No entiendo porque todos se meten en mi vida no me pueden dejar tranquilo. Yo veo que hago con ella.

Molesto camino por unos callejones que se encuentran cerca de la casa.

Cuando veo unas figuras, que puedo distinguir como un hombre y una mujer. No pongo mucho cuidado y me dispongo a dar la vuelta, pero soy interrumpido por un grito.

—¡AYUDAA! — Grita una chica— ¡Ayúdenme por favor! ¡Suéltame!

—Cállate estúpida

Escuchó que le dice, y después de eso se escucho como le daba una cacheta.

Siento como la ira se apodera de mí. Puedo ser todo lo que quieran, pero lo que más odio es que maltraten a una mujer.

Con el ceño fruncido y nudillos apretados. Corro hasta donde escuchó las voces.

Cuando llego siento como mi cara se pone aun más roja. El estúpido baboso está encima de ella tratando de besarle. Agarrándolo de la camisa lo quito.

—¿Qué te pasa estúpido?

Eso era todo para comenzar a golpearlo.

Le daba con todas mis fuerzas. Sacando el coraje que llevaba dentro, toda esa ira acumulada la pagó el hombre. Recuerdo que tenía a la chica a un lado y paró lentamente. Con la respiración agitada la miro; Ella estaba hecha una bola en el piso, solo podía escuchar sus sollozos.

—Oye — la llamo, pero simplemente no me mira. —Ya todo pasó, ese hombre no te hará daño _me pongo de rodillas frente de ella —¿Estás bien? —pregunto.

No sé qué me pasa, no sé por qué la trato bien. Esto es nuevo para mí.

—Hey, mírame —Insisto— ya no debes de temer.

Ella lentamente levanta su mirada y... woow es muy bonita. Tiene unos Hermosos ojos verdes, están rojos por las lágrimas y puedo ver el destello de tristeza que tiene en ellos.

—¿Estás bien?

Ella asiente

—¿Te hizo daño alguno? — vuelvo a preguntar.

Niega lentamente

—Gracias, me salvaste —Dice con una voz suave

—No podía quedarme sin hacer nada.

Ella me da una sonrisa, pero esta no llega hasta sus ojos.

—Me llamo Jey—le extiendo la mano.

Mira la mano con duda pero la toma

—Emma—susurra.

—Es un gusto conocerte, Emma. Aunque no haya sido en el mejor momento.

Pero qué me pasa porque sigo hablando.

—Gracias de nuevo

se comienza a levantar. Y hago lo mismo

—No es nada —_soy sincero.

Asiente lentamente —Me tengo que ir, espero no haberte quitado tanto tiempo. Gracias de nuevo.

Comienza a caminar, pero siento la necesidad de llamarla.

—¡Espera! 

Jey que mierdas te pasa tú no eres así.

—Dime

—Te acompaño —ella niega—No acepto no como respuesta —La interrumpo antes de que hable.

Sonríe, dios si viera que se ve más linda sonriendo que llorando.

Así es como comenzamos camino a su casa.

Y así sin darme cuenta es cómo comienzo un nuevo camino

Espero les guste de verdad.

Esta es una historia con capítulos cortos,por que la historia es corta no es larga.

                                                  Con Cariño...

-Wil.