-EL VALOR XXIX-

— sí —dijo emocionado— ¿sabes? no es como que te obligaría a hacerlo, debo admitir que al principio no me caías nada bien, porque eras el ex novio de la chica que me gustaba —desvió su mirada— bueno, aún lo sigues siendo — admitió.

Sonreí de lado.

De verdad era un buen chico, yo no tenía chances de volver con Meido, por muy enamorado que estuviera de ella, sin embargo quería que ella fuera feliz.

— Tristán —llame su atención— prometeme que la protegerás —mis pasos se acercaron a él— prométeme que la cuidarás —fruncí mi ceño— Meido es la chica más especial en mi vida, gracias a ella aprendí muchas cosas, por ella quise ser bueno, ella me hizo ver que hay luz en tanta oscuridad —desvie mi mirada— por eso... — empuñe mi manos— por eso sé que ella se merece algo mejor que yo y lo admito también al principio estaba ciego por los celos —lo mire finalmente— ver que Meido te protegía, era como clavar esta daga en mi corazón —la daga del Sota la mantenía aferrada a mi mano— pensé que volvería con ella, de verdad quería, enmendar las cosas y finalmente poder vivir juntos, pero no supe de ella después de su encarcelamiento —eso había sido mi culpa— sé que yo solo le causaría más dolor si intento seguir una relación amorosa con ella —

— Ryan... —

— es por eso que también sé que tú más que nadie has intentado ayudar a Meido, lo sé, lo hiciste en Auradon, cuando ella se culpaba y se sentía abrumada — yo lo vi— por un momento su mirada mostraba real esperanza, algo que nunca había logrado yo en ella, también frente a los periodistas, sabías que iba contigo —fruncí mis labios— pensé que me darías celos tomándola así —baje mi mirada— pero, no vi que estaba siendo acorralada por ese tipo de preguntas, hasta que te vi interferir y decir esas cosas a los periodistas —

— jamás te haría sentir celoso, Ryan —

Sonreí débilmente— eres tan diferente a mí —y pasando mi mano por mi cabello dije— porque sinceramente yo sí lo haría —dije alzando mis hombros— demostrarle a mi rival, que realmente era capaz de darle una felicidad a la chica que él quisiera tener —

Tristán río— pero, no somos rivales —

Asentí— lo sé —doblando nuevamente las mangas que se habían soltado— ahora lo sé —masculle— por eso, quiero que la cuides, que la protejas ,demuéstrame que eres capaz de quedarte allí con ella, aún cuando veas su peor faceta, aún cuando la veas transformada por completo —yo realmente no pude en ese entonces, huí en cuanto la vi transformada, realmente me acobarde.

— Ryan... —no me había dado cuenta que se había acercado, con una sonrisa de lado— es lo que más quiero en este mundo, ahora lo sé —su mirada, su mirada era tan fresca.

Le estaba entregando a Meido, realmente lo estaba haciendo, estaba aceptando que él intentará hacerla feliz y que yo me apartará, aunque en mi corazón Meido siempre sería la número uno, la chica indicada.

Ahora lo sabía, sabía lo estúpidamente enamorado que estaba de Meido, por eso quería lo mejor para ella y eso era que él estuviera con ella.

Y que Tristán me prometiera todo ello, era suficiente para saber qué Meido estaría en buenas manos.