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Capítulo 38

Capitulo 38

Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis y siente los minutos las horas transcurrieron siguiendo su curso normal hasta llegar a completarse una semana.

El enorme y frío castillo se sumió en completo silencio como una tumba, el piso de cristal transparente reflejaba la luz de las velas, creando un ambiente sombrío y siniestro.
Las habitaciones de oro y mármol parecían absorber el sonido, dejando solo el eco de la respiración del príncipe. El silencio y oscuridad habían sido los únicos testigos de aquella terrible masacre.

La noche era fría y húmeda, y el príncipe podía sentir el olor a moho y descomposición que emanaba de las paredes del castillo. Su respiración era lenta y profunda, su corazón latía con fuerza que parecía hacer temblar el suelo bajo sus pies.

El sádico príncipe asesino a sangre fría no solo a una o dos desafortunadas mujeres como ya era su diversión, sino está vez a decenas de ellas apenas está masacre pudieron apaciguar un poco su sed de matar.

Bebió, poseyo con violencia y crueldad los cuerpos agonizantes de sus víctimas alcanzando orgasmos inhumanos que solo él sabía provocar, sonreía cada vez que un grito ahogado de dolor y suplica salía de la boca de ellas esto avivaba su exitación y mientras más suplicaban clemencia más atroz su volvía él.

Los hermosos y desnudos cuerpos de las jóvenes, quienes minutos antes habían lucido hechizadas de placer ahora se veían sangrantes, hinchados y cansados algunas habían caído muertas pues no pudieron resistir a una bestia ebria de sexo, placer y muerte otras desmayaron y unas muy pocas miraban aterrorizadas; sus ojos antes llenos de admiración, deseo, lujuria y locura por él se habían ido por completo trayendo a sus rostros una expresión de terror nunca antes vista en algún rostro humano, él era un experto en infundir temor.

-¡Vamos mi querida zorrita! ¿Por qué me miras asi? No eres tu quien quería una noche inolvidable en mi cama?.

Él sé burlo su sonrisa era como un cuchillo que cortaba el viento.

La mujer se estremeció ante su tono sarcástico, su piel se erizo de miedo.

-Por favor, no hagas esto. No eres un mounstro eres un ser humano, no puedes hacerme esto.

-¿Eso es una pregunta o una afirmación?.

Creo que estás diciendo eso por qué no quieres que te maté, y de alguna manera crees que ayudará que afirmes esto pero te tengo una respuesta pierdes tu tiempo.

-Eres un maldito, ¿Qué eres un demonio? No puedes ser humano, un humano no hace lo que tú haces. Por favor dejame ir no diré nada; lo juro por mi vida olvidaré lo que ví por Dios dejame ir.

Él se rió su risa era como un golpe que la dejo sin aliento. Se acercó lentamente a la mujer quien suplica de rodillas por su vida, el erecto miembro queda frente a su rostro él con su mano hala del cabello de la mujer con fuerza arrancado le algunos cabellos haciendo la gritar de dolor.

-Mirame bien a los ojos no soy un demonio los demonios y los humanos son siervos de alguien superior a ellos, yo no soy siervo de nadie si quieres darme un seudónimo en el mundo demoníaco llámame diablo y el humano dios pero nunca siervo y aún así con esa distinción soy más grande y poderoso que cualquiera de ellos.

Disfruto hacer sufrir a los humanos, sin importar si son hombres o mujeres. Me gusta verlos retorcerse de dolor, me gusta oir sus gritos de terror y tú serás mi próxima víctima.

Ahora bien no ruegues a Dios, no finjas puritanismo cuando en mi cama fuiste devota del pecado, ese dios al que súplicas no te oirá el no oye a perras como tú; y por último yo soy tu dios, el diablo y el dueño de tu ultimo aliento.
Y he decidido que morirás hoy.

La mujer intentó hablar, pero la interrumpió su voz era como un susurro en la oscuridad.

-¡Abre la boca!...

-No, por favor ya no más mi garganta está destrozada.

