Evan el princípe del mal/ Capítulo 32
-Mi princípe ¿Ha terminado?. -
Qué pregunta más estupida.
—¿Crees que si no hubiese terminado estaría aquí parado inbecil?.
_Es verdad disculpeme pero yo..
-No lo digas ya lo sé, tenías la esperanza de que cambiara de opinión en el último momento y no matará a Sarah ¿Cierto?.
—Sí, no tiene caso negarlo o mentir.
-Por supuesto que no tiene caso nadie puede mentirme a mí, la verdad la mentira y todos los sentimientos tanto buenos como malos incluso los más sucios, bajos y obsenos son como un libro abierto ante mí tan tranparentes como agua limpia.
—Dilo Joseph, ten el valor para repetir en voz alta todo lo que estas gritando dentro de tu mente.
Joseph alza la mirada que hasta ahora mantuvo baja, encarando así a Evan.
Joseph no puede ocultar sus sentimientos, pues siente un gran peso y dolor saliendo de él.
Quisiera poder hayar en Evan al menos una pizca de remordimiento en él, o al menos algo que indique un poco de bondad pero es algo irreal.
Evan como siempre lo mira altivo, sin nada por lo cual sentir culpa curva sus labios maliciosamente se siente orgulloso de ser quien es.
Joseph sin poder controlar el timbre de su voz, o su rostro grita con toda su ira y frustración a Evan.
—¡No debio haber humillado y maltratado cruelmente a esa mujer tampoco debería de ser tan miserable, egoísta, despiadado, despreciable, arrogante y malvado como para acabar con todos estos seres.
No considero justo matar a todo un pueblo y derramar sangre inocente por la traición de un solo hombre.
Evan ríe, le fascina causar ese tipo de emociones negativas a cualquier ser.
—Jajajaja avisame en que momento se supone debo conmoverme y comenzar a llorar.
Ninguna de tus palabras me ofende son solo eso inutiles palabras vacías sin sentido, por el contrario provocar demasiado odio, decepsión y dolor causa en mí una satisfacción exquisita.
-Me lamento mucho por usted.
—¿Lamentarte por mí? No sabes lo que dices tu boca esta llena de idiotez.
—¿Por qué te lamentarías por mí? habla de una vez odio las palabras a medias.
—Me duele por que yo se de su orígen.
Conocí a su madre la reina Evelyn ella era totalmente diferente a lo que usted es.
Su vida siempre la vivió para salvar y ayudar a cualquiera que lo necesitara al igual que su padre el rey Johan Lucantte, ellos sacrificaron sus vidas, su amor y su felicidad juntos por usted murieron para darle una luz de esperanza....
—La maldad, el odio y la venganza los mato y temo que algún día esta maldición termine consumiendolo antes de poder romperla y todo ese sacrificio de amor sea en vano.
—¡Bravo, bravo! Eres realmente el maestro del drama casi lloro con tu sermón.
Pero necesitas más que un sermón sentimental para convencerme, tu intento de héroe no funciona conmigo.
—Grabate bien esto.....
—Yo no conocí a mi madre ni a mi padre no sé vivir feliz no sé que es amar o ser amado, al menos no sin hechizos, juegos, sexo o seducción para mí nada de eso que tanto alabas existe.
—Solo conozco el odio, el dolor, el vacío y no pienso ser prisionero del amor o debilidad que hundio y mato a mis padres.
—¿De que les sirvió? ¿No estan muertos ahora?
Arius no existe y yo sigo cargando esta maldición.
Sí eso que mecionas fuera tan eficaz yo tendría esta maldición, mis padres vivirían conmigo y yo sería rey de Arius.
Convencete de algo la maldad existe y puedo asegurarte que es más abundante, eficaz y letal que tus ridiculeses de amor.
Y yo soy todo eso y más.
—¿Y me quieres convencer que su sacrificio de amor, fue la mejor solución que encontaron?
