaño.

- Tranquilo, sólo disfrutalo por un momento. Aunque, estando tu cabeza en mi regazo me da un poco de cosquillas. Fufufu. - dijo la rubia galena.

El chico guardaespaldas aprovechó el bug brindado por Keine. - Es muy cómodo su regazo. Cómo será sin medias? - pensaba el castaño mientras Keine le acariciaba las puntas cercanas a la frente y la cabeza del mismo.

Keine habla. - Cuando me emocioné al darte una inocente amenaza, pusiste una mirada en la cual me dejaste confusa junto a los demás. (eso cambia el semblaje de Takumi a uno neutro) Pensé que nos habíamos conocido bien. Es algún secreto que debas contarme? - dijo la rubia galena que seguía acariciando la cabeza de Takumi.

- Es muy sabido que cada persona en el mundo tiene uno o varios secretos que prefieren ocultar ante los demás hasta que esa persona decida contarle a una de confianza. Keine, estarías en confianza de contarme el tuyo? Consideralo como una equivalencia de intercambio. - decía Takumi ante la mirada de Keine.

Keine analiza la propuesta de Takumi. - De acuerdo. Acepto el trato. (Keine se aclara la garganta) Tengo 2 secretos: el primero no te lo contaré todavía, pero el segundo... (hace una pausa y se ruboriza) si te lo contaré. - dijo la galena.

Takumi se reincorpora. - Como dice el dicho: las damas primero. - decía el castaño con una sonrisa haciendo ruborizar a Keine.

Keine se sacude la cabeza. - Mooo,  eso no es justo. Yo quería escuchar el tuyo, porque se ve más intrigante que el mío. - dijo la rubia galena con un puchero de enojo.

Takumi se rie. - Jajaja te ves muy tierna con ese puchero, Keine. - dijo el castaño guardaespaldas haciendo que la rubia galena se ponga como un tomate.

- Ugh, está bien, te diré mi segundo secreto, a cambio de que ya no me digas esas cosas que me haces sonrojar. - decía la rubia galena con el rostro mirando a otro lado.

Keine se prepara a contar su secreto mirando de frente al joven guardaespaldas. - Takumi, desde que te conocí como tu doctora y cirujana, y las veces en que platicabamos de lo que sea como buenos amigos, sea en el hospital o en otra parte, (hace una pausa para un suspiro y un sonrojo) con el tiempo he estado desarrollando... unos sentimientos... hacia ti. - contaba Keine mientras Takumi la miraba atento.

- Eso fue cuando me agradecías a cada momento de las ocasiones que te dábamos de alta en el hospital. - seguía hablando la rubia galena cuando recuerda lo que dijo.

Flashback

Vemos a un Takumi saliendo del hospital junto a Keine y la doctora Konomi Kuwata. - Le agradezco por todo lo que hizo por mi, Kuwata-sensei. - hablaba Takumi al estrecharle la mano a la doctora.

- Descuida, Takumi-san, la que hizo este trabajo fue mi sobrina Keine, mi nueva prodigio de la medicina quirúrgica. Y además, como ambos son jóvenes y se conocen, ella será tu seguro de vida a partir de ahora. - respondía la doctora Konomi dejando a Keine y Takumi sorprendidos.

Takumi se entera poniendo una mirada de "ya veo" y fija su mirada en Keine que la miraba. - Entonces, agradezco que seas mi seguro de vida, Keine Kanzaki-sensei. - dijo Takumi con una sonrisa de agradecimiento y coloca su mano derecha en el hombro de Keine.

Eso provocó una sensación en la joven galena. - Eh? Qué fue esa sensación que recorre en mi cuerpo? Acaso eso es... - se preguntaba ella mentalmente.

- Takumi-san, a pesar de elegir ese camino difícil de guardaespaldas a temprana edad, trata de no lastimarte mucho. Entendido? - hablaba la doctora Konomi.

- No le prometo nada, pero haré mi mejor esfuerzo. Nos vemos. Gracias por todo. - decia Takumi que se despedía de ambas doctoras.

Keine se despidió, pero con la sensación que aún tenía presente. - Ojalá vuelva a verte. (se toca el hombro) Acaso lo que siento... es amor? - pensaba Keine mientras se tocaba el hombro donde fue tocado por Takumi.

Fin del Flashback

Hubo un breve silencio entre ambos. Keine vuelve a hablar. - Cada vez que te veo mi corazón late más de lo normal. De las veces que has venido recluido al hospital con diferentes heridas entre menores y mayores, me haces preocupar mucho sin importar la capacidad que tengo para resolver las heridas más complejas con las intervenciones quirúrgicas. Hasta tuve que pasar la noche después de esas operaciones para vigilar la evolución de tu recuperación, gracias al permiso que me proporcionó mi tia Konomi. - contaba la joven doctora.

