07
Denayt.
Los días amanecían fríos, y ella sufría al levantarse porque simplemente no podía hacerlo.
—Ya levántate Dena, llegaremos tarde de nuevo.
—Ya voy...ayer me costó mucho trabajo dormir.
—¿De nuevo?
—Mmh...me marco antes de dormir...está molestando de nuevo.
Se levantó dejando ver su cabello enredado alzando se sobre su cabeza, puso sus pies en el suelo frio y fue directo a buscar su ropa.
—Deberias ir...solo así dejara de llamar, porque en el peor de los casos ella vendrá aquí.
—Lo último que quiero es verla, la última vez que lo hice fue cuando vine aquí, prometo que cuando termine esto desaparecere del mundo, volveré a mi pueblo y seré una maestra pobre que espera encontrarse un millonario gay que quiera una tapadera.
—Deja de leer por favor, eso no sucederá.
—Ojala pasará...así podría pagar para quitarme este maldito apellido.
—Aun no puedo creer que aceptarás.
—Ni yo...solo se que logro lo que quería, ellos solo quieren mostrar ante el mundo una familia perfecta y no son más que hipócritas que quieren tener todo bajo control.
—Lo bueno de todo esto es que falta poco tiempo para terminar dos años más y salimos de esta escuela.
—Si, lo único bueno que salió de todo esto, es que los conocí a todos ustedes y ...pude conocer a TaeHyung.
Su amiga empezó a reírse sabiendo que hace algún tiempo ella vio una de sus presentaciones y desde ese día se declaró la fan número 1 de él.
—Tu sueño se volvió realidad.
—Si...aún no puedo creerlo, acepto ser mi pareja, seremos los ganadores sin importar que, yo realmente me voy a esforzar para no decepcionarlo .
—Si y para eso debemos estudiar así que deja de hablar y apúrate.
Y con eso ella fue a arreglarse para salir corriendo y lograr llegar a su primera clase del día.
El tiempo paso y la rutina de siempre culminó, esa noche quería dormir hasta no querer más pero como era costumbre su teléfono volvía a sonar. Fastidiada respondió.
—¿Que?
—¿Asi es como le respondes a tu madre?
—Hola mamá ¿A qué debo tu llamada?
Fingió una voz dulce y tranquila más internamente solo quería cortar la llamada y olvidarse de su existencia solo durmiendo.
—¿Cuando vendrás?
—Estoy muy ocupada...se viene una competencia importante y no puedo desperdiciar tiempo.
—Tu padre y tus abuelos quieren verte.
—Pues que sigan esperando por qué no iré, te lo acabo de decir, no puedo irme cuando tengo que ensayar apenas puedo dormir.
—Denayt...
—Si es todo adiós.
Y con eso colgó la llamada dejando su teléfono a un lado y dejando que su sueño la consumiera, realmente estaba cansada, el baile no era su fuerte nunca lo fue, le gustaba bastante por qué solo así sentía cerca a su abuela pero no era lo que realmente quería hacer.
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