No lo creo ni tú, ni ellos ni nadie sabe lo que es vivir así vacío todo el tiempo sin exepción.
¿Me llamas egoísta? Hubiera preferido morir a existir de la manera en que lo hago, pero no pude elegir mi destino así que le dare un mejor uso a esa maldición arrastrando en el camino a todo y todos los que pueda hasta perderlos....
—Pero bueno al menos soy extraordinariamente poderoso y mientras dure me encargaré de divertirme. Eso incluye torturar, matar y enloquecer a todas las mujeres que quiera.
Me divierte bastante hacerlo.
—Lo dire una sola vez el odio, la venganza, el poder, la adoración y la locura son todo lo que soy y conozo. Así que la proxima vez que intentes hacerte el valiento o heroé conmigo preparate para las consecuencias.
—Realmente espero poder ayudarlo antes que cometa más barbaridades, por que estoy convencido que cuando esa maldición sea rota usted sentira el peso de todo el mal y dolor causado a inocentes.
—¿Cómo un bebé tan frágil, puro, inocente como fué usted nacido bajo el más grande amor que supero clanes y odios se conviertio en mounstruo?.
—No lo sé, preguntaselo a mis inecistentes, o al amor a las maldiciones o a algún ser divino que ande por ahí....
—Pero es verdad, no hay ningún ser divino a parte de mí.
-Largate o quedate me da exactamente igual lo que hagas no eres nadie ni mi padre, ni mi madre ni mi maldito hermano o amigo no te debo nada.
No te agradecere nada después de todo solo eras un maldito huerfano plebeyo, tú eres mi esclavo no el guardían que te hizo creer mi madre esta muerta y eres un esclavo más ya deja de creerte mi protector.
Yo me se y puedo cuidarme solo.
—Recuerdalo bien cumples con tú deber es el pago por cuidar de un huerfano; naciste para ser siervo yo un dios. Tú dios y el de todos estos malditos humanos.
Tu opinión no vale nada nadie lo vale.
-¡Largate! Yo no seré debíl como mis padres.
Cuando esta maldición se rompa obtenga todo el poder de ambos clanes restaure Arius, yo mismo torturare hasta darles la muerte más cruel a todos mis enemigos a cada uno de los que me destruyeron a mí mis padres y mi reino.
—¡No te necesito!.
—Lo sé, pero lamento informarle que hasta ese momento deberá soportarme.
—Le prometí a su madre jamás abandonarlo hasta romper la maldición, verle feliz y sonreir desde el fondo de ese corazón de nieve solo hasta entonces me ire en paz.
-Date prisa con eso, no te soporto escoria manten tu boca cerrada y tus pensamientos controlados. ¿Entendido?.
-Claro mi princípe.
-Camina lejos de mí.
Algunas horas más tarde el cansado y triste general Felix se encamina de regreso a casa, las horas se le han ido lamentandose frente a la tumba de William; con el cansancio y la culpa acumulada logra avanzar unas cuantas calles pero al adentrarse más y más al centro del pueblo el caos se hace presente.
Hombres, mujeres, niños, ancianos y algunos animales corren huyendo de sus hogares con apenas lo indispensable para sobrevivir o al menos intentarlo en un largo viaje.
Ante la consternación Felix se acerca a un jóven que despide a su madre y hermana, mientras su madre lo bendice en un abrazo que parece anunciar una despedida segura para siempre.
-¿Dime qué pasa con todos ustedes, por qué huyen? -¿Es usted general y leal a los reyes y aún no lo sabe?.
-Lo soy, pero habla saber que maldición ya dilo.
-Comenzó a sonar muy de mañana que asegura la alianza de los más poderosos ejércitos alrededor, avanzar hasta llegar a la entrada de Austria afirman que nos mataran y torturaran hasta cansarse por todo lo perdido en riqueza y poder.
-No veo por que se dejan alarmar son solo rumores; y así fuese verdad nosotros la protección de los dioses y rey de nuestro lado ellos nos salvaran.
