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-EL VALOR XXI-

Paró frente a mí.

— Príncipe Ryan —

¿Terrence también hablaba?

— Terrence pensé que tú... —

Relincho— seguí las órdenes de mi señor —

¿Tristán sabía que esto sucedería?

— Tristán había planeado su secuestro desde el principio —masculle impactado.

Un relincho— No, príncipe Ryan, mi señor me encomendó algo y que luego regresará —

¿Encomendar algo?

— ¿Algo más? —

— Dijo que usted decidiría después —

¿Decidir?

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¿Este tipo estaba demente? No sabía siquiera a donde se lo había llevado el Galimatazo y estaba en medio de un desierto.

Mire hacia atrás.

El bosque encantado estaba cerca, podría entrar y regresar al castillo, pedir ayuda.

— el país de las maravillas te necesita, Ryan —

La voz de Mirana pareció tan real en mí que por un momento mi mente se quedó en blanco.

— ¿El chico con cabello de fuego ha hablado? ¿Quién eres tú? ¿Qué buscas aquí? ¿Qué eres? —

¿Quién soy yo?

¿Qué estoy buscando aquí?

¿Qué soy?

— creo que quiero ser buena... —

Eso fue cuando Meido tenía sus dudas, sobre el camino que escoger, cuando fue persuadida por todos en Auradon.

— puedes serlo —

Y el rey Ben era el que más lo intentaba.

— ¿cómo estás tan seguro? —

Ella tenía dudas como yo, ella intentaba encontrar su camino en ese entonces, lo sabía, se sentía confundida y creí que le haría daño al rey Ben.

— ¿por qué?.. Porque escucho a mi corazón, Meido, lo escuchó clara y fuertemente y confió en él —

Pero... las palabras de él, realmente..¿Realmente se podía escuchar tu corazón?

— sabes muy bien... —

— en alguna parte de tu ser debe estar tu corazón, pues esa es la única cosa que jamás escucharás, porque tal vez su idea sea un poco descabellada —

Una idea un poco descabellada...

Suspire pesadamente.

— Un paraíso sin tocar, en este mundo de amor, se vive bien, se vive en paz... —

Entonces subí a Terrence, pues ahora sentía lo que debía hacer, el rey Ben había dicho que escuchará a mi corazón, la reina Mirana me dijo que el país de las Maravillas me necesitaba, y Tristán también me necesitaba.

Y sin más me encaminé en el desierto en busca de Tristán, no regresaría, no lo haría sin Tristán.

— ¿Quién decide qué es lo que te define? Si dijera que mi actitud es lo que me define ¿Cómo me verías? —

¿Qué es lo que me define?

— ¿Es los sentimientos lo que llevas por dentro? ¿Cómo te definen esos sentimientos? —

Solo quiero ayudar a Tristán. Porque...

— Pe...pe... —sí estaba llorando— pensé que el Galimatazo te había comido o algo así —fruncí mi ceño.

Él también me estaba buscando cuando yo me perdí.

— Ryan, hermano, pensé que te había pasado algo —

Él realmente se había preocupado, cuando yo me perdí.

— Ponte alerta, saca el valor, da fuerza a quien necesita, construye hoy tu protección, las cosas hoy cambian, peligro vas a encontrar —

Acelere el paso de Terrence, debía seguir el camino que había dejado el tipo de antes, no desistiré hasta llegar.

Ellos me querían dar una familia real, La reina Mirana, Tristán, querían darme un nuevo comienzo, ellos realmente lo querían, se estaban empeñando en eso.

Dirigí mi mirada a él— Ryan... —estaba sonriendo— no permitiré que seas llevado —fue lo último que dijo, para luego sacudir su mano y hacerme caer de espaldas en la arena.

Y yo no permitire que te traten de rehen o te maten, no lo haré.

El llanto no podrá curar, la herida de tu corazón, no todo está perdido aún.

Porque ahora mas que nunca, realmente quería ser un príncipe, como mi madre decía que fuera, pero no exactamente como ella quería, ahora lo sería como yo realmente quería serlo, un príncipe que no siempre llevará corona, un príncipe que no siempre vestirá formal, un príncipe que jamás se dará por vencido.

— luego llegó tu madre, cuando la destrucción se había hecho, cuando el fuego está consumando todo, ella llegó y vio cómo todo se consumía, a mi madre se le había caído la corona e Iracunda tomó posesión de ella y fue puesta automáticamente como la reina del submundo —

Mi madre solo tomo corona como bien le daba la gana, yo no haría eso, no lo haría, si iba a gobernar, lo haría a mi manera.