Takumi estaba atento a lo contado por Keine. - Entonces se confirma lo que he oido la ultima vez que estuve recluido en el ultimo. - pensaba el joven guardaespaldas.

Vamos afuera del baño. Ahi se encontraban Aoi, Ringo y Shinobu escuchando la conversación ajena con unos audifonos especiales hechos por la genio inventora. Alguien se acercaba y era el joven mandatario peliplata. - Qué están haciendo ustedes tres? - preguntaba Tsukasa haciendo sorprender a las chicas.

- Sshh. Guarda silencio, Tsukasa-kun. Se trata de algo interesante. - decía Shinobu con brillos en sus ojos.

- Fufufu. Se trata de Keine-chan. Es probable que... haya una confesión hacia su amigo. - dijo Aoi de forma tranquila.

- No soy partidaria de los chismes, pero Shinobu ve esto como una exclusiva. Yo sólo colaboré en en la creación de estos audifonos. - habló Ringo de manera tranquila.

Tsubasa solo dio un suspiro. - Es mejor que dejen eso o de lo contrario Keine se enojará. - aconsejaba el joven mandatario peliplata.

Volvemos adentro del baño. Continua hablando Keine. - Takumi, voy a decirte lo que siento por ti ahora mismo. Tu... tu... - dijo la rubia galena que empezaba a decir su secreto hacia el chico que tiene enfrente.

- Yo... yo qué? - preguntaba Takumi.

Keine reunía valor suficiente con un suspiro y dice esta frase. - TU ME GUSTAS, TAKUMI SALDAÑA!!!! - gritó la joven doctora que dejó al joven guardaespaldas perplejo.

Keine jadeaba por el esfuerzo. Takumi procesaba la información con una cara neutra hasta terminarlo con una sonrisa tranquila. Él se acerca para abrazar a la rubia galena que se preparaba mentalmente para un posible rechazo del mismo. - Keine, te esforzaste mucho en esta confesión, ¿verdad? - dijo el joven castaño mientras Keine asentía sin mirarle su rostro en el abrazo.

- Me alegro que te hayas librado de esa cruz pesada que llevabas a cuestas. Ahora que he escuchado tus sentimientos, es mi turno de decir mi parte sobre ti. Pero antes te daré esto - continuaba hablando Takumi.

Takumi y Keine se separan para mirarse fijamente. En segundos sus cabezas se acercan. Keine, con cierto rubor en su rostro, cierra sus ojos para recibir un posible beso en los labios por parte de Takumi, pero en realidad recibe un tierno beso en la frente por parte del joven guardaespaldas. - Chu. Esto es por ser mi doctora personal. Y este otro... Chu (Takumi la besa ahora en la mejilla derecha) es por ser mi fiel amiga. Y ahora te contaré mis sentimientos... - el castaño guardaespaldas se interrumpió porque escuchó un murmullo afuera del baño al igual que Keine.

Afuera del baño, estaba una Shinobu decepcionada. - Pero que tonto es. Esto no sirve como primicia para mi periodico escolar. - dijo la ninja pelirosada ante la mirada sorprendida de Aoi y una de Ringo que no le pareció importar.

- Shinobu-chan, baja la voz o nos oirán y... - Aoi no pudo terminar su frase porque se abrió la puerta del baño ante la figura imponente de Keine con una sonrisa sombría incluida haciendo temblar de miedo a Shinobu y a la espadachina. 

- Ahora si se acabó el mundo. - respondía Ringo de forma monótona.

- Ara, ara, pero si son nada más y nada menos que la reportera, la inventora y la espadachina. (Keine posa su mirada en Aoi y Ringo sin perder la sonrisa cringe) Me extraña verte involucrada en esto, Ringo-chan, y a ti también, Aoi. - decía con mirada yandere la rubia galena.

- A mi no me mires. Todo fue idea de Shinobu a cambio de una edición limitada de sakeru gummy con sabor a mango. - se defendía RIngo de lo ocurrido señalando a Shinobu.

- Oye, Ringo-chan. No te enseñaron en casa que no debes señalar a alguien con el dedo? - respondía la ninja pelirosada de forma cómica.

- Ya veo. (saca un bisturi de su bata) Espero que mantengas un buen estado de salud, porque de lo contrario me encargaré de hacerte una buena cirugía y con intereses. ¿Te parece bien, señorita reportera? Jejeje. - decía Keine riendose de forma siniestra mientras la punta  del bisturi brillaba. 

- Aahh! No me comas, Keine. Solo vinimos a apoyarte. Eso es todo. - dijo la ninja reportera que sonreia y temblaba de forma nerviosa.

