Capítulo 12
Al llegar, ambos bajamos del carruaje y agarramos las maletas, ya que tampoco se permitían sirvientes.
-Si no quieres que lleve tu maleta, por lo menos déjame llevar la mía-comenté a Sasaki, que no parecía contento con la idea de que yo, llevará ambas maletas.
-como quieras-le entregó la maleta-pero no olvides que eres mi guardia y mi amigo, no un sirviente, tú solo preocúpate por mi bienestar.
-okay, okay-suspiré y agarré mi maleta.
Empezamos a caminar mientras veíamos las diferentes personas que se encontraban en la entrada.
-ven-comenté y sonreí-debemos adentrarnos al salón.
-sí, sí-comentó desinteresado.
Al llegar ya había muchos nobles y algunos no perdieron su tiempo, ya que se encontraban socializando.
-Sasaki, cuánto tiempo-comentó un joven peli rubio.
No me costó mucho darme cuenta de quién era, el segundo príncipe Azumi Aoyama, según la historia era un joven caprichoso y estaba obsesionado con las cosas del duque, muchos decían que tenía envidia, por el hecho de que las habilidades de Sasaki llamaban la atención del rey y él como segundo príncipe nunca pudo recibir la atención de su majestad.
-Mucho tiempo sin verlo, segundo príncipe-comentó frío, antes de mirar a su acompañante-me gustaría hablar, pero en este momento no puedo.
-no te preocupes-comentó con una sonrisa forzada, ante la falta de atención del duque-¿quién es el que te acompaña?
-nadie importante-cubrió al protagonista para que no lo vea, mientras miraba frío en modo de advertencia al príncipe.
Este lo ignoró y se acercó más notando a un joven-esconde a un Omega-comentó sintiendo el leve olor a rosas que lo atrajo-es lindo-esquivo al duque y observó al joven-oh, que sorpresa-soltó una risa-eres un omega puro de alta clase, ya veo por qué Sasaki te escondía-comentó mientras agarra el mentón de Kai.
-aléjate-comente ante el toque perverso-no se te ocurra volver a agarrar mi mentón, cómo si fuera un juguete-solté una mirada fulminante, para aclarar algo con orgullo-puedes mirarme cuanto quieras, pero aun así no podrás tenerme.
Me encontraba enojado, quien rayos se creía ese principito, agarre la mano de Shiro y sin despedirme me aleje de él.
-veo que te enojaste-comentó Shiro mientras se reía.
-no te rías, ese príncipe ya me cayó mal y ni siquiera lo conozco.
-me alegro, pero evita cruzarte con él, es codicioso.
-no me digas-comenté en modo de sarcasmo.
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