-Ay general en verdad que lo único que ha hecho es lamentar la muerte del soldado William, no esta enterado de nada al parecer a los dioses ya no les importamos.
Muchos hermanos y hermanas del pueblo fueron despavoridos a buscar al rey, para rogar su protección ya que ellos hablan con los dioses pero llegados ahí no obtuvieron respuesta nadie hay en palacio.
Jamás hemos visto en publico a los reyes pero sabíamos que ellos estaban ahí, el palacio refulgía de gloria, brillo, poder y fuego ahora todo ese fulgor se perdió la protección del rey y sus dioses nos ha abandonado moriremos todos.
-No, no eso no puede ser si es verdad lo que dices no deberíamos huir sino pelear.
-Pretende que nos lancemos a una guerra sin sentido hacerlo sería una verdadera barbaridad, además de estúpido y humillante.
Seriamos campesinos armados solamente con palos, piedras, tridentes y hachas mientras ellos tienen espadas, lanzas, escudos, flecheros, catapultas, caballos, jinetes hábiles y estrategias militares.
-Podríamos al menos intentarlo así nos quedaría el orgullo intacto, de que luchamos por nuestra nación ya se logro una vez podemos hacerlo ahora también.
Reuniré al ejercito algo podremos hacer unidos.
-Sí se logro hace ciento sesenta años con la ayuda de dioses, seres divinos no humanos comunes una guerra así esta asegurada una batalla como la que usted busca es irracional.
-Intente lo que quiera yo no me quedare a ser mártir de una batalla perdida, me voy huyo como muchos es lo más inteligente que podemos hacer.
-Huír y si toman Austria de cualquier manera serán esclavos o muertos.
-Es correcto pero al menos morir en el camino con la esperanza de cruzar la frontera nos hará sobrevivir; tal vez hasta esto que esta pasando es para mejorar el gobierno del miserable rey nos quito todo dinero, tierras, cultivos los mejores y mujeres nos encerró en un gobierno de miedo y autoritarismo por ello no peleare por nada solo por mi mismo.
-No te obligare a pelear ni a nadie, yo peleare por mi pueblo, mi vida y mi nación junto a aquellos que deseen hacerlo.
-Haga lo que prefiera no moriré para ser un héroe, además todos sabíamos que tarde o temprano algo así podría pasar los dioses nos abandonaron no hay esperanza.
En las cercanías al castillo donde los soldados guardan las pocas armas restantes ya que el príncipe Evan, antes de abandonarlos dio la orden de quemar bastantes solo por el placer de ponerlos en una desventaja mayor; la escena es desalentadora incluso ellos toman lo que pueden en joyas, oro, armas, monedas y comida para huir nadie parece tener una en mente.
Felix estalla en total coraje y desaprobación ante lo que ven sus ojos. -¡Soldados! Deténganse se puede saber ¿Qué demonios hacen robando dinero, joyas, armas, caballos, comidas y demás?.
-Huiremos no seremos carne fresca y fácil de matar para esos sádicos.
-¿Qué respuesta es esa soldado? Todos ustedes juraron defender su nación, además gozaban de un alto nivel social y un esplendido salario disfrutaron el poder ahora demuestren su valor y no esta indignante cobardía.
-¡¿Valor, valentía, fuerza y poder? No somos nada de eso usted lo sabe mejor que nadie, los reyes y ahora su majestad el príncipe Evan eran la gloría, poder y fuerza de Arius no sabemos quienes eran o donde habían llegado pero ellos eran inhumanamente poderosos; tenía contacto directo con los dioses protectores de Arius.
Lo sabe este ejercito es tan ridículo, falso y débil como una hoja de papel.
Nosotros solo éramos una apariencia un lujo ninguno aquí ha luchado de verdad en una batalla como esa, ni una sola vez desde hace ciento sesenta años ellos son bestias salvajes y crueles listas para despedazar a cachorros vulnerables como lo es toda Austria.
-Haga memoria le hemos vendido una fantasía una total mentira al pueblo de Austria, busque en sus recuerdos cuando avanzábamos a tomar nuevos territorios los dioses peleaban nuestras batallas mientras nosotros temblábamos de miedo alejados, escondidos como niños asustados alejados del campo de batalla.
-Con un solo chasquido de sus dedos, el batir de sus manos y el sonar de una risa macabra dimanar de su boca sin la menor duda y con la mirada encendida en odio al tornase sus ojos rojos y de sus manos emanar fuego y temblar la tierra; los elevaba a o todos por los aires estrellándolos contra el rocoso suelo haciéndoles reventar las viseras y partiéndolos por la mitad quemarlos, desintégralos o simplemente volverlos una estatua de hielo para acabarlos ellos los dioses eran nuestro mayor escudo y protección.
Lo mejor que nos había ocurrido dioses conviviendo con humanos, pero se acabo nos han abandonado.
Si quiere luchar hágalo pero por favor, no sea tan egoísta como ellos para obligarnos a pelear no nos condene a morir contra nuestra voluntad.
-¿Se dejaran destruir por otros, permitirán que esos ejércitos entren y tomen sus casas, cultivos, dinero, mujeres, madres, hermanas, hermanos, padres y maten a sus hijos y ancianos? ¿Vivirán con la culpa cuando sus descendientes sean esclavos humillados?.
¿Cuándo deban bajar la cara para mostrar sumisión, a un extranjero y no a su nación por amor?.
-No no queremos eso, pero ¿Qué podemos hacer?. -Pelear solo eso.
-No obligare a nadie, el que quiera y tenga el coraje y valentía suficiente para enfrentarlos sígame el que no huya cuanto antes.
Algunos soldados huyeron pero muchos otros, tomaron valor para pelear al lado de Felix Schimth con una frase en sus bocas; que más que solo una frase sonaba a sonata de guerra. -¡Es verdad debemos morir peleando, como valientes unámonos y luchemos hasta la ultimo suspiro!.
Felix los soldados y algunos valientes armados con lo que tengan salen al encuentro para luchar; lamentablemente las habilidades de los ejércitos enemigos, las armas, la superación en numero y el odio logran replegarlos arrastrándolos a una derrota más que dolorosa.
La ciudad ha sido tomada por unos despiadados hombres sedientos de venganza y poder, pero su ambición va más allá de oro o alhajas preciosas codician tomar la mayor joya de todo el reino el castillo Evan's Luccantte de donde se rumora emana poder, oro a manos llenas, zafiros y rubíes sin freno y un supuesto elixir de inmortalidad pues los rumores de los dioses vivientes han crecido.
Los prisioneros de guerra y quienes intentaron huir son expuestos al centro de la plaza principal, para morir de una manera sanguinaria sus extremidades son cortadas sin compasión con serrotes poco a poco para mostrar el poder y la autoridad del nuevo imperio.
Un rey grita -¡La era Evan's, ha terminado! Su maldito rey y dioses los abandonaron para entregarlos en nuestras manos.
Gritos, llantos infinitos, suplicas, sangre con pedazos de carne, humo y muerte resuenan por toda Austria.
Desde la colina más alta justo en la cúspide Evan observa y escucha sus suplicas, llantos y quejas parece disfrutar en gran manera lo ocurrido.
-Mi princípe, no comprendo nada ¿Por qué va a la izquierda, si el camino para salir de este lugar esta a la derecha?.
-Eres un fastidio incluso peor que esa escoria humana, me irritas ¿No te quedo claro? Te dije que mantuvieras tu boca cerrada.
¿Es tan complicado para tu poca inteligencia entenderlo?.
-Por supuesto que lo entiendo y lo tengo muy presente, pero dijo que nos iríamos de este lugar y al parecer esta volviendo.
-Solo cállate y sígueme limítate a seguir ordenes, deja de pensar por ti mismo tus pensamientos son en extremo simples y estúpidos.
-Camina, muévete rápido.
Evan y Joseph observan desde la cúspide su vista es totalmente capaz, de mirar a detalle cada centímetro nada escapa de sus ojos.
Joseph sufre en silencio por aquellos seres indefensos, su corazón duele profundamente y la tristeza lo sobrepasa al no poder hacer nada por ellos.
Evan no parece importarle en lo más mínimo el fin cruel de sus pobres almas ni cuerpos; en cambio una cara de satisfacción sádica invade su rostro a Joseph le aterra tanta maldad pura y falta de compasión brota desde el fondo del corazón de Evan.
Abajo los hombres y mujeres gritan a una sola voz, ¡Piedad, piedad!...
Una piedad que esta lejos de ser concedida, y por cada suplica la crueldad aumenta.
Sin fuerzas para pelear o suplicar más en vano, uno de los hombres se levanta entre la multitud de cadáveres y da un estruendoso grito; que parece salírsele el alma y aliento del cuerpo.
Consiente de sus últimos minutos, exhala con pesar estas palabras. ¡Por favor, regresen sálvennos dioses. ¡Ho magníficos, poderosos y supremos dioses vuelvan por nosotros.
¡Vivan los dioses, dios Evan, dioses rogamos su perdón, su fuerza y salvación vivan los reyes.!
Voces moribundas, aterradas y débiles se unen al hombre lo que inicio uno solo ahora es un canto sacro para invocar a los dioses los cuales son su ultima esperanza.
Evan eleva la comisura de sus labios en una perfecta curva, la soberbia esta clara desde la coronilla de su cabeza hasta sus pies la mandíbula tensa y la barbilla elevada dejan ver un rostro altivo y soberbio.
-Ahora entiendo todo usted planeo esto, desde el inicio jamás abandonaríamos el lugar.
-Aún no me conoces Joseph, no puedes descifrar mis planes ni desnudar mi despiadado y oscuro corazón deshabitado de algún buen sentimiento.
Casi acertaste, pero fallaste en tu conclusión.
Sí nos iremos, pero no sin antes deleitarme con el sabor del engaño, muerte, burla y venganza a estos humanos.
-No me iré así tan pacifico, y dejarles la diversión solo a sus enemigos.
¿No lo entiendes?, yo soy el peor enemigo nunca perdono, no olvido y jamás doy segundas oportunidades se los advertí.
Pelar con humanos era justo luchar conmigo una locura cruel, sanguinaria sin tregua.
Ahora solo deseo empapar mi cuerpo y manos con la sangre brotando caliente y los rostros de terror de esos insignificantes humanos, desearan no haberme invocado jamás
¡No debes hacer tratos con el maestro del engaño y la impiedad!.
-Que horror usted no merece ser venerado, ni siquiera vivir no vale la vida de sus padres ni la de nadie no vale nada.
-¿Juegas a provocarme? ¿A conmoverme o a distraerme? No puedes jugar con el anfitrión del juego, con el rey del mal te enseñare las consecuencias de ello.
No te matare o te tocare para pelear, te destruiría en un segundo y eso le quita la diversión a mi juego, antes bien te hare mirar con tus ojos el horror, dolor, y el morir de la esperanza de ellos justo delante de ti aumentare miles de veces su agonía por tu insolencia.
Felicidades Joseph, tus humanos morirán de la peor manera por tu causa contempla mi juego.
Evan desciende de la colina, no sin antes lanzar un encanto a Joseph el cual lo paraliza de cabeza a pies y lo mantiene totalmente débil pero con los sentidos finos y los ojos bien abiertos; para como sentencio Evan contemplar como él disfruta de engañarlos una vez más para matarlos sin culpa o piedad mientras Joseph no puede hacer absolutamente nada.
El nuevo autollamado rey hace sacar del castillo el hermoso trono, hecho en su totalidad de oro puro, con incrustaciones de diamantes, zafiros, rubies, perlas, esmeraldas, estrellas y lenoes tallados para sentarse a diafrutar el espectaculo.
El cual mira satisfecho.
De un instante a otro en un movimiento casi impersiptible, un ser de exagerada altura cubierto de una capa negra con detalles dorado aparece justo en medio del lugar; la capa oculta su cabello y rostro el cual tiene vuelto al suelo.
-¡¿Quién eres tú? Maldito lunatico.
Mirame, mirame.
El hombre al no obtener respuesta u obediencia por parte de él, es cegado de ira tomando en sus manos una afilada lanza arremete contra el hombre de pie acertando justo en el corazón.
Aquel ser no se tambalea ni un solo milimetro, permanece exactamente igual como una dura piedra inquebrantable ni siquiera la punzante lanza clavada en su corazón parece hacerle el menor daño y lo más sorprendente de todo no sangra una sola gota.
Una carcajada macabra proviene del hombre, o al menos de aquel que creen hombre.
El ser con su mano derecha toma la lanza secandola de un solo tirón, como si retirara un pequeña espina levanta poco a poco el rostro retirando la capa que lo cubre, para dejar ver un bello y perfecto rostro tan majestuoso en hermosura que parece irreal.
Su cabello es de un platinado con pequeños tonos dorados y rojizos repartidos alrededor del cabello, su piel tan pálida como una capa de nieve y lo más destacable no era solo su descomunal belleza; sino esos ojos encendidos en rojo una perfecta combinación entre ambar, rojo y dorado pero no solo el color era desconsertante lo más aterrador era la mirada llena de odio, venganza, asco, sadica y mortal que destilaba a través de esos ojos.
Sin olvidar la sonrisa braba y endemoniada que se extendia en una enorme curva, desde un extremo al otro tan burlona y aterradora como su sola presencia que hacía temblar de miedo inclusive al nuevo rey; los corazones bombeaban sangre de manera descontrolada y palpitaban como si fuesesn a detenerse
Evan escuchaba, sabía, sentia, olia e incluso saboreaba el temor en todos ellos volviendolo aun más peligroso y ebrio de la sangre de ellos.
-¿Ese es mi trono? ¿Qué hace un inmundo y asqueroso humano sentado en el?.
-¿Te crees muy valiente? Saco de carne y huesos.
-¿Qué demios eres tú?. -Demonio no geneticamente, pero sí soy una pesadilla peor que un demonio.
Soy Evan Lucantte.
-El rey, no me importa quien seas te destruire.
El hombre da la orden y flecheros lanzan flechas a Evan, atravesando su cuerpo pero sin provocarle el menor daño.
-Humanos me parece ridiculo, ¿En verdad confias que tus debiles armas, me harán daño o son un peligro para mí?.
-Ya me aburrio este juego, es momento de diversión real.
Evan se envuelve así mismo en un deslumbramte resplandor rojo y dorado, de su cuerpo salen llamas que queman las flechas reduciendolas a cenizas.
-Te dire quién soy, Evan Lucantte dios, amo y rey de este pueblo.
-Pero los dioses los habían abandonado.
-¿Abandonar? No confíes en la palabra de un dios, el nunca hablara verdad a un insignificante humano.
Todos gritan al mismo tiempo. -¡Que viva e rey! ¡Que viva el dios Evan Lucantte!.
¡Somos tus siervos! Le amamos, le veneramos.
Todos se incan con la cabeza al suelo en señal de adoración y respeto.
Evan enloquece de soberbia, ego embriagandose con sed de adoración.
No se conforma con poco, sino que les hace gritarlo y cantarle a todo pulmón.
Y mientras más lo adoran su sed de adoración, no cesa aumenta más y más como una infección en ascenso.