- Me viste cara femenina de Hannibal Lecter, Shinobu? Estaba a punto de escuchar lo que tenía Takumi, y... (mira a Tsukasa que estaba de espectador) que crees que pasó realmente, Tsukasa-kun? - decía de forma yandere la rubia galena.

Tsukasa estaba sereno. - Yo vine porque estaban ellas tres espiando su conversación personal. Nada más. - respondía el joven mandatario peliplata.

Alguien le pone una mano en el hombro de Keine, haciendole bajar el nivel de yanderismo. - Más despacio, sensei. Sería erroneo juzgar a Mikotsuka junto con las chicas presentes. ¿No crees? - hablaba Takumi.

Keine suspira para tranquilizarse. - Tienes razón, Takumi. Casi involucro a Tsukasa por culpa de estas... argh, y eso que estaba a punto de escuchar tu historia. - dijo Keine de manera decepcionante.

- Vamos, vamos, tenemos que seguir con la presentación de mi guardaespaldas Takumi-kun. En marcha. - decía el primer ministro peliplata mientras los demás asentían.

Antes de llegar a los asientos, Takumi detiene a Keine. - Keine, espera. - detenía el joven castaño a su doctora rubia.

- Qué pasa, Takumi? Es algo de lo que hablamos? - preguntaba Keine respecto al tema.

- Keine, después de escuchar tus sentimientos, hay que aprovechar este viaje para poder conocernos mejor. Así el tiempo nos dirá si podremos ser más que amigos. ¿Te parece bien? - dijo Takumi mientras le acaricia la cabellera rubia de la doctora.

Keine sonrie. - Está bien. Voy con los demás mientras continuas tu presentación. - respondía la rubia galena que le hacía un guiño y le correspondía la caricia del joven guardaespaldas.

Segundos después, prosiguió la presentación con la esperada ronda de preguntas. Shinobu, como una futura reportera, era una chica que hacía preguntas como en los tiempos de la escuela secundaria. No dejó oportunidad alguna para que los demás estudiantes prodigios le hicieran un par de preguntas. - Ahora tengo un par de preguntas por terminar: tu apellido que llevas, Saldaña, no es propio de Japón. De donde es? - preguntaba la ninja reportera.

- Bien, diré que mi padre es de ascendencia japonesa y mi madre es de Panamá. Yo soy un híbrido nipón-panameño. - respondía el joven guardaespaldas. Eso le llamó la atención a Keine.

- Fufufu, que bueno, Takumi-san. Y ahora la ultima pregunta para terminar mi intervención: cuando tomes vacaciones, ¿visitarás la tierra de tu madre? - volvió a preguntar Shinobu.

Takumi posa su mano en su quijada. - Mmm, interesante. Cuando termine el trabajo de protegerlos a ustedes, planearé visitar el país de nacimiento de mamá en persona. - respondió con seguridad el guardaespaldas de los jovenes prodigios.

- Muy bien, gracias por responder mis preguntas, Takumi-san. - hablaba la ninja pelirosada con una sonrisa satisfactoria.

- Oye, Shinobu-senpai, no fue justo lo que acabas de hacer. Todas las preguntas que teniamos formuladas en preguntarle nos lo quitaste de la boca. - reclamaba Prince a la joven reportera.

- Quieren un dato? Si hablan a solas con él, podrán formular las preguntas que quieran. Yo por mi parte, (ella se vuelve a sentar y se cruza sus piernas) ya yo le hice las preguntas como toda futura reportera que soy jejeje. - respondía orgullosa Shinobu mientras tomaba una revista para adolescentes.

De pronto habla Masato. - Un momento, Takumi-kun. Antes que vayas a sentarte, se me ha ocurrido una idea. Chicos, me prestan su atención, por favor. - hablaba el joven empresario mientras llamaba la atención a sus amigos.

- Y ahora que vas a decir, Masato-kun? Tan bueno está el artículo de belleza para chicas adolescentes. - dijo una incómoda Shinobu mientras arrugaba la revista que leia.

- Escuchen, hay que hacer una rifa entre nosotros en caso de emergencia. - decía Masato hablando de frente ante sus amigos y el guardaespaldas.

- Una rifa? de qué se trata? - preguntaba el joven mandatario Tsukasa Mikogami.

- Ringo-chan me contó que este avión tiene una especie de baúl para un sobreviviente en caso tal de que el avión suyo sufra algun desperfecto. - contaba el joven empresario acerca de su plan.

Ringo se levanta de su asiento. - Así es. Este baul está reforzado con fibra de carbon y es de acero inoxidable. Es por eso que hemos decidido hacer esta rifa en donde se eligirá a la persona capaz de sobrevivir y llevar la carga temporal de nosotros. - dijo la joven inventora.

