Robert llega postrándose desesperadamente ante su reina.

-Robert amigo, bien sabes que no es necesario arrodillarte o anunciarte tú y Marcus me salvaron la vida.

-Lo sé pero es mi reina yo su súbdito.

-Me desconcierta la hora de tu venida luces preocupado.

-Me atreví a venir solo por tratarse de un asunto mortal.

-Habla por favor.

-El rey Johan asesinó dentro de su reino a parte de nuestro pueblo, aquellos que antes vivían cómo refugiados bajo su protección pero eso ha cambiado, además asesinó a híbridos no queda nadie vivo de nuestro clan en su territorio.

-Inimaginable así no es Johan.

-Su corazón cambio lo entrego por completo al odio y la venganza, en pocos días su ejército llegará aquí para matarnos juro exterminar todo el clan.

-¿Cómo te enteraste?

-Alguien me dio la noticia confío en él.

-Alistare al ejército y formulare un plan de batalla, no debe preocuparse mí reina conseguiré un carruaje para usted, nosotros solo somos miserables y comunes pobladores poco importa si morimos, pero usted es la última esperanza si vive resurgirá nuestra raza.

-Alto Robert no des un paso más ¿Pretendes que huya sacrificando a todo mí pueblo?, Mi vida no es más valiosa todas cuentan Elliot creía ser un dios mato y torturó inocentes, no pude salvarlos antes ahora es diferente nadie morirá.

-Por favor dígame ¿No piensa usar sus poderes verdad?

-La guerra que inició Elliot la terminaré, sí entregando mí vida salvó a todo el reino moriré feliz.

Robert responde con lágrimas en los ojos, trata de disuadir a su reina pero es inútil.

-Johan la asesinará sin piedad alguna no titubeara al tenerla de frente, entiéndalo por favor el maldito odio lo cegó.

-Ya he decidido.

-El poder de Johan sobrepasa al suyo.

-Tranquilo la justicia está con nosotros.

-Lleva todo el pueblo al bosque azul.

-En todo el reino es el lugar más frió.

-Justo al centro en lo más profundo del bosque, es caliente como fuego los de hielo no podrán acercarse.

Evelyn entrega el collar de rubí que cuelga de su cuello a Robert.

-Reina esto no.

-Cuando todo el pueblo este a salvo reunidos en el corazón del bosque colocaras este collar a tú cuello, piensa en protegerlos y reaccionara a ese pensamiento creando un inquebrantable campo de fuerza.

-No quiero aceptarlo ¿Cómo cuidara de su vida?.

-Utilizare únicamente mí poder interno.

-Se está entregando a una muerte segura, si utiliza todo su poder morirá.

-Sssshh tranquilo.

-Reina respóndame algo con honestidad, ¿En realidad sacrificara su vida únicamente por el pueblo, o para salvar el corazón de Johan?.

Evelyn responde a Robert sorprendida.-¿Cómo?.

-Usted ama a Johan se enamoró de él justo la primera vez en verlo, hizo todo lo que pudo para salvar a su esposa al final fracaso y ahora morirá por su mano, sé qué será incapaz de dañarlo ¿Me equivoco o estoy en lo correcto?.

-No, todo es verdad amo a Johan he sufrido todo este tiempo con él, su corazón está lleno de odio perdió todo interés en ser feliz, soy incapaz de devolver la vida de Marlene pero sí matándome muere consigo el odio y puede sonreír de nuevo así será, solo yo mí collar los mantendrá seguros así muera.

-Jamás la haré cambiar de opinión ¿Verdad?.

-No, reúne al pueblo y resguárdense yo lo esperaré muchas gracias por todo lo hecho hasta hoy Robert, eres el mejor amigo y general que pude conocer Marcus me envió a alguien maravilloso.

-Mi reina fue un honor servirle. Robert hace reverencia y sale para cumplir las últimas órdenes de Evelyn.

-Johan amor mío, tanto daño hecho perdóname.

Cuatro días después el castillo al igual que todo el reino está desierto, no hay nadie dentro o fuera de él todos se encuentran en el nos azul resguardados con Robert.

Johan levanta la vista mirando en todas partes la misma imagen, cada rincón solo es como si nunca nadie hubiese vivido ahí, busca desesperadamente mientras maldice a los de fuego.

-¡¿Dónde están, huyeron todos?!.

-Rey nadie está aquí.

-Maldición eso no es posible, ¿Cómo pudieron enterarse? Tuvieron tiempo para huir de mí, no me detendrán los cazare como a animales salvajes que son y torturare aún más por burlarse de mí.

-¡Nadie se detenga! Búsquenlos por todas partes, cada rincón y mátenlos uno a uno.

-¿De verdad continuará haciendo pagar inocentes?.

-¡Sí! Déjenme sólo yo mismo mataré a su reina y después a cada uno de ellos, quien perdone la vida a uno de ellos le haré pagar con la suya muévanse.

