En el castillo.

-Margareth, lleva tres días aquí ¿Cuándo partirá de regreso?.

-General Robert veo que mi precensia le es incomoda, para mí tampoco me es grato estar aquí pero sigo ordenes de la princesa; debido a una terrible tormenta hubo daños en el camino de regreso al palacio, hasta entonces lamento informarle que permaneceré aquí.

-La mantendré vigilada.

-Haga lo que crea conveniente.
Robert se retira, Margareth teme cada día que pasa en el palacio pues la incertidumbre la mata.

-Te mantendre vigilada, estúpido Robert sí no obtengo información la reina cortará mi cabeza.

Margareth manda a llamar a Lissa.

-Exelente Margareth dígame. -Lissa querida ¿Cumpliste mi petición?.

-Por supuesto, ayer entregue la carta a la madre de Mell.

-Muy bien cuando tengas un momento libre, manda a Lissa a hablar conmigo. ¿Sabes de algún lugar, para hablar en privado?.

-Sí, mi habitación es la más alejada del palacio; no hay guardias ahí soy la empleada de menor rango.

-Gracias la esperaré ahí a media noche, para no ser vistas si nos ven temo causar problemas.

-Bien, yo buscaré a Mell y le haré saber lo que me dijo.

Habitación de Lissa a media noche.

-¿Habitación de menor rango? Vive bien para ser una sirvienta, es mejor al agujero donde estoy no cabe duda la reina Evelyn es generosa y su prima tacaña. Alguien viene.

-Estoy aquí.
-Y por tu cara puedo asegurar que elegiste mi oferta. -Núnca habría aceptado si tuviera otra opción, usted obligo a mí a mi familia a aceptar.

Margareth ríe. -¿Obligar? No seas tonta solo te dí un golpe para abrir los ojos, ¿Ser leal a la reina vale la vida de tu madre y hermanos?.
Ahora puedes sentir culpa pero cuándo tu madre este sana, tengas el dinero en tus manos y vivas comodamente te olvidaras de todo esto.

-Tú y yo somos iguales, unicamente trabajamos bajo las ordenes de alguien superior; cuando seamos inservibles buscaran a alguien más un sirviente o esclavo no vale nada, velo de esta manera tienes la opción de sobrevivir o vivir.
-Los poderosos poseén todo aún nuestras vidas, pero esta noche tomaste la descisión correcta tú vida y la de tu familia, ya no le pertenece a nadie si no a ustedes mismos. Habla ¿Qué oculta la reina?.

Melissa suspira pesadamente.
-Todos estos meses la reina Evelyn ha permanecido oculta, sin dejar ser vista de nadie ni siquiera por su pueblo al que ama, por que... por que... ella. Melissa llorá.

-¡Maldita sea niña! Habla de una vez. Ella que.

-Esta embarazada. -¿Embarazada? ¿Cómo es eso posible?. ¿Espera un bebé del difunto rey Elliot? Eso complicaría todo el plan.

-No es del rey Elliot. -¿Es un bastardo? Si no lleva la sangre de la familia real, puede ser destituida del trono e incluso revocarle cualquier titulo.

-¿Quién es el plebeyo, que embarazo a la reina?.

-Se equivoca por las venas de ese bebé, corre sangre del clan más poderoso de todo Arius doblemente exelso, poderoso y majestuoso es su linaje pero también la condenación a muerte. Su padre es Johan Lucantte rey del clan de hielo.

-Esta información vale su peso en oro, asi que nuestra querida reina es una traidora se metio con ese maldito rey Johan, después de que asesino despiadadamente a gran parte de nuestro clan tuvieron un bebé; con este crímen no es suficiente la destitución o el exlilio.

-¿Qué pasara con ellos?. -Pagaran el precio de su traición, seran condenados a muerte.

-Cumpliste yo haré lo mismo toma, solo debes firmar es un titulo real serás duquesa con este anillo queda cerrado el trato; vete hoy mismo habrá unos guardias esperando en el bosque por ti y tu familia los llevará a su mansión. Dale a beber esto a tu madre y sera sanada.
-¿Qué es?. -Es el poder que solo la familia real poseé, una llamarada de vida es fuego liquido esta hecho para ser bebido, solo basta tomarlo todo y listo adios a la enfermedad.

-Gracias. -No agradezcas tu hiciste todo.

Al día siguiente muy de mañana Margareth se levanta, toma el poco equipaje y a sus guardias para ira con el general Robert.

-Buenos días general Robert.

-Buenos días Margareth, se levanto más temprano el día dr hoy. ¿Pasa algo?. -No general, solo he venido ha hacerle saber de nuestra partida yo y los guardias; emprenderemos el viaje de regreso al palacio de la princesa Eleonor.

-Creí que estaría aquí unos días más.

-No, debimos haber partido hace tres días pero por complicaciones en el camino de regreso nos retrasamos, afortunadamente el camino ya es transitable para regresar.

-Me parece todo esto muy extraño, cualquiera pensaría que pretende huir. Como si debiese informar algo de inmediato.

-¿Huír? Soy solo una sirvienta cumpliendo ordenes. ¿Hay algo que informar?. -No, tenga un viajr seguro.

Cinco días después.

Margareth ingresa corriendo a toda prisa, sin detenerse un segundo hasta la habitación real, agitada se arrodilla ante Eleonor.

-Vulgar sirvienta, estúpida ¿Cómo te atreves a entrar de esa manera a mi habitació?. Comenzaba a dudar de ti.

-¿Por qué llegaste tan retrasada? Te esperaba hace seis días.

-Princesa Eleonor piedad, la información que traigo a sus pies justifica mi retraso y entrada. Se que si regresaba sin información, estaría en riesgo mi vida pero al final rindio fruto. ¡Reina Eleonor Becker.!

-¿Reina? ¿Por qué me llamas así?.

-La actual reina Evelyn cometio alta traición, contra todo el reino de fuego.

-Me agrada eso dimelo todo.

-Le pague una generosa cantidad de dinero, a la sirvienta del palacio fue dificíl convencerla estuvo a punto de exponerme pero la detuve.

-¿Qué le prometiste?.

-Libertad para ella, sus hermanos, dinero, un titulo y salvar la vida de su madre.

-Bien ¿Dónde esta ahora?. -En unos días estara cerca de aquí.

-Por ahora cumplire lo que desea, pero después me deshare de ella odio tener cabos sueltos.

-Habla ya. -Su prima esta embarazada.

-¿Esa maldita esta embarazada?. Hace unos pocos años enviudo y ahora espera un hijo, mi pobre Elliot mancha su memoria.

-Asi que nacerá un bastardo. ¿Sabes quién es el padre?.
-Sí, no es un bastardo su sangre es de linaje será un futuro rey; es hijo de Johan Lucantte rey del clan más poderoso de todo Arius.

-Como sabe es un hibrído, poderoso nadie le podrá hacer frente.

-Johan Lucantte, ese maldito fue el culpable de la muerte de Elliot.
Lo sabía esa perra nunca amo a Elliot, claro todo fue un plan desde el principio fingio ser inocente; cuando ella se revolcaba con Johan mataron a mi gran amor y ahora tendrán un hijo a costa de la sangre de Elliot.
Se llevaron lo que más amaba.

-Ninguno de los dos clanes perdonará esta traición, no alcanza piedad el unico pago es la muerte.
-Princesa tome su lugar en el trono y la vida de Johan. Ahora mismo puede.

-La venganza se disfruta más poco a poco, pagaran por la traición y la vida de mi Elliot no lo dudes. Pero aun no es el momento.

-Pero princesa, si espera más ellos escaparan del reino ese es el plan irse lejos y vivir felices los tres.

-Johan sigue siendo un debíl idiota, cambiara el poder y el reino de hielo por mi prima y su hijo. ¿Lo crees capaz verdad?.

-Por supesto que sí princesa, ama a su prima más que a él mismo.

-Sí Johan abandona su reino, la piedra más poderosa de Arius y el universo entero quedara expuesta, nadie exepto Johan puede protegerla pero si el se va yo la tomaré.

-Haré realidad el sueño de mi amado Elliot, controlar el poder absoluto de los dos reinos unificados por la sangre; solo los fuertes serán elegidos para vivir y quién no este de acuerdo lo matare de la manera más cruel que pueda existir; Elliot sera venerado y recordado como un rey, dios y heroé del clan, mientras Johan y Evelyn como traidores asesinos teñire con sangre mi imperio tal como Elliot hubiese querido.

-No comprendo.

-No importa nunca lo haces, dejemos que continuen sus planes sin molestar una vez nazca y hayan disfrutado un tiempo; el amor de ese bebé y cuando más confiados esten lo matare de esa manera sufriran más.
También quiero ver la cara de ese niño muero de curiosidad.

-¿Qué les hara, matarlos?. -No, ellos viviran como esclavos los despojare de todos sus poderes; después matare al niño frente a sus ojos y lo disfrutare.