- Para eso usaremos esta urna con unos papelitos con los nombres de ustedes. El ganador será el que estará en este baul. Pero no se pongan nerviosos, lo del baúl es en caso de emergencia. - decía Masato mientras se puso a revolver los papelitos de la urna.

Luego de varias revueltas dentro de la urna, Masato saca el papel, lo desenvuelve y revisa el nombre de la persona afortunada. - Damas y caballeros, la persona que se salvará nos ayudará a cuidarnos. Y en verdad, si que tenemos suerte. La persona ganadora es... - y de pronto la escena cambia con el avión surcando los cielos.

Time Skip

Ya despues de un rato, vemos a nuestro amigo guardaespaldas escuchando música. El playlist que tenía era de musica retro en ingles. Takumi piensa. - Al menos se eligió a la persona que estará en el baul de emergencia, pero en mi caso... - de pronto recuerda algo que le dijo Tsukasa.

Flashback

- Takumi-kun, a partir de ahora no solo serás el guardaespaldas mío, de Keine y los demás, también el asistente diario de cada uno de nosotros. Aprenderás de todo un poco de ellos en estos dias de trabajo junto a tu deber como guardaespaldas. Entendido? - dijo el mandatario peliplata.

Fin del Flashback

- Otro cargo extra más por parte de Mikotsuka. (Takumi suspira) Me levantaré un momento para... eh? - no pudo terminar su frase cuando de pronto vio a Ringo que estaba mirándolo.

- Hola, Takumi-san. Disfrutas de tu viaje fuera de Japón? - saludaba la joven inventora.

- Hola. Eres Ringo Ohoshi, verdad? (Ringo asiente) Si, así es. Pensaba hablar contigo de algo. - correspondía el saludo Takumi hacia Ringo.

- En serio? Se trata de algo? - preguntaba Ringo.

- Si. Quiero saber más de este avión tuyo que creaste. - respondía el guardaespaldas castaño.

- Entonces, ven conmigo. Te daré una gira acerca de mi nueva creación. Vamos! - dijo la joven inventora mientras Takumi asentía.

Ringo recorrió junto a Takumi todos los rincones que contiene el avión que ella fabricó basado en modelos de aviones tomados de diferentes fabricantes como Embraer, Boeing, Airbus, Mitsubishi, Bombardier, etc., todos con el motivo de crear el avión perfecto. 

Takumi se sorprende al ver una especie de mini congelador para guardar la comida a proteger mientras están de gira en una cocineta. - Vaya, me entran ganas de cocinar con lo que tienen. - dijo animado el joven guardaespaldas haciendo provocar que Ringo rasque su cabeza con una gota de sudor.

Ringo se da cuenta de lo que dijo Takumi. - Takumi-san, también sabe cocinar? - preguntaba la joven inventora.

- Si, lo aprendí viendo videos de Youtube más las clases de cocina en la escuela primaria y en la secundaria. - respondía Takumi.

En la parte intermedia, además de los baños, estaba el baúl de emergencia para la persona que va a protegerse. - Te gustaría echar un vistazo, Takumi-san? - preguntaba Ringo al guardaespaldas castaño.

- Por supuesto. Quiero ver que tan resistente al fuego es este baúl. - respondía de forma decidida Takumi.

Al abrir el baúl no tuvo dificultad alguna. Lo que vio por dentro lo dejó sorprendido pero a la vez satisfecho. - Mmm, interesante. - dijo el chico pelicastaño con una respuesta al estilo de Dr House.

Pasando a los asientos de los pasajeros, el guardaespaldas caminó junto a Ringo y saludó a unos cuantos prodigios que hablaban de temas baladíes. Conejoso, el asistente virtual, de inmediato entraron al cuarto de piloto. Ringo habla. - Esta es la cabina del piloto automático. (Takumi se asombra) He creado este avión con el objetivo de crear vuelos autónomos. - explicaba Ringo al joven guardaespaldas.

- Vuelos autónomos? - preguntaba el joven castaño.

- Así es, Takumi-san. Solo programo el destinatario, espero la orden de la torre de control y de inmediato oprimo el botón de despegar (Nota: imaginense que hay una explicación gráfica). El avión hace tal como Ringo-chan quiere. - hablaba Conejoso mientras Ringo asentía con una tierna sonrisa.

- Oye, niña, en verdad me sorprendes mucho. No eres una inventora prodigio para nada. - dijo Takumi animado mientras le acaricia la cabeza.

- Aunque me veas como una niña, tengo 16 años con una buena reputación como inventora más joven del mundo. Que le quede claro. - decía Ringo de manera monótona.

Takumi se sorprende y se inclina de forma caballerosa - Oh, mil disculpas, señorita. Usted sabe que hay gente en la cual los juzga erroneamente. Por ejemplo, cuando juzgamos a un enano adulto como a un niño. - dijo el guardaespaldas castaño.