-No, no me supliques. No me pidas clemencia, no hay clemencia para ti solo obediencia.

—Tu dolor no me importa morirás complaciendo me, tú igual al resto de todos los humanos son mis esclavos.

Apenas pudo abrir un poco la boca la mujer por el terror infundado, dejo de pensar en luchar sabia que no habia escape.

Acto seguido el enorme miembro de él esta en su boca, con la mano enredada en el cabello de la chica hace movimientos rápidos provocándole gran placer; la mujer tose, llora y siente ahogarse a pesar de escucharla y de sentir las uñas de ella clavando en sus muslos en un intento de hacerle ver qué puede más no logra detenerlo.

Un líquido caliente es sumergido hasta su garganta después de eso la arroja al piso. La mujer tose con desesperación su rostro y ojos rojos hacen ver qué intenta recuperar el aliento, pero él no lo permite dejarla recuperar el aliento detendría su diversión. Acercándose a ella hala de su pie penetrando con violencia y antes de que pueda respirar la comienza a ahorcar.

-El sexo y la muerte son dos placeres exquisitos, no lo creés?.

¿Qué dices? No puedo entenderte nada, espera súplicas por vivir ¿Verdad?. Lo haces en vano....

Poco a poco sus ojos se cierran, su cuerpo deja patalear y sus manos de arañar en un intento de vivir, de luchar por su vida de sus ojos tristes y miedosos corre una lágrima.

Su sonrisa era cada vez más amplia, cruel y siniestra.

-No te mueras en paz no te irás en paz, lo hiciste bien eres una esclava muy obediente pero demasiado estúpida. Tal vez si no hubieses sucumbido a tus deseos sexuales estarías viviendo feliz. Esos ojos tristes y esas lágrimas son mi placer..

Horas más tarde

El príncipe despertó y se levantó del suelo, satisfecho con su última víctima. No sentía remordimiento, ni arrepentimiento solo una sed insaciable de poder y control.

Era un ser maligno y odiaba al género humano con todo su ser.

-Desperté realmente satisfecho -Dijo el príncipe, su voz baja y rasposa como la seda sobre la piedra.

-hacía un tiempo exagerado no me sentía como hoy, la fuerza que experimentaba era tan grande que podría destruir todo este mudo ahora mismo sabia que era posible hacerlo. No había límites para mí todo era mío y yo decidía sobre todo.

El príncipe se rió, y su risa fue como un golpe que resonó en el silencio del castillo.
Su aliento era cálido y pesado, y olía a vino y sangre. Su mirada era intensa y cruel, y parecía quemar todo lo que tocaba.

La debilidad, la tristeza, el vacio y demás estupideces que había experimentado desaparecieron por completo.

Mis poderes se había agudizado y mi cuerpo demandaba sangre, era mi nueva droga pero no de una sola alma si no de muchas.

Mi piel era más tersa y fría que antes, la fuerza inagotable mi traje blanco estaba totalmente asqueroso por la mierda del rastro humano, estaba por todos lados, los humanos son molestos, asquerosos y peor aun cuando se pudren; su olor a carne podrida me molestaba pero al mismo tiempo me fascinaba pues era la prueba real de mi poder y la fragilidad de ellos.

Estaba decidido saldría y buscaría yo mismo a la maldita mujer de mierda por mi cuenta, no necesitaba más la inútil ayuda de Joseph yo mismo puedo rastrear a la mujer no sera difícil tengo poderes de sobra.

Después buscaré a Joseph el pagará por esto en realidad me da igual el orden de los hechos, al final de cuentas los dos son mis esclavos uno huyendo y la otra desconoce todo.

-Preparate humanidad de nuevo tendrás el deleite de verme deambular por tus miserables calles, tu Dios caminará entre insignificantes pero esta vez me divertiré más.

Al salir de su castillo pronunció un poderoso hechizo para resguardar su hogar hasta su regreso.

-Protección de muerte, protección de vida nadie entrará nadie saldrá, sin mi permiso sin mi voluntad, el humano curioso es que entre el que deba ser, quién entre la muerte encontrará y su alma atrapada para mi voluntad será.