Algunas semanas después.

La habitación real esta custodiada por una gran cantidad de guardias, Robert, Richard y Alexander esperan afuera de la habitación caminan de uj lado a otro los gritos casi ensordecedores provenientes de la reina Evelyn los mortifican.

Richard hablar antes los otros guadias.

-Nuestra reina Evelyn, es una mujer admirable, valiente y guerrera soportar todo este terrible sufrimiento; por amor a nuestro futuro princípe es admirable.

-¿La consideras tu reina?.

-Por supuesto que sí, general Robert el rey Johan es como un hermano para mí él la ama; por lo cual yo la acepto con ese mismo amor.

-Eres un buen amigo y general también, además de leal a tu rey pero no puedo negarte que siento aborrecimiento a tu rey; la reina Evelyn es como una hermana pequeña para mí, mi fallecido amigo Marcus la encargo conmigo prometí cuidar de ella como lo haría un hermano hasta el día de mi muerte; y hasta hoy he cumplido mi promesa jure protegerla contra todo pero no pude protegerla de tu rey. Espero sobreviva o juro que día y noche le recordare a Johan Lucantte su culpabilidad.

Johan con rostro indescriptiblemente triste, inundado de lágrimas sostiene con fuerza la mano de Evelyn de tal manera que con su agarre intentará poder retener su vida para siempre; aquella que una vez fue ardiente hoy se siente gélida, inerte casi muerta.

A perdido fuerza, calor la piel algo pálida con tonos rosados se ha tornado completamente blanca como fría nieve, su maginifico cabello rojo sangre ahora es plateado parece haber perdido vitalidad; y aunque luce realmente hermosa como una preciosa estatua casi irreal su vida continúa apagandose poco a poco.
Un último esfuerzo, un último grito Evelyn da toda su fuerza para dar a luz a Evan.

Algunos minutos después la voz de la partera, retumba por toda la habitación.
-Nacio, nacio.

El bebé es un precioso varon palido como blanca nieve, ojos profundos color azul zafiro cabello tan brillante como finos hilos de plata sublime como un dios.

Robert advierte a Johan, que debe salir del castillo. -Rey Johan salga de aquí llevese al pequeño princípe, debemos calentar al máximo la habitación y todo el castillo; si demoramos la reina podría morir debido a la naturaleza del embarazo y el posterior alumbramiento, puede entrar en una crisis de hipotermía si esto ocurre su muerte será lenta y dolorosa sin olvidar la desintegración.

Desde el fondo de la habitación, una débil voz que casi podría sonar a un susurro suplicante Evelyn habla.

-Johan no te lleves a mi hijo todavía, quiero ver su rostro besarlo y abrazarlo, sentir su calor entre mis brazos podría ser la última vez.

-Amor de mi vida tienes rázon, quién soy yo para privarte de conocer al resultdo de tanto amor.

Johan coloca en los brazos de Evelyn a Evan.

Al instante los profundos ojos azul zafiro de Evan, se encuentran con el gris plata de Evelyn Evan sonríe parece reconocer a su madre.
-Tu sonrisa vale todo dolor mi pequeño, eres precioso nadie iguala o si quiera se acerca a tu belleza. -Lo acerca a su pecho llenando su frente de besos, lo entrega a Johan lágrimas fluyen constantemente.

-Johan cuida bien a nuestro hijo, amalo y hazle saber cuanto lo ame nunca permitas que se sienta culpable si yo no sobrevivo me verás a mi en él.
Por siempre te amo recuerdalo, tú eres mi único y gran amor eterno.

Johan besa los labios de Evelyn.

-Lo prometo, núnca jámas amare a otra mujer mi amor es solo tuyo te amo. Trata de luchar ¿Sí? Da tu mejor pelea mi amor, te necesitamos tus dos amores necesitan de vida y alegría por favor no te rindas. -Evelyn aciente sonriendo a Johan.

Johan ve por última vez los ojos de Evelyn, los cuales se opacan cerrandose. Johan siente morir en ese mismo momento, quiere correr hasta Evelyn y no abandonarla pero una vida se remueve en sus brazos.

Johan cubre a Evan con su capa, salido de la habitación da la orden a Richard y sus guardias de regresar al reino de hielo.

-Richard vamonos este lugar ardera como el sol. -¿Es esto posible? ¿Nacio bien, vivo mi princípe?. -Sí, mi hijo nacio bien el inicio y el fin de una era.

Notaaaa!!!!! Al fin baby Evan nació.
¿Qué les parece?.
Hay baby!!!!