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𝐄𝐩𝐢́𝐥𝐨𝐠𝐨

Era un día muy cálido, los pájaros cantaban y las flores estaban más coloridas que nunca, era una primavera muy hermosa.

–¡JAY VEN AHORA MISMO!

Bueno, era un día muy tranquilo para el resto del mundo, menos para más familia Park-Shim.

–¡Yo no fuí Jake!

El, ahora, rubio Jake miraba con una ceja alzada a su esposo desde hace seis años. Seis años en los que aún no puede creer que siga comportándose con un niño pequeño.

–Y entonces quien fué, ¿Kyungjun? -Pregunta, pero al ver como Jay solo hace una mueca le tira el mantel violeta, que pasó horas buscandolo en una tienda, ahora, con manchas de chocolate.- ¡La fiesta será en unas dos horas! ¡Nuestro hijo cumple su primer año!

Y Jay no podía estar más contento con eso, aún si tenía a su esposo mirándolo como un asesino.

Volviendo 7 años atrás, Jay recordaba cada minuto de ese fatídico día.

Cuando despertó horas después en el hospital con sus padres llorando a un lado suyo, increíblemente lo que primero hizo fué levantarse de la cama de un salto, asustando a sus progenitores, y salir del cuarto para ir hacia la primera enfermera que viera y preguntarle sobre Jake. Tuvieron que cedarlo para tranquilizarlo al ver el escándalo que ocasionaba. Cuando despertó después de eso intentó de nuevo pararse, pero tenía una muñeca amarrada a la cama, tuvo que esperar a que sus padres aparecieran para poder conseguir información sobre Jake ya que nadie quería hablar con el.

Para serles sincero Jay debe admitir que estaba asustado de lo que sus padres dijeran, tenía miedo que sus palabras sean: " Lo siento hijo, Jake no lo logró." Y Dios, sabía lo asustado que estaba en esos momentos de silencio tormentoso en el que estuvieron; pero que fué rota por la sonrisa de su madre y las lágrimas de felicidad que derramaba al contarle que Jake estaba bien y a salvo. El corazón de Jay no podía estar más que feliz, lloró junto a su madre de la felicidad, su Ángel lo había logrado. Recuerda que estuvo visitandolo todos los días en los que el estuvo internado en el hospital, aunque el castaño, en ese entonces, estaba en coma, por que sí, para que Jake sobreviviera tuvieron que inducirlo a un coma, y aunque eso lo entristeció, se sintió agradecido con Dios y no se detuvo. Todas las veces que iba a visitarlo siempre le hablaba o le ponía música para cuando él despertara no se sintiera tan fuera de lugar y estuviera en una atmósfera agradable. Estuvo haciéndo eso por casi un mes. Pero un viernes, en vísperas de Navidad, vió ciertos ojos almendrados mirando todo a su alrededor asustado. Recuerda como si hubiera sido ayer que Jay sintió ese conocido escalofrío cuando ambas miradas se toparon, el temor que sintió al pensar que Jake lo había olvidado, pero todo quedó atrás cuando el ex castaño dijo su nombre en un susurro lo suficientemente alto como para que el fuera y, con lágrimas en los ojos, se lanzara a abrazarlo.

–Jay... ¡Jay!

–¿Si mi amor?

El rubio rueda los ojos al escuchar el "Si mi amor" De su esposo. Siempre decía eso cuando no le prestaba atención.

–Olvídalo, voy a tener que hacerlo yo solo. Otra vez.

Antes de que Jake diera un paso hacia la cocina, donde siempre iba cuando se estresada, Jay lo toma del brazo y lo atrae hacia su pecho, donde lo envuelve en un abrazo.

–Hey, ¿Que le pasa a mi Ángel? ¿Por qué se pone así?

–Es que tu no ayudas, el mantel me costo mucho buscarlo en esa tienda, sin contar que tuve que ir solo a ver lo del pastel, la decoración, los aperitivos, los obsequios para los invitados y lo peor es que ni siquiera me acompañastes en la sesión de fotos de Kyungjun. Era muy importante tanto para mí como para él. Te extraña.

Jay se sentía el peor esposo y padre del mundo al escuchar todo lo que se había perdido. Era el primer cumpleaños de su bebé y ni siquiera estuvo presente en los preparativos para su fiesta.

–Lo siento tanto Jake, no sabía lo mucho que me he perdido en el primer año de mi hijo. -Se aleja un poco para poder ver esos hermosos ojos que tiene en frente.

