ℭ𝔞𝔭𝔦́𝔱𝔲𝔩𝔬 𝟷𝟼
–¿Como es esto posible? Digo, es que esto no parece real. -dice Jay mientras camina de un lado a otro por toda la sala.
–Jay ya deja de estar haciendo eso que me pones nervioso. -le digo y él, como las dos veces anteriores, me ignora.
Lleva haciendo eso desde que empezamos a contar como es que llegamos los dos a este lugar y lo entiendo, en parte, la forma en como los dos terminamos en este lugar parece de fantasía. Aunque también da un poco de miedo. Pero no creo que dando vueltas por todo el cuarto resuelva nuestras preguntas.
Cuando él hace eso me pone muy nervioso, no me gusta verlo en ese estado, por lo que le he dicho que se siente en unos de los sillones.
¡Pero no me hace caso! Y el maldito me ignora.
Estaba a punto de agarrar la lámpara y golpearlo para que se quede quieto, pero el ruido de las escaleras hace que se me congele la sangre.
Miro a Jay, nervioso por como cada vez se escucha más cerca las pisadas, y el hace lo mismo pero de inmediato me señala la lámpara y luego el detrás del sillón en donde estoy sentado, después pone un dedo en sus labios señalando me que haga eso en silencio.
Hago lo que me dice y mientras estoy escondido detrás del sillón, puedo verlo como es que agarra un jarrón de la mesa para luego esconderse detrás de la puerta que, casualmente, la dejamos abierta.
Yo sabía lo que pasaría con ese jarrón ni bien la persona que subía pasará la puerta... Y eso me asustaba. Jay no es de esas personas que golpean o pelean, y si él decide golpear al extraño con el jarrón hasta lo podría hasta matar, se nota que eso pesa mucho.
Pero ya no puedo seguir pensando en eso, no cuando se escuchan las pisadas en la entrada y veo a la persona que subía las escaleras. Y es en ese momento cuando dejó de respirar.
De ninguna manera dejaré que Jay golpee al señor Jaebum con el jarrón.
–¡Jay no lo hagas! -grito y salgo de mi escondite cuando veo que Jay ya estaba levantando el jarrón sobre su cabeza, listo para golpear.
Pero afortunadamente se detiene a tiempo al ver al señor Jaebum en la entrada.
–¿Señor Jaebum? ¿Que hace aquí? -pregunta ya con el jarrón en el suelo.
Él señor Jaebum solo se ríe y nos observa a los dos divertido.
–Ustedes dos si que se parecen a ellos. -dice y luego empieza a caminar, adentrándose a la sala.
Miro a Jay, confundido y sorprendido, pero él solo se queda observando fijamente al señor Jay con una cara que refleja molestia.
Dejo la lámpara en su lugar para luego dirigirme donde Jay, que se dirige hacia donde el señor Jaebum se encontraba.
–Señor Jaebum será mejor que nos diga como logró encontrarnos. -dice cuando llega a su lado.- Ahora.
–Siéntense y les contaré todo lo que tienen que saber. -nos señala el sillón para dos.
Nosotros hacemos lo que nos indica y nos dirigimos hacia el sillón y detrás de nosotros el señor Jaebum nos seguía, cuando nos sentamos quedamos de tal forma que él este sentado en frente nuestro.
Suelta un suspiro. –Esto es algo muy difícil y complicado de contar. -dice y pude que sus ojos reflejaban tristeza.- No saben lo mucho que sufrí por no poder contar esto a nadie. Hasta ahora.
–¿A que se refiere? -pregunta Jay.
–Tienen que prometerme que en ningún momento me interrumpirán y las preguntas que tengan me las harán al final, ¿Entendido? -pregunta y ambos asentimos.- Bien, antes de empezar tienen que saber que les estaré contando en base a lo que yo he vivido junto a ellos. Nadie sabe en realidad lo que exactamente a pasado, de hecho ni siquiera se con exactitud como es que eso paso.
–¿De quienes esta hablando señor Sungjin? -pregunto.
Sonríe con cierta nostalgia. –De Park Jinyoung y Mark Tuan... Mis mejores amigos.
Todo por esta semana.
Cuídense, tomen agüita y coman sus comidas.
Lxs adoro mucho.🤍
Nos leemos pronto~
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