Este castillo es mío y mío será, hasta que regrese de reclamar lo que es mío a reclamar lo que me debe la mujer que romperá mi maldición.

Joyas dispersas atraen almas perversas, riéguense por todas partes y atraigan a mis sirvientes, por qué debo tener reservas de almas a la espera de que algo salga mal ellos mi vida prolongarán, solo a los que deban morir traigan aquí.

Después de pronunciar su poderoso hechizo el aire se lleno de un olor a azufre y la tierra tembló bajo sus pies. El sabía que los humanos son curiosos y codiciosos y por esa razón conjuro su hechizo de esa manera.

************

-Salí de mi castillo, sintiendo el frío en mi rostro y la oscuridad envolviéndome como un manto, yo era la oscuridad y estaba completamente entregado a ella. -Dijo el príncipe, su voz llena de emoción que parecía estar al borde de la locura.

-Mi auto deportivo dorado brillaba bajo la luz del sol digno de mí, pude sentir el poder y la velocidad que contenía. Me sentía invencible, como si nada pudiera detenerme en mi búsqueda de Joseph y la mujer.

-Mientras conducía por las calles imaginaba miles de escenas posibles en mi cabeza, no había nada en el mundo que añorara más que destruir lentamente a esas dos ratas escurridizas.

Muchos minutos más tarde......

El príncipe oscuro permanecía sentando en su lujoso automóvil, rodeado de cristales tintados y cuero suave. Sin embargo su comodidad no era suficiente para calmar su irritación.
Estaba atrapado en el tráfico, rodeado de mortales despreciables que no sabían quién era él en realidad.

-Maldita sea Madre, comienzo a cuestionarme si realmente me amabas o me odiabas.
¿Dime por qué me mandaste a la tierra, rodeado de esta escoria humana? No lo vez son todos estúpidos y numerosos, se reproducen como cucarachas sin control son una plaga insoportable.
Mejor me hubieses mandado a un lugar replejo de monos, ellos son más inteligentes y devertidos que estos humanos o aún mejor al fondo del océano al menos hubiese encontrado sirenas para pervertir.

Es inaudito, estoy atrapado aquí como uno más de ellos un mortal ni siquiera debería esperar aquí; todos ellos deberían rendirme honores y abrime paso como su rey pero no.
Debería ayudar a disminuir la tasa de natalidad, voy a matarlos a todos no puedo al menos no ahora.

Con un suspiro el príncipe cerro los ojos y se concentro en sus nuevos poderes. Podía sentir la energía fluyendo a través de él, una fuerza oscura y seductora que lo hacía saberse invencible.

-Un momento, creo que está es en realidad una buena oportunidad para poner a prueba mis nuevos poderes.

De repente, los conductores a su alrededor comenzaron a sentir una extraña sensación.
Era como si alguien estuviera manipulando sus emociones, haciéndolos sentir ansiosos y frustrados.
Todos la estaban pasando pésimo como una película de terror dentro de sus cabezas, pero en especial uno de ellos un hombre de negocios comenzó a golpear el volante con su puño ne repetidas ocasiones, gritando de rabia no podía controlarse sentía una incansable sensación de frustración.

El principe sonrió para si mismo. Esto era solo el comienzó. Aún no estaba satisfecho quería más con un pensamiento, hizo que el hombre de negocios se bajara de su automóvil y comenzará a caminar hacia él. Los demás conductores lo miraban con confusión, sin entender que estaba sucediendo.

El príncipe se inclino hacia adelante, sus ojos fijos en el hombre de negocios. -¿Qué estás haciendo? Le preguntó, su voz era baja y hipnótica.

El hombre de negocios se detuvo frente al automóvil del príncipe, sus piernas temblaban , su pulso estaba acelerado y sentía un profundo temor su rostro estaba confundido. No... no lo sé... tartamudeó.

El príncipe se rió. "Tú, eres un títere" le dijo. Y yo soy el que maneja los hilos".

Con un gesto de su mano, el príncipe hizo que el hombre de negocios comenzará a bailar en la calle, su cuerpo se movía de manera ridícula. Los demás conductores miraban con horror, sin entender que estaba sucediendo.

El príncipe se reclinó en su asiento, satisfecho de su nuevo poder. Esto es solo el comienzó repitió para si mismo. Pronto todos en la ciudad y el mundo serían sus títeres vacíos de alma, y el sería el que manejaría los hilos.

El príncipe se rió para si mismo mientras observaba al hombre de negocios bailando ridículamente en la calle. Su poder era increíble, y apenas estaba comenzando a explorar sus limitaciones.

De repente el príncipe se centró en el hombre de negocios una vez más. Su cuerpo se contorsiono en una mueca de dolor mientras si cuerpo comenzaba a cambiar. Su piel se volvió pálida y sudorosa, y sus ojos se convirtieron en dos agujeros vacíos.

Los demás conductores gritaron de terror mientras el hombre de negocios se transformaba en una especie de marioneta humana. Su cuerpo se movía de manera rígida y mecánica, mientras emitía risas y lloridos siniestros con palabras confusas y balbuceos, como si estuviera siendo controlado por hilos invisibles.

El príncipe lo miro una vez más, su sonrisa era fría burlona, su voz resonó como un pensamiento siniestro en la mente del hombre de negocios. "Eres mío, y harás todo lo que yo te diga".

El hombre de negocios respondió Sí, amo dijo con una voz monótona.

Pasado un tiempo el príncipe se aburrió de su nuevo juguete.
Terminó de controlar al hombre de negocios, este regresó a su automóvil con una expresión vacía y sin vida.

Los demás conductores lo miraron con sorpresa y curiosidad, pero pronto perdieron el interés en él. Cada uno estaba absorto en sus propios pensamientos y emociones, que parecían estar siendo manipuladas por una fuerza invisible.

Algunos sentían miedo y ansiedad, muestras que otros estaban consumidos por la lujuria y deseo.
Otros más sentían una profunda tristeza y soledad, como si estuvieran siendo siendo juzgados por sus propios pecados. Las risas y voces en sus cabezas eran constantes, recordándoles sus errores y debilidades.

Mientras el tráfico avanzaba lentamente, el hombre de negocios tomo un camino de desviación alejándose de la multitud. Unos kilómetros más adelante, su automóvil se salió de la carretera y chocó contra un árbol. El hombre de negocios murió al instante, su cuerpo destrozado por el impacto.

Pero su muerte no fue solo un accidente. Fue un acto de desesperación y culpa, provocado por las voces en sus cabezas que lo acusaban de sus errores y maldades. El hombre de negocios se había sentido atrapado y corrido por sus propias emociones, y había decidido acabar con su vida.

En ese momento, en príncipe se alimentó de las emociones de soledad, tristeza, angustia, culpa y muerte que rodeaban al hombre de negocios.
Su poder creció, y sus habilidades se agudizaron.
El príncipe se rió para si mismo, sabiendo que su fuerza aumentaba con cada muerte y cada sufrimiento.

Y así, era el príncipe continuó su camino, dejando una estela de muerte y destrucción a su paso. Su poder crecía y su sed de emociones y sufrimiento se agudizaba.

El príncipe se reclinó en su asiento hecho de cuero suave, rodeado de oscuridad y silencio.
Su mirada se perdía en el vacío, mientras su mente bullía de pensamientos y emociones encontradas.
Se sentía frustrado, enojado y decepcionado, la mujer que había logrado escapar de su hechizó había despertado algo en él que no podía controlar...

Era muy poderoso nadie nunca jamás se pudo enfrentar u oponer a él, pues simplemente le bastaba un chasquido de sus dedos para destruir a quien quiera que fuese; sin importar lo valientes o fuertes que fueran para él solo eran insectos.

Pero ahora alguien una mujer humana había logra salir intacta de su poderoso hechizo, no podía dejarse de repetir así mismo una y otra vez he fallado, algo por primera vez me salió mal a mí el Dios de la perfección el más grande Dios.

Muchísimo poder a él no le bastaba lo quería todo, incluso una sola alma que salia librada fuera del rango de su poderío le parecía caótico; algo tenía seguro conseguiría tomar la voluntad y sumisión de esa mujer además le haría pagar muy caro cada risa que salió de su boca.

Se repetía a si mismo una y otra vez.

-¿Cómo es posible? Se preguntó así mismo.
¿Como una simple mortal pudo resistir mi poder?.

La idea de que alguien pudiera escapar de su control, era inaceptable para él. Se sentía como si su autoridad y poder estuvieran siendo cuestionados y sometidos a una burla.

-No me ganarás mujer yo soy el único que puede ganar este juego.

Veamos cuánto puedes seguir riendo cuando acabe contigo, que inicie el juego.

El tráfico comienza a desvanecerse poco a poco hasta normalizarse, Evan aumenta la velocidad de su automóvil hasta alcanzar el de la mujer una vez cerca deja chocar intencionalmente la parte delantera de su automóvil en la parte trasera de el de ella.

-Con esto bastará para comenzar.

Inmediatamente la chica dentro del automóvil siente un leve tirón en su cuello, acompañado de dolor y mareo.

-¡Ho por Dios! ¿cómo paso esto? ¿Acaso no pudo frenar a tiempo? Espero tenga seguro por que lo necesitará. ¿Estará bien?, ojalá y no se haya lastimado.

-¿Quién es esta mujer, una piedra? Definitivamente no es alguien normal, oye idiota choque tu auto al menos enójate actúa como si tuvieras una bilís para enfadarte. Maldíceme no preguntes si estoy bien.
Para tú información estoy furioso pero estaré bien, cuando tú estés sufriendo.

-Probablemente es una antigua diosa o una poderosa bruja, eso explicaría muchas cosas no lo sé pero quién quiera que sea pagará por haber salido librada de mi hechizo.

-Es tan frustrante y yo nunca he sentido eso, así se siente lo que llaman frustración?.
Cómo puede seguir manteniendo esa actitud tan positiva debe estar loca, si no es nada de lo anterior al menos esperaría un poco de enojo de su parte quiero borrar esa maldita sonrisa de su boca.
Ya se que haré para desquiciar la está vez funcionará.

Continuaba un poco aturdida por el impacto del golpe, me había tomado por sorpresa a pesar de no haber sido tan fuerte creo que al menos algunas vertebras pudieron desajustarse; de cualquier modo ire al médico a revisarme para descartar daños graves.

Unos minutos después del incidente ví a un hombre acercarse a mi automóvil, hacía mucho frío los vidrios estaban empañados yo temblaba de frío pero el parecía comodo; se me dificultaba verlo con claridad supuse que era el dueño del auto que me había chocado.

Me convencí que debía de ser él cuando comenzó a golpear con su puño la ventana de mi auto. Baje el vidrio para hablar bien, al bajar el vidrio y verlo no pude evitar abrir los ojos y la boca con asombro; nunca he visto un ángel en la vida real pero estoy convencida que debería verse así era excesivamente hermoso como si la palabra perfección hubiese encarnado y descendido a la tierra en forma humana.

Cada rasgo y centímetro en el rostro de su pálida piel de alabastro parecía haber sido tallada a detalle con un pincel mágico, era como si el mejor escultor de la tierra lo hubiese tallado sin permitirse incluir en su belleza el más minino error o defecto; este hombre muy bien podría envanecerse soberbiamente pues su belleza era algo inexplicable, único y podría atreverme a asegurar inhumano.

Estoy segura que si intentará buscar algo imperfecto en su belleza, ni en mil vidas podría encontrarlo la octava maravilla del mundo podría estar parado frente a mis ojos.

No lograba concentrarme en una sola parte de su cuerpo para admirar, pues todo en él era digno de alabar, su altura también era descomunal, sus ojos eran de un azul zafiro tan intenso que en vez de ojos refulgían como dos piedras preciosas de genuino zafiro colocadas gracilmente en sus cuencas. Pero había algo todavía más intrigante en él a pesar de toda su belleza, una poderosa energía de peligro, maldad, atracción y misterio se cernía sobre todo el lugar la hermosura de sus ojos no hacía juego con la mirada feroz, soberbia, penetrante y amenazante. Un ángel de luz y paz no podría mirar así a menos que fuera un ángel oscuro proveniente del infierno.



-¡¿Terminaste?!. -Me saco súbitamente de mis anotaciones mentales acerca de él cuando me habló.

-¡Demonios! Su voz era impresionantemente seductora, fina y educada como si un noble hablara.

Titubee un poco antes de terminar la frase me sentí totalmente ridícula, pero ante este hombre quien no podría sentirse inferior mi voz sonó torpe mientras la de el pulcra.

-Muchas gracias por venir a verme, estoy bien no debes preocuparte. Intenté dar mi mejor sonrisa.

Él río extrañamente su dentadura eran como blancas perlas brillantes, luego me observo con desdén.


-¿A qué te referías con que si ya había terminado?. No lo comprendo.

-Enserio eres tan mal mentirosa, ¿Ahora finjes ingenuidad también, además de acosamiento?.

Me refería a que si ya terminaste de comerme con la mirada o ¿Necesitas más tiempo?. Dime, si quieres puedo hacerte una sesión privada, de esa manera vez todo lo que quieras e incluso más.


Me atragante con mi propia saliva antes de contestar, sentí mis mejillas ruborizarse y mi piel caliente por toda la vergüenza que sentí en ese momento. -No te comía con la mirada, solo te observaba.

Mi propio pensamiento me gritaba: ¡Que tonta por qué no respondiste sin atragantarte.


-¿Y dime, todos los días te levantas de tu cama con la palabra lujuria escrita en tu frente y desnudas a todos lo hombres que vez con la mirada? ¿O solo lo hiciste conmigo?.


Por acto reflejo toque mi frente como si ocultase esa palabra que el menciono, lo cuál era una estúpida afirmación de que el tenia razón y que yo si pude haberlo visto de esa manera. Que tonta pensé pero no es mi culpa él la tiene, ¿Por que acaso todos los días te encuentras en las calles de Viena, con un hombre que parece haber sido sacado de un cuento de hadas?.

-Haber chico escúchame bien, tu ego está a niveles exorbitantes no peques de narcisismo.
No te veía de esa manera solo te observé por un momento. ¿Qué querías que hiciera? Te apareces tocando la ventana de mi automóvil de manera inesperada, me tomaste por sorpresa por eso te vi a detalle.


Él continúo riendo pero sonrisa seductora tenía un matiz de desprecio. -¿Por que ocultas la inscripción en tu frente?. -No oculto nada, fue solo una acto reflejo involuntario.

-Dicen que los ojos y las acciones hablan más que mil palabras. De cualquier manera ¿Lo notas?, aceptaste que me veías detalladamente, no puedo culparte provoco ese efecto en cualquiera que me mira mi belleza podría llegar a ser hechizante.

-Eres muy narcisista, tines un grave pecado con eso. ¿Tus padres no te enseñaron la humildad?.

-La humildad es para los perdedores, para aquellos que se conforman a una normatividad regida por moralidades hipócritas; yo no sigo normas o principios morales humanos o divinos no soy siervo de nadie soy dueño de mis propias reglas y vivo mi vida como quiero.

-Si yo peco de narcisismo, dime ¿Cuál es tu pecado?. ¿Mentira, hipocresía, lujuria? ¿O todas juntas?. ¿Eres una depredadora sexual, debería cuidarme de ti? ¿Por qué te son rojas? ¿Estás ahora mismo excitada, apenada o nerviosa?.


-Si continuas hablando de esa manera podrías inscribirte a un maraton, son demasiadas preguntas en tan poco tiempo. Felicidades señor perfección has ganado el premio al ser más irritable.

-No estoy obligada a aclararte algo pero lo haré esta vez, no me sonroje por ti si no por cada tontería que sale de tu boca. ¿Cómo quieres que actúe? Dices muchas cosas sin sentido.


-Hay muchas cosas más que pueden salir de mi boca, además de supuestas estupideces según tú mi lengua es una experta en el arte del placer, pero no debes preocuparte por llamar mi atención no eres mi tipo y jamás llegarías a serlo, si lo intentas te esforzaras en vano.


-Esto es increíble, ¿Siempre te adelantas a poner palabras o afirmaciones en la boca de los demás?, tranquilo nunca en la vida me esforzaría por gustarle a alguien como tú.


-¿Así y por qué no? ¿Te parece, que no soy alguien para ti?.


-Por que eres la suma de todo lo que más odio en el mundo, presumido, ególatra, grosero y mentiroso.


-Soy todo eso y mucho más, hay bastantes cosas acerca de mí que te falta agregar a tu lista pero ya te las haré saber; por ahora súmale tu lista que soy la palabra perfección encarnada en forma humana. ¿No es eso lo que creés?.


-Este hombre hombre tiene poderes sensoriales y lee mentes, o verdaderamente está tan acostumbrado a ser alabado en cada oportunidad.


-No, no lo creo. ¿Ya terminaste?.


-¿Intentas jugar mi mismo juego de preguntas?. A diferencia de ti yo respondo sin problemas.

Aún no termino, quiero saber si tienes asegurado está carcacha a la que llamas automóvil?.

-Si lo está. -Enserio, ¿Todavía aseguran estos vejestorios? Muy bien te hará las cosas un poco más fácil. ¿Cuánto es el monto del valor de este carrito?.

-Ochocientos mil, ¿Por qué lo preguntas?.

-Me interesa saber cómo vas a pagar el golpe de mi automóvil, pero con esa ridícula cantidad no creo que alcances a pagar un milímetro de la pintura y mucho menos la compostura total en la agencia.

Anabelle ríe.

-¿Qué es tan gracioso? ¿Podrías dejar de reírte? Me molesta tu risa aún más que tú cara, es el doble de idiota.


-Eres una enorme montaña de molestia, el único idiota aquí eres tú chocaste mi automóvil por detrás y aún así tienes el descaro de venir hasta a mí, y pedirme que sea yo quién te pague el automóvil a ti?.

Te diré una cosa no te pagaré ni un maldito billete, deja de actuar como un completo imbécil y repara este error discúlpate, págame y vete de aquí como cualquier persona normal lo haría.

-Ese es precisamente el problema, no soy una persona normal, dos nunca cometo errores, tres no soy alguien que se disculpe por nada por que siempre tengo la razón y no hay nadie que valga algo para que yo me disculpe y por último si la tengo enorme, tanto que te atragantarías con ella y tu pequeña boca no podría soportar tanto.

-Estas enfermo eres un psicópata, no te pagaré absolutamente nada y espero no volver a verte en mi vida.

-La que hablo de que era enorme eres tú no yo, y además no me ire de aquí hasta que me digas como me vas a pagar. Por qué puedes estar segura que haré que pagues hasta el último centavo, o de lo contrario lo lamentaras

-Me refería a que eres enormemente odioso y molesto, no que tenías eso enorme además de todo eso eres un pervertido sexual.

Después de gritarle que era un pervertido sexual abrió la puerta de mi auto, sé sentó al lado del copiloto cerro la puerta con seguro y se acercó lentamente hasta a mí como un depredador a su presa; me miraba como si fuera una especie de aperitivo que deseara probar, sin oponer resistencia cuando me di cuenta sus ojos me miraban analíticamente eran como una jodida droga hechizantes, justo como los de un lobo cuando te mira para dormir tus sentidos antes de lanzar su ataque.

¿Por qué tenían que ser tan adictivos? Finalmente de su cálido y dulce aliento susurro a mi oído.


