Jamás pensé que llegaría a esto, ¿Qué pensarían mis padres y amigos? No lo sé, pero necesitaba hacerlo por el dinero y digamos que no lo iba a pasar completamente mal. Comencé a besarla y acariciarla.

Tiempo atrás

Finalmente me alejé de mis padres en Nueva York y ahora me encuentro en Florida siguiendo mis sueños y mi corazón.

Soy Rafael White hijo de los dueños del bufete más prestigioso de abogados de Nueva York. Para mis padres soy la oveja negra de la familia, ellos querían que estudiara leyes y me convirtiera en abogado al igual que mi hermana Karen. Como decidí estudiar cinematografía en Florida me apartaron completamente a excepción de mi hermana.

Desde pequeño prefería quedarme en casa viendo películas y series, desde entonces se convirtió en mi pasión y aquí estoy comenzando una nueva vida. Soy sobresaliente y fui admitido en la mejor universidad de cine, "Full Sail University".

"Bienvenido, para nuevas admisiones debe coger su boleto de turno y esperar", cogí mi boleto y me senté a esperar. Allí conocí a un muchacho muy simpático, trigueño y alto de cabeza rapada, Christian que venía de Puerto Rico a estudiar. Desde ese momento supe que sería mi mejor amigo y que me acompañaría en esta nueva aventura. Luego de hacer admisiones, ambos nos dirigimos al edificio de Hospedaje donde arreglaron para que nos colocaran juntos. Desempacamos y decidimos conocer nuestra nueva casa.

Al rato fuimos por unos tragos y cuando voy a pagar, pasan la tarjeta y esta es rechazada (cosa que nunca me había ocurrido). Sentí una gran vergüenza hacia Christian, quien terminó pagando las rondas. No conocíamos mucho y no queríamos arriesgarnos, así que regresamos rápido a la universidad. En el camino recibí una llamada de Karen.

Karen: Hola, hermanito, ¿Cómo estuvo ese viaje?

Rafael: ¡Hola, hermana bella y preciosa! El viaje se me hizo eterno, pero llegué bien; hice admisiones y un nuevo amigo.

Karen: No sabes lo mucho que me alegra escuchar eso, me alegra que hayas seguido tus sueños.

Rafael: Gracias, te quiero. ¿Has tenido problemas con tu tarjeta?, la mía fue rechazada hace poco.

Karen: Por eso te llamo, te quiero y acabo de hacerte una transferencia de $1,000.

Rafael: Karen te lo agradezco, pero de verdad no necesito tu dinero.

Karen: Hermano, lo vas a necesitar y vas a saber utilizarlo. Me duele decirte que tus tarjetas fueron canceladas por haberte ido.

Rafael: ¿Tom y Margaret?

Karen: Sí, hermano, nuestros padres.

Rafael: No, TUS padres, Karen, los tuyos. Hablamos luego.

Karen: Lo siento.

Dejándola con la palabra en la boca le colgué. Esa llamada había dañado mi primer día en Florida, camino a la Universidad me preguntaba ¿ahora qué haré?