Gemma
Ya en el salón de clases, me reconocían por todas mis ausencias. Aún así, y por todo que pasé batallaba para mantener buenas calificaciones. Cada vez me enamoraba más de lo que estaba estudiando, la clase planificó una salida a los estudios de ABC. Estaba que gritaba de la emoción, esos estudios eran enormes y la mayoría de las series se graban en Canadá pero una pequeña parte en estados unidos y pude entrar a varios sets de grabaciones. En el departamento de noticias veía como era el proceso de transmisión en vivo y estaba muy feliz hasta que la vi a ella en los televisores.
En el noticiero comenzaron a transmitir: "El encuentro de un cadáver en el muelle de florida perteneciente a Gemma Montgomery, quien parecía ser dueña de una empresa falsa de textiles con la cual tapaba un servicio de prostitución de alta clase."
No lo podía creer, estaba sudando tratando de disimular entre mis compañeros de clase. Esa mujer era una cabrona, pero tampoco le deseaba la muerte. Los estudios de ABC están en Nueva York, el viaje de regreso fue completamente largo y estaba cansado.
No había nadie en el cuarto, estaba cansado y con mucho estrés por lo que decidí recostarme en la cama y masturbarme. Me desnudé y comencé a frotarme el pene hasta que lo tenia erecto y me unte una crema que con el aire y el tacto se ponía caliente y causaba una sensación deliciosa, mientras lo hacía comenzaron a venirse a mi mente imágenes de Anastasia de su vagina húmeda y sus pezones duros a la vez frotaba mi pecho y mis tetillas, introduje mi pene en un juguete que me había comprado con forma de vagina que me causaba grandes gemidos ya al culminar solo escuchaba la voz de Christian en mi mente, su olor, las veces que dormía sin camisa en su cama y comenzó a votar semen y a venirme encima de mi ropa preguntándome "Qué carajos?"
Como tenía semen por todos lados, decidí bañarme cuando escucho la puerta cerrase fuertemente y era Christian que había llegado desesperado por la muerte de Gemma.
-¿Te enteraste, Rafael?- Me dijo a través de la puerta.
Salí del baño –Sí, Christian, era una mala mujer pero no se lo merecía, el lado bueno es que ya no tendremos que estar aceptando los clientes que nos mandaba.
–Es cierto, pero tú y yo sabemos quién está detrás de esto ¿verdad?.
–Sí, lo sé, pero no diremos nada Está bien?
–Está bien, pero es que no puedo procesarlo aún.
Temblando se sentó sobre el pie de la cama y en ese momento vi más claro que nunca: Estaba enamorado de Anastasia Brown y Christian Rodríguez. Solo sentí un empuje dentro de mí que me obligaba a abrazarlo y besarlo y no pude resistirme, me acerqué, lo levanté de la cama dándole un abrazo fuerte y lo miré a los ojos.
-No estás solo, no pasa nada, nadie nos puede vincular- Dije y sin poder aguantarme, lo besé, algo que lo tomó por sorpresa pero luego de unos segundos sonrío y me devolvió el beso.
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