Ringo lo evalúa detenidamente si lo que dice es sincero, y hace una sonrisa. - Descuida, Takumi-san. Me demostraste tu sinceridad en tus palabras. (Ringo le devuelve la caricia a la cabeza del guardaespaldas) Eres un buen chico. - decía la joven inventora que terminaba de hablar con una sonrisa.

- Gra-gracias. - agradecía Takumi mientras hace un sonrojo.

- Parezco un niño siendo agradecido. - pensaba el chico guardaespaldas.

Saliendo de la cabina de control, Takumi y Ringo iban a sus respectivos asientos. Ringo se puso a charlar con Shinobu, esta última sacando información personal. Takumi iba a su asiento, pero se topó con Keine que miraba una serie en la tablet del mismo. La joven doctora no se dio cuenta de su presencia. Takumi prefirió ir a la cocineta a buscar algo.

Rato después, Takumi trae unos refrescos de lata. - La sorprenderé con este cliché que de seguro el más avido lector lo debe suponer. - sonrie Takumi de manera maliciosa.

Keine estaba concentrada en la serie, cuando de repente siente un frio en su mejilla izquierda. - Kyaaah! - dijo una sobresaltada Keine que casi se golpea con la ventanilla del avión.

Takumi sonrie de aprobación. - Tenía rato de no hacerte eso. - dijo el guardaespaldas burlonamente.

Keine se abalanza hacia Takumi. - Otra vez? Eres malo. Cómo te atreves a hacerme esto de nuevo, baka?! Cuando estuviste recluido en el hospital, me hiciste esa maldad.  - dijo Keine de forma chibi mientras daba unos golpecitos en el pecho del guardaespaldas que lo disfrutaba.

Los demás prodigios veían lo que pasaba, y algunos se pusieron a reir tímidamente y otros le sacaban una gota de sudor.

Minutos después, estaban Takumi y Keine compartiendo un momento ameno oyendo el playlist del guardaespaldas mientras tomaban las bebidas. - Me di cuenta que te pusiste a escuchar la música que escuchaba mi madre antes de tenerme en Japón. - dijo el guardaespaldas castaño.

- Eh? Música en inglés de los 60s hasta los 90s? Ese es tu estilo musical? - preguntaba la rubia galena de curiosidad.

- Si, porque en ella está la mejor musica de esa época. Eso según me contaron... mis padres. - respondía Takumi con algo de inseguridad al terminar la frase y mirando hacia abajo.

Keine lo mira preocupada y lo tranquiliza colocando su mano arriba de la otra. - Takumi, no te preocupes. No olvides que puedes contar conmigo. Todo lo que te aqueja, cuentamelo. Incluso si estoy fuera de Japón realizando algun seminario o una operación en algún hospital, también puedes escribirme. - tranquilizaba la rubia galena acariciandole la mano del joven guardaespaldas.

- Gracias, Keine. Me tranquiliza saber que puedo contar contigo. - sonreía levemente Takumi.

Keine le corresponde con otra sonrisa. Después observa que los demás están distraídos hablando de otros temas. - Oye, Takumi, (el castaño capta la atención de Keine) aprovechando que estamos más lejos de ellos, que tal si continuamos por donde quedamos? Ibas a hablar de tus sentimientos. - dijo la joven promesa de la medicina.

Takumi puso cara de "ya veo". - Bien. Keine Kanzaki-sensei, te contaré mis sentimientos acerca de ti: desde que te conocí, cada vez que te veia dentro y fuera del hospital, siempre me recibes con una sonrisa. Admito que en ocasiones por cualquier tontería mía, llegabas a regañarme. Conversar contigo era una buena valvula de escape para hablar de todo lo que nos gusta, nos aqueja, nos hace reir, incluso momentos tristes. Tu y yo nos apoyabamos mutuamente. Me gusta ese buen trato tuyo y preocupado al igual que haces con los demás pacientes, pero el tuyo hacia mi lo haces de una forma especial. Tu tecnica con el bisturí ha sido un aliciente para mi cuerpo, sin importar con dejar cicatrices, estoy agradecido por cuidar de mi. Transmites ese amor no solo en ayudar a cualquier paciente, sino en el cuidado, algo que extrañaba después de la muerte de ya sabes quienes. (Takumi lagrimea un poco y Keine le acaricia su cabello mientras le dedica una sonrisa) Oh, vaya, ya volví a sacar lágrimas. - contaba el joven guardaespaldas.

- Tranquilo, son tus sentimientos los que estas expresando de mi. Hay momentos en las cuales ciertas personas deben ponerse en ese estado. Es normal. - tranquilizaba Keine a su posible novio.

