29. Matar el cariño
Rosette
Esa libertad que no sentía hace años es justo lo que necesitaba para recordar que estoy viva ¿Quién diría que un poco de música y gente saltando me traería esa paz que tanto anhelo? Ese debe ser el verdadero significado de la esperanza.
Cuando la diversión se frena, me despido de Violette y salgo del boliche. Frunzo el ceño cuando visualizo a Pietro esperándome, así que me le acerco.
—¿Qué haces aquí? —expreso molesta.
—Vine a proteger a mi futura mujer —aclara muy tranquilo.
—Ya te dije que me sé cuidar sola, y deja de soñar.
—Y me parece perfecto, pero me tomé la libertad de matar a tus atacantes para que no interrumpieran tu diversión —dice con confianza.
Enarco una ceja.
—¿Atacantes?
¿Será que bajé la guardia?
—Soy una estúpida. —Observo hacia el suelo.
—¿Por desear un minuto de paz? En absoluto, todos necesitamos vacaciones de este mundo tan crudo, por eso yo fui tus ojos esta noche.
Mis mejillas arden y alzo la vista.
—No tenías que hacer eso.
—Claro que sí, así en un futuro cuando quieran matarme tú serás la que me cubra la espalda ¿No te parece un trato justo?
Sonrío.
—Me parece bien. —Me mantengo alegre y me giro para irme—. Aunque tendrás que seguir soñando, porque nunca voy a ser tu futura mujer, búscate a otra, amigo.
—Hum, yo decidiré cuándo rendirme, gracias. —Se ríe.
Me detengo y me giro a mirarlo.
—Espero que sea pronto, no quiero ser una obsesión como Violette.
—Auch ¿Me llamas obsesionado?
—¿Qué? ¿No se nota? —me burlo.
Suspira.
—Es verdad, perseguir a una mujer durante años y deprimirme por sus actitudes como idiota me hace obsesionado. —Luego vuelve a sonreír—. Pero esta vez es diferente.
—Ah ¿Sí? —Enarco una ceja—. ¿Cuál es la diferencia?
—Estoy seguro de que estoy delante de la indicada.
Me carcajeo.
—Qué halagador, pero vas a tener que hacer mucho más que eso para convencerme. —Revoloteo las pestañas.
—Ya se me ocurrirá algo, mientras puedo pensar que estoy a un paso más cerca de tu confianza. Es más, me encanta que menciones a Violette, porque percibo celos.
Vuelvo a carcajear.
—¿Disculpa?
—No es la primera vez que me haces un planteo así, tú quieres saber, pero debo felicitarte, lo disimulas muy bien.
—No lo disimulo, no estoy celosa —expreso tranquila—. ¿O acaso crees que tengo un plan malvado para deshacerme de ella?
—En absoluto, tú te hiciste su amiga por razones emocionales, es más probable que ella tenga algo en tu contra en vez de ti.
Sonrío.
—Prestas atención, aunque te equivocas con Violette, tú hablas desde tu desconfianza con ella, pero te perdono porque me encanta que te dieras cuenta, Violette me recuerda a mi hermana, esa es mi razón emocional.
—Quiero saber más de ti —expresa con anhelo.
Muevo de forma leve mis pestañas.
—Es todo lo que vas a conocer de mí por hoy.
—Me encanta que solo sea "por hoy", puede existir un mañana.
Mis labios se forman en una sonrisa.
—Nunca se sabe, pero prefiero ser misteriosa, es más seguro.
—Deseo un día ser esa seguridad y me cuentes todo, entonces sabrás que tus secretos están bien conmigo.
—Uy, se volvió poeta. —Me giro de nuevo para irme—. Pobre, lo dejaré seguir soñando.
Oigo su risa.
—No es un sueño, pero será una realidad.
No le contesto, no quiero seguir negándole cosas. Solo desearía matar este pequeño cariño que crece en mí por él. Estas minis vacaciones ya se acabaron.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro