Ash y Eiji no eran amigos, no, se notaba en su manera de hablar, en cómo se miraban, en cómo disfrutaban el estar uno junto al otro. Ambos eran inseparables desde que se conocieron en el club de astronomía y aquella relación solo se afianzaba cada vez más.

El rubio solo había asistido allí debido a que le faltaba un club para pasar de año, pero jamás esperó encontrarse con alguien con quien compartir tantas cosas. El japonés era su persona favorita en el mundo. Amaba demasiado cuando sus ojos oscuros se iluminaban al hablar con tanta pasión de las estrellas. Al ser el lider obviamente intentaría contagiar a los demás estudiantes para que sigan la carrera de Astronomía.

Sin embargo Aslan ahora no podía pensar en nada más ya que la constelación mas bonita se encontraba frente suyo, observando el cielo nocturno que los rodeaba con el telescopio del club.

— Mira, allí está Orion. Siempre es fácil de encontrar ¿Verdad?— el japonés intentaba no ponerse nervioso ya que la mirada de su compañero era muy intimidante, aunque aquellos ojos verdes lograban hipnotizarlo por momentos.

— Si, y es impresionante como esa estrellas están tan lejos, pero podemos verlas tan claramente desde aquí— el ambiente era ameno y el rubio simplemente disfrutaba del momento.

— Exacto. Es un recordatorio de lo vasto y misterioso que es el universo. Me gusta pensar que cada estrella tiene su propia historia— Eiji aún recordaba su vida anterior en Japón, el como el bullying de sus compañeros había destruido su autoestima, el como sus padres decidieron obedecer a Ibe y mandar a su hijo de intercambio a América, el miedo que tenía al pisar un país extranjero, sin embargo no cambiaría nada, porque ahora en este mismo momento, él era muy feliz.

— Y que cada una de ellas nos une de alguna manera. Incluso cuando estamos lejos , estamos bajo el mismo cielo estrellado— de repente la conversación que ambos tenían se desvaneció en el silencio de la noche ya que una hermosa estrella fugaz cruzaba el cielo en ese mismo instante. Sin esperar más Ash tomó suavemente la mano de su compañero.

— Pide un deseo "Onichaan"— odiaba ese ridículo apodo que le había puesto, aunque sonaba adorable cuando lo decía en su tonada de americano presumido.

—Ya lo hice, y creo que se está haciendo realidad justo ahora— apretando más la mano de Aslan, el chico recordó la noche que decidió salir del closet. Cuando una estrella fugaz pasó por su ventana, cerró los ojos y entre lágrimas pidió que alguien pudiese amarlo, que alguien lo comprendiera, que alguien lo salvara de la oscuridad que lo estaba consumiendo y el ver que esa persona estaba a su lado compartiendo ese momento era demasiado especial y se consideraba una persona muy afortunada.

Sin más, bajo el resplandor de las estrellas, y acercándose suavemente Ash y Eiji compartieron su primer beso. El primero de muchos que tendrían.

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FELIZ CUMPLEAÑOS BEBEEE HICE LO QUE PUDE LO JURO. No queria dejar de escribirte aunque sea un drabble. Te amo mucho y espero que sea un hermoso dia como tu uwu