22.
Me remuevo para verla recostada a mi pecho, solo una sábana fina nos cubría. Nada fue mentira o un sueño, ella se entrego a mí. Me siento tan feliz.
Miro por la ventana para darme cuenta de que todavía está oscuro, no se escucha ningún ruido en la casa, lo que se refiere a que Carlos no ha llegado aún del Bar.
Siento cómo se remueve un poco. Espero no se haya despertado.
-Jey. - Me equivoqué sí se despertó.
-Mmm... - mi voz sale ronca
-Pensé que seguías dormido.
-Lo mismo pensaba yo de ti- Digo haciendo que riamos.
-Tengo que decirte algo-digo rompiendo el silencio el cual no era incomodo.
-Si dime- mueve un poco la cabeza para verme.
-Quiero... - Suspiro- Agradecerte por todo lo que has hecho por mí en este tiempo. Llegaste en el momento en el que más lo necesitaba, sin yo saberlo. Me encontraba metido en un hoyo, del cual tú fuiste la escalera con la que pude salir. ¿Sabes? muchas veces dije que quería morir, pero no, muchas veces se quiere morir, pero en otras solo no tienes motivos para vivir. No sé como especificar cuál de los dos era yo. Solo sé que tú me devolviste las ganas de vivir, las cuales se habían muerto hace mucho tiempo
Me mira en silencio con los ojos cristalizados.
》Me ayudaste a liberarme de ese peso que llevaba encima, el cual me atormentaba. Me enseñaste lo que es amar de verdad. Nunca pensé que yo podía llegar a sentir algo por alguien, y que se me partiera el alma al verla mal. El hacer todo por verla bien. Me abriste los ojos para que viera que no estaba solo, tenía a los chicos que siempre han estado ahí para mí apoyándome en todo. Siento que me faltan las palabras para explicarte todo lo que siento, solo tengo una, Felicidad, eso es lo que siento en este momento.
Lágrimas bajan por mi mejilla, pero esta vez no son de dolor si no de felicidad, estoy feliz.
Me mira sonriente- Me alegra mucho que te sientas feliz. Jey no he hecho nada, solo un pequeño empujoncito para que te dieras cuenta de las cosas.
-Pues me encanto que me dieras ese empujoncito. -Acaricio su cara.
Ella cierra los ojos antes mi tacto.
-Eres mi Ángel, ese que me mandó Dios para mejorar todo- Abre los ojos ante mis palabras. Puedo ver en ellos un brillo especial.
-Pensé que nunca dirías eso.
Frunzo el ceño levemente confundido.
-No entiendo de qué hablas...
-No tienes que entender. Jey el tiempo se ha acabado, es hora de partir.
Si antes estaba confundido ahora lo estoy más.
-Emma...
-Jey, es hora de irnos de este mundo, de la maldad de las personas. Estás sanado, ahora nos podemos ir con tranquilidad. - susurra
-De verdad que...
-Shh... Solo duerme. El viaje es largo. - pone su dedo índice entre mis labios.
Comienzo a sentir como mis ojos cada vez se vuelven más pesados. Como tengo la dificultad de mantenerlos abiertos. Emma vuelve a su lugar en mi pecho. Contemple por una última vez la imagen que tenía ante mis ojos.
Hasta que no pude luchar más, y mis ojos se cerraron al fin.
Adiós chicos.
Lo último que vi fue oscuridad.
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