Takumi habla. - Cada vez que palpas en cierta parte del cuerpo, en lo sentimental o laboral, tus manos esconden una tranquilidad. Están hechas de seda fina, y son buenas para relajar el alma, tal como lo hiciste conmigo ahora mismo. Manos tan suaves como el amor de mamá. - lo que dijo Takumi hizo que se ruborizara la rubia galena.

Keine habla. - Takumi, ¿que tal si me das tu respuesta otro día? Olvidé decirlo durante el baño, pero tomate tu tiempo para que analices mi confesión. Por mientras, tengamos un periodo de prueba para ver si lo nuestro puede funcionar con el paso del tiempo. ¿Qué te parece mi propuesta? - proponía la joven doctora al joven castaño.

- No me parece mala idea. Dejemos que el tiempo se encargue de nuestro destino. - respondía Takumi con una sonrisa y de inmediato se dan un cálido abrazo.

De pronto Keine sacude sus hombros. - Ah, tengo los hombros que me molestan, y ni se diga de los pies... - la rubia doctora no terminó su frase porque Takumi pone su dedo en los labios de la misma.

- Tranquila, déjamelo a mi. Ponte en el asiento junto a la ventanilla. - dijo Takumi mientras cambiaba de puesto con Keine.

- Vaya. Sabes algo de masajes, Takumi? Si logras satisfacerme con tus masajes, te daré una buena atención especial. - decía Keine que le sonreia antes de volver a ver la ventanilla mientras Takumi se prepara a masajear los hombros de la rubia con ojos en forma de estrella.

- Descuida, te voy a inducir al bosque hasta dejarte conforme. - respondía el chico guardaespaldas que se untaba en las manos un aceite especial para masajes corporales.

- El bosque? - pensaba la rubia galena por lo que dijo el joven guardaespaldas.

En cuanto tomó los hombros cerca del cuello de la rubia galena, ella se ruboriza hasta lanzar un gemido que la hacía retroceder hacia Takumi mientras la misma colocaba su vista en el techo de la impresión dada por el efecto del masaje.- AAAAAHHHH!!!! - gimió un poco fuerte Keine al masajear Takumi unos puntos vitales de sus hombros.

Sus masajeos eran lentos pero seguros para alguien como Keine que en ocasiones durante su turno laboral queda exhausta luego de atender pacientes o realizar cirugías. - Ah! x8. Esto es el bosque que me hablabas? - seguía jadeando Keine ante el masajeo del joven guardaespaldas.

- Que te parece, sensei? Es precioso el bosque, verdad? - susurraba Takumi de forma seductora mientras jadeaba todavía y asentía a una Keine sonrojada como un tomate de los masajes del chico guardaespaldas.

Ahora cambió el patrón del masaje y está masajeando con ambas manos un hombro para duplicar esa sensación de alivio. - Aquí? y aquí está bien? - seguía susurrando de forma seductora el chico castaño que no faltó aprovechar en soplar el oido de la rubia galena.

- Ugh!! En la oreja no!! Nos pueden oir. - jadeaba la joven cirujana mientras usaba su mano para darle un manotazo en un costado al guardaespaldas.

- Me refería al masaje, sensei. - aclaraba Takumi mientras cambió de nuevo el patron del masaje al inicial de una mano en cada hombro.

- Sí, ahí, justo ahí! Ahí... AAAHHHH AAHH... - respondía Keine con gemidos fuertes, haciendo que los demás prodigios reaccionen, despertándose a lo último Aoi.

Volviendo al masaje "forestal" de Takumi hacia Keine. - Eres demasiado bueno! Hazlo más fuerteeee!! - decía Keine como una petición.

- Por supuesto, mi querida Keine. Con mucho gus... (una hoja de espada le aparece de lado al joven guardaespaldas que adopta un tono serio) to. - terminaba de hablar Takumi pero era interrumpido por una persona.

Era Aoi con mirada siniestra y un aura oscura. - Sin ningún gusto, Takumi-san. Qué crees que le haces a mi amiga Keine? Responde. - dijo Aoi sin rodeos para atacarlo.

Keine habla. - Por qué te detienes, Takumi? (se percata de la presencia de Aoi apuntando con la espada a Takumi) Hola, Aoi. Por qué apuntas con tu katana a Takumi? - preguntaba la prodigio de la medicina.

Aoi no le respondía a su amiga al tener enfocado a Takumi con la katana. - No vas a responder? Considera tu silencio COMO TU CASTIGO DIVINO!! - decía Aoi que se preparaba a atacar a Takumi que tenía mirada sombría.