–Lo sé, tú eres el Rey ahora y tienes mucho trabajo, lo entiendo, pero también quisiera que pases más tiempo con nosotros. -Los ojos de Jake brillan con lo último.

–Te prometo que después de hoy me tomaré unas vacaciones para pasar más tiempo con ustedes.

–¿Lo prometes? -Jake acerca más su rostro.

–Lo prometo.

Jay se encarga de romper ese pequeño espacio que separa sus labios de los de su amado, para fundirse en un lento y tierno beso lleno amor.

Un verdadero amor.

Pero la atmósfera se vió interrumpida gracias a un llanto de bebé que provenía de la planta de arriba. Con pesar ambos se separaron y van rápido al cuarto de donde provenía ese llanto.

–Que pasó mi bebé, ven aquí.

Jake, quien había llegado antes que Jay, toma en brazos al bebé que intentaba levantarse de la cuna. El bebé era una hermosa combinación de ambos, tenía el color y forma de ojos de Jake, el color de cabello y forma de labios de Jay, pero lo que si el bebé no había heredado de ambos era los ligeros rizos que poseía; aunque su abuela Eunbi haya afirmado que cuando Jay era pequeño tenía unos ligeros rizos que con el tiempo desaparecieron.

Y con esa tierna escena que Jay tiene en frente, su hermoso esposo meciendo a su hijo mientras le cantaba, no puede creer lo mucho que su vida ha cambiado en casi dos años.

Fué duro para ambos, en especial para Jake, enterarse que el rubio podía quedar embarazado, aunque al principio fué emocionante la noticia fueron varios días en los que Jake no quería salir de su habitación por miedo a lo que puedan decirle. Incluso se alejó de su familia. Pero con el paso de unas dos semanas en la que se encargaron todos de hablarle y hacerlo sentir mejor, Jake término de aceptar que si, efectivamente, estaba embarazado y que era una maravilla estarlo. Y no sólo él estaba emocionado, también todo el Palacio lo estaba por la nueva llegada de un heredero. Ya que hasta ese momento era un secreto.

Como era de esperarse, la prensa pronto se enteró y al final todos en Corea sabían que el esposo del Rey Jongseong estaba esperando un hijo suyo. Aunque hubo algunos comentarios de desprecio y alguno que otro canal de televisión que hacían ver a Jake como un monstruo, la aceptación y el apoyo del resto de la nación fué más grande y pronto su bebé, que ni siquiera nacía, ya tenía el apodo de "El bebé más hermoso y esperado del mundo."

Pero no todo fué rosas y arcoiris, no, para nada, los siguientes nueve meses fueron de constantes cambios de humor de parte de Jake y todos ellos los tuvo que soportar Jay, porque nadie en el Palacio quería acercarse al embarazado por miedo a su reacción; también los constantes y extraños antojos que tenía siempre en las madrugadas o los mareos repentinos. Pero todo valió la pena cuando un 20 de marzo, el primer día de primavera, Jay escuchó por primera vez el llanto de su hijo. Cuando vió a su bebé envuelto en una manta violeta -porque es el color que Jake quizo-, supo que se podía experimentar el amor a primera vista por segunda vez.

Le hubiera gustado que su padre estuviera con ellos, pero sabía que lo estaba viendo desde el cielo.

El nombre que eligieron fué en honor al padre de Jake, que falleció cuando él era un niño, y fué gracias a que ambas madres estuvieron de acuerdo con esa decisión.

–Dada...

Jay salió de sus pensamientos al escuchar esa tierna vocecita llamándolo.

–Hola mi angelito.

Jay toma al bebé, que tenía sus brazos estirados en su dirección, de los brazos de Jake para poder cargarlo con un brazo y con el otro rodear los hombros de su esposo, que aprovechó la situación y le dió un beso en la mejilla.

Jay no podía pedir más en la vida.


–¡Hola a todos!

–¡Ya llegamos!

–¿Donde está mi cumpleañero favorito?

–¡Aquí en la cocina!

Después de esa tierna escena que la familia Park-Shim tuvo. Jake tuvo que llevarse a Kyungjun a la tina y Jay tuvo que volver a la sala a ordenar las cosas para la fiesta de su bebé. Ellos no se encontraban en el Palacio, decidieron que querían algo más privado y por eso se encontraban en Hawaii, en la pequeña casa que tenían.

–Mira que hermoso está mi sobrino.

–Mira lo que te trajimos bebé Jun.

Jay reía al ver como Yujin y Hyeongjun pellizcaban las mejillas de Kyungjun mientras este reía y Jay tomaba fotos a lo loco.

