Dias después.

El tiempo del sol ha cesado en el gran reino de fuego, la luna hace trinfante su aparición imponente, plateada y soberbia lanza los primeros rayos de luz sobre sus habitantes, puede sentirse un frío gélido.

Dentro de la habitación real, Evelyn Becker sufre terriblemente los dolores de su gestación, cada minuto lanza un grito atroz y con cada noche trancurrida su vida se extingue.

Su fiel general, súbdito y amigo Robert permece junto a ella cuidandole.

-Reina por favor no puede continuar este embarazo, ¿Cuánto más podrá soportar días, algunas noches más?.

-Se lo ruego en nombre de su pueblo y como un favor personal de un amigo que la ama, detenga el embarazo permítame sacarle ese mounstruo del vientre no soporto verla sufrir usted no merece esto.

-Si no lo hace por mí o su pueblo, piense en el rey Johan el no amara a eso si usted muere. ¿No tiene intéres en su propia vida?. -Su delgadez es terrible, sus labios están agrietados, morados por la falta de oxígeno, el color natural de su piel se fue, esta blanca como nieve y sus ojos ambar ahora lucen un gris mortecino.

-El rey Johan lleva días preguntandome por que no puede venir a verla, no sé que más inventar usted me prohibe decirle que tal ve no resista y muera.

Evelyn con voz débil casi moribunda habla. -Robert me has acompañado en este camino desde el inicio, acepto tu preocupación claro que te amo como a un hermano si no fuera por Marcus, tú y Alexander estaría muerta y todos en el reino jámas podre pagar tu lealtad; pero a quién llevo adentro de mi vientre no es un mounstruo es mi ángel él vino a darme vida y felicidad, después de la muerte de mi pequeña creí que el universo se empeñaría en maldecirme siendo estéril no supe protegerla,(llora) ahora tengo en mis manos la oportunidad de amar y proteger incluso con mi propia vida a mi amado Evan, su vida tiene más valor para mí aún sobre la mía.

-Yo sé que Evan traerá un nuevo inicio a nuestras vidas, Johan lo ama y si muero lo cuidará bien con todo el amor como si estuvieramos los dos presentes en su vida.

-Mi embarazo esta muy avanzado en pocas semanas dare a luz, si aborto ahora lo asesinaría confía en mí Robert, he luchado cara a cara con la muerte y vencido esta vez no será diferente.

-Me rindo no podría arrebatarle la felicidad de sus manos y ese bebé lo es, mi reina luche hasta el final.

Robert sonrie con tristeza, Evelyn corresponde a su sonrisa aciente con la cabeza. Evelyn temblando y chasqueando los dientes dice.

-Robert, ¿Podrías calentar un poco más la habitación?. No soporto este frío terrible, siento mis huesos congelarse a punto de quebrarse me duele el corazón.

-Reina todo el calor del reino de fuego está concentrado en esta habitación, usted es incapaz de sentirlo por que es...ta... muri..en..do.. cada día. Su voz se quiebra.

Evelyn llora. -Siento que vivo, cada vez que Evan se mueve dentro de mí.

La conversación entre la reina Evelyn y Robert, se ve interrumpida por un inconveniente toquido.

-¿Quién podría llamar a la puerta a esta hora?. -Robert camina con el ceño fruncido con dirección a la puerta.

-Sargento Petter, conoce las reglas nadie debe subir a esta habitación, unicamente la criada asignada. -Mi señor todos los sirvientes duermen, yo y mi guardia velamos la seguridad del castillo ví acercarse una carroza, no parece un enemigo venía custodiado por dos guardias a los lados se detuvo, muy cerca de nosotros en su bandera tiene el sello de la llama dorada.

-¿La llama dorada? Es el sello de la familia imperial, el que este aquí me alarma la hora es inconveniente.

-Tranquilo Petter comprendo la situación, hiciste bien en avisarme ahora me encargo yo.

-Como ordene general me retiro a mi puesto. Lleva su mano al pecho y se marcha. Robert sale.

Del carruaje desciende una linda chica, de cabello castaño y grandes ojos grises. La cual se inclina haciendo reverencia, con el rostro vuelto al suelo.

-Buenas noches general Robert.

-Buenas noches, puedes levantar el rostro.

Robert la mira con intriga, disgusto, seriedad y un aire de desconfianza.

-¿Quién eres tú? ¿Por que vienes en la carroza imperial?. Nadie anuncio tu venida a la corona. ¿Te presentas a esta hora como ladrona?. Responde.

-¿Quién te crees tú, para tomar la posición de la nobleza?.

Con voz temblorosa responde la chica.

-Soy Margareth Silvert, principal dama de honor de la princesa Eleonor Becker. Ella me ordeno venir aquí em representación suya, hubiesemos llegado más temprano pero hubo un incidente en el camino.

-La princesa ¿Eleonor? ¿Cuál es el motivo de esta visita?.

-La princesa Eleonor, quiere hacer una ofrenda de paz y hermandad con la reina Evelyn ella ha madurado y comienza a pensar como una princesa, la distancia entre ellas durante años no es buena para el reino. Después de lo sucedido con el rey Elliot ha reflexionado sobre la importancia y lealtad de la familia. -Traga saliva.

-Quiere restaurar la relación familiar, además juro a su fallecido padre el princípe Edward que este día llegaría.

Margareth ordena a uno de los guardias, sacar el obsequio especial para la reina.

-Estos presentes son tributos de reconciliación, pero el mayor tesoro de la princesa lo tengo en mis manos. Margareth hace la entrega de la espada del difunto princípe Edward, envuelta en una preciosa tela de terciopelo purpura.

Robert la observa. -La espada del princípe Edward, ¿Por que se despojo de algo tan valioso para ella?.

-La princesa Eleonor, mencionó que hiciera entrega de esto a la reina Evelyn y conocerá la respuesta.

-Espera aquí, hare anuncio de su llegada a la reina.

Robert lleva consigo la espada del princípe Edward a la habitación real.

-Robert tu rostro luce confundido ¿Qué sucede?.

-La princesa Eleonor envió a su principal dama de honor al palacio, para hacer una ofrenda de paz y hermandad asegura el cambio de la princesa.

-¿Dijo algo más?. -Envió la espada de su tío el difunto princípe Edward, aseguro que usted sabría el valor y significado de la espada.

Evelyn sonríe.

-Robert el significado de la espada es lealtad, amor y hermandad genuina Eleonor prometio cumplir la voluntad de su padre, has entrar a su dama de honor a la mejor habitación del castillo.

-Mi prima siempre deseé esta unión, si nuestros padres vivieran se gozarían con nosotras.

-Reina disculpe mi intromisión, pero no creo en las buenas intenciones de su prima, todo esto me resulta extraño.

-¿Extraño?. -¿Por que espero hasta ahora? Cuándo tuvimos problemas con el reino de hielo núnca se acerco, usted no ha salido públicamente hace meses; tal vez sean ideas mias pero creo que intenta averiguar algo.

-Puede que tengas razón pero ella es mi familia, no me haría daño le debo la vida a su padre, por amor y gratitud debo confiar en su hija y darle una oportunidad.

-Me parece correcto, el princípe Edward era honorable y valiente solo mantengase alerta.

-lo haré amigo. (Sonríe.)