💖 Capítulo 01 💖
Massachusetts, Boston
Park Jimin se encontraba caminando de un lado a otro en el porche de la casa de dos plantas que le pertenecía a la familia King. La cual conocía desde su niñez. Indeciso todavía, avanzó hacia la puerta, y tocó el timbre que se hallaba al lado de esta. Dejó escapar un suspiro y no pasó mucho tiempo cuando escuchó unos pasos venir hacia la puerta. Sonrió cuando vio al papá de su mejor amiga abrirle.
- Oh, hola jimin –saluda Richard King mientras le permitía la entrada-. Qué bueno verte, ¿Cómo están tus papás?
- Ellos están muy bien, les envía muchos saludos –dice estrechándole la mano al mayor y aguanta la risa de verlo con el delantal puesto-. Veo que hoy le toca cocinar.
- Tienes razón –ríe ligeramente-. Amanda sale hoy un poco tarde del trabajo, por lo tanto me toca hacer la cena.
A jimin le agradaban mucho Richard y Amanda, les resultaban muy graciosos y amables. Recordaba cuando él y sus padres llegaron a Boston por el trabajo de su madre. Fue muy dulce para él y sus progenitores cuando la familia King les dio la bienvenida al mudarse a su mismo vecindario. Los hicieron sentirse en casa. Desde ese entonces hay una gran amistad entre ambas familias.
- ¿Y Astrid?
- Arriba –contesta Richard poniendo sus manos en la cadera-. Estaba estudiando para un examen que tiene mañana.
- Gracias –pero antes de colocar un pie en las escaleras, jimin se devolvió hacia el hombre mayor-. Sr. Richard, no huele algo raro.
Richard también percibió aquel olor, y cuando se percató de dónde provenía, abrió sus ojos ampliamente.
- ¡El arroz! –exclamó corriendo hacia la cocina.
Jimin empezó a reírse mientras subía las escaleras y se dirigía la habitación de su mejor amiga. Estando en el marco de la puerta dio unos toques suaves a la puerta abierta, llamando la atención de las dos personas que se hallaban en la habitación.
- ¡Jimin! –exclamó una pequeña corriendo hacia él.
- Hola amber –dice correspondiendo al abrazo. Amber era la hija menor de los King. Era una niña muy adorable, capaz de sacarte una sonrisa si se lo proponía sin importar el humor que tenías. Siempre lo lograba-. Cada día te ves más bonita.
- Gracias –dice separándose un poco de él para verlo a los ojos-. ¿Viniste hablar con mi hermana? –el pelinegro asintió pellizcando su mejilla-. ¿Debo dejarlos solos?
Jimin volvió a asentir y amber se despidió de él dándole un beso en la mejilla. Jimin fue hasta Astrid quien se encontraba sentada en su mesa de estudio con sus lentes puestos. Realmente se veía muy concentrada.
- Necesito un favor –pidió sentándose a su lado.
- Hola Astrid ¿Cómo estás? yo muy bien jimin ¿Cómo estás tú? –su evidente sarcasmo no le sorprendía al pelinegro.
- Vale perdona –sonríe y lleva sus dedos al lóbulo derecho de la chica. Jimin era consciente de lo que eso provocaba en su mejor amiga y no esperó mucho en escuchar una risilla por parte de ella. Una simple caricia en esa zona, la hacía reír-. Es que enserio necesito un favor.
- ¿Qué necesitas? –pregunta mirándolo de soslayo para luego clavar sus ojos en las hojas que tenía en las manos-. Por favor, que no sea ayudarte a limpiar otra vez tu casa, porque la última vez que lo hice terminé con un horrendo dolor de espalda.
- No se trata de eso –vacilo mucho en decirlo. No tenía una mínima idea de que podía decirle la contraria-. Se trata de...ayudarme a conquistar a Gina Fisher.
Astrid automáticamente dejó las hojas a un lado y se quitó los lentes para mirarlo fijamente, ¿Acaso escuchó correctamente?
- Obvio que no Park –sentencia la castaña con determinación-. Hazlo tú.
- No puedo, además tú hablas con ella y la conoces mejor–abulta su labio inferior y junta sus manos-. Ayúdame Astrid, somos mejores amigos y tenemos que ayudarnos.
- Jimin, tienes veintitres años –recalcó con una sonrisa burlona-. ¿Cómo es que a estas alturas de la vida no sabes conquistar una chica? Y claro, agregándole el hecho de que no has dado tu primer beso y sigues siendo virgen.
- A ver, no hay nada de malo en ser virgen a esta edad.
- Claro que no hay nada de malo –apoya su codo izquierdo en la mesa y su cabeza en la palma de su mano-. De hecho es admirable, pero mi punto es que debes hacerlo tú mismo.
- Es que cuando me acerco a ella, digo disparates.
- Bueno, estoy súper de acuerdo contigo en eso, todavía recuerdo la vez que estábamos hablando con Gina y de la nada le dijiste que tenías dolor de estómago –Astrid carcajea tras recordar aquel bochornoso momento por el que paso su mejor amigo.
- No es necesario que me lo recuerdes mujer –la fulmina con la mirada sintiéndose avergonzado-. Y ya deja de burlarte y dime, ¿Me ayudaras sí o no?
Astrid lo medita por unos minutos pero termina aceptando al verlo hacer ojitos de borrego a medio morir. El chico sabía cómo doblegarla.
- ¡Muchas Gracias Astrid! –la estrecha fuertemente entre sus brazos-. Gracias, gracias.
- Nada de gracias park –entrecierra sus ojos al separarse de él-. Deberás comprarme, muchos dulces, cada vez que lo desee.
- Definitivamente nada es gratis contigo mujer.
💖Espero les haya gustado este primer capítulo como a mí y si es así haganmelo saber 💖
💖Debo decirles que esta será una historia corta💖
Y en cuanto a las actualizaciones, bueno, serán lentas... pero seguras :v
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