ℭ𝔞𝔭𝔦́𝔱𝔲𝔩𝔬 𝟹𝟷
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Golpear o no la cara de Heeseung era la cuestión del día. Y creo que el color morado le quedaría bien a su ojo derecho. También al izquierdo.
Bueno.
¡¿Por qué no a ambos?!
–Si sigues mirando de esa forma a Heeseung le harás un hueco en el cráneo.
–¿Y crees que eso no quiero hacerle también, Yeonjun? Pero me tengo que conformar con solo unos golpes. -le digo y bufo molesto.
–Dijimos un golpe, no varios. -me corrige.
Pero ya no le prestaba atención para ser sincero. Mi concentración era dirigida hacía solo una persona que no paraba de mirar a Jungwon. ¿Por qué tanto se demoraba Sunoo?, Se supone que el me ayudaría a darle su merecido a ese tipo.
Estaba tan concentrado viendo molesto a Heeseung que el fuerte sonido de golpes en la puerta me causa un pequeño susto, y no solo a mi. Todos voltearamos a ver quien era.
Al fin llegó.
–Ya llegué gente hermo-TÚ -Sunoo señala a Heeseung, que juro que pude ver temor reflejado en sus ojos al mirar a Sunoo.- ¡Te voy a matar engendro de alma oscura! -grita y luego va corriendo donde Heeseung estaba, pero este salta de la cama, donde se encontraba, y se oculta detrás de Jungwon.- ¡Sal de ahí cobarde!
–No porque me vas a matar y me quiero graduar. -responde Heeseung, que aún seguía detrás de Jungwon esquivando algunos manotazos que Sunoo le daba.
–¿Incluso crees que vas a poder graduarte con ese cerebro de ratón que tienes? JA otro chiste porfavor. -contrataca Sunoo quien ya pudo darle un golpe a Heeseung.- Quitate Jungwon que hoy muere esta cosa. -vuelve a decir Sunoo pero Jungwon sigue parado entre ellos, actuando como un muro.
–Ya deja esto Sun, que de nada te servirá golpearlo. -Dice Jungwon ya molesto, solo así Sunoo se detiene para luego alejarse y ponerse a mi lado.
–Aún no se por qué el debe de venir con nosotros. Es innecesario. -me pregunta.
–Porque... ¿Por que era Yeonjun? - pregunto sin saber la verdadera razón del porque Heeseung se encontraba en mi habitación con mis amigos. Solo le dige a Yeonjun por teléfono que sería buena idea ir todos al parque "Cosmic" Que estaba en la ciudad y de la nada unas horas después ya estaban todos reunidos en mi habitación.
–Me pareció lo mejor llamar a uno de los mejores amigos de tú novio para que nos cuidara, ya sabes, por el reciente ataque. -responde encojiendose de hombros restándole importancia.- Me pareció buena idea. No se porque reaccionan de esa manera.
Maldita sea si no fue la mejor idea del mundo mundial Yeonjun. Creo que él no sabe lo que pasó en Hawaii entre Jungwon y Heeseung.
Éste será un día muy cansado.
–No le digas nada y mejor vámonos. -le susurro a Sunoo al ver que quería hablar. Él solo niega y le dedica una mirada furiosa a Heeseung, que seguía mirando embobado a Jungwon. - Listo, suficiente, nos vamos que no tenemos mucho tiempo. -digo en voz alta para luego darme vuelta caminando hacia la puerta y abrirla.
Pero el mundo no estaba a mi favor hoy día.
–Ho-hola Jay, ¿que haces aquí? -es lo primero que se me ocurre decir al verlo frente a mi. No esperaba encontrarmelo hoy. Como en los días anteriores.
–¿Que hago yo acá? Yo vivo aquí, pero ellos no, así que mi pregunta es: ¿Qué hacen ellos aquí en tu habitación? -Jay tenía una ceja alzada mientras miraba a cada una de las personas dentro de la habitación. –¿Que haces tú aquí Heeseung?
–Bueno yo...
Antes de que Heeseung pudiera responder yo lo interrumpo. –Nosotros vamos a ir al parque "Cosmic" Y bueno, nos pareció buena idea invitarlo ya que él y Jungwon... Bueno tu sabes...
Vamos Jake, no la cagues.
–¿Van a salir? Eso ni de broma Jake. -me dice bruscamente Jay, dejándo por un momento la habitación en silencio.
–¿Disculpa? - digo confundido.
–Que no vas a salir. La ciudad está peligrosa y si sales te podrían hacer daño y no quieres eso. No vas a salir. -el tono de Jay era firme y la seriedad de su rostro me decía que no cambiaría de opinión.
Pero el recuerdo de lo que escuché en el pasadizo la noche anterior me llegó a la mente, y una inexplicable molestia creció en mí.
–Creo que tienes tantas cosas en la cabeza que se te olvida que no te estoy pidiendo permiso, Jay. Yo voy a salir y eso NO me lo vas a poder prohibir. -le digo también en un tono firme. Para que sepa que no voy a cambiar de opinión.
Él bufa. –No vas a salir y punto. Jake, entiende que la calle es insegura en estos momentos y tu peligras más al ser mi prome-
–Nosotros no somos prometidos, Jay. - le corto.- Eso es lo que creé la gente y te lo voy a volver a repetir. YO VOY SALIR. -recalco la última oración.- Así tendrás más tiempo para hacer cosas MÁS importantes que estar velando por mi y mis cambios de ánimo. -paso por un lado para poder salir, pero antes choco mi hombro contra el suyo.