Evan ama ser adorado, temido y respetado para él nunca es suficiente.
Su voz parece un estruendo estrepitoso, como el sonar de un trueno. -¿Quieren ser salvados? ¿Quieren que destruya a sus enemigos?.
-Sí, si por favor. -¡Entonces clamen, clamen convenzanme!.
Evan sin dudarlo consume a todos sus enemigos, no sin antes elevarlos por los aires paritiendolos por la mitad al arrojarlos desde alturas enormes.
El numeroso ejercito se reduce a cenizas, y el hombre que profano su trono sufre un castigo peor efectuado por Evan.
Evan arranca las extremidades del hombre, sin necesidad de espada solo con su propia fuerza; Evan quema vivo poco a poco al hombre quién llora, aulla y suplica clemencia.
Pero Evan con cada grito se vuelve más cruel. -No conozco esa palabra, no seas tan cobarde. ¿Mostraste piedad cuando ellos te rogaban?. Todos obtienen lo que merecen, y yo no soporto a los debiles cobardes en especial si son humanos.
Evan se inclina al oído del desfallecido hombre para susurrarle lo siguiente. -Yo arme todo esto, para convertirme en su amado dios y esperanza pero no tolero la traición es algo que no perdono, tú solo fuiste un estupido que cayo en mi trampa por ambición culpate por todo a tí mismo.
Si te sirve de consuelo, también ellos moriran solo después de aburrirme ahí comenzaré un nuevo show para divertirme.
-¿Sabes que es lo mejor?. -¡Ver humanos destruyendose unos a otros, y ver morir la esperanza en sus rostros esa es mi parte favorita del juego!. Pero para tí bueno se acabo.
Evan toma su espada cortando la cabeza del hombre.
-Sus enemigos todos estan muertos, los he salvado otra vez.
-Le amamos, es nuestro rey y dios.
Por favor sea nuestro dios para siempre, no nos deje.
-Querían que desapareciera, que no gobernara más sobre ustedes.
Me odiaban y decían que era un moustruo.
Sin embargo los he salvado.
-Pero no se lo merecen son traidores desleales.
-¡No nos deje nuestro dios, nosotros nunca jamás desobedeceremos!. Somo leales somos su pueblo, sus esclavos y usted nuestro dios.
-¿Cómo podre confiar en ustedes?.
Necesito una prueba de lealtad y obediencia.
-Entre ustedes se encuentra el inmundo humano, que quería sacarme de corazón y mente gracias a él sus amados perecieron de la manera más cruel a manos de sus enemigos.
-¡Maldito sea, maldito!. ¿Diganos quién es ese hombre? Y lo mataremos.
-Lo conocen muy bien vivió mejor que nadie, rodeado de respeto, poder y lujos pero su ambición sobrepaso cualquier límite.
El general Felix Smith, imagino que podría engañarme pero nadie engaña a un dios.
Quería matarme ponerlos en mi contra, no me fui por temor pues no le temo a nada me fui por que no tengo interes en proteger a un pueblo tan malagradecido, rebelde, traicionero y lleno de complots.
-¡Maldito sea el general Smith, maldito merece morir! Lo mataremos. Todos gritan a la vez.
-Quiero un sacrificio de lealtad, demuestrenme que puedo confiar en ustedes que vale la pena protegerlos.
Todo el pueblo se arrodilla delante de Evan, mientras otros golpean, escupen y maldicen al general Smith.
Evan mira satisfecho.
-Griten, griten más fuerte aclamenme como su dios adorenme.
El pueblo grita alaba y baila para Evan.
-Ya que me han aclamado y aceptado como su dios, soy un dios muy clemente permitire al traidor hablar.
Al menos para intentar defenderse.
-Habla basura humana, te recomiendo que supliques tal vez así logres mi clemencia o esta mi perdón.
Analiza muy bien lo que diras por que de eso depende tu vida, y la de estos hombres tu me entiendes.
Evan sonríe con manía.