Todos corren obedeciendo inmediatamente las órdenes de Johan.

-Pronto Marlene vengare tú muerte amor mío.

Evelyn está dentro de la Habana real da un último vistazo a su alrededor, su expresión es de despedida. -En este lugar viví el momento más feliz de mí vida, conocí como se siente ser amada, protegida y deseada pero también fue aquí dónde conocí la traición, el desamor, la maldad y humillación Elliot tú mismo buscaste tu fin el brillo en tus ojos se opaco cuando permitiste que entrará a tú corazón la ambición, envidia, odio y orgullo mataste nuestro amor nunca podré perdonarte orillaste a Johan a la locura, no es suficientemente castigo tú muerte pero yo terminaré con esto salvaré el precioso corazón de Johan lo rescatare de las cenizas si debo sacrificar mi vida para salvarte mi Johan lo haré.

Johan grita buscando por todo el castillo. -¡Ariadne! ¡Ariadne! Sal no podrás ocultarte por más tiempo, te buscaré por todo este maldito castillo cuando te encuentre teñiré con tú sangre cada escalón de este lugar, con tú muerte concluiré mi venganza. ¡Te escondes como rata pero encontraré tú madriguera maldita!.

Evelyn toma un atajo al jardín del palacio.

-¡Maldición no hay nadie aquí!. Johan sale de su trance al escuchar una hermosa melodía, acompañada de una dulce voz baja con cautela siguiendo el sonido.

-¿Una cálida voz semejante a un ángel en medio de esta basura? ¿Cómo es posible?.

Dejándose guiar por la dulce voz llega hasta el jardín adentrándose, se detiene al encontrar frente a él la silueta de una mujer dándole la espalda con un vestido azul celeste de largas mangas, cabello largo rojizo el bello canto viene de ella toma su espada bañada en sangre con la intención de matarla.

-¿Quién eres? Dame la cara no soy un cobarde para mata por la espalda.

Evelyn siente su corazón gritar con fuerza pronunciando Johan amor, pero sabe que él no siente lo mismo escucharlo le hace feliz aún sabiendo que podría ser lo último en oír. Gira sobre sus pies al escucharlo hablar dándole el rostro.

-¿Tú? Evelyn Becker ¿Cómo es posible? Moriste.

-Johan Lucante nos encontramos otra vez, pero a diferencia de la primera vez en una situación lamentable.

-¿Lamentable? No me arrepiento de nada hecho hasta ahora.

-Así lo creo tú espada está bañada por sangre inocente, aquella con la que peleaste para proteger ahora utilizas para matar pero al parecer has perdido la conciencia de tus actos.

-¿No sientes misericordia o algún tipo de remordimiento? Acabaste con vidas inocentes ¿Dónde sepultaste el corazón genuino de Johan Lucante? Lleno de amor, misericordia, justicia, valentía y paz.

Johan ríe sádica y descaradamente ante la pregunta de Evelyn.

-Misericordia, remordimiento, justicia ¿Elliot tuvo alguno de esos sentimientos para mí esposa e hijo? No, está muerto pero no es suficiente yo mataré a todo el clan de fuego, tú raza será extinguida la borrare de la memoria de todo ser viviente en Arius.

-Elliot merecería sufrir, morir una y mil veces por arrebatar la vida de Marlene y tú hijo, ser muerto de la manera más cruel por destrozar tú corazón llenándolo de odio y venganza. Pero tú no eres así en todo Arius no existe un corazón más hermoso puro y valioso al tuyo.

-Entérate el antiguo rey Johan murió Elliot mato a Marlene junto conmigo, se llevó todo lo bueno en mí dejo un a herida incapaz de sanar aún está fresca, la única manera de cerrar mí herida y apagar la llama del odio es acabando con su pueblo.

-Es verdad Elliot robo a tu amada Marlene a base de trampas se aprovechó de tú bondad, perdiste a Marlene y parte del pueblo ese terrible día pero con tú actitud solo dejas ver qué Elliot ganó una vez más, aún después de muerto no eres diferente al ser que más odias tus manos bañadas por sangre inocente, tú corazón ennegrecido de maldad y esos ojos antes especiales cargados de amor murieron, ¿Te has visto al espejo? No veo reflejado a Johan si no a Elliot.

-¡Cállate! ¡Cállate! Tú no entiendes nadie lo hace solo hago justicia.

-¿Traerás de la muerte a Marlene con esto? Sí viviera quebrantarías su corazón, sin duda se decepcionaría de tí no se enamoró por el poder o tú incomparable hermosura encima de todo eso se rindió enamorada de tú corazón, valores, principios y amor.

