Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

36. Confesiones desvariadas

Pietro

Una hora antes.

Termino de hablar con Geert, el cual se encuentra atendiendo algunos asuntos de nuestra organización en el extranjero, entonces guardo el celular. Violette me observa de manera muy fija, así que decido hablarle.

—¿Qué? —expreso molesto—. ¿No tienes otra cosa que hacer?

—Ay. —Se muerde el labio inferior—. Cuánto odio ¿Qué pasa? ¿No te atienden bien? Pobrecito.

—No te va bien en tu vida amorosa y vuelves a las andadas ¿Cómo es, Violette? ¿Es lo único que sabes hacer? Dime.

Frunce el ceño.

—Se te ve con confianza. —Hace una pausa—. Se debe a Rosette, seguro ¿A ella también la seguirás como idiota si resulta que no quiere estar contigo? —Sonríe al burlarse.

—No, no voy a cometer el mismo error, si llegara a pasar eso, luego de deshacerme de Dominick, le conseguiría un boleto de avión o algo así, mejor aún me volvería a Alemania, ya es hora de terminar otros asuntos por allá.

—Te ves decidido —opina.

—Lo estoy. —Sonrío—. Me cegaste, Violette, lo admito, pero ya no me encuentro en esas andadas, ya desperté, abrí los ojos. —Hago una pausa, pensativo—. Ojalá lo hubiera hecho antes, tal vez Adler sería una persona diferente, no he sido buen padre.

Ella se ríe.

—¿Qué dices? No entiendo por qué no me echas la culpa.

Suspiro, pero luego sonrío.

—Diría que tú tienes el setenta por ciento de la culpa, el treinta es todo mío.

—Pues a ti Adler no te odia, te llama papito —finge su voz y me río.

—Sí, sí lo hace.

—Se siente raro estar hablando bien contigo —opina.

—Los tiempos cambian. —Miro el reloj de la pared—. Hablando del tiempo, Rosette se está tardando mucho en el baño.

—Me iré a fijar, así no te llama controlador —se burla y se va directo a subir las escaleras.

Ya me olvidé por qué me gustaba esta mujer, seré raro ¿Qué le habré visto? Se la pasa burlándose de las personas. Ah, sí, mi padre, la conocí cuando mi padre me había metido en muchos líos y las casualidades del destino, o más bien los negocios, nos llevaron a comprometernos. Al final cuando te encuentras mal de la cabeza, te juntas con quien está peor. Curioso, cuando también caí en un pozo sin fondo, apareció Rosette y ella también tiene unos embrollos en su linda mentecita. Sonrío como estúpido, maldito destino sin sentido, esta vez debo agradecerte.

—¡Pietro! —Baja Violette corriendo por las escaleras.

—¿Qué ocurre? —pregunto al ver su agitación.

—¡Han secuestrado a Rosette, hay vidrios rotos por todas partes!

—¿Qué?

Voy lo más rápido que puedo hacia el baño, entonces observo la escena. Llamo a mi seguridad, entonces nos dirigimos a ver las cámaras.

—¡¿Eduardo?! —chilla Violette.

Presiono los dientes.

—Lo mataré —expreso furioso.

—Es todo un profesional, nadie se dio cuenta.

La observo de mala manera y luego miro a mis empleados.

—¿Se puede saber qué estaban haciendo?

—Se... señor —dice nervioso—. Como dijo la señorita Violette, supo cómo infiltrarse sin ser detectado, tenemos en la mira a todos los agentes de Lamarck, pero Eduardo se nos fue de las manos.

—¡¡Arregla este desastre!! —le grito molesto.

—S... sí, mire. —Señala la pantalla—. Ya estamos rastreando el vehículo.

—Qué incompetentes. —Muevo mi cuello que hace sonido—. Ahora voy y lo mato.

—¡Te acompaño! —expresa Violette que me persigue mientras avanzo a paso firme.

—Haz lo que quieras —digo sin importancia.