Keine le advierte a la chica samurai. - Espera, Aoi, no lo ataques por la espalda. - lo expresado por Keine fue como polvo en el viento porque Takumi usó sus habilidades de guardaespaldas, como una llave de judo, donde él primero esquiva la katana, se pone de frente colocando sus manos en los hombros de Aoi con mirada sorprendida, usando una pierna para hacerla tropezar del tobillo y despues tumbarla de espalda para luego girarla boca abajo para agarrarla de las muñecas y someterla estando en el piso con una mirada fría.

- Sueltala, Takumi. No la lastimes. - gritaba Keine al guardaespaldas que reacciona de inmediato.

De inmediato hace un salto hacia atrás para evitar un contraataque de la chica samurai que se reincorpora. - Ahora verás, maldito! - decía Aoi que buscaba su katana para volver a atacarlo.

Keine interviene en medio. - Esperen los dos. (Keine mira a Aoi y después a los demás) Aoi, chicos, voy a explicarles lo que pasó. - dijo la rubia galena que se dispuso a contar lo ocurrido.

Luego de unos segundos de explicación, varios de los prodigios expresaron su opinión al respecto. - Vaya, esto no me lo esperaba de ti con las chicas, ¿verdad, Takumi-kun? Velo, picarón. - hablaba Masato de forma pícara.

Eso hizo enrojecer al joven guardaespaldas. - Solo la estaba ayudando con su problema, nada más. - dijo Takumi rascandose la cabeza y con la mirada a otro lado.

- Eres una caja de sorpresas, Takumi-san. Acaso eres Zatoichi, el masajista ciego? - preguntaba la joven reportera descendiente de los Sarutobi con los ojos brillosos.

- Zatoichi? Quién es él? - preguntaba dudoso el joven guardaespaldas.

- Un personaje ficticio que sale en peliculas del Japón de antes. Usaba su katana corta como un bastón guía por su ceguera, pero en cuanto sentía un ruido gracias a su aguda audición, se ponía en guardia por cualquier ataque cerrado o abierto. - explicaba la ninja descendiente del clan Sarutobi.

Interviene también Conejoso - Sabían que Takumi-san también tiene buena voz para el canto? - dijo el hibrido virtual que le llamó la atención a los demás prodigios.

- Bueno, en eso si no puedo ocultarlo, pero no soy tan grandioso como lo piensan. - se avergonzaba el joven guardaespaldas.

- Y que cantaba Takumi-san? Opera? Jazz? o tal vez... - hablaba Prince pero se vio interrumpido por el androide virtual.

- Cantaba una canción retro en inglés, según me indican mis sensores. - decía Conejoso.

Aoi habla de repente. - Yo... tengo que dar una disculpa a ambos, principalmente a ti, Takumi-san. (ella hace una reverencia agachada) Lamento las molestias que te haya ocasionado. - dijo la chica samurai de manera arrepentida.

- Descuida, Aoi. Takumi no quiso hacerlo de adrede. (mira a Takumi) verdad? - decía la rubia galena tratando de convencer con la mirada seria a Takumi a disculparse para que se vea algo mutuo.

- (Takumi se disculpa con una reverencia) También digo lo mismo, Aoi-san. Actué por instinto. - respondía con otra disculpa el joven castaño.

Interviene Tsukasa. - Chicos, tengo una propuesta para ustedes dos para reparar sus malentendidos. - hablaba el joven mandatario.

- Una propuesta? - dijeron Aoi y Takumi al mismo tiempo.

- Así es. Los dos deben hacer una labor caritativa mutua. Por ejemplo, ambos poseen habilidades parecidas en pelea. Tomense su tiempo y me lo dicen más adelante. ¿de acuerdo? - respondía el mandatario peliplata que se retiraba a su asiento junto a Masato que hablaban de asuntos empresariales.

Los dos chicos estaban en silencio buscando la forma para compensar el malentendido que tuvieron. Aoi y Takumi iban a hablar con Keine a solas. - Espero que resuelvan su malentendido. Al menos se han disculpado. - hablaba Keine a la chica samurai y el joven guardaespaldas.

Aoi habla. - Keine-chan, quiero que me expliques acerca de ese quejido que escuchamos los chicos y yo. (mira de reojo a Takumi) Takumi-san te hizo algo? - reclamaba Aoi a su amiga rubia.

- El me estaba enviando al "bosque". - respondía la rubia galena.

- Al bosque? Qué bosque? - dudaba la chica samurai Aoi.

- El me estaba haciendo un masaje en los hombros, en la nuca y en los brazos. Ya estoy por pedirle que me haga unos en los pies también. Disculpa si llegué a ocasionar problemas, pero ese quejido que hice fue porque Takumi le dio en el clavo a un punto de mis hombros que hacía doler. (voltea a mirar al chico castaño) Reconozco que eres bueno en dar masajes, Takumi. Te felicito. - respondía Keine mientras Aoi caia de cuenta de lo que pasaba y baja su mirada a una sombría.

