Porsha y Jack caminaban juntos por la animada Redshore City, disfrutando de dentro otro día juntos. Se habían detenido fuera de un cine, contemplando la pantalla exhibidora.

"¿Qué vemos?", Preguntó Porsha, su cola peluda aleteando de emoción.

Jack puso los ojos en blanco. "No lo sé, Princesa, ¿qué quieres ver?"

Porsha se encogió de hombros, "¡Cualquier cosa! Solo quiero ver una buena película".

Jack sonrió y asintió con la cabeza, "¿Qué tal si vemos la nueva de Aceventuras? Es lo suficientemente emocionante para mantenerte despierta".

Porsha emitió un chirrido feliz y agarró la mano de Jack, llevándolo dentro de el cine para comprar las entradas.

Después de la película, se dirigieron a la zona comercial de la ciudad. Porsha corría de una tienda a otra, admirando cada artículo en el camino, mientras Jack la seguía con una creciente sensación de mareo.

"Princesa, ¿podemos al menos sentarnos un momento?", Jadeó.

Porsha reaccionó con sorpresa, "Oh, lo siento, ¡me emocioné tanto! ¿Por qué no vamos a conseguir algo de comer? Hay una hamburguesería increíble al final de la calle".

Jack sonrió agradecido, "Bueno, con un hambre como la mía, mejor que esa hamburgueseria sea buena".

Una vez que pusieron sus órdenes en la hamburguesería, se sentaron en una mesa en el centro del local y comenzaron a devorar sus comidas.

Después de unos minutos de silencio, Porsha rompió el silencio con una risa escandalosa.

"¡No puedo creer lo que acabas de decir!", Exclamó con falsa indignación.

"¿huh?", Jack levantó una ceja, "¿Qué dije?"

"Que la hamburguesa que pediste es mejor que la mía", dijo Porsha, todavía riéndose. "¡Estoy aquí sentada con la mejor hamburguesa de la ciudad y tú te atreves a decir que la tuya es mejor!"

Jack se unió a su risa, "Bueno, Princesa, no podrías estar más equivocada. Mi hamburguesa es perfecta; la tuya es solo una imitación barata".

Porsha frunció el ceño, fingiendo enojo, "¡Cómo te atreves! ¡Mi hamburguesa tiene los mejores ingredientes y una preparación única!"

La discusión falsa continuó durante unos minutos más, mientras los dos seguían bromeando y riéndose. Finalmente, terminaron sus hamburguesas y salieron de la hamburguesería, aún discutiendo acerca de cuál era la mejor.

La tarde continuó con más aventuras, incluyendo un juego de bolos y una sesión de karaoke en un bar cercano.

Porsha y Jack se animaron mutuamente, cantando sus canciones favoritas y celebrando cada punto ganado en el juego.

Jack no pudo evitar comentar algo respecto a la hermosa voz de Porsha, cuando esta cantaba.

"Siempre me sorprendes con tu talento, Princesa. Tu voz es increíble", dijo con una sonrisa, "Podria escucharte cantar todo el día"

"Aww Jack, que tierno eres!", Porsha exclamó felizmente, "Tu tampoco lo haces nada mal"

"Estas bromeando?", preguntó Jack, fingiendo ofensa, "No tengo ni la mitad del talento que tienes tú. Me sorprende que tu papa no te de un escenario para mostrarle a la gente lo que puedes hacer"

Porsha se encogió de hombros, "No estoy muy interesada en eso, Jack. Solo disfruto cantar por diversión. Además, mi papi tiene muchas cosas en las que preocuparse como para enfocarse en mi talento".

Jack asintió con la cabeza, "Lo entiendo. Pero aún, a la primera oportunidad que tengas, deberías considerar mostrárle tu talento al mundo algún día. Realmente eres muy buena".

Porsha sonrió, agradecida por las palabras de Jack. La tarde pasó volando y pronto se dieron cuenta de que se había hecho tarde. Decidieron que sería mejor regresar a casa antes de que se hiciera demasiado tarde.

Mientras regresaban en la moto de Jack de regreso a casa, Porsha abrazo con más fuerza a Jack, y sonriendo suavemente. "Gracias por pasar el día conmigo, Jack. Realmente lo disfruté".

jack se rió un poco, "Yo también lo disfruté mucho, Princesa. Siempre me divierto contigo".