¿Por qué? Porque quiero.
Mientras camino por el pasillo escucho como mis amigos se apresuran para alcanzarme. El primero en ponerse a mi lado fue Jungwon.
–Jake... -veo que Jungwon intenta decirme algo pero yo niego.
Lo último que quiero es escucharlo decir que la acabo de cagar con eso último. Estoy seguro de que Jay en estos momentos debe de estar preguntándose como es que pude saber de la conversación que tuvo con Mingi si yo no estuve presente.
Maldita sea, acabo de cavar mi propia tumba y lo peor es que sé que Mingi se verá afectado.
Justo cuando estábamos saliendo hacia la limusina, veo a Mingi caminando a lo lejos.
No lo voy a dejar morir solo.
–Ahora vuelvo chicos. -digo y antes de que pudieran decirme algo, en especial Jungwon. Me voy corriendo donde Mingi. - ¡Mingi! ¡Mingi!
–Buenas tardes señorito Shim. -me dice cuando ya estoy a su lado.
Ruedo los ojos al escuchar su "señorito".
–Ya hemos hablado sobre lo de " Señorito", pero eso es lo de menos ahora.
–¿Que es lo que usted necesita de mi. Jaeyun? - me pregunta con una ligera sonrisa. Como siempre el, todo un caballero.
No puedo dejar que Jay lo despida.
–Voy a salir con unos amigos, -le hago una seña, señalando a mis amigos que se encontraban, ahora, frente a la limusina.- y queremos un guardaespaldas que este dispuesto a subirse a los juegos con nosotros para cuidarnos.- digo con una sonrisa inocente.
–No me puedo negar, ¿no? -me pregunta y yo niego, aun con mi sonrisa.- Vamos entonces, Jaeyun.
Suelto un pequeño suspiro aliviado y tomo su mano para ir corriendo hacia la limusina.
Este talvez podría no ser un mal día.
Corea del Norte.
–Seungcheol, toma el teléfono, son los chicos Choi. -dice Jisoo señalando el teléfono de su amigo que no dejaba de sonar.
–No quiero escucharlos decir algún dato irrelevante. -dice Seungcheol, siguiendo su lectura sobre el ataque que ocasionaron un grupo de norcoreanos. Por primera vez él no tenía nada que ver con algo relacionado a ataques hacia Corea del Sur.
Jisoo al ver a su amigo indiferente a las llamadas a su teléfono celular decide tomarlo y contestar de una vez esa llamada y para ese sonido irritante.
–Soy Jisoo, el líder no podrá contestar ahora a si que diganme el porque de su insistencia. Ahora. -dice en un tono fuerte, como acostumbra a usar con sus menores.
–Ponlos en altavoz. -susurra Seungcheol.
Jisoo pone sus ojos en blanco antes de hacer caso a su amigo y poner la llamada en altavoz.
–El chico Shim se ha ido con sus amigos a un parque de juegos, pero se ha peleado con el príncipe. También los Reyes se han ido a los Estados Unidos por unas semanas. -el que hablaba era Beomgyu, pero se podía escuchar a Soobin de fondo diciendo algunas cosas.
–Ves, -dice Seungcheol en un susurro a Jisoo. - datos irrelevantes.
–Cállate que te pueden escuchar. -le devuelve el susurro Jisoo.
–¿Señor Jisoo? ¿Sigue ahí? -pregunta Beomgyu al no escuchar nada.
–Si sigo aquí, dime Beomgyu, ¿hay algo más o solo es eso? -pregunta Jisoo, esperanzado de que haya algo más que contar.
–¡Si! Es por eso que queríamos hablar urgente con el líder. -se podía oir la emoción en la voz de Beomgyu.
–Bien, dime, ¿que es lo que encontraron? - vuelve a preguntar Jisoo con un poco de emoción al oír el entusiasmo del chico.
–Encontramos el mapa de la ubicación de los túneles y algunos códigos relacionados a ellos, señor, junto a algunas cosas más.
Tanto a Jisoo como a Seungcheol casí se les cae la cara de la sorpresa al oír lo que el chico había dicho.
–No pierdan más el tiempo y mandelos de una vez aquí, los quiero esta noche. -dicho eso Jisoo cuelga la llamada sin esperar que la persona del otro lado diga algo.
Fué por un corto momento en que los amigos compartieron miradas antes de que saltaran de sus asiento felices por la noticia que acababan de recibir. Estaban perdiendo un poco las esperanzas de poder encontrar ese famoso mapa antes de que el chico Shim descubriera la ubicación de los túneles o que descubrieran a sus infiltrados, revelando su ubicación y jodiendo todo el plan.
Pero al parecer los dioses estaban de su lado.
–El prometido del Príncipe tiene sus días contados. -dice Seungcheol con una sonrisa de oreja a oreja.
Esa sonrisa era considerada una muy linda y perfecta por sus dientes blancos y derechos. Pero si la mirabas por un tiempo te daba un feo escalofrío por todo tu cuerpo, y pronto te dabas cuenta de que esa linda sonrisa estaba muerta.
Como el corazón del dueño.
¿Qué pasaba cuando tu corazón estaba lleno de oscuridad y tristeza?
La respuesta, es la sonrisa de Seungcheol.
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