Capítulo 6
-Entonces... ¿Eres el Omega de mi maestro?
-¿De dónde sacaste esa idea?
-como no hay omegas en el palacio, ya que corren riesgo al estar lleno de alfas, entonces supuse que el duque te marco y por eso no se preocupó por los demás alfas.
-Bueno, pequeña, es incorrecto, puesto que no soy el Omega de ningún alfa-comenté y note como mis cachetes se habían levemente sonrojado-pero soy un Omega Puro, así que aun estando en celo, no sería una presa fácil.
-oh, eso es genial, ¿sucede con todos?
-No en todos los casos, normalmente cualquiera Omega, ya sea puro o no, es suprimido por un alfa en su celo, pero soy un Omega Puro de clase alta, así que en mi celo solo aceptó a mi alfa destinado o pareja.
-Por eso tus ojos se me hacían raros-sonrió-mi mamá me leía un libro sobre los omegas de ojos miel, decía que eran especiales.
-me halagas pequeña, pero no creo ser tan especial.
-lo eres-suspiró la niña, antes de despedirse con la mano y salir corriendo, sin dejar que Kai diga una palabra.
No estoy seguro sobre lo dicho, no me siento tan especial, solo afortunado.
Suspire y me acerqué a Aoi que se encontraba esperándome hace un rato.
-¿De qué hablaron?
-siempre tan chismosa.
-pues claro, el chisme es vida.
Solté una risa-solo hizo una pregunta respecto a Sasaki.
-no solo mírate, ya lo llamas por su apellido.
-e-eh, no jodas, solo cumplo la petición del joven duque.
-no claro, entonces si te dice que te tires de un puente lo haces.
-dependiendo que tan alto sea el puente.
-no jodas, si él te dice que te lo beses, seguro hasta te lo chapas.
-no te pases-comenté enojado-si te llegan a escuchar estaremos en serios problemas.
-uh, ya te salió lo serio.
La fulminé con la mirada y me adelanté dejándola atrás.
-no me dejes.
-Eso te pasa por metiche-susurre para mí, mientras avanzaba más rápido, para que no vea el sonrojo, que seguro se encontraba por toda mi cara.
×××
-Kai, Kai, no puedes seguir enojado, solo bromeaba-comentó Aoi ante la ley del hielo impuesta, por el contrario.
-no estoy enojado, pero debes ser más clara, si alguien te escuchará, podría considerar traición, al desear algo de tu jefe.
-no, pues, no negaste que deseas algo.
-Aoi, estamos hablando en serio, solo te pido que tengas más cuidado, no quisiera que algo nos pasará, menos cuando ambos estamos cumpliendo nuestros sueños.
-okey, lo entiendo, desde ahora tendré más cuidado.
-Me alegro-sonreí y con mi mano removí el pelo de Aoi-me voy a acostar, hoy no hice nada, así que mañana tengo muchos ejercicios por hacer.
-okey, buenas noches, hermanito.
-buenas noches, hermana.
Me adentré a mi cuarto y dejé mis zapatos en la entrada para ponerme mis pantuflas, me acerqué a la cama y al segundo en que me acosté, caí dormido.
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