Pronto el timbre sonó nuevamente anunciando la llegada de nuevos invitados.

–Voy yo.

Jay se dirige rápidamente a la entrada para  abrir la puerta y lo primero que ve al hacerlo es un montón de globos de distintos colores y tamaños entrar a la casa. Y detrás de ellos a Heeseung y Jungwon con una sonrisa.

–¡Hola Jay!

–Hola Jungwon, Jake y el resto están en la cocina. -Señala la puerta del fondo.

–Gracias.

Y es así como Jay ve a un Jungwon feliz, caminado con un montón de globos y una panza de 6 meses por el pasillo.

–No deberías dejar que el lleve los globos, Heeseung, se puede tropezar.

–¿Como la vez que dejaste que Yun montara a caballo con 7 meses?

–No me lo hagas recordar... por favor.

A Jay siempre le dolía la cabeza cuando le recordaban ese día. La prensa se fue contra él por dejar que su esposo montará a caballo en las últimas etapas de su embarazo, sin contar que su madre le jaló de las orejas tan fuerte que de solo recordarlo ya sentía el dolor.

–Bueno, ¿Y como has estado? -Pregunta Lee para luego sentarse en uno de los sillones de la Sala.

Jay lo sigue, pero antes de sentarse suena el timbre.

–¡Yo voy!

–¿Por qué gritas? -Pregunta Heeseung pero Jay se encoge de hombros y abre la puerta, para ver a un Riki sonriendo y con una caja de regalo en sus manos.

–Hola Jay. -Riki entra a la casa pero se detiene al ver que solo estaba Lee en la Sala.- ¿Y la fiesta?

–En la cocina. -Explica brevemente Jay, pero al ver que detrás de Riki no había nadie le mira raro.- ¿Y Sunoo?

Es pelinegro hace una mueca y camina hacia la cocina. Ignorando la pregunta.

–¿Y ahora que le hizo este imbécil a Sunoo? -Jay mira a Heeseung pero este se encoge de hombros.- Pronto lo ve... -El timbre vuelve a sonar.- ¡Voy yo!

Se escucha desde la cocina un "Ya lo sabemos" de parte de Yujin.

Jay ríe un poco y cuando abre la puerta ve una pila de regalos en su entrada, y a tres personas y media sonriendole.

–Hola chicos. -Dice y llama a Heeseung para que lo ayude con la pila de regalos que tenía.

–Lo lamento tanto Jay, pero dejamos que Hikaru eligiera los regalos y como que todo se salió de control. -Sunoo, quién cargaba a la antes mencionada Hikaru, que dormía cómodamente en el regazo del castaño envuelta en una manta, entra a la casa para sentarse en el sillón, soltando un suspiro.

Jay solo asiente y va hacia el resto de sus amigos a saludar.

–¿Y el resto? Pensé que la fiesta sería a las 7 de la noche. -Habla Yeonjun mientras le da un vistazo a la decoración de la Sala.

–Bonita decoración, ¿lo hizo Jake, no? -Dice Sunghoon, pero antes de que Jay pudiera contestarle se escuchan varios pasos en el pasadizo que da hacia la cocina.

–¡Chicos! -grita Jungwon y Jake al mismo tiempo. Y todo el lugar estalla en risas y gritos de felicidad.

Jay se dirige donde Heeseung y Riki se encontraban, que era en una esquina, para poder tener un mejor panorama de la escena.

Ve como Jake, Jungwon y Sunoo conversan animadamente mientras que Yujin y Hyeongjun cargaban a Kyungjun y a una Hikaru recién levantada mientras que Yeonjun y Sunghoon se encargaban de hacerlos reír.

–Quien diría, nosotros tres, siendo padres de familia, o bueno, en tu caso Heeseung, futuros padres de familia. -Dice Jay mirando a Jake reír, causándole una sonrisa.

–Tengo que admitir que siempre imaginé a Jay y a mi como padres, pero jamás de ti Riki. Me sorprende que Sunoo no te haya pedido el divorcio con tu carácter de mierda.

–Callate Lee, que tu no eres el más indicado.

–Callense los dos, no pensemos en eso. Miren al frente y observen lo que yo veo. Porque yo veo a mis dos más grandes amores.

Y es que Jay lo único que podía pensar cada vez que veía a Jake cargando a Kyungjun, como en ese momento, era en lo afortunado y bendecido que era por poder tener una familia con el amor de su vida.


–~Cumpleaños a tí, te deseamos a tí, cumpleaños felices te deseamos a tí~

–¡Feliz cumpleaños Kyungjun!