-Es verdad que me gusta hablar sin tabúes de cualquier tema sobre todo del sexo, es algo que disfruto bastante y te apuesto que si hablamos terminarás mojandote.

Soy el más perverso de todos los seres que puedas haber conocido, ¿Tú no lo eres? Déjame adivinar eres santa, pura y casta.

¿Sabes que es lo que más disfrutó? Destruir los puritanismos auto impuestos, y liberar los demonios que rigen tu verdadero ser e incendiar en las llamas del placer la falsa santidad que sé jactan de profesar. ¿Te atreves a descubrirlo, o tienes miedo a volverte adicta al pecado?.


Relamió sus labios, mi corazón palpitaba de manera descontrolada mi cuerpo temblaba y mi cara estaba hirviendo; no quería reconocerlo pero este hombre tenía una capacidad terriblemente grande para confundir y hacerte creer lo que él deseaba.

Sentí de su aliento en mi piel, el olor a cuero de su chaqueta. Era como si estuviera en una pesadilla, o tal vez un sueño pero no quería despertar.


De repente el se inclino hacia a mí y me beso apasionadamente. Me quedé en shock, sin reaccionar. Era como si mi estúpido cuerpo se hubiera paralizado ante el adictivo veneno de este hombre, pero a él no parecía importarle siguió besándome con intensidad. Yo no podía hacer nada más que recibir su beso, sin sentir nada más que confusión y miedo no estaba preparada para algo como esto.

Pero entonces algo aún más extraño sucedió, el se detuvo de repente y se alejó de mí.
Me miró con una expresión de confusión y dolor en su rostro era como si hubiera sentido algo que no podía explicar. Además de que sus ojos parecían haberse oscurecido más que al principio su mirada sombría era tan aterradora e intimidante que un escalofrío recorrió mi cuerpo, mi corazón sintió detenerse en mi pecho y me sentí asustada; trague saliva pesada mente antes de hablar.

-¿Qué... pasó? le pregunté, todavía en shock.


El no me respondió. Solo se río de manera sarcástica y cruel nuevamente y dijo:

-Eres una pésima besadora, ¡Agg!. No sabes ni si quiera besar, eres como un trozo de madera miento eres peor que eso, la madera sirve para dar calor y tú bueno dudo que puedas al menos hacer eréctil a un hombre.

Me sentí dolida y humillada, no podía creer que me hubiera hablado de esa manera. Pero a él no parecía importarle. Siguió riéndose y me dijo.

-Además, tu sabor es horrible. Es como si hubieras comido algo podrido nunca había probado un sabor tan asqueroso. Deberías ir a un buen dentista haber si pueden hacer algo por ti.

Me sentí enfadada y confundida. No podía entender por qué me hablaba de esa manera. Se alejó del auto y se subió al conductor.

Arrancó el motor y se alejó de mí, dejándome sola, confundía y también molesta muy molesta....



Mientras me alejaba, no podía dejar de pensar en lo que había sucedido.

¿Por qué reaccioné de esa manera? ¿Por qué había sentido eso? No me explico como sentí ese impulso tan desesperado, e incontrolable por besarla, por acercarme a ella, por tenerla cerca, por inspirar su alucinante olor. Recordar sus grandes ojos de un verde tan profundo, ese brillo combinado de miedo, confusión y desafío con una estúpida e irracional carga de valentía me encanta.

No podía negar lo que había sentido. Había sido como una electricidad que recorría mi cuerpo, un calor que hacía latir mi corazón era como si hubiera despertado algo dentro de mí, algo que no podía controlar. Mierda no puedo perder el control de nada ni de nadie, y menos el control sobre mi mismo nunca ha ocurrido antes, y tampoco ocurrirá ahora.
Me molesta esto, me hace sentir débil y confundido no se que debo hacer con estos malditos sentimientos.

Su miedo y confusión por mi la vuelve tan excitante, maldita seas mujer que error tan grande cruzarte en mi camino, voy a matarte tan lento que nadie podrá salvarte.









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