- Amanda despiértate que hoy tienes que preparar tus maletas que te vas al castillo y vendrán a por ti en un rato.

- ¡Ya voy Mama!- dije a mi madre que se encontraba en la en la cocina.

Me levante de la cama y fui por la maleta. Estaba ilusionada porque por fin encontré un lugar digno donde trabajar. La parte mala es que no vería a mi madre mucho ya que solo tenia 5 días al año de vacaciones pero mejor eso que estar trabajando en el prostíbulo de limpieza. Así que cogí la maleta y metió toda mi ropa y mis cosas personales. Y por ultimo la foto de mi padre que se muria meses antes de que yo naciera, nunca lo conocí pero siempre imagina que si el no hubiera muerto las cosas no estarían así.

Cuando termine baje a la cocina donde mi madre me estaba preparando pan con agua. No era un maravilloso desayuno pero para mi era especial desayunar pan.

- Hoy comeré contigo ya que nunca mas te voy a tener por casa. - dijo mi madre con lagrimas en los ojos.

- Mama no llores cuando tenga vacaciones vendré a verte. Tranquila. - me daba pena verla de esa manera.

- Tu disfruta de tu vida y si encuentras marido allá me avisas, que yo quiero nietos.- me entro gracia ese comentaría. Mi madre sabia que aquí nadie quería formar una familia conmigo, y según ella allí habrá alguien que me quiera de verdad.

- ¿Por cierto hoy no estas siempre a estas horas con el señor Francisco? Que según el su mujer no le satisface lo suficiente.

- Le dije que hoy no podía que si quería que tenia que ser al medio día.

En ese momento llamaron a la puerta, mi madre se levanto. Al abrir había un hombre con ropa de calidad y dijo que me venia a buscar así que me despedí de mi madre y me fui a mi nueva vida.