Jay y Jake escuchan como todos gritan felices y toman al pequeño Kyungjun para acercarlo un poco al pastel, para así poder soplar juntos la vela, aunque el pequeño se encargó de solo sacar la lengua.

–Hora de repartir el pastel.

Yujin junto a Hyeongjun fueron los encargados de repartir las rebanadas del pastel a los invitados, que solo eran ellos y sus amigos ya que sus madres estaban de vacaciones y no regresarían en una semana, y Seungwan también estaba de vacaciones en un crucero.

–Ahí va el avión~

–Abre la boquita Jun.

El pequeño obedeció a su Dada, como llamaba a Jay, y abrío su boquita, dejando que Jake le diera un pedazo del pastel de vainilla y chocolate.

–Le daremos menos de la mitad porque es mucho azúcar para él. -Dice Jake dandole otro pedacito de pastel a Kyungjun.

Jay asiente de acuerdo y decide mirar a su alrededor, observando a sus amigos siendo felices.

Primero vió a Riki cargando a su hija, la pequeña Hikaru, mientras que le daba de comer junto a Sunoo. Solo que Sunoo también se encargaba de darle de comer al pelinegro.

Luego vió a Heeseung, quien le hablaba animadamente a la pancita de Jungwon mientras que este comía sus dos rebanadas de pastel con una sonrisa. La escena le sacó una sonrisa.

Luego vió a Yeonjun y Sunghoon quienes conversaban animadamente con los, ahora, pre-adolescentes Hyeongjun y Yujin, que comían felices sus pedazos de pasteles con dulces extras. Toda una bomba de azúcar para esos niños.

Jay sintió como sus ojos se cristalizaban y bajo la vista, avergonzado, antes de que alguien lo viera.

–Te ví. -Dice Jake y deja el plato con el pastel a un lado para tomar a Kyungjun. -Mira Kyungjun, Dada Jay quiere llorar. -Lo señala.

–¿Dada? -Pregunta la inocente criatura mirando de Jake a Jay, confundido.

–Si, Dada esta mal, ve y dale un beso.

Jake acerca a Kyungjun al rostro de Jay, y éste como reacción toma al bebé en brazos, pero se sorprende al sentir los labios de su hijo en su mejilla.

–Bien hecho Jun, Dada ahora está bien. -El bebé sonríe al escuchar como su Ma -porque así el llamaba a Jake, gracias a Jay- le aplaude.

–Te amo. -Dice Jay con una sonrisa.

–Yo también te amo. -Dice Jake con una sonrisa mientras se acercaba a Jay para darle un beso. Pero fué detenido en medio de la acción por el sonido de una cámara y el flash en su rostro.

Los tres, incluido Kyungjun, volteaton a ver quien les habían tomado una foto y ven como una Yujin, avergonzada, ocultaba una cámara detrás de ella con una sonrisa. Jake la mira con una ceja alzada y ella se encoge de hombros.

–Es para el álbum de fotos que tengo de ustedes. Lo llamo el álbum de "El Príncipe y Jake". -Expresa la castaña con un aire soñador e inesperador.

–¿Y porque a mí solo Jake y no algo más?

–¿Podrías hacer uno de mí y de Heeseung? Tengo fotos de nosotros ya listas, incluida la ecografía de mi bebé.

–Alto ahí Jungwon, yo también quiero mi álbum.

–¡Oigan! Es mi hermana, y tú mocosa me cambias el título del ál...

–Tu ya tienes un álbum Jake, deja que también quiero uno.

–¡Y yo!

Y es así como transcurrió el primer cumpleaños del pequeño Kyungjun. Entre risas, sonrisas, peleas por un álbum, negociaciones por un cambio de título, incluso alguien término callendose a la piscina ocasionando unas buenas carcajadas por parte de todos. Pero al final de todo ellos siguieron siendo una familia felíz. Si, pueden tener sus pequeños problemas, pero nada que logre romper ese amor que sienten.

Porque el amor verdadero existe y es capaz de romper cualquier barrera.

Como en esta historia.

Como la historia de...

"EL PRÍNCIPE Y JAKE"

Fin.

Gracias por acompañarme en el transcurso de esta historia.

Nos seguiremos viendo en mi perfil con más historias por leer.

Por cierto, feliz primer aniversario de Enhypen. Un orgullo decir que estoy con ellos desde sus inicios. 💕

Que tengan un excelente inicio de semana.

Lxs adoro. 🤍

Cuídense, tomen agüita y coman sus comidas.

Nos leemos pronto~

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