- De nada, Keine. Si quieres, seguimos recorriendo "el bosque" en otra parte del cuerpo. - se ofrecía Takumi a su amiga galena.

Aoi interviene. - Esperen un momento. (ambos miran a la chica samurai) La otra pregunta: por qué me dijiste que no lo atacara por la espalda? - volvía a preguntar la prodigio samurai.

- 2 respuestas: uno, porque atacar en la espalda es de cobardes, y la segunda, porque él actua por reflejo corporal cuando tiene a alguien acechando por detrás y aplica una llave de judo. Hubo una ocasión que aplicó eso a un falso medico cuando estuvo recluido en el hospital. - respondió Keine a su amiga. Nota: me ahorraré en colocar un flashback. 

- Ya veo. Takumi-san, puedo hablar contigo a solas? - preguntó la chica samurai prodigia.

- Eh? De qué se trata?. - preguntaba Takumi.

- Es sobre la propuesta que dijo Tsukasa-kun. - respondía Aoi haciendo que Takumi se diera cuenta asintiendo con la cabeza.

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Aoi y Takumi estuvieron hablando con el joven mandatario peliplata. - Mmm ya veo. Espero que puedan arreglar sus malentendidos con las propuestas que me presentarán más adelante. Ya pueden volver a lo que hacían. - dijo Tsukasa a su guardaespaldas y a su amiga con una sonrisa.

Aoi volvió a su asiento y Takumi se fue al asiento donde la esperaba pacientemente Keine. - Y como les fue con Tsukasa-kun? - hablaba Keine a su amigo guardaespaldas.

- Nada del otro mundo. Entre Aoi-san y yo le dimos la propuesta cada uno. (él ve que Keine le da una lata de refresco de uva) ah, otra de mis favoritas. Gracias, Keine. - decía Takumi alegre.

- De nada, Takumi. Lo guardé mientras te esperaba. - respondía la rubia galena.

- Muy bien. En donde quedamos? - dijo Takumi haciendo volver al masaje a Keine.

Keine sorprende a su amigo guardaespaldas elevando una de sus sedosas piernas cubiertas por un pantimedias morado para posar su pie en el pecho del mismo. - Que tal... (la rubia galena comienza a acariciar el pecho de Takumi con su pie) si me las masajeas mientras me guias durante el bosque? - decía Keine con una pequeña mirada de colegiala coqueta acompañado de un rubor.

Takumi la complace. - Lo que mi princesa diga, será un placer seguir guiando tu recorrido en "el bosque". - le corresponde mientras se rie silenciosamente y le acaricia el pie de la doctora prodigio. Nota: Takumi, qué galán!

Luego de darle un tour por el bosque patrocinado por Takumi hacia la prodigio Keine, ella le da a cambio unos mimos como poner a Takumi en su regazo y acariciarle la cabeza. - Me voy a hablar con Aoi en un momento. Si quieres descansa. Cuando termine de hablar con ella, te sigo acompañando. Chu, descansa. - dijo Keine que le acaricia su rostro y dandole una sonrisa antes de irse. Takumi hizo el ademán con la mano en señal de "hasta luego".

Ya después de un rato, vemos la parte externa del avión donde van el joven guardaespaldas y los 7 prodigios surcando los cielos foraneos. Esta vez pasaban por el lado nórdico de Europa. El chico guardaespaldas estaba con un cojin viajero para el cuello, y escuchaba musica americana mientras dormía.

Los 7 prodigios estaban en lo suyo. Unos charlaban, otros dormían, incluso hasta jugaban un juego multijugador de gameboy. De pronto el avión comienza a tener unos niveles de turbulencia en pleno vuelo. Eso puso en alerta a los prodigios y a Takumi que fue despertado por la conmoción. - Eh? Qué pasa? - preguntaba Takumi que estaba despertando de la turbulencia.

Vamos a la parte externa del avión. Durante pleno vuelo, un portal surgió de la nada en frente del avión que se acercaba para ser cruzado a una dimensión distinta a la que todos conocemos. Qué clase de desafios y de aventuras le esperarán a los siete estudiantes prodigios junto a su guardaespaldas Takumi Saldaña?

Fin del Capitulo 1. Parte 1

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Saludos, nakamas. Aquí su servidor entregándoles un nuevo capitulo. La verdad, fue una fumada como le llaman ustedes sacado de mi mente. Puede que haya algunas referencias, no sé. Lo que importa es la entrega, tratando de hacer algo diferente de lo mostrado en el anime High School Prodigies Have it Easy Even in Another World, incluso puede que tome unas escenas de las novelas ligeras que no salieron o fueron modificadas en el anime en sí. A leer se ha dicho!!

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