💌
Enero, 2020.
No quiero complicarme la existencia pensando y sobre analizado la vida. Los años pasan y con eso las experiencias y vivencias nos hacen más entendedores de la vida y el mundo. Nos obliga a ser realistas y conscientes de lo que nos rodea, dejar de soñar es casi una obligación para la "vida adulta". Nos obligamos a dejar de sentir para aguantar lo que nos toca vivir.
Loco que mi niña interna aún se movilice intentando con su inocencia aflorar las emociones y revivir todos los sentimientos que pudimos alguna vez saber sentir. Pero yo la he dejado de lado y olvidado en un rinconcito muy, muy adentro de mi corazón. No quiero escucharla.
La carga se hace más pesada e imposible de sostener a medida que la vida sigue y yo avanzo con ella. No puedo darle la atención que se merece ahora, no hay tiempo, no hay descanso, solo rutina y obligaciones. Pero ella no se calla, no deja de pedir sus necesidades bajo berrinches y llanto desconsolado. Pidiendo atención constantemente.
"Esto no es lo que soñamos que seríamos cuando fuéramos grandes", me dice, JA, bienvenida al mundo real mi niña. No hay chances en esta vida, no hay miras de parar, seguir y avanzar, crecer y resignarce. No hay futuro adelante que me aliente a seguir. "Me niego rotundamente a sentir así", contradice y yo solo puedo reírme ante su inmadurez. "Estamos a tiempo, confía en el proceso, disfruta el camino, no te resistas al cambio... Peleaste por lo que querías no podes podes parar ahora." ¿Como puedo confiar en esta vida que me exige tanto y no me da nada a cambio?
[...]
Enero, 2025.
"El que abandona no tiene premio".
Si alguien me hubiera dicho tiempo atrás que estaría donde estoy hoy, no le creería, me reiría a carcajadas en su cara por lo ridículo que sonaría...
Pero poco a poco la vida me fue enviando pequeñas señales de que era el camino correcto. Personas, oportunidades, viajes, placeres, momentos y eso me mantuvo alineada con el propósito. Pero hay que observar no solo mirar, los detalles más pequeños pueden traer mucha información respecto a lo que se aproxima. No los pierdas de vista.
Yo llegué, y sin irme del camino. Continúe. Me elegí. Una y mil veces me recordé que queria y como iba a lograrlo. Mi niña también me recordó otras mil más lo que soñé alguna vez. Lo proyecte y se cumplió. Y si bien mil veces quise abandonar, me quedé... El camino sigue, es laaaargo pero estoy gozandolo, a mi manera, lo disfruto, lo transito tan feliz, el paisaje es maravilloso y se que desde donde estoy y para adelante son solo cosas buenas.
🍀
💌
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro