—¿Y bien mamá?

—Lo hiciste...bien.

—¿Bien?¿Solo bien?...¿Es suficiente para que me dejes ir?

—Solo por qué el señor Bin hablo por tí.—esas simples palabras generaron una ilusión en él —Pero TaeHyung, no por qué él te haya elogiado significa que lo hiciste bien, sigues teniendo una técnica mediocre así que espero que mejores eso en la primera semana, de no ser así, entonces volverás aquí.

—Pero mamá...es imposible que mejore tan pronto, además mi técnica ha sido por excelencia una de las mejores en años, se ha hablado de eso en varios lugares, me he esforzado cada vez que me presento en un lugar, no puedes decirme que no lo he hecho.

—Bailar...ese es tu único trabajo y creeme que yo lo haría mejor incluso con los ojos cerrados, así que deja de tener tanta autoestima contigo mismo y enfócate en ser el mejor del mundo, no me importa si lloras y te rompes las piernas, los brazos o tu columna, debes estar a la altura de tus padres.

Aquello sonaba tan burló, tan vano y tonto que solo pudo sonreír sin emoción alguna alejando se después que su madre se fue de ahí.

Ya encerrado en su habitación empezó a empacar sus cosas, entre mas rápido se fuera, mejor se empezaría a sentir, quería alejarse de ellos por completo solo para tener una vida aún que sabía que aquello sería imposible, pues al salir de casa la gente que estaba pendiente de su familia empezaría a seguirlo.

Esa noche, él salió directo al aeropuerto, se fue sin decir adiós, un viaje de dos horas y media y otros veinte minutos en auto y su nueva realidad empezó.

Una escuela privilegiada donde solo unos cuantos entraban ya sea por los contactos o por su excelente interpretación. Él entraba por ambas cosas siendo así uno de los alumnos más llamativos del lugar.

Esa noche durmió en soledad pero está vez no se sentía igual, en casa aquella soledad se sentía ahogan te, vacía y profunda y ahora no había ninguno de eso sentimientos rondando por su cabeza.

A la mañana siguiente a las 8:30 am TaeHyung se levantaba y salía de su habitación en camino al exterior, el aire frío y el día nublado le daban la bienvenida.