Porsha se acurrucó más contra la esplada de Jack mientras se adentraban en la noche. "Eres mi mejor amigo, Jack. Me gusta pasar tiempo contigo".

Jack sonrió, "Eres mi mejor amiga también, Princesa". Extendió su brazo y acarició suavemente la espalda de Porsha, "Siempre estaré aquí para ti, sin importar qué".

Porsha sonrió, su corazón se llenó de calidez y amor por su amigo. Ella sabía que podía confiar en él y que siempre estaría allí para apoyarla en todo lo que necesitara.

Finalmente, llegaron a casa y se despidieron con un abrazo. "Te veo luego, Princesa", dijo Jack mientras se alejaba en su moto. El aun tenia algo que hacer.

Porsha observó como se alejaba, su corazón lleno de gratitud y amor por su amigo fiel. Sabía que había tenido un día increíble gracias a su amistad y que siempre estarían allí el uno para el otro.

Mientras Jack se alejaba, no pudo evitar pensar en lo bien que se sentia actuar como una persona normal.

Y no sólo como una herramienta destinada a la protección de otros.

Él estaba agradecido por tener a Porsha en su vida, por hacerlo sentir como un ser humano real y no solo como una herramienta. Sabía que su amistad era algo especial y que nunca la tomaría por sentado.

Jack se dirigió a los barrios bajos, sabiendo que aún tenía una misión importante que cumplir.

La mafia de la pata dorada, aún nesecitaba ser destruida por completo. El padre de porsha lo habia dejado muy en claro.

'Destruyelos a todos'

Jack entró en su modo arma. Su rostro se endureció y sus ojos cambiaron, adoptando un brillo frío y peligroso.

El se adentró en las sombras de la noche, decidido a cumplir la misión que Jimmy Crystal, le había encomendado.

Con eso en mente, Jack estaciono su Harley en un lugar seguro. Y se movió sigilosamente a través de callejones oscuros y callejones estrechos, siempre alerta ante cualquier amenaza que pudiera aparecer.

Finalmente, llegó al almacén de la mafia de la pata dorada. El lugar estaba patrullado por guardias armados y Jack sabía que tenía que actuar con cuidado.

Desplazándose sin hacer ruido, Jack emboscó a los guardias uno por uno, desarmado y despatarrado antes de que tuvieran la oportunidad de reaccionar. Con cada guardia eliminado, Jack se acercó cada vez más al corazón de las operaciones de la mafia.

Finalmente, llegó a la puerta del almacén principal. Jack cargó hacia el interior. Los guerreros de la pata dorada se lanzaron hacia él, los idiotas, armados con katanas, palos y otros utensilios peligrosos.

"¡Maldita sea! ¡Es el asesino de la pata dorada!", Gritó uno de los animales, instando a los demás a atacar.

Spoilert alert: El fue el primero en caer. Bajo el doloroso yugo de una patada giratoria en el hocico. La katana que este habia estado sosteniendo, cayó cerca de Jack.

'Hace mucho que no uso una de estas ...', pensó Jack algo divertido mientras recogia el arma.

Seguido de eso, este se movió con una precisión mortal mientras peleaba contra los animales armados. "¡Mejor apúrense, porque no tengo toda la noche!", Gritó, mientras destrozaba un palo con su espada, le daba una bonita y sangrante cicatriz en el pecho a un leon.

Los miembros de la pata dorada embestían a Jack con ferocidad, dejándolo sin aliento con el impacto. Pero no se detuvo, retrocedió y se lanzó hacia sus enemigos, su hoja cortando a través del aire.

"¡¿Son estos los mejores guerreros de la pata dorada?! ¡Son un chiste!," Bromeo Jack, antes de lanzarse hacia otro ataque.

Pronto, sólo quedó uno enemigo. El jefe de la pata dorada, Kazuo el tigre, con su pata de oro brillando bajo la luz de la luna.

"¿Todavía no has tenido suficiente, asesino?" Gritó Kazuo, su voz gruesa y llena de odio.

Jack sonrió. "Vamos, Kazuo. ¿Esto es todo lo que tienes?"

Un golpe repentino y veloz de Kazuo lo dejó en el piso, su arma pasando cerca de su cabeza.

