7. Colmillos
Hawk hablaba entre balbuceos mientras Rose le ponía los colmillos falsos. La chica lo tenía en una posición demasiado incómoda con la boca abierta.
— Listos, estos son de mejor calidad — el chico pasó su lengua por los colmillos falsos, la sensación era mejor que la de sus anteriores colmillos que se había despegado en media cafetería, de suerte nadie lo noto… bueno nadie excepto Rose. Quien ahora era su cómplice en eso.
— Gracias, Rose.
— No es nada, Hawk, entre omegas hay que ayudarnos — dice la chica con una sonrisa mostrando algunos parches de olor en su escritorio. Cierto, ellos fingían ser de otra casta.
Rose usaba parches de olor y supresores para pasar desapercibida en la academia y hacerse pasar como beta, mientras él usaba colmillos falsos, junto con parches de aroma y hacerse pasar por alfa. Una sonrisa amarga pasó por el rostro del chico.
Ser Omega en la actualidad era sinónimo de incubadora, cuando un Omega se presenta no recibe la educación ordinaria, recibe la manera de complacer a un alfa en todos los sentidos para después ser entregados al gobierno para que les dieran un alfa con quién enlazarse. Los omegas eran diferentes a las demás castas, eran raros, habían pocos nacimientos de omegas en los últimos años y su don de dar vida es lo que los condena.
Por eso su abuela había decidido ocultarlo como alfa y posiblemente los padres de Rose pensaban lo mismo a ocultarla cómo beta.
— Ya es tarde, será mejor que te quedes o algo podría sucederte en la calle — dice Rose con una pequeña sonrisa a lo que Hawk estaba de acuerdo, solo le envío un mensaje a su hermana para después seguir viendo a la nada. — Es raro ser Omega ¿Verdad?
Pregunta la chica, parecía inquieta como si ocultara algo.
— Si, demasiado raro — responde con sinceridad, su casta era tan extraña, y más si era un Omega masculino, ya que le sucedía cosas que ningún hombre le tendría que suceder.
— ¿Ya tuviste tu primer celo? — el chico asiente con la cabeza, fue la peor experiencia de todas y esperaba no volver a repetirla. — y ¿tu menstruación? ¿A los omegas masculinos también les sucede?
Volvió a asistir con la cabeza mientras tenía los ojos cerrados, parecía más en un interrogatorio que en una pijamada improvisada.
— ¿Te gusta un alfa? — allí estaba el hilo correcto de la conversación, Hawk abrió los ojos lentamente mientras una sonrisa pícara se posaba en sus labios.
— Eso quieres saber, verdad, las demás eras preguntas incómodas para despistarme.
Rose apartó la mirada con un puchero.
— Odio que seas inteligente.
— El número uno en la clase y cuadro de honor — le recordó a su amiga con una sonrisa orgullosa, incluso él, un Omega había vencido a los alfas de su clase, aunque no le gustaría pensar en las demás clases ya que, Ling Ling de la clase B era mucho más inteligente que él. Lo venció horriblemente en el decatlón académico. — Ahora dime quién es él o ella, estoy intrigado.
Rose abrazo a su oso de peluche como si la ayudará a decidir si decir la verdad o una mentira piadosa.
— Ling Ling…
— Espera… Ling Ling, la Ling Ling que conocemos, la misma que nos dió la peor paliza académica de la historia ¿Esa Ling Ling?
— Si
— ¡Ja...! — el chico se desplomó en la cama sorprendido pero a la vez intrigado — interesante.
— Bueno, ya lo dije es tu turno — Hawk levanta una ceja a su amiga curiosa.
— No me gusta nadie — estaba a la defensiva era obvio que lo estaba pero Rose no dejaría que la muralla que estaba creada se terminará de construir.
— Yo ya lo dije, abrí mi corazón y mis sentimientos hacia tí.
— Solo distes su nombre.
— Tengo derecho a saber el nombre de tu interés amoroso.
— Claro que no.
— Si
— No
— Si
— No
— Si
— Si lo digo me dejaras de molestar.
— Definitivamente, compañero.
Hawk rodó los ojos pero aún así con un sonrojó avergonzado dijo
— Travis
— ¡Santas calabazas! ¿Es enserio? — Rose parecía sorprendida.
— Si
— ¿Cómo? Digo, ya que Travis es alguien…
— ¿Cuál sería mi última opción? Yo también lo pensaba.
El silencio fue cómodo, Rose estaba expectante por las palabras de su amigo.
— Bueno… él sabe que soy omega — la mandíbula de Rose cayó al suelo.
— Cuenta, ahora necesito la historia, el chisme incompleto no me dejará dormir — dice rápidamente la chica haciendo suspirar a su amigo quien comenzó a jugar con sus dedos.
— Todo inició en el segundo semestre, nos habíamos quedado solos en el gimnasio ya que era nuestro turno de guardar el equipo, mientras lo hacíamos él me dice si era Omega — Hawk comenzó a relatar la historia aún con un sonrojó — Yo solo me reí nervioso y le dije que no, de dónde sacaba ideas tan descabelladas. Él me respondió que mi aroma era de manzana , un aroma muy dulce, a comparación del parche de aroma que uso siempre. Me hice el loco lo que restaba del momento hasta que unos chicos alfas entraron al gimnasio, Travis me llevó hasta el almacenamiento donde estábamos guardando todo y me cubrió con su aroma, me estaba diciendo que no me pusiera nervioso o gritara (estaba asustado, okey, deja de verme con esos ojos Rose), cuando los chicos se fueron él me dijo que ocultaría mi secreto sin pedir nada a cambió, solo quería que yo estuviera bien.
Rose tenía estrellitas en los ojos junto con una enorme sonrisa en su rostro.
— Eso fue muy dulce, Hawk.
— Lo sé, también lo creo, desde ese momento lo ví con otros ojos, pensé que era igual que los otros alfas sin cerebro pero él… es el mejor alfa que he conocido .
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Me había comido este día *sufre en distraída*
En teoría "Colmillos" tenía que ser el número 5, pero me confundí y ahora es 7.
Me tocó soportar
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