Preparo mi arma y subo a mi vehículo, Violette entra a la misma velocidad, algunos de mis hombres me siguen detrás, aunque no me pueden copiar el paso pues pongo mi auto a mucha potencia. El rastreo del vehículo me conduce hasta una fábrica abandonada, bajo de mi coche y avanzo revisando el lugar por fuera. Visualizo a Eduardo, así que me voy en su dirección, encontrándome muy furioso, pero Violette me gana de mano cuando corre hasta él.

—¡¡¿¿Estás loco??!! —grita indignada—. ¡¿Por qué secuestraste a mi amiga?!

El castaño de cabello claro le contesta:

—Ya te dije, es un peligro estar cerca de ella, fue por ti —confiesa.

Violette se sonroja, poniendo sus manos en las mejillas.

—¿Por mí? Pero eso está muy mal, qué decepción —expresa indignada. Me canso de su conversación cursi y le pego un puñetazo a Eduardo—. ¡Ay, no, no le pegues! —chilla Violette.

Lo agarro con fuerza y lo estrello en la pared.

—¡¿Dónde mierda está Rosette?! —grito mientras veo como sangre cae de su nariz, le rompí el naso.

Adolorido, se agarra la cara y señala en dirección a una de las torres de la fábrica abandonada.

—Creo que se va a tirar —contesta como puede.

¡A la mierda! Lo suelto al salir corriendo. Voy lo más rápido que consigo, avanzo por los pasillos, entonces encuentro las escaleras. Intento aumentar la velocidad y logro llegar hasta la puerta, la abro, así que Rosette se gira a verme, está sobre el escalón de una de las torres, se sostiene solo con una viga.

—Pietro —dice mi nombre, creo que se siente algo perdida, desvaría.

—No hagas nada estúpido —pido poniéndome serio—. Lo solucionaré, sea lo que sea que te atormente, lo arreglaré.

Baja la vista.

—No es necesario.

—Sé que eres una mujer de pocas palabras, pero tienes que decirme.

Vuelve a mirarme.

—¿Por qué?

Me aproximo hasta ella, tomo su mano y la aparto del escalón en el que estaba subida.

—Porque te amo, eres mi única y verdadera inglesa. Eres la mujer que me ha regresado la alegría de vivir. Olvida todo y cásate conmigo, Rosette —confieso sin titubear y se queda perpleja, reaccionando—. ¿Me escuchaste?

Lágrimas caen de sus ojos.

—¿Me seguías? ¿Estabas aquí? ¿Cómo pude olvidarte? —No entiendo a qué se refiere, pero cuando me besa y yo le correspondo, ya no intento comprenderlo.

—Ah, pero miren qué tenemos aquí. —Oigo atrás de nosotros al que creo que es Dominick y preparo mi arma—. A Pietro Hoffman con mi mujer.

Rosette sigue desvariando, así que la pongo detrás de mí.

—Al fin estamos frente a frente y no te ocultas tras una máscara —opino al ver su rostro, tiene una cicatriz en el medio de la cara—. Voy a cortarte la cabeza.

___

¡Hola! Espero que hayan estado disfrutando todos estos capítulos continuos, valoro mucho que sigan por aquí  ¡OMG, Pietro está frente a Dominick por primera vez! >.<

Y Rosette anda perdida en su mente :"v 

Y Eduardo, mal muy mal, te merecías ese golpe jajajaj lo siento por los fans de Eduardo, pero yo amé mucho ver a Pietro enfadado XD

Adiós a la bella nariz de Eduardo JAJAJA

Por cierto, ya empieza a notarse el cambio de Violette, sigue algo tonta, pero va mejorando xD

Gracias por seguir aquí, los amo ❤️

Atte: Vivi.

Pd: ¿Se dieron cuenta que ya pasamos el tercer epílogo de La prometida del Alemán? Ambas escenas de ese epílogo fueron escritas en el trascurso de estos capítulos, solo que narradas por Violette y Pietro. En ese epílogo de LPDA narraban Rosette y Eduardo, pero aquí fue modificados para no repetir escenas.  

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro