Dos días después

Y ahí se encontraban ambos amigos en el pasillo de la universidad, mirando fijamente a su objetivo.

Gina Fisher, cuerpo bien trabajado, piel ligeramente bronceada, hermosos ojos azules, nariz respingada, lindos labios y un cabello castaño con algunos reflejos rubios que le llegaba hasta los hombros. Una belleza a la vista de todos. Pero lejos del físico, la chica era verdaderamente una dulzura, se ganaba tu corazón sin siquiera notarlo.

- Muy bien Park -Astrid coloca su mano en el hombro Jimin y lo aprieta suavemente-. Es hora, ve y habla con ella. Tal como lo practicamos.

- Estoy listo.

- Ese es mi chico -sonríe-. Ve por ella campeón.

Jimin empezó a caminar con la frente en el alto hasta a Gina, quien tenía clavada su mirada en su movil. Pero a pocos centímetros de ella, terminó retrocediendo y volviendo al lado de Astrid casi corriendo. La inseguridad había ganado esta vez la batalla.

- ¿Qué te pasó? -inquiere la castaña llevando las manos a ambos lados de su cadera-. ¿Por qué retrocediste si ibas bien?

- Acompáñame.

Astrid cerró sus ojos pidiéndole al todopoderoso la paciencia necesaria para seguir con esto.

- Está bien Jimin, vamos.

El susodicho pega un salto de felicidad y se aferra al brazo de su amiga cuando empiezan a caminar.

- Hola Gina -saluda Astrid con una amplia sonrisa-. ¿Cómo estás?

- Hola Astrid, estoy bien -Gina le regala una cálida sonrisa, y luego fija sus ojos azules en el chico a su lado-. Hola jimin.

- H- hola Gina -sentía sus piernas flaquear-. T-te ves muy bella hoy.

Las mejillas de Gina enrojecen por el lindo comentario y Astrid le aplaude internamente por decirle aquello. Era un gran avance.

- Gracias -lleva varios mechones detrás de su oreja derecha-. Tú también te ves muy bien hoy.

- G-gracias -jimin trató de mantener tranquilidad externamente cuando en su interior gritaba de emoción. Volteó a ver a su mejor amiga y esta bebía agua de una pequeña botella que tenía en su mano izquierda. Devolvió su vista a la chica y sonrió. Era momento de decirle lo que ha practicado en dos días con su mejor amiga -. Y-yo q-quería saber s-si querías salir ma-ñana c-conmigo.

Aunque no salió como él esperaba, para Gina fue muy tierno escucharlo tartamudear.

- Mañana no puedo porque debo cuidar a mis hermanitos pequeños, pero el domingo sí, ¿Te parece?

- Pe-perfecto. Prometo no tener dolor estómago.

Ante lo dicho inconscientemente, el rostro de Jimin empenzó arder de la vergüenza, se hace un incómodo silencio, y Astrid quien plácidamente bebía agua, la escupió toda de su boca mojando a un chico que pasaba por su lado.

- Perdón perdón -se disculpó. El chico le dio una mala cara y siguió con su camino-. Perdón, no fue con intención.

- Oh, está bien -habló Gina tratando de suavizar que lo sucedió-. Te espero el domingo. Ya tengo que entrar a clases -empezó a retroceder-. Fue bueno charlar con ustedes chicos. Los veo en el almuerzo.

Los mejores amigos la vieron girar sobre sus talones hasta verla desaparecer entre los demás estudiantes.

- ¿Dolor de estómago? -Astrid se colocó frente a él -. ¿Enserio Jimin?

- No sé por qué lo dije -tapó su rostro con sus manos-. Sólo salió. No lo pude controlar.

- Me voy -dice dandole la espalda.

- Oye Astrid espérame.

Jimin camino rápido hasta alcanzarla. Sin dudas iba a ser un día muy largo.

Prometo que mañana trataré de subir un nuevo capítulo 💕