Días, semanas y algunos meses han trascurrido en la agitada ciudad de Viena.

—Muchas gracias por venir Anne, como siempre lo digo eres un ángel.  Anne sonrie con diversión. —No exageres Jenny no es gran cosa, cualquiera lo haría. 

—Exagerar incluso me quedo corta en alagos creeme no soy la unica persona que piensa eso de ti; además no cualquira vendría a cuidar con tanto esmero y cariño a la terrible señora Catalina Taylor.
—Esa terrible señora como la llamas Jenny, es tu madre debes tenerle paciencia lo que ha pasado no creo que sea algo facíl.

—Es mi madre pero no soporto su comportamiento para con las personas, y odio específicamente el que te muestra a ti. No comprendo como a pesar de todas las humillaciones y groserías que te hace la sigas defendiendo.

—No soy rencorosa y no me tomo los males de las personas que me hacen tan a pecho, si lo hiciera terminaría odiando a más de la mitad del mundo.

—Ese es tu problema eres demasiado buena para defenderte, pero no te preocupes Anne aquí tienes a tu amiga para patearle el trasero a quien se necesario; ya que la señorita  “amor y paz” no lo hará.

Anabelle rie divertida.

—Jenny eres muy graciosa y ocurrente, no lo dudes lo tendre presente.

—Más te vale Anne, te llevare a tomar unas clases de expresión de ira.  —¿Eso existe? Creí que era control de ira.  —Esta es una nueva creacción inventada por mi claro, ya es tiempo de aprender a defenderte nunca sabes que infeliz puede aparecerse en tu vida para volverla un dramatico infierno.
Además te dare una membresia gratis de por vida.

—Lees muchas novelas Jenny.  —Sí, y gracias a eso nadie se atreve a molestarme. 

—Creo que tu deberías de tomar la de control de ira, las personas no se atreven si quiera a acercarse  a ti por temor a que les revientes la nariz y los chicos temen que los castres mientras duermen si te son infieles.

—Eso no es una mala idea, de esa manera libro a más mujeres de sufrir por las mentiras de ellos.
Me gusta esa sensación de terror que infundo, si el chico no es un cubo de azucar conmigo no debe acercarse a mí.
Soy un tarron de delicioso café amargo, necesito ese ingrediente extra dulce en mi viada para hacer la combinación perfecta.

— Jenny, siempre logras hacerme reir a pesar de mis problemas por eso te quiero mucho.

—Y tu  Anne eres la cordura que le falta a mi cabeza.
Yo también te quiero por algo somos el duo dimámico, el Jin y el Jang polos opuestos.

—Sí, y tu eres la chica huracan.

—En eso tienes razón.  Con todo este caos en casa no te he preguntado ¿Como va tu situación en casa?.

Anabel cambia su expresión de alegría por una de tristeza. —Mal, los estudios realizados a mi madre arrojaron cáncer de huesos. Ya imaginaras lo devastada que esta con los resultados.

Desde ese día ha estado como ausente, no nos habla y me cuesta bastante hacerla comer incluso hablar.
No soporto verla de esa manera mi corazón sufre.

Jenny abraza con fuerza a Anabel acurrucandola entre sus brazos, mientras Anabel no pudiendo contener más las lágrimas deja que corran con rapidez por todo su rostro.

—Llora Anne te hace bien, aquí me tienes estoy contigo mi hombro y brazos siempre estaran para ti cuando me necesites.
Te prometo que juntas buscaremos una solución.

—Gracias Jenny, pero no sé si para cuando la encontremos mi madre siga con vida.

—No Anne no digas eso, veras que la encontraremos me duele verte así tu simpre eres muy positiva, alegre y tienes una enorme sonrisa para alegrar el día de cualquiera.
Y verte tan decaída me entristece.

—No puedo estar tan positiva o feliz como siempre, en realidad mi vida no es tan alegre y sencilla.

—Y dónde has estado todos estos días? ¿En el orfanato? Bueno siempre te desapareces de todas las actividades fuera de la escuela. Pero no me explico como has tenido cabeza para visitar el orfanato.

—Ojala hubiese estado en el orfanato con mis pequeños angelitos, su amor e inocencia me daría animo en estos moementos pero no hace más de un mes que no voy a verlos.

—¿Qué? Eso si me sorprende tú y tu padre no dejaban de visitarlos.

—Eso era antes de que máma enfermara de esa manera, mi padre tuvo que buscarse otro empleo para poder afrontar los gastos del tratamiento; el me dijo que no me preocupara y solo continuara esforzandome en tener buenas notas cuidar de máma e ir de vez en cuando al orfanato.

—¿Y dónde has estado?.  —Trabajando como enfermera para algunas señoras adineradas, la paga es bena con ese dinero puedo ayudar a comprarle medicamentoa en especial la morfina; que es demasiado cara y asi suministrarle su dosis diaria.

—¿Pero que la morfina no  solo debe usarse en casos de dolor extremo por su alta adicción?.

—Sí, pero el cancer de huesos es uno de los más agresivos, dolosos y degenerativos si no le suministramos morfina no puede si quiera respirar, comer o dormir a causa del terrible dolor.

— Anne has tenido que pasar todo esto sola y yo me he estado preocupando por trivialidades. Me siento como la peor de las amigas, pero no creí que la enfermedad de tu madre fuera tan grave ni tus ausencias se debieran a que estas trabajando duro para ayudar; como siempre estas metida en ese orfanato pense que debias estar ahí.
—¿Asi que supongo que tu padre no sabe que trabajas?.  —No lo sabe, y debes prometer que no lo sabrá si se entera se preocupara y ya tiene mucha aflicción en su corazón; no quiero darle una razón más para preocuparse.

—Entiendo Anne, tranquila no dire nada y mira toma esto.  —No puedo aceptar Jenny es demasiado dinero.

—Claro que lo aceptaras y ademas debes prometerme contar conmigo para los gastos que puedan surgir.

—Pero Jenny tu y tu madre estan pasando por una situación dificil, debes de guardar ese dinero.  —El hecho de que mi padre y mi madre se esten divorciando no quiere decir que yo saldre afectada, esa guerra que iniciaron por las poseciones no me deja desprotegida soy hija de ambos; y ante la ley parte de lo que tienen me corresponde.

—Máma debe entender que un hombre como ese señor, no debe llorarle creo que divorsiase le hara mejor.
Tal vez así deje de lado tanta amargura y presunción que la ha caracterizado todo este tiempo.

—No debes odiar a tu padre Jenny.

—No puedo evitarlo no desde que me entere de su otra familia, y que a esa mujer si la ama de verdad mientras odia a mi madre.
Por eso odio a los ricos siempre casandose e inventadose matrimonios a su conveniencia sin amor, por ello no creo en ningun hombre y aunque me duela no sere el trapiador de ninguno como mi madre.
Vivire la vida , solo sexo sin amor.

—No comparto ese pensamiento Jenny.

—Lo sé amiga por algo eres virgen, pero ten cuidado el inepto de Derek no termina de agradarme; y si es obvio que se cae de bueno pero es un caza pureza y me temo que ya haya olfateado tu virginidad.

—Nunca cambiaras verdad.

—No, y tu tampoco por ello me mantendre siempre cerca de ti.

—Esta bien Jenny, por favor manda a llamar una psicologa para tu madre esta vez solo se le bajo la presión; relativamente no hay peligro fisico solo debes minitorear su presión y necesita buena alimentación, descanso absoluto y sobre todo paz su problema es emocional por ello trata de ayudarla a sentirse mejor.

—Ok, no te preocupes comandante Anne yo seguire al pie de la letra tus instrucciones.

—Lo sé, mantenme informada no importa oa hora yo contestare.  —Afirmativo comandante.

—Me voy, ya casi es la hora en que supuestamente salgo del orfanato y debo llegar a tiempo o mi padre se enterará.

Algunos minutos antes en casa de Anabelle.

—Derek, no dibiste molestarte en venir hasta aquí; mi hija no esta y llegara tarde como siempre.

—Sí, lo sé señora pero su hija y usted jamás serán una molestia para mi venir a ver a Anabelle es grarificante.

—Me disculpo contigo no entiendo como mi hija pudo olvidar esta cita tan importante para ti.  Además para que demonios quiere ese celular si no contesta.

—Su hija me importa y aunque no me acompaño como mi novia y futura esposa; ante la sucesión de la presidencia empresarial Gray, es una mujer extraordinaria debio tener un buen motivo para olvidar este asunto.

—¿Futura esposa dices?.   —Sí, quiero que su hija sea la futura señora Gray estoy convencido de que nunca habrá una mejor mujer que su hija, me veo casado con ella y quiero por lo menos cinco hijos suyos.

—Anabelle, ¿No le ha comentado nada de esta propuesta?.  —No para nada, me toma de sorpresa ni una sola vez lo ha dicho al menos no a mí; tal vez a su padre ellos dos son muy parecidos.

—Ya veo, el señor Miller es un hombre generoso se que de él Anabelle aprendio a mezclarse con personas de bajo estatus social y a ayudar a huerfanos y necesitados.
Lo cual es algo admirable, pero desgraciadamente la sociedad se maneja por clases sociales, poder y dinero y una empresa tan reconocida no solo en Austria si no en toda Europa debe cuidar esos pequeños detalles.

—¿Qué quieres decir Dereck?.  Que Anabelle no debe mesclarze con esas personas, mi familia tiene la idea que la convivencia con personas así arrastra una maldición financiera y además atrae ladrones.
El lema es  “No arrojes una moneda de oro al barro, pues su brillo atraera y los miserabkes querrán hasta el ultimo de tus tesoros..

—No quiro sonar entrometido o criticarles, ¿Pero usted esta conforme con la vida que llevan?. Esta casa, los problemas, el dinero y no soy medico pero me parece que tiene una enfermedad grave.

—Sí, me veo como un futuro cadaver, me diagnosticaron  cancer oseo y esta en etapa avanzado los medicos no me dan muchas esperanzas de salir adelante.

—Yo puedo pagar los mejores medicos, los hospitales más avanzados en cualquier lugar sin importar costos lo unico que quiero es a Anabelle como esposa.

—Pero su padre y yo no hemos tenido buena relación, Anabelle me dijo una vez que si su padre no tiene una buena opinión de mí eso influiría en nuestra relación.

—Yo soy la solución a sus problemas, la luz al final del camino puedo hacer de su vida una dichosa y prolongada.

—¿Insinuas que venda a mi hija?.

—No lo tome de esa manera, conmigo Anabelle puede abandonar esas ridiculas ideas de irse al extranjero a estudiar arte profesional.
Una vez sea mi mujer quitare de su mente, ideas erradas de la trabajar se dedicara a mi y a sus hijos no a perseguir sueños estupidos.

—¿Y como puedo ayudar?.

—Justo como lo ha hecho hasta ahora, yo le dare una mensualidad a partir de hoy citas, con grandes medicos y además los mejores medicamentos con la unica condición de que usted aparente empeorar cada vez más.

—¿Engañarlos?.

—Vamos señora es por eo bien de todos y el futuro de su hija, sus vidas quedan resueltas de por vida. 
Anabelle se sacrificaría por su familia y los seres que ama.

—Ella no aceptara casarse sin amor.

—El amor vendrá con el tiempo, por ahora se que debe amarme al menos un poco o no sería mi novia.

—¿Y tú la amas?.  —Dereck lanza una mirada sombría y perturbadora ante la pregunta más importante formulada por la madre de Anabelle.

—Estoy locamente enamorado de Anabelle, la quiero para mí y nadie más….

—Esta bien Dereck, acepto yo convencere a Anabelle.

—Lo sé ambos queremos lo mejor para ella, y se que su actuación será impecable.

—¿Pero mi esposo como lo convenceras?.

—Con él conversare aparte, le aseguro que me encargare de él.  —Sonrie friamente.
Su esposo verá lo que soy capaz de hacer por ella.

Minutos más tarde Anabelle llega a casa.

—Máma estoy en casa, lamento llegar más tarde hoy pero tuve que arreglar unos asuntos; espero no te enfades ahorita mismo preparo tu morfina.

—Dereck mi amor, que sorpresa no te esperaba ¿Qué haces aquí?.

—A mi también me da gusto verte amor. Responde sarcasticamente.

—¿Qué manera es esa de hablarle a tu novio niña?. Ademas por que llegas tan tarde y no contestas el celular.
No sabes lo angustiado que estaba Dereck sin saber nada de tí.

—Dereck gracias por preocuparte por mí, pero sabes que no es necesario yo puedo cuidarme sola.

—Arrogante, soberbia tienes un novio que te ama y claro que debe preocuparse por ti y tú solo ignoras todas sus atenciones.

—Señora tranquilicece, Anabelle debe de haber olvidado por que estoy aquí.
Hablare con ella en privado.  —¿Me acompañas afuera?.

—Dime Anabelle ¿Olvidaste que día es hoy?.

—¿Debía recordar algo?.  —Entonces es verdad lo olvidaste, que tristeza.

—Dereck no quiero hacerte daño pero mi situación es dificíl, la salud de mi madre es cada vez peor el dinero apenas nos alcanza y yo no puedo quedarme de brazos cruzados.
Te lo dire a ti por que eres mi novio y aunque tal vez no lo creas, muy importante estos días no he ido al orfanato si no a trabajar como enfermera con ese pago puedo comprar la morfina de mi madre.

—Anabelle eres un ángel inocente, me encantas me duele que no estuvieras conmigo en la presentación del nuevo presidente de la empresa; fui nombrado presidente y quería caminar contigo de mi brazo frente a todos.
Y presumirles que he encontrado a la mejor mujer de la tierra.

—Dereck lo lamento perdoname.

—Te perdono no puedo enojarme contigo, pero sabes que si necesitas dinero no debes trabajar yo puedo dartelo.

—Gracias amor pero no lo aceptaría.
—¿Por qué no? Eres mi novia y mi futura esposa, no hay motivo para que no aceptes quiero ayudarte que confies en mí.

—Se que tus intenciones son buenas pero no es correcto, sabes que no soy bien recibida en el nucleo social y aceptar sería darles motivos para hablar; además mi padre me ha inculcaldo el valor de lucha siempre peleo por salir adelante.

—¿Es un no?.  —Sí, al menos mientras nos casamos.  —¿Casarnos?. 
—Sí, tal vez  nos casemos pero debemos estar convencidos totalmente de dar ese paso.

—Yo lo estoy te quiero conmigo, para siempre y lejos de otro hombre.

—No nos adelantemos. ¿Entonces me perdonas?.

—Sí pero necesitare unos besos.
—Señor Dereck es usted un chantajista.

—Y tú mi diosa.

Anabelle y Dereck se besan dulcemente.