Pao:
¿Cómo?
Explícanos, por favor.
Estoy desesperada.

Vero:
Es idéntico.
Rulos dorados.
Su color de ojos.
Usa chaqueta de cuero.
Lentes de sol Rayban.

Pao:
¡Me derrito!

Lula:
Esto es muy fuerte.

Vero:
¡Y hay más!
En el aeropuerto
compró doritos.

Pao:
😍😍😍😍😍😍

Vero:
Y en el avión
iba leyendo
una revista de motos.

Lula:
😱😱😱😱😱😱

Vero:
Y no van a creer
lo que está haciendo ahora.

Lula:
¿Qué?
😵

Pao:
¿¡Quéééééé!?
No me digas que...
😲

Vero:
Así como imaginas.
Compró su almuerzo
en MacDonald's.

Pao:
¡Esto ya esa mágico!
¡Inverosímil.

Lula:
Sácale una foto, please.

Vero:
Déjame ver si puedo.

Me pongo tras una columna, con mi sombrero -para pasar desapercibida-. Desde donde estoy es casi imposible tomarle una fotografía con claridad. Me pongo de puntas de pie, apoyo mi codo sobre un pequeño mostrador, le doy «click» y enviar.

El mostrador, que al parecer no es más que una simple tabla para exhibir un nuevo sabor de yogurt, se desestabiliza. Caigo al piso con todo y madera, mi cocsis duele como el infierno y un frasco de yogurt de banana, coco y palta cae sobre mi sudadera.

Varias personas se acercan preocupadas. ¡Otra vez llamando la atención, Verónica!

Mientras, mi celular no para de sonar.

Me ayudan a ponerme en pie, alguien de seguridad de cerciora de que no necesite un médico y luego de insistir en que estoy bien ya todos vuelven a lo suyo.

Busco a «Dylan» y ya no está.

Tomo mi celular y camino al bañó leo los mensajes de las chicas.

Pao:
¡Por la mierda!
¡Es él, es él, es él!

Lula:
No lo puedo creer.
Pensé que exagerabas.
¡Pero es igual!
😱😵🙊

Pao:
Síguelo.

Vero, ¿estás ahí?

Lula:
Vero, responde.

Vero:
Acá estoy.
Lo perdí, chicas.
Tuve un pequeño percance.

Lula:
¿Pero estás bien?

Vero:
Sí, tranquila.
Sólo un poco triste.
Me hubiera gustado hablarle.
😢

Lula:
Bueno...
Tal vez es lo mejor.
¡Mira si es un psicópata!

Pao:
¡Dylan no es un psicópata!
😡😠

Lula:
Se parece a Dylan, pero no es Dylan.
Dylan es un personaje ficticio.
El protagonista de un libro.

Pao:
😭😭😭😭😭😭😭

Vero:
Chicas, voy al baño
Y a ver que hago.
Estoy en un lugar que no conozco.
Dónde no conozco a nadie.

Lula:
¿Qué vas a hacer?

Vero:
Ya estoy acá.
Voy a buscar donde pasear
y disfrutar.
Parece un hermoso lugar.

Lula:
Te cuidas.
Y disfruta.
Luego nos cuentas, ¿sí?

Pao:
Te amamos, amiga.

Vero:
Las amo también.

Apago mi celular, voy al baño a cambiarme.
Luego de un rato, salgo para buscar un sitio donde quedarme. Hallo un hotel tres estrellas, el cual entra en mi presupuesto. Llamo a mamá para contarle mi cambio de destino, obviando la parte de «Dylan».

Me como el sándwich que compré de camino y luego de una ducha salgo a dar una vuelta.

Llego al puerto, un lugar muy bonito. Y como ya está cayendo el atardecer el ambiente es casi romántico.

—Al final, no fue tan mala idea cambiar ese billete, Vero— me digo. Aunque en el fondo me hubiera gustado cumplir el propósito con el que lo hice.

Algo cae a mis pies; una pulsera. En realidad una pulsera igual a la mía.

—Se te cayó en el aeropuerto —escucho que me dicen casi al oído.

—¿Eh? —giro y era él. «Dylan». Me sonríe con ternura.

—Cuando tuviste el accidente del yogurt —qué vergüenza—. Fui a ver como estabas y cuando llegué ya no te encontré. Solo estaba esto. Vine hasta acá con la esperanza de encontrarte, todos los turistas vienen a ver el atardecer aquí.

—Muchas gracias. Es un hermoso gesto de tu parte —eso, Vero. Control, control.

—Me llamo Mauricio —dice extendiendo su mano.

—Verónica —respondo al gesto.

—¿Aceptas tomar un helado conmigo? Hay una heladería artesanal a una calle de aquí, son deliciosos.

A Dylan no le gusta el helado.

—Claro _me siento rara, pero cómoda. Es Mauricio, no Dylan. Es alguien real, no un personaje—. ¿Vives aquí?

—Sí, soy lugareño. Puedo enseñarte los mejores sitios de por acá.

Y así marchamos rumbo a la heladería, hablando, riendo.

No es el protagonista de aquel libro, ahora es el protagonista de mis perfectas vacaciones.

FIN.

Esta historia fue creada para el concurso summeradventures2018.
Gracias por la oportunidad.
Y a ustedes, mis bellos lectores, gracias por estar aquí.