-¿Cómo puedes atreverte a hablar? Eres esposa del miserable Elliot, no eres diferente a él pero ní tú ni nadie me engañara de nuevo. (Llorá)

-Recuerdo cuando te ví por primera vez, me preguntaba si era posible que existiera alguien tan bueno en el universo buscaba la definición perfecta para describirte y la encontré, amor, justicia tú eras la escénica viva de ello; nunca había visto unos ojos tan bellos con un brillo único e incomparable azul zafiro, envidie con todo mi ser a Marlene tenía a un esposo maravilloso que la amaba más que a su propia vida, capaz de Incluso morir por ella maldije mí ser de fuego porque jamás te tendría para mí, sí Johan desde ese día me enamoré perdidamente de tí pero sabía que tú felicidad era Marlene y tú hijo, no haría nada por perturbar ese maravilloso amor sería feliz viéndote sonreír desde lejos.

-Me enteré que Elliot planeaba derrocarme, asesinó a mí hija lo perdone por mí estúpido gran amor hacia él pero no permitiría que hiciera algo en tu contra o Marlene, pero el se anticipo a mí plan por destituirlo del trono y me encerró en un frío calabozo por meses, nunca me amo me despoje de todo cuanto tenía solo por él, le otorgue poder jamás fue suficiente para él aún conociendo que cediéndole todos mis poderes moriría eso no lo detuvo.

Hoy estaría muerta pero Marcus viví meses escondida soportando los lamentos de mí pueblo, expectante e impotente sin poder hacer nada esperando el momento para salvarlos, pero no pude temblaba me consumía de pavor un día llegó Robert diciéndome que Elliot te asesinaría a tí, Marlene y tú hijo no me importó nada ni mí propia vida pensaba en salvarte, intente salvar a Marlene sabía bien que tú vida era ella pero no pude encontrarla a tiempo era tarde, Elliot ya la había destrozado solo pude aliviar un poco su dolor físico, pero no pude aliviar el profundo dolor que sentía en su corazón por dejarte, perdóname Johan Marlene murió en mis brazos no pude salvarla, no pude salvarte de este sufrimiento me he culpado por ello todo este tiempo.-Grandes lágrimas corren por el rostro triste de Evelyn.

-¿Tú hablaste con ella? No te creo ¡Ya basta de mentir!. - Johan lanza un fuerte ataque contra Evelyn, un rayo la revienta contra el piso golpeándose el rostro sangra, Evelyn está muy débil para defenderse sin su collar es presa fácil de Johan y su amor profundo por él le impide actuar.

-No me convencerás con mentiras.

-No son mentiras es verdad mátame pero no castigues injustamente a mí pueblo, ellos vivirán en este momento tienen en sus manos el collar de rubí su poder es impenetrable rodeados por un campo de fuerza y llamas.

-Ese collar garantiza tú vida, si eres como Elliot ¿Por qué sacrificarías tú vida salvándolos? Te entregaste a morir en mis manos Evelyn Becker.

-Si matándome puedo devolverte la sonrisa y lograr que el amor en ti renazca, será la mejor decisión en mí vida te amo Johan morir para salvarte es vivir para mí.

Evelyn abre su mano mostrándole el collar de Marlene a Johan. -Ese collar es de Marlene ¿Por qué lo tienes?.

-Lo sabes solo tú y ella podían arrancárselo del cuello Marlene me lo dio, me aseguro que con su muerte te provocaría un gran dolor me advirtió que no escucharías a nadie pero confío en mí, tenía en don de mirar atreves del cuerpo físico y desnudar el alma así descubrió mi gran amor por ti, da.. da...ría...mi vida por la tuya lo supo, no te sientas culpable amor mío Johan ella te amo hasta el fin, nunca dudo sabía que hiciste todo por salvarla murió diciendo te amo Johan.

-Sonríe, vive, perdona, renace se feliz te amo. -Evelyn sonríe dulcemente a Johan, sus ojos aún empañados por llorar brillan de felicidad en un instante Evelyn pierde toda fuerza, dejando caer de lado su cabeza para expirar cerrando los ojos.

Johan siente morir una vez más, como si fuera apuñalado su corazón igual a aquel día en que murió Marlene, Evelyn está muriendo y él no puede hacer nada.

Johan observa una gran cicatriz en la mejilla de Evelyn, al instante los borrosos recuerdos se aclaran y recuerda con claridad quién salvó su vida.

-Fuiste tú es verdad cuando Elliot terminaría con mí vida recibiendo el impacto, tú me pusiste a salvo y hoy nuevamente me has salvado. Evelyn Becker no mueras, no me dejes tú también me has salvado destruiste la el cristal que cegaba mis ojos. ¡¿Por qué no te defendiste?! Perdóname Evelyn vive amor no mueras.

Johan toma a Evelyn en sus brazos abrazándola fuertemente, no logra comprender cómo el hecho por imaginar perderla lo mata sin saber Johan comienza a amar a Evelyn.