Smith se arrastra hasta el trono de Evan, la sangre y los golpes se han acumulado en sus cuerpo como inflamadas protuberancias y la sangre unas partes ya se han secado.
-Arrodillate bastardo.
Scmith, con dificultad logra ponerse en píe para levantar el rostro mirando a Evan con odio.
-No me arrodillare ante alguien como tú, eres un maldito ser despiadado, hipocrita, mentiroso y asesino.
Por que no les cuentas que paso con todas las mujeres, que iban a tu castillo y desaparecía.
Diles que eres un moustruo que el pago por estos ciento sesenta años, era la virginidad y vidas de mujeres inocentes que soñaban con una buena vida al lado del princípe Evan
-No creo en ti, no creo en ningún dios y ustedes no deberían hacerlo.
Escuchenme, los dioses este en particular nos quitaron el valor y la fuerza.
Solo nos manipularon para hacernos creer que sin ellos no podríamos vivir.
-Bravo, bravo eres exelente actor casi lloro.
Pero cuenta la verdad completa no te escudes, es verdad yo tomaba la virginidad y vida de las mujeres más bellas y codiciadas dd Austria.
Pero me parecía un precio justo, unas pocas vidas a cambio de todo un pueblo soy un dios es una obligación hacerme un sacrificio
"Sangre a cambio de sangre" la de sus enemigos. Por ciento sesenta años tú y tus antepasados me sirvieron muy bien, tu abuelo acepto el trato conmigo sin importarle nada más que asegurar su libertad; él, tú padre y todos me traían a las mujeres más hermosas ustedes mismos las seleccionaban, metían a mi alcoba y después limpiaban la sangre deshacían de los cuerpos y sus padres.
-Tú, no has cambiado por amor a ellos si no por egoísmo, temor y cobardía decidiste hablar hasta hoy armar un plan para matarme pero nada te resulto.
¿Sabés por qué? Por que yo soy un dios y tú humano. Si es eso no puedes soportar tus culpas ni la sangre que traes goteando en tus manos, ese no es mi problema si no tuyo.
-El de todos ustedes los humanos, son estupidamente sentimentalistas piensan y se culpan demasiado.
Ya te soportare más.
Moriras por mis manos.
-Pero antes de eso, una última cosa tú hija acabo con su vida por mí la hice sacar a William del fondo de su corazón, lo volví loca de pasión por mí sedienta de mis besos y mis caricias la hice perder la cordura, la descencia y su virginidad la disfrute mucho era prohibida y eso me volvía loco tu hija era exquisita de pies a cabeza. Pero bastante ingenua fingí amarla tan bien que me creyo,
-Justo antes de matarla aproveche una vez más cada centimetro de su deliciosa piel, la humille, la destruí me burle de ella y finalmente cuando me aburrí de torturarla la mate así nada más.
Saque su corazón y me lo comí delicioso pero sabía amargo y triste.
-Mira ve como los mato, ese sera tu pago primero William, luego tu hija y ahora tú pueblo.
Evan en segundos hace arder en llamas a todos gritos, humo, lloros y sangre resuenan todos mueren lentamente.
-Estan muertos todos ahora es tu turno.
Evan ahorca a Smith hasta matarlo...
Asi murio un gran imperio el más grande y fuerte, el imperio Evan's.
-Así debía ser, yo lo cosntruí yo lo destruí.
Sonríe, como siempre con esa caracteristica y malefica sonrisa una sin obsoluto amor o piedad......
Nota: Hola perdón por la demora, se que tarde mucho pero aquí esta me esforce mucho y aquí esta.
Espero lo diafruten, les guste y comenten por fovor.
Yo disfrute mucho escribiendolo, las y los amo.
"Evan también los tolera, no los ama por que bueno ya saben es el princípe de hielo, y nos aborrece a nosotros los humanos".
Siganme en mi insta ahí subo cositas de mis historias. @annbelcl
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