"No te burles de mí", Gruñó Kazuo, balanceando su arma nuevamente.

Jack se reincorporó, su rostro firme y serio. "Vamos, Kazuo. ¿La mejor arma que tienes es una pata dorada? Deberías haber invertido en lecciones de espada en vez de esa chatarra."

Con un grito feroz, Kazuo atacó, su katana deslizándose hacia la piel de Jack.

Pero Jack era más rápido, y esquivó el golpe con gracia.

Sus ojos se tornaron fríos, todo se volvió blanco y negro. Con un rápido movimiento, su hoja encontró su objetivo, la katana de Kazuo quedó reducida a astillas y ...

... Su pata dorada y parte de su brazo cayó al suelo. Amputado de un sólo corte. Kazuo dejó escapar un grito lleno de agonia.

"¿Es eso lo mejor que tienes?", Bromeó Jack, la punta de su katana apuntando hacia el cuello de Kazuo, mientras este sostenia su muñon sangrante, "Tu padre dio mas batalla, antes de que le cortara la cabeza"

Kazuo gruñó mostrando sus comillos, su rabia casi palpable en el aire. "No podrás matar a todos los de la pata dorada, Mascara de Hockey. Algún día te encontraremos, y vengaremos a mi to-san", el le dijo en un perfecto japonés.

Jack sonrió, su risa fría levantando el pelo en la nuca de Kazuo. "Estoy deseando el día en que nos encontremos de nuevo, Kazuo-san", Dijo en un perfecto japones, antes de tomar la pata dorada caída, y alejarse.

Pero este se detuvo en la salida, y sin ver a Kazuo este exclamo; "Éste fue un mensaje de Crystal. La unica razon por la que vives, es por que lo permito. Buena suerte viviendo tu vida sabiendo eso"

"¡Kusoooooooo!"

Con esas últimas palabras, Jack salió del almacén, sintiendo la adrenalina correr por sus venas. Sabía que había cumplido su misión y que había dejado un mensaje claro y fuerte a la mafia de la pata dorada.

Pero también sabía que su trabajo aún no había terminado. Había más enemigos por ahí, más cosas por completar.

Sin embargo, por ahora, se permitió disfrutar de la sensación de haber completado su encargo.

Mientras conducía de regreso a casa en su moto, pensó en Porsha y en su amistad.

Sabía que, profesionalmente, el tenía que mantenerse alejado de ella, por su propia seguridad.

Pero ..., el no queria hacerlo ... El no podía evitar sentirse agradecido por la presencia de la Loba en su vida en su vida, por la forma en que lo hacía sentir mas humano e imperfecto.

Cuando jack llegó de vuelta a casa, para informarle a Jimmy en persona lo que habia acontecido, se encontró con porsha.

"¡Jack!" Exclamo Porsha, abalanzándose sobre él en un abrazo.

A ella ... A ella enserio le gustaba hacer eso. Tal ves era una cosa de lobos?

Jack no dudo y la abrazó de vuelta, sonriendo. "Si princesa, regrese de una noche algo ... Interesante", admitió.

"Oh?", Porsha se alejó, su rostro lleno de intriga. "¿Qué pasó? ¿Algo emocionante?"

Jack sonrió misteriosamente, "Tal vez, Princesa. Tal vez", el saco la pata dorada y se lapaso, "Toma. Te traje un recuerdo"

"Oh~ es de oro real?", Porsha pregunto mientras inspeccionaba la pata dorada.

"Tan real como tu bonita sonrisa, princesa"

"Hay Jack", Porsha lo empujo un poco de manera juguetona, "Habeces dices las cosa mas cursis"

"Meh. Que puedo decir, soy todo un meloso", rió Jack, disfrutando de la cercanía con su amiga.

Porsha sonrió, feliz de tener a Jack de vuelta en casa, sano y salvo. Sabía que su amigo tenía un trabajo peligroso, y su papi, cada vez que alguien le faltaba el respeto, no lo hacia menos peligros, pero ella siempre oraba por su seguridad.

"Me alegra que estés de vuelta, Jack. Siempre me preocupo por ti cuando estás lejos", dijo Porsha, mirándolo con precaución.

"Sé que lo haces, Princesa", respondió Jack sinceramente. "Y no te preocupes, siempre estoy cuidando mi trasero"

~~>>(Continuara)<<~~