Capítulo 1
"Un sueño oscuro"aquella novela, que atraía a todo el mundo como loco, se podría decir por la cantidad de protagonistas masculinos, ya sean omegas, alfas y betas o por su buena trama, un país en guerra y un duque que lidera las tropas de norte a sur. Además que nunca hubo un protagonista Omega y eso atrajo más la atención del público, haciendo que se creen distintas teorías, que al final resultaron no tener respuestas. Después de todas las guerras y al final de la novela, se cuenta al protagonista mirando al cielo y diciendo unas pequeñas palabras.
-Quisiera haberte vuelto a ver.
Mostrando a un jóven niño, confirmando las teorías de la orientación sexual de este y la razón por la cual nunca se interesaba por los omegas que iba conociendo, aun así no se mostró ni quién era, ni que le pasó, un final con dudas, se podría decir.
Aún que a mí, no me molestó aquel "final dudoso", ya que nunca me había interesado tanto el punto de vista amoroso del protagonista, claro eso no significaba que no me interesara la historia, solamente veía más interesante la disolución de la guerra a que un simple amor.
Levanté mi vista del libro y lo dejé arriba de mi escritorio, ya era de madrugada.
Me levanté y busqué un vaso de agua, seguramente si mis padres me vieran en este momento, se quejarían de mí falta de responsabilidad y compromiso, está mañana tendría mi prueba de esgrima, junto con mí prueba de arquería y como todo inteligente que soy, me había quedado leyendo en vez de aprovechar mis horas de descanso, por suerte faltan 4 horas, en total unas 3 horas para dormir, apoye mi cabeza en la almohada y suspiré con indignación.
×××
Okey, de entre todos los lugares que hubiera podido despertar.
¿Tenía que ser en un bosque?
O mejor...
¿Qué hacía en un bosque?
Gire mi vista a los alrededores y después hacia mis manos, "espera desde cuándo tenía manos de niñito", me pare rápidamente y note que no me encontraba tan lejos del suelo, volvía a mis casillas y agarre una rama que había por ahí, empecé a caminar entre los árboles, hasta que un fuerte dolor de cabeza me detuvo y juntó con él aparecieron recuerdos, un niño feliz con su familia, con una gran apariencia y considerado el ángel del pueblo, salidas, amistades, entre otras cosas, hasta que solo se veía fuego, un pueblo y los gritos, la muerte de las personas que amaba y la muerte de su lugar natal, gire mi cabeza despacio tratando de apaciguar el dolor.
"Las guerras sí que eran horribles"pensé mientras seguía en busca de una salida.
Entre esos recuerdos me resonó el nombre de alguien y no tarde tiempo en darme cuenta de que me encontraba en aquella novela, aun que un tiempo antes, según los cálculos unos 7 años antes, lo sabía por que el pueblo de los recuerdos había sido destruido 7 años antes de la llegada del protagonista.
Después de unos varios minutos caminando, llegué a un pequeño pueblo, después de acercarme más a este, sentí la mirada de alguien y por reacción giré hacia dónde provenía, viendo a una joven que me miraba atentamente.
"Aquí está"pensé inmediatamente.
Había una razón por la cual me había adentrado a esta ciudad, aparté de ser la primera que había visto, al ser la última novela que leí recordaba cada cosa al pie de la letra y este mismo pueblo, fue el que el protagonista había visitado al principio de la novela, más o menos en unos siete años, ya que está empezaba con el protagonista teniendo la edad de 16 años y entrando a la escuela Real.
Por qué razón, solamente dicen que estaba en busca de alguien y que también estaba en busca de prodigios que pudieran seguir su paso y convertirse en sus aliados.
Y aquella que sería su mejor aliada, era la misma joven que me miraba atentamente, Aoi Satō, una joven beta de ojos verdes y pelo rubio, aquella joven debería tener unos 13 años ahora, ya que en la llegada del protagonista esta tenía 19 años, apuntó de cumplir los 20.
Para llamar más su atención miré atentamente sus ojos, hasta que ella misma decidiera acercarse, cosa que hizo después de varios minutos.
-¿Qué hace un Omega Puro aquí?-pregunto viéndome de arriba a abajo.
Abrí los ojos con sorpresa,"como se me pudo olvidar un detalle tan importante", pensé, de entre todos los personajes él era un Omega Puro, aunque no había discriminación, se consideraba casi imposible el nacimiento de un Omega Puro entre los nobles, imagínense entré los plebeyos y si esto sucedía, al nacer eran vendidos a la realeza los cuales los adoptaban, eso también significaba que tenían un gran precio, al no haber muchos.
-No me llamo así, ¿Sabes?-comenté sarcástico, aun así con un tono de voz tranquila y seria-Me llamó Kai Miyazaki.
Mostró una cara de asombro antes de acercarse más al niño-no me presenté Aoi Satō.
-¿entonces qué haces aquí?-comentó tranquila la jóven-no es por ofender, pero tu familia debe estar preocupada, al no verte.
Al escuchar eso, sentí por un momento tristeza, probablemente los sentimientos del verdadero Kai-No tengo familia-comente sin tratar de adentrarme tanto en el tema-murieron en él incendió de hace unos días.
Cuando lo comenté, la joven volvió a mirarme, antes de soltar una sonrisa y darse la vuelta-sígueme.
La seguí sin rechistar y pude notar que nos adentrábamos más a la ciudad, antes de terminar en frente de una herrería.
-entra-dijo la joven mientras abría la puerta para ella y para el niño.
Solo asentí y cuando entre, pude girar mi vista hacía un arco, en mi mente solo pasó una cosa "sería bueno utilizarlo" y esto al parecer fue notado por la joven a mi lado.
-¿te gusta?-señaló el arco-es difícil aprender a usarlo-comentó-¿Te enseñaron en tu pueblo?
-algo.
-podrías aprender aquí-dijo antes de seguir su caminó a pasos más acelerados hacia una puerta.
Le había mentido, todos los recuerdos que tenía del pueblo eran los de un niño común, lo único que destacaría, podría ser que le habían enseñado a cocinar, pero sería muy raro si por alguna razón, usó un arco y me sale a la primera, principalmente con lo complicado que es.
-Fuji Sasaki-gritó entrando a la habitación-traje a un nuevo visitante.
-¿volviste a traer a un niño a regañadientes?-comentó un hombre. suspirando.
-nop-dijo orgullosa-esta vez, es alguien igual que yo.
-igual que tú-comentó estresado, sabía muy bien a lo que se refería la jóven.
-si-permitió pasar al joven detrás de ella-aparte es un Omega Puro.
El hombre se asombró por un momento, antes de poner más atención al joven que tenía frente a sus ojos, "es obvió que es Omega"pensó, aunque él era beta y no podía sentir las fermonas, con solo observar la apariencia de este, pudo darse cuenta, tenía algo que lo distinguía de los omegas comunes, ojos color miel, que transmiten miedo cuando quieren. No sucedía con todos los Omegas Puros, solo dos o tres lo habrán tenido en todo la historia del reino, pero con eso se podía saber y considerar un Omega Puro de alta clase.
Se acercó a Kai y apoyo su mano en la cabeza del niño, revoloteando su cabello-¿cómo te llamas?-pregunto amablemente.
-Kai Miyazaki.
-tienes un lindo nombre-dijo antes de empezar a caminar hacia la cocina-siéntense en la mesa.
La joven a mi lado, me agarro de la mano y me guio hasta la mesa. Cuando los dos nos sentamos, esperamos pacientemente a que el hombre en la cocina volviera.
No tardó mucho y pude notar las dos tasas en sus manos al volver-tomen de seguro hace frío allá fuera.
Agarré el vaso y tomé un sorbo, hasta que el hombre enfrente mío volvió a hablarme.
-supongo que ya sabes mi nombre, pero me presentaré igual Fuji Sasaki, soy el herrero del pueblo y también soy un ex caballero real, lo dejé cuando me di cuenta de que mi pasión era la herrería, ahora dime, ¿qué hace un niño cómo tú, por aquí?
-el pueblo donde vivía se quemó-comenté un poco intranquilo-todos murieron, quedé solo y decidí adentrarme por el bosque, hasta encontrar algún pueblo, así llegué aquí.
-¿se puede quedar no?-comentó la joven-siempre quise tener un hermanito.
-Aoi, ni siquiera le preguntaste al niño, si se quiere quedar aquí.
-¿puedo?-pregunté cuando los dos giraron a verme-no tengo un lugar al cual ir.
-claro-comentaron